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Dans le document EL SIMBOLISMO DE LA VIRGEN NEGRA (Page 182-200)

171 NOSTRA SENYORA DE LES ÀNSIES

Iglesia de Santa María de les Encies, Les Planes d'Hostoles d’en Bas (La Garrotxa)

Fig. 2.24. Estatua actual de Nostra Senyora de les Ànsies.

Fotografía de Ballbé i Boada (1991).

Aspectos histórico-artísticos

La imagen actual, situada en el camarín del altar mayor, es una copia de la escultura original, destruida durante la Guerra Civil, en 1936. La primitiva imagen era una talla de madera policromada y, según recoge Noguera i Massa293, su altura habría sido de 70 cm, si bien otros autores proponen 90 cm de altura y una base de 42 cm.294 El Niño estaba sentado en su regazo y sostenía en su mano izquierda un pequeño cartel o libro con la frase “Lux Mundi” mientras que con la derecha mostraba el signo de bendición a los fieles.

La imagen actual, aunque de escaso interés artístico, conserva aún el valioso recuerdo de las morenas carnaciones de la talla original. Conviene señalar que, según el testimonio recogido por Ballbé i Boada, el color moreno de la figura actual no es tan acusado como el de la imagen destruida durante la guerra, pues los vecinos que la recuerdan la comparan con la talla de Nuestra Señora de Montserrat.295

293 NOGUERA I MASSA 1977, p. 289.

294 C.f. BALLBÉ 1991 a, p.143.

295 BALLBÉ 1991 a, p.143.

171 NOSTRA SENYORA DE LES ÀNSIES

Iglesia de Santa María de les Encies, Les Planes d'Hostoles d’en Bas (La Garrotxa)

Fig. 2.24. Estatua actual de Nostra Senyora de les Ànsies.

Fotografía de Ballbé i Boada (1991).

Aspectos histórico-artísticos

La imagen actual, situada en el camarín del altar mayor, es una copia de la escultura original, destruida durante la Guerra Civil, en 1936. La primitiva imagen era una talla de madera policromada y, según recoge Noguera i Massa293, su altura habría sido de 70 cm, si bien otros autores proponen 90 cm de altura y una base de 42 cm.294 El Niño estaba sentado en su regazo y sostenía en su mano izquierda un pequeño cartel o libro con la frase “Lux Mundi” mientras que con la derecha mostraba el signo de bendición a los fieles.

La imagen actual, aunque de escaso interés artístico, conserva aún el valioso recuerdo de las morenas carnaciones de la talla original. Conviene señalar que, según el testimonio recogido por Ballbé i Boada, el color moreno de la figura actual no es tan acusado como el de la imagen destruida durante la guerra, pues los vecinos que la recuerdan la comparan con la talla de Nuestra Señora de Montserrat.295

293 NOGUERA I MASSA 1977, p. 289.

294 C.f. BALLBÉ 1991 a, p.143.

295 BALLBÉ 1991 a, p.143.

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De hecho, este recuerdo de los fieles debe remontarse, como mínimo, hasta el siglo XVII, cuando por la pluma del Padre Camós aparece por escrito la primera descripción de esta talla: "se discurre que la santa Imagen es de madera, teniendo de alto poco más de tres palmos y medio; es de color moreno algo colorada a semejanza de la Virgen de Monserrate".296

Aspectos metahistóricos

Según recoge Joan Amades297, la imagen fue hallada en una pequeña cueva del término de Les Planes d’En Bas (Olot), cerca de la Font de la Tosca. La presencia de la imagen fue revelada a unos pastores por un resplandor que iluminaba toda la cercanía de la cueva. Éstos dieron cuenta del milagroso encuentro y rápidamente fue erigida una pequeña capilla en el lugar del hallazgo. Los mismos gozos cantan este milagro.

En la cova sou trobada De tosca sota la font, En que foreu conservada Dels infidels pagans del món:

Estante en aquella balma Ereu rosa entre espinas:

Amparaunos en tota hora, Princesa de las Ancias 298.

