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EL SIMBOLISMO DE LA VIRGEN NEGRA

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Academic year: 2022

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EL SIMBOLISMO DE LA VIRGEN NEGRA

APROXIMACIÓN A UNA CONSTRUCCIÓN CULTURAL

Jorge Rodríguez Ariza

(2)
(3)
(4)
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(6)

EL SIMBOLISMO DE LA VIRGEN NEGRA

APROXIMACIÓN A UNA CONSTRUCCIÓN CULTURAL

Autor: Jorge Rodríguez Ariza Director: Dr. Manuel Castiñeiras González

Programa de doctorado en Historia del Arte y Musicología 2018-2019 Departamento de Arte y Musicología

Facultad de Filosofía y Letras Universitat Autònoma de Barcelona

EL SIMBOLISMO DE LA VIRGEN NEGRA

APROXIMACIÓN A UNA CONSTRUCCIÓN CULTURAL

Autor: Jorge Rodríguez Ariza Director: Dr. Manuel Castiñeiras González

Programa de doctorado en Historia del Arte y Musicología 2018-2019 Departamento de Arte y Musicología

Facultad de Filosofía y Letras Universitat Autònoma de Barcelona

(7)
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A la Madre del Sol que, rodeada de tinieblas, es la nodriza de los astros y la cuna de los mundos.

A la Madre del Sol que, rodeada de tinieblas, es la nodriza de los astros y la cuna de los mundos.

(9)
(10)

VII

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS p. 1

PRESENTACIÓN p. 3

PARTE I

APRECIACIONES SOBRE LA CUESTIÓN DE LAS VÍRGENES NEGRAS

A TRAVÉS DE SU HISTORIOGRAFÍA p. 9

A MODO DE INTRODUCCIÓN: LAS COORDENAS DEL OBJETO DE

ESTUDIO p. 11

1. ¿VÍRGENES NEGRAS O VÍRGENES ENNEGRECIDAS? p. 14

1.1. LAS TRES PRIMERAS MONOGRAFÍAS p. 14

1.1.1. La tesis doctoral de Marie Durand Lefebvre p. 14 1.1.2. Las contribuciones de Emile Saillens p. 18 1.1.3. Jacques Huyen y la popularización del fenómeno p. 24 1.2. LA PROLIFERACIÓN DE ESTUDIOS SOBRE EL SIMBOLISMO

DE LAS VÍRGENES NEGRAS p. 30

1.2.1. Hipótesis filopagana p. 31

1.2.2. Hipótesis bíblica p. 37

1.2.3. Hipótesis universalista p. 42

1.2.3.1. El misterio marial en la obra de Jean Hani p. 42 1.2.3.2. La Divina Tiniebla y el velo de Maya p. 46 1.2.3.3 El valor iniciático de la virgen negra en la

obra de Roland Bermann p. 48

1.2.3.5. Interpretaciones alquímicas: La virgen negra

como imagen de la materia prima p. 50

1.3. EXPLICACIONES EMPÍRICAS p. 57

1.3.1. Primeros testimonios sobre el ennegrecimiento accidental p. 58 1.3.2. Evidencias científicas del ennegrecimiento p. 61 1.3.3. Casos que invierten la hipótesis del ennegrecimiento p. 64