Nótese que el texto del gozo, que data en este caso de 1883, se hace eco de la creencia según la cual la imagen habría sido ocultada por los fieles en una cueva para protegerla de los “paganos”. Normalmente, el pueblo acostumbraba a creer que este enemigo fue el “invasor musulmán”, si bien tal cosa resulta del todo improbable por mera cronología. Por esta misma razón, entendemos que el musulmán no es más que una figura simbólico-poética que oculta a otros posibles enemigos de las imágenes durante los siglos del románico, como por ejemplo los partidarios de la herejía cátara.

296 CAMÓS 1772, p. 423

297 AMDES 1989, pp 174-175.

298 BALLBÉ 1991 a, p. 143.

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De hecho, este recuerdo de los fieles debe remontarse, como mínimo, hasta el siglo XVII, cuando por la pluma del Padre Camós aparece por escrito la primera descripción de esta talla: "se discurre que la santa Imagen es de madera, teniendo de alto poco más de tres palmos y medio; es de color moreno algo colorada a semejanza de la Virgen de Monserrate".296

Aspectos metahistóricos

Según recoge Joan Amades297, la imagen fue hallada en una pequeña cueva del término de Les Planes d’En Bas (Olot), cerca de la Font de la Tosca. La presencia de la imagen fue revelada a unos pastores por un resplandor que iluminaba toda la cercanía de la cueva. Éstos dieron cuenta del milagroso encuentro y rápidamente fue erigida una pequeña capilla en el lugar del hallazgo. Los mismos gozos cantan este milagro.

En la cova sou trobada De tosca sota la font, En que foreu conservada Dels infidels pagans del món:

Estante en aquella balma Ereu rosa entre espinas:

Amparaunos en tota hora, Princesa de las Ancias 298.

Nótese que el texto del gozo, que data en este caso de 1883, se hace eco de la creencia según la cual la imagen habría sido ocultada por los fieles en una cueva para protegerla de los “paganos”. Normalmente, el pueblo acostumbraba a creer que este enemigo fue el “invasor musulmán”, si bien tal cosa resulta del todo improbable por mera cronología. Por esta misma razón, entendemos que el musulmán no es más que una figura simbólico-poética que oculta a otros posibles enemigos de las imágenes durante los siglos del románico, como por ejemplo los partidarios de la herejía cátara.

296 CAMÓS 1772, p. 423

297 AMDES 1989, pp 174-175.

298 BALLBÉ 1991 a, p. 143.

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Por otro lado, la tradición local explica otra inventio que, en este caso, está relacionada directamente con el topónimo de “les Encies” que es, a su vez, una derivación de la voz local y más antigua, “ànsies”. Ambas palabras provendrían del latín incis, que significa corte, división o incisura. Esta referencia tendría relación directa con otra narración que cuenta el hallazgo de la imagen, según la cual ésta apareció al abrirse una grieta en el suelo de la antigua iglesia, la cual aparece mencionada por primera vez en un documento del año 1155, precisamente como

“Sancte Marie de Incisis”299.

Los gozos que cantan sobre esta inventio recuerdan que de la brecha brotó una fuente de agua milagrosa empleada especialmente para la ayuda de las parturientas:

De portentos i miracles Sou la arca i tresor Assistint als parteratges De las donas i el dolor;

Ellas von fan prometensas Ab fiansas i pofias:

Amparaunos en tota hora Princesa de las Ancias 300 .

Existe, además, una interesante leyenda relacionada con una piedra preciosa que habría portado en sus dedos esta imagen hasta 1955, cuando se le perdió la pista. Si bien la creencia popular habla de un diamante, posiblemente se trató de un cristal.

En cualquier caso, lo interesante es el origen legendario de este objeto, el cual ha recogido también Amades301 y que resumimos y analizamos a continuación:

Al lado de la iglesia de Santa María de les Ànsies, se encuentra un piletón (en catalán ‘gorg’) en cuyos alrededores vivía una serpiente de cabellera, la cual portaría, como todos los ejemplares de este género, un brillante de gran fulgor entre el pelo de su cabeza. Cierta vez, un mozo que bajaba del cercano castillo de Hòstoles llegó hasta el piletón para saciar su sed. Allí se encontró con el fantástico animal y comprobó que éste había dejado el brillante en el suelo con tal de que no se le cayera al agua al beber. Ésta es la única ocasión en la que la serpiente de cabellera se deshace

299 RAMOS 1990, p. 298.

300 BALLBÉ 1991 a, p.144

301 AMADES 1989, pp 175-176

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Por otro lado, la tradición local explica otra inventio que, en este caso, está relacionada directamente con el topónimo de “les Encies” que es, a su vez, una derivación de la voz local y más antigua, “ànsies”. Ambas palabras provendrían del latín incis, que significa corte, división o incisura. Esta referencia tendría relación directa con otra narración que cuenta el hallazgo de la imagen, según la cual ésta apareció al abrirse una grieta en el suelo de la antigua iglesia, la cual aparece mencionada por primera vez en un documento del año 1155, precisamente como

“Sancte Marie de Incisis”299.

Los gozos que cantan sobre esta inventio recuerdan que de la brecha brotó una fuente de agua milagrosa empleada especialmente para la ayuda de las parturientas:

De portentos i miracles Sou la arca i tresor Assistint als parteratges De las donas i el dolor;

Ellas von fan prometensas Ab fiansas i pofias:

Amparaunos en tota hora Princesa de las Ancias 300 .

Existe, además, una interesante leyenda relacionada con una piedra preciosa que habría portado en sus dedos esta imagen hasta 1955, cuando se le perdió la pista. Si bien la creencia popular habla de un diamante, posiblemente se trató de un cristal.

En cualquier caso, lo interesante es el origen legendario de este objeto, el cual ha recogido también Amades301 y que resumimos y analizamos a continuación:

Al lado de la iglesia de Santa María de les Ànsies, se encuentra un piletón (en catalán ‘gorg’) en cuyos alrededores vivía una serpiente de cabellera, la cual portaría, como todos los ejemplares de este género, un brillante de gran fulgor entre el pelo de su cabeza. Cierta vez, un mozo que bajaba del cercano castillo de Hòstoles llegó hasta el piletón para saciar su sed. Allí se encontró con el fantástico animal y comprobó que éste había dejado el brillante en el suelo con tal de que no se le cayera al agua al beber. Ésta es la única ocasión en la que la serpiente de cabellera se deshace

299 RAMOS 1990, p. 298.

300 BALLBÉ 1991 a, p.144

301 AMADES 1989, pp 175-176

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momentáneamente del brillante, pues de éste depende completamente su vida. El mozo decidió aprovechar la ocasión y arrebató la preciada piedra al reptil, pues se dice que quien la posee obtiene todo tipo de felicidad, riquezas y venturas. Cuando al acabar de beber la serpiente no vio su brillante, persiguió ferozmente al mozo, quien corría veloz hasta la ermita de Santa Maria de las Ànsies, para esconderse allí.

Viendo que no llegaría a tiempo, pues la serpiente parecía moverse cada vez más veloz y furiosa, se encomendó a la Virgen y le prometió el brillante de la serpiente si le salvaba de aquella muerte segura. Y así fue. Al atravesar el umbral de la ermita el mozo cerró la puerta y la serpiente quedó atrapada allí, partida en dos. Desde entonces, el altar de la imagen de Nostra Senyora de les Ànsies tuvo como reliquia aquel brillante, el cual parece que fue a parar a los dedos de la estatua hasta que alguien lo sustrajo a mediados de los años 50’s.

Esta leyenda tipo, que encontramos también relacionada con otras venerables imágenes, como por ejemplo la de Nuestra Señora de Alba, Quirós (León), se encuentra analizada dentro de nuestro diccionario de símbolos marianos302.

Bibliografía.

AMADES, Joan, Imatges de la Mare de Déu trobades a Catalunya, Barcelona, 1989 - «Imágenes marianas de los Pirineos Orientales», Revista de dialectología y tradiciones populares, 11, 1955, pp. 81-118.

BALLBÉ I BOADA, Miquel, Las vírgenes negras y morenas en España, I, Terrassa, 1991.

MURLÀ I GIRALT, Josep, Guia del romànic de la Garrotxa, Olot, 1983.

NOGUERA I MASSA, Antoni, Les marededéus romàniques de les terres gironines, Barcelona, 1977.

PLA CARGOL, Joaquín, Tradiciones, Santuarios y Tipismo de las comarcas catalanas Gerundenses, Madrid, 1947.