2. ASPECTOS SIMBÓLICOS DE LOS PROCESOS MATERIALES p. 67

2.1. EL VALOR SIMBÓLICO DEL ENNEGRECIMIENTO p. 67

2.1.1. Imágenes oscurecidas por la acción ritual p. 68 2.1.2. La virgen ennegrecida como medio para la conversión p. 69

de los infieles

2.1.3. Un ennegrecimiento sacralizado p. 72

2.2. USO Y SIMBOLISMO DE LOS PROCESOS MATERIALES EN EL

ORIGEN DE LAS VÍRGENES NEGRAS p. 75

2.3. EL ENNEGRECIMIENTO DE LAS TALLAS COMO IMPRONTA DE LA ORACIÓN. EJEMPLO Y REFLEXIÓN SOBRE LA VIRGEN

NEGRA COMO UNA CONSTRUCCIÓN CULTURAL p. 80

3. REFLEXIONES EN TORNO A LA VIRGEN NEGRA EN LA

CULTURA CONTEMPORANEA p. 88

3.1. DIFICULTADES PARA UNA CONCLUSIÓN AL USO Y

NECESIDAD DE NUEVAS PERSPECTIVAS p. 88

VII

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS p. 1

PRESENTACIÓN p. 3

PARTE I

APRECIACIONES SOBRE LA CUESTIÓN DE LAS VÍRGENES NEGRAS

A TRAVÉS DE SU HISTORIOGRAFÍA p. 9

A MODO DE INTRODUCCIÓN: LAS COORDENAS DEL OBJETO DE

ESTUDIO p. 11

1. ¿VÍRGENES NEGRAS O VÍRGENES ENNEGRECIDAS? p. 14

1.1. LAS TRES PRIMERAS MONOGRAFÍAS p. 14

1.1.1. La tesis doctoral de Marie Durand Lefebvre p. 14 1.1.2. Las contribuciones de Emile Saillens p. 18 1.1.3. Jacques Huyen y la popularización del fenómeno p. 24 1.2. LA PROLIFERACIÓN DE ESTUDIOS SOBRE EL SIMBOLISMO

DE LAS VÍRGENES NEGRAS p. 30

1.2.1. Hipótesis filopagana p. 31

1.2.2. Hipótesis bíblica p. 37

1.2.3. Hipótesis universalista p. 42

1.2.3.1. El misterio marial en la obra de Jean Hani p. 42 1.2.3.2. La Divina Tiniebla y el velo de Maya p. 46 1.2.3.3 El valor iniciático de la virgen negra en la

obra de Roland Bermann p. 48

1.2.3.5. Interpretaciones alquímicas: La virgen negra

como imagen de la materia prima p. 50

1.3. EXPLICACIONES EMPÍRICAS p. 57

1.3.1. Primeros testimonios sobre el ennegrecimiento accidental p. 58 1.3.2. Evidencias científicas del ennegrecimiento p. 61 1.3.3. Casos que invierten la hipótesis del ennegrecimiento p. 64

2. ASPECTOS SIMBÓLICOS DE LOS PROCESOS MATERIALES p. 67

2.1. EL VALOR SIMBÓLICO DEL ENNEGRECIMIENTO p. 67

2.1.1. Imágenes oscurecidas por la acción ritual p. 68 2.1.2. La virgen ennegrecida como medio para la conversión p. 69

de los infieles

2.1.3. Un ennegrecimiento sacralizado p. 72

2.2. USO Y SIMBOLISMO DE LOS PROCESOS MATERIALES EN EL

ORIGEN DE LAS VÍRGENES NEGRAS p. 75

2.3. EL ENNEGRECIMIENTO DE LAS TALLAS COMO IMPRONTA DE LA ORACIÓN. EJEMPLO Y REFLEXIÓN SOBRE LA VIRGEN

NEGRA COMO UNA CONSTRUCCIÓN CULTURAL p. 80

3. REFLEXIONES EN TORNO A LA VIRGEN NEGRA EN LA

CULTURA CONTEMPORANEA p. 88

3.1. DIFICULTADES PARA UNA CONCLUSIÓN AL USO Y

NECESIDAD DE NUEVAS PERSPECTIVAS p. 88

(11)

VIII

3.2. LA VIRGEN NEGRA: IMAGEN PARA LA VINDICACIÓN DE LOS

VALORES FEMENINNOS DE LA DIVINIDAD. p. 92

3.2.1. El símil con la mitología vasca p. 98 3.3. ALQUIMIA Y ARTE CONTEMPORÁNEO: LA VIRGEN NEGRA EN

LA PINTURA DE LOUIS CATTIAUX p. 101

3.3.1. La espiritualidad y lo femenino en los orígenes del arte

contemporáneo p. 101

3.3.2. Alquimia y creación artística contemporánea p. 105 3.3.3. La Virgen negra en la pintura alquímica de

Louis Cattiaux p. 107

3.4. A MODO DE CONCLUSIÓN: LA VIRGEN NEGRA COMO UNA

INVENTIO CONTEMPORÁNEA p. 112

PARTE II

CATÁLOGO DE LAS VÍRGENS NEGRAS EN CATALUÑA p. 117

Introducción al catalogo p. 119

Relación de vírgenes negras de Cataluña ordenadas por provincias p. 122 Mapa con la localización geográfica de las imágenes del catálogo p. 123