302 Cf. “Serpiente” en nuestro diccionario, p. 365 y ss.

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momentáneamente del brillante, pues de éste depende completamente su vida. El mozo decidió aprovechar la ocasión y arrebató la preciada piedra al reptil, pues se dice que quien la posee obtiene todo tipo de felicidad, riquezas y venturas. Cuando al acabar de beber la serpiente no vio su brillante, persiguió ferozmente al mozo, quien corría veloz hasta la ermita de Santa Maria de las Ànsies, para esconderse allí.

Viendo que no llegaría a tiempo, pues la serpiente parecía moverse cada vez más veloz y furiosa, se encomendó a la Virgen y le prometió el brillante de la serpiente si le salvaba de aquella muerte segura. Y así fue. Al atravesar el umbral de la ermita el mozo cerró la puerta y la serpiente quedó atrapada allí, partida en dos. Desde entonces, el altar de la imagen de Nostra Senyora de les Ànsies tuvo como reliquia aquel brillante, el cual parece que fue a parar a los dedos de la estatua hasta que alguien lo sustrajo a mediados de los años 50’s.

Esta leyenda tipo, que encontramos también relacionada con otras venerables imágenes, como por ejemplo la de Nuestra Señora de Alba, Quirós (León), se encuentra analizada dentro de nuestro diccionario de símbolos marianos302.

Bibliografía.

AMADES, Joan, Imatges de la Mare de Déu trobades a Catalunya, Barcelona, 1989 - «Imágenes marianas de los Pirineos Orientales», Revista de dialectología y tradiciones populares, 11, 1955, pp. 81-118.

BALLBÉ I BOADA, Miquel, Las vírgenes negras y morenas en España, I, Terrassa, 1991.

MURLÀ I GIRALT, Josep, Guia del romànic de la Garrotxa, Olot, 1983.

NOGUERA I MASSA, Antoni, Les marededéus romàniques de les terres gironines, Barcelona, 1977.

PLA CARGOL, Joaquín, Tradiciones, Santuarios y Tipismo de las comarcas catalanas Gerundenses, Madrid, 1947.

302 Cf. “Serpiente” en nuestro diccionario, p. 365 y ss.

175 NOSTRA SENYORA DE LA CERDANYA O también: Nostra Senyora de la Sagristía

Patrona de Puigcerdà (Baixa Cerdanya).

Fig. 2.25. Imagen actual de Nostra Senyora de la Sagristía. Pieza realizada tras la Guerra Civil Española.

Fotografía de Marcos Veermans.

Aspectos histórico-artísticos.

Nostra Senyora de Puigerdà se encuentra en el camarín de la capilla llamada “de la sagristía”, situada detrás de la cabecera de la iglesia parroquial de Sant Domènec.

Se trata de una obra de 1940, realizada tras el final de la Guerra Civil para substituir a la imagen románica original, que fue destruida durante el incendio de la Iglesia de Santa María el 22 de julio de 1936, hasta entonces sede parroquial y lugar primitivo de la talla. La pieza actual no presenta mayor interés que su esfuerzo a la hora de imitar lo más esencial de la antigua imagen. Uno de los aspectos más destacados para nuestro trabajo es, evidentemente, el recuerdo y preservación del color oscuro de la tez de ambas figuras.

El Arxiu Mas conserva dos fotografías en las que la primitiva imagen aparece desprovista de sus ropajes postizos (Fig.2.26 y Fig. 2.27). Podemos apreciar en ellas que se trató de una talla románica, de unos 80 cm de altura. La Virgen, vestida con manto y túnica, está sentada sobre el cojín de un sitial sin respaldo y adornado con

175 NOSTRA SENYORA DE LA CERDANYA O también: Nostra Senyora de la Sagristía

Patrona de Puigcerdà (Baixa Cerdanya).

Fig. 2.25. Imagen actual de Nostra Senyora de la Sagristía. Pieza realizada tras la Guerra Civil Española.

Fotografía de Marcos Veermans.

Aspectos histórico-artísticos.

Nostra Senyora de Puigerdà se encuentra en el camarín de la capilla llamada “de la sagristía”, situada detrás de la cabecera de la iglesia parroquial de Sant Domènec.