PROVINCIA DE BARCELONA p. 125

Mare de Déu de l’Ajuda p. 127

Mare de Déu de les Arenes p. 132

Mare de Déu de Foix p. 135

Mare de Déu del Gresolet p. 138

Mare de Déu de Montserrat p. 142

Mare de Déu dels Munts p. 150

Nostra Senyora de la Salut p. 153

Mare de Déu de Santiga p. 158

Mare de Déu del Vinyet p. 162

PROVINCIA DE GIRONA p. 169

Mare de Déu de les Ànsies p. 171

Nostra Senyora de la Cerdanya p. 175

Nostra Senyora de Mogrony p. 180

Mare de Déu de Núria p. 185

Mare de Déu del Tura p. 193

PROVINCIA DE LLEIDA p. 203

Mare de Déu del Claustre (Solsona) p. 205

Mare de Déu del Claustre (Vallbona) p. 211

Mare de Déu dels Colls p. 215

Mare de Déu del Tallat p. 219

PROVINCIA DE TARRAGONA p. 225

Mare de Déu del Claustre (Tarragona) p. 227

Mare de Déu de la Roca p. 234

CONCLUSIONES DEL CATÁLOGO p. 239

VIII

3.2. LA VIRGEN NEGRA: IMAGEN PARA LA VINDICACIÓN DE LOS

VALORES FEMENINNOS DE LA DIVINIDAD. p. 92

3.2.1. El símil con la mitología vasca p. 98 3.3. ALQUIMIA Y ARTE CONTEMPORÁNEO: LA VIRGEN NEGRA EN

LA PINTURA DE LOUIS CATTIAUX p. 101

3.3.1. La espiritualidad y lo femenino en los orígenes del arte

contemporáneo p. 101

3.3.2. Alquimia y creación artística contemporánea p. 105 3.3.3. La Virgen negra en la pintura alquímica de

Louis Cattiaux p. 107

3.4. A MODO DE CONCLUSIÓN: LA VIRGEN NEGRA COMO UNA

INVENTIO CONTEMPORÁNEA p. 112

PARTE II

CATÁLOGO DE LAS VÍRGENS NEGRAS EN CATALUÑA p. 117

Introducción al catalogo p. 119

Relación de vírgenes negras de Cataluña ordenadas por provincias p. 122 Mapa con la localización geográfica de las imágenes del catálogo p. 123

PROVINCIA DE BARCELONA p. 125

Mare de Déu de l’Ajuda p. 127

Mare de Déu de les Arenes p. 132

Mare de Déu de Foix p. 135

Mare de Déu del Gresolet p. 138

Mare de Déu de Montserrat p. 142

Mare de Déu dels Munts p. 150

Nostra Senyora de la Salut p. 153

Mare de Déu de Santiga p. 158

Mare de Déu del Vinyet p. 162

PROVINCIA DE GIRONA p. 169

Mare de Déu de les Ànsies p. 171

Nostra Senyora de la Cerdanya p. 175

Nostra Senyora de Mogrony p. 180

Mare de Déu de Núria p. 185

Mare de Déu del Tura p. 193

PROVINCIA DE LLEIDA p. 203

Mare de Déu del Claustre (Solsona) p. 205

Mare de Déu del Claustre (Vallbona) p. 211

Mare de Déu dels Colls p. 215

Mare de Déu del Tallat p. 219

PROVINCIA DE TARRAGONA p. 225

Mare de Déu del Claustre (Tarragona) p. 227

Mare de Déu de la Roca p. 234

CONCLUSIONES DEL CATÁLOGO p. 239

(12)

IX

PARTE III

DICCIONARIO DE SÍMBOLOS MARIANOS

Herramienta para el estudio de la metahistoria de las imágenes encontradas

de Nuestra Señora p. 245

1. PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN AL DICCIONARIO p. 247

2. CUESTIONES PREVIAS p. 250

2.1. La literatura mariana p. 250

2.1.1. Culto, devoción y piedad mariana p. 250

2.1.2. Fuentes textuales para los símbolos de la piedad Mariana p. 253 2.1.2.1. Primeros textos que recogen figuras y símbolos

marianos p. 254

2.1.2.2. El himno Akátistos p. 256

2.1.2.3. Laudes marianae p. 260

2.1.2.4. Oraciones a la Virgen p. 261

2.1.2.5. Letanías de la Virgen p. 261

2.1.2.6. Bernardo de Claraval, caballero y cantor de

Nuestra Señora p. 264

2.1.2.7. La primera gran compilación: Polyanthea Mariana p. 265 2.1.2.8. “Las Glorias de María”, de Alfonso María de Ligorio p. 267 2.1.2.9. “Tratado de la verdadera devoción a la santísima

Virgen”, de san Luis María Grignion de Montfort p. 268

2.2. Conceptos clave p. 270

2.2.1. Símbolo p. 270

2.2.2. Mito p. 274

2.2.3. Leyenda p. 277

2.2.4. Inventio p. 278

2.2.5. Imágenes aquerópitas p. 280

2.2.6. Imágenes escondidas y encontradas p. 281

3. ENTRADAS DEL DICCIONARIO p. 285

Agua p. 287

Árbol p. 295

Aroma p. 298

Buey / Toro p. 301

Carlomagno p. 308

Cielo p. 311

Cueva p. 314

Estrellas p. 317

Flor p. 322

Fuego p. 326

Jardín p. 329

Leche p. 332

Lucas p. 338

Luz p. 342

Madera p. 345

Montaña p. 348

Moro p. 350

Óleo p. 352

Oveja p. 358

Pastor p. 361

Piedra / roca p. 363

Serpiente p. 365

Tierra p. 370

Trigo p. 375

Vid / Viña p. 379

Vaca p. 281

IX

PARTE III

DICCIONARIO DE SÍMBOLOS MARIANOS

Herramienta para el estudio de la metahistoria de las imágenes encontradas

de Nuestra Señora p. 245

1. PRESENTACIÓN E INTRODUCCIÓN AL DICCIONARIO p. 247

2. CUESTIONES PREVIAS p. 250

2.1. La literatura mariana p. 250

2.1.1. Culto, devoción y piedad mariana p. 250

2.1.2. Fuentes textuales para los símbolos de la piedad Mariana p. 253 2.1.2.1. Primeros textos que recogen figuras y símbolos

marianos p. 254

2.1.2.2. El himno Akátistos p. 256

2.1.2.3. Laudes marianae p. 260

2.1.2.4. Oraciones a la Virgen p. 261

2.1.2.5. Letanías de la Virgen p. 261

2.1.2.6. Bernardo de Claraval, caballero y cantor de

Nuestra Señora p. 264

2.1.2.7. La primera gran compilación: Polyanthea Mariana p. 265 2.1.2.8. “Las Glorias de María”, de Alfonso María de Ligorio p. 267 2.1.2.9. “Tratado de la verdadera devoción a la santísima

Virgen”, de san Luis María Grignion de Montfort p. 268

2.2. Conceptos clave p. 270

2.2.1. Símbolo p. 270

2.2.2. Mito p. 274

2.2.3. Leyenda p. 277

2.2.4. Inventio p. 278

2.2.5. Imágenes aquerópitas p. 280

2.2.6. Imágenes escondidas y encontradas p. 281

3. ENTRADAS DEL DICCIONARIO p. 285

Agua p. 287

Árbol p. 295

Aroma p. 298

Buey / Toro p. 301

Carlomagno p. 308

Cielo p. 311

Cueva p. 314

Estrellas p. 317

Flor p. 322

Fuego p. 326

Jardín p. 329

Leche p. 332

Lucas p. 338

Luz p. 342

Madera p. 345

Montaña p. 348

Moro p. 350

Óleo p. 352

Oveja p. 358

Pastor p. 361

Piedra / roca p. 363

Serpiente p. 365

Tierra p. 370

Trigo p. 375

Vid / Viña p. 379

Vaca p. 281

(13)

X

Zarza p. 383

CONCLUSIONES GENERALES p. 387

BIBLIOGRAFÍA CITADA EN LA TESIS p. 393

FUENTES p. 393

LIBROS Y ARTÍCULOS p. 394

DICCIONARIOS p. 415

WEBGRAFÍA p. 416

X

Zarza p. 383

CONCLUSIONES GENERALES p. 387

BIBLIOGRAFÍA CITADA EN LA TESIS p. 393

FUENTES p. 393

LIBROS Y ARTÍCULOS p. 394

DICCIONARIOS p. 415

WEBGRAFÍA p. 416

(14)

1

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento al director de esta tesis, el Dr.