Se trata de una obra de 1940, realizada tras el final de la Guerra Civil para substituir a la imagen románica original, que fue destruida durante el incendio de la Iglesia de Santa María el 22 de julio de 1936, hasta entonces sede parroquial y lugar primitivo de la talla. La pieza actual no presenta mayor interés que su esfuerzo a la hora de imitar lo más esencial de la antigua imagen. Uno de los aspectos más destacados para nuestro trabajo es, evidentemente, el recuerdo y preservación del color oscuro de la tez de ambas figuras.

El Arxiu Mas conserva dos fotografías en las que la primitiva imagen aparece desprovista de sus ropajes postizos (Fig.2.26 y Fig. 2.27). Podemos apreciar en ellas que se trató de una talla románica, de unos 80 cm de altura. La Virgen, vestida con manto y túnica, está sentada sobre el cojín de un sitial sin respaldo y adornado con

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dos esferas en ambos brazos. Va coronada por una diadema que, en la imagen actual, ha sido substituida por una corona de estilo carolingio. La talla parece no haber conservado los pies de la Virgen. El rostro de la Madre es ovalado y algo alargado, de frente y nariz algo planas. Cejas y pestañas aparecen bien definidas y los pómulos y mejillas sobresalen del rostro, el cual es muy oscuro. Las manos de la Virgen son bastante grandes. Con su izquierda sostiene al Niño, que está sentado de perfil en la rodilla izquierda, tomando el pecho de su Madre, la cual se lo ofrece tras haberlo descubierto con su mano derecha. El Niño viste una sencilla túnica doble y ceñida y va descalzo.303

En 1585, la imagen fue trasladada hasta la sacristía de la iglesia, recién restaurada en aquel tiempo. Así pues, su nomenclatura como “Nostra Senyora de la Sacristía” es bastante tardana, como muy pronto se la llamó así a partir del siglo XVI. Las posibles razones para este traslado las expone Martí i Sanjaume en Historia de Santa Maria de Puigcerdà, hoy de la sacristía (1925). La imagen ocupó este lugar hasta 1936.

Antes de desaparecer para siempre, la talla atravesó diversos peligros. En 1785 un incendio arrasó la iglesia de la Virgen, restando solamente ella intacta tras los estragos de las llamas. Algunos años después, durante la Guerra del Francés, la imagen fue milagrosamente salvada por una joven llamada Julia, que la sacó de la pira donde iba a ser quemada junto con muchas otras estatuas. Como ya hemos dicho, finalmente fue la Guerra Civil la que acabó con esta venerable imagen y con el edificio que la albergaba.

Aspectos metahistóricos

La metahistoria de esta imagen también está llena de vicisitudes. Según una leyenda forjada en el siglo XVIII304, la Patrona de Puigcerdá habría comenzado su existencia en Ix, actualmente una aldea situada a 7 km de la capital de la comarca, la cual, a principios del siglo XII, aún no se había fundado.305 Según esta leyenda, fue precisamente en Ix donde se le dio el título de “Nostra Senyora de la Cerdanya”,

303 DELCOR 1995, p. 221.

304 SARRÈTE 1925, pp. 299 y ss.

305 Este dato, sin embargo, no es aceptado por todos los historiadores, pues, aunque la documentación conservada así lo demostraría, los restos arqueológicos parecen indicar que Puigerdà, la antigua Montcerdà, ya existía entonces en aquel enclave, si bien todavía no con este nombre ni con una población significativa. Así pues, parece que Montcerdà se refunda en el siglo XII, pero no se crea ex novo.

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dos esferas en ambos brazos. Va coronada por una diadema que, en la imagen actual, ha sido substituida por una corona de estilo carolingio. La talla parece no haber conservado los pies de la Virgen. El rostro de la Madre es ovalado y algo alargado, de frente y nariz algo planas. Cejas y pestañas aparecen bien definidas y los pómulos y mejillas sobresalen del rostro, el cual es muy oscuro. Las manos de la Virgen son

dos esferas en ambos brazos. Va coronada por una diadema que, en la imagen actual, ha sido substituida por una corona de estilo carolingio. La talla parece no haber conservado los pies de la Virgen. El rostro de la Madre es ovalado y algo alargado, de frente y nariz algo planas. Cejas y pestañas aparecen bien definidas y los pómulos y mejillas sobresalen del rostro, el cual es muy oscuro. Las manos de la Virgen son

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