Manuel Castiñeiras, no solo por los materiales y sugerencias que me ha ofrecido, sino también por los espacios de libertad intelectual que me ha conferido y el respeto y confianza que ha mostrado a los métodos e intuiciones que han dado lugar a este trabajo. Estoy en deuda también con el Dr. Raimon Arola, por su amable orientación y buenos consejos y por las oportunidades brindadas a la hora de poner en práctica los conocimientos en simbología que durante estos años he aprendido, en gran medida gracias a las largas conversaciones que hemos podido mantener. Por sus interesantes visiones y su dilatado conocimiento en arte medieval y cultura religiosa, así como por sus oportunos consejos, estoy agradecido también con la Dra. Avital Heyman, que tan gentilmente se prestó a escuchar y valorar mis propuestas. La orientación de la Dra. Concepció Peig también ha sido de gran valor a la hora de dar forma a muchos de los pensamientos e intuiciones sobre la cuestión de las vírgenes negras, de modo que no puedo más que agradecerle las conversaciones que mantuvimos y los materiales confiados que tanto bien hicieron a esta tesis. Gracias también al Dr. Anoni Pou, por cuyas propuestas me he visto llevado a reforzar lecturas que tocan con lo imaginal y que tan importantes han resultado para el marco teórico de esta tesis.

De igual modo, estoy muy agradecido a Josep Maria Xarrié, con quien pude reunirme muy al principio de esta andadura, cuando esta tesis no era todavía un proyecto en firme. Me obsequió con abundantes materiales y me enseñó los criterios fundamentales de las restauraciones de las obras que recoge esta tesis. Compartió conmigo, además, las experiencias personales que vive un restaurador cuando tiene ante sí una talla tan emblemática como la Virgen de Montserrat.

Mi agradecimiento se dirige también a los padres capuchinos de Nostra Senyora de Pompeya, por su amabilidad y presteza a la hora de permitirme acceder directamente a la imagen de la Mare de Déu de l’Ajuda i permitirme fotografiarla libremente. De igual modo, la parroquia de Castelldefels se mostró en todo momento abierta a ofrecer su ayuda y a permitir que realizara fotografías.

Ignacio de Castro, el Dr. Juan Carlos Murcia, Manel Jovani y Hanan Bautista también merecen mi más profundo agradecimiento por prestar sus atentos ojos a la

1

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento al director de esta tesis, el Dr.

Manuel Castiñeiras, no solo por los materiales y sugerencias que me ha ofrecido, sino también por los espacios de libertad intelectual que me ha conferido y el respeto y confianza que ha mostrado a los métodos e intuiciones que han dado lugar a este trabajo. Estoy en deuda también con el Dr. Raimon Arola, por su amable orientación y buenos consejos y por las oportunidades brindadas a la hora de poner en práctica los conocimientos en simbología que durante estos años he aprendido, en gran medida gracias a las largas conversaciones que hemos podido mantener. Por sus interesantes visiones y su dilatado conocimiento en arte medieval y cultura religiosa, así como por sus oportunos consejos, estoy agradecido también con la Dra. Avital Heyman, que tan gentilmente se prestó a escuchar y valorar mis propuestas. La orientación de la Dra. Concepció Peig también ha sido de gran valor a la hora de dar forma a muchos de los pensamientos e intuiciones sobre la cuestión de las vírgenes negras, de modo que no puedo más que agradecerle las conversaciones que mantuvimos y los materiales confiados que tanto bien hicieron a esta tesis. Gracias también al Dr. Anoni Pou, por cuyas propuestas me he visto llevado a reforzar lecturas que tocan con lo imaginal y que tan importantes han resultado para el marco teórico de esta tesis.

De igual modo, estoy muy agradecido a Josep Maria Xarrié, con quien pude reunirme muy al principio de esta andadura, cuando esta tesis no era todavía un proyecto en firme. Me obsequió con abundantes materiales y me enseñó los criterios fundamentales de las restauraciones de las obras que recoge esta tesis. Compartió conmigo, además, las experiencias personales que vive un restaurador cuando tiene ante sí una talla tan emblemática como la Virgen de Montserrat.

Mi agradecimiento se dirige también a los padres capuchinos de Nostra Senyora de Pompeya, por su amabilidad y presteza a la hora de permitirme acceder directamente a la imagen de la Mare de Déu de l’Ajuda i permitirme fotografiarla libremente. De igual modo, la parroquia de Castelldefels se mostró en todo momento abierta a ofrecer su ayuda y a permitir que realizara fotografías.

Ignacio de Castro, el Dr. Juan Carlos Murcia, Manel Jovani y Hanan Bautista también merecen mi más profundo agradecimiento por prestar sus atentos ojos a la

(15)

2

ardua tarea de revisar el texto, el cual sólo existe físicamente por las esmeradas manos de David Ariza, con quien también estoy en deuda.

La culminación de este trabajo es igualmente fruto del aliento de aquellos amigos y familiares que con su ánimo y estima me han dado la confianza de poder llegar a buen puerto y me han permitido reflexionar en voz alta con ellos sobre las cuestiones que aborda esta tesis. No puedo más que ofrecerles mi más profundo agradecimiento por su apoyo moral y su cariño; a todos, a los que siguen aquí y a los que durante los años de preparación de esta tesis atravesaron ya el manto de estrellas fijas.

Pero sobre todo quiero dar las gracias a mis padres, Jorge y Encarna, y a mi pareja, Valeria, a quienes he robado tantas horas de vida familiar. Sin su ánimo incondicional y su fe inquebrantable en mi labor, esta travesía habría sido un desierto.

A todos gracias, pues de algún modo este trabajo también os pertenece.

2

ardua tarea de revisar el texto, el cual sólo existe físicamente por las esmeradas manos de David Ariza, con quien también estoy en deuda.

La culminación de este trabajo es igualmente fruto del aliento de aquellos amigos y familiares que con su ánimo y estima me han dado la confianza de poder llegar a buen puerto y me han permitido reflexionar en voz alta con ellos sobre las cuestiones que aborda esta tesis. No puedo más que ofrecerles mi más profundo agradecimiento por su apoyo moral y su cariño; a todos, a los que siguen aquí y a los que durante los años de preparación de esta tesis atravesaron ya el manto de estrellas fijas.

Pero sobre todo quiero dar las gracias a mis padres, Jorge y Encarna, y a mi pareja, Valeria, a quienes he robado tantas horas de vida familiar. Sin su ánimo incondicional y su fe inquebrantable en mi labor, esta travesía habría sido un desierto.

A todos gracias, pues de algún modo este trabajo también os pertenece.

(16)

3

PRESENTACIÓN

Desde el siglo XIX se ha escrito mucho sobre el posible origen de las vírgenes negras, quizá demasiado, podría llegar a pensarse. Entonces ¿qué puede aportar un nuevo trabajo sobre esta cuestión? A esto respondemos que, seguramente, nuestra contribución tenga que ver más con el enfoque y el método que con los datos. En efecto, es en la interpretación de la información aquí acopiada, ordenada y sistematizada donde reside la novedad de nuestra labor.

El trabajo se divide en tres grandes partes:

- Apreciaciones sobre la cuestión de las vírgenes negras a través de su historiografía.

- Catálogo de las vírgenes negras en Cataluña.

- Diccionario de símbolos marianos. Herramienta para el estudio de la meta- historia de las imágenes encontradas de Nuestra Señora.

La primera parte es la más teórica, reflexiva y especulativa sobre el tema que nos ocupa, el cual ha resultado siempre polémico y sugestivo, dando pie a disputas muy interesantes sobre historia del arte, religiosidad, procesos artísticos, restauraciones, simbolismo o cultura popular. Tradicionalmente, dentro de la historiografía el debate siempre ha estado polarizado entre aquellos estudiosos que han buscado un simbolismo en el color negro de las efigies de María y entre los que han visto en tal color simplemente un accidente físico o químico. Así, el primer capítulo de esta primera parte lo hemos dedicado a la historiografía que discute sobre si las vírgenes negras son originalmente negras o si, por el contrario, se trata de un conjunto de tallas ennegrecidas.

Los primeros trabajos sobre esta materia, así como los libros más célebres entre los interesados por la cuestión, son obras que se dedican a la interpretación simbólica del color negro de estas imágenes, razón por la cual hemos dedicado un buen número de páginas a recopilar y valorar tales contribuciones. Para acometer esta tarea, hemos tenido que sistematizar las diferentes formas de estudio simbólico del fenómeno, clasificando las investigaciones que se han efectuado sobre las vírgenes negras en diferentes categorías, a fin de facilitar al lector la visualización de todas las tendencias existentes a partir de los trabajos más representativos e influyentes.

Al final, hemos convenido que existen tres líneas fundamentales que explican la

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PRESENTACIÓN

Desde el siglo XIX se ha escrito mucho sobre el posible origen de las vírgenes negras, quizá demasiado, podría llegar a pensarse. Entonces ¿qué puede aportar un nuevo trabajo sobre esta cuestión? A esto respondemos que, seguramente, nuestra contribución tenga que ver más con el enfoque y el método que con los datos. En efecto, es en la interpretación de la información aquí acopiada, ordenada y sistematizada donde reside la novedad de nuestra labor.

El trabajo se divide en tres grandes partes:

- Apreciaciones sobre la cuestión de las vírgenes negras a través de su historiografía.

- Catálogo de las vírgenes negras en Cataluña.

- Diccionario de símbolos marianos. Herramienta para el estudio de la meta- historia de las imágenes encontradas de Nuestra Señora.

La primera parte es la más teórica, reflexiva y especulativa sobre el tema que nos ocupa, el cual ha resultado siempre polémico y sugestivo, dando pie a disputas muy interesantes sobre historia del arte, religiosidad, procesos artísticos, restauraciones, simbolismo o cultura popular. Tradicionalmente, dentro de la historiografía el debate siempre ha estado polarizado entre aquellos estudiosos que han buscado un simbolismo en el color negro de las efigies de María y entre los que han visto en tal color simplemente un accidente físico o químico. Así, el primer capítulo de esta primera parte lo hemos dedicado a la historiografía que discute sobre si las vírgenes negras son originalmente negras o si, por el contrario, se trata de un conjunto de tallas ennegrecidas.

Los primeros trabajos sobre esta materia, así como los libros más célebres entre los interesados por la cuestión, son obras que se dedican a la interpretación simbólica del color negro de estas imágenes, razón por la cual hemos dedicado un buen número de páginas a recopilar y valorar tales contribuciones. Para acometer esta tarea, hemos tenido que sistematizar las diferentes formas de estudio simbólico del fenómeno, clasificando las investigaciones que se han efectuado sobre las vírgenes negras en diferentes categorías, a fin de facilitar al lector la visualización de todas las tendencias existentes a partir de los trabajos más representativos e influyentes.

Al final, hemos convenido que existen tres líneas fundamentales que explican la

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razón de ser, en clave simbólica, de las vírgenes negras: la hipótesis filo-pagana, la bíblica y la universalista.

Sin embargo, a la luz de los análisis previos a las restauraciones que se han ido efectuando sobre algunas de estas imágenes, parecería que los investigadores que abogan por el ennegrecimiento accidental tienen razón y que, al final, las vírgenes negras no serían más que estatuas ensuciadas por la acción del tiempo y del culto.

Sin embargo, una mirada atenta a ciertos casos particulares nos lleva a ser prudentes con la inmediatez de esta aseveración. Y es que las carnaciones de ciertas tallas parecen haber sido negras desde su origen para permanecer así o bien ser repintadas de color blanco más adelante. La complejidad de este asunto nos ha llevado a elaborar un apartado titulado “Explicaciones empíricas”, a fin de ordenar las diferentes hipótesis que se han vertido como consecuencia de los resultados de los análisis físico-químicos de estas piezas.

Debemos señalar que, aunque no existieran los muy eventuales casos de imágenes originalmente oscuras repintadas posteriormente en blanco, la gran pregunta sobre las vírgenes negras continúa sin respuesta si únicamente prestamos atención a los resultados de los análisis materiales de estas tallas. Y es que por más que estos sean incuestionables – que lo son – no dicen nada sobre la razón por la cual se permite que se ennegrezca una talla de Nuestra Señora para después afianzar el color negro de sus carnaciones en lugar de devolverle el color claro original. Ya sabemos cómo se han vuelto negras las vírgenes negras, pero aún nadie ha explicado por qué permanecen negras y las razones para que dicho color sea incluso celebrado dentro de la piedad popular y en la liturgia. Ante el vacío sobre las razones del ennegrecimiento y la voluntad de dejar negras las carnaciones de algunas imágenes de Nuestra Señora, las vírgenes negras han continuado generando interpretaciones de todo tipo que chocaban con los datos más fríos y objetivos surgidos de los talleres de restauración. Así que el debate parecía haber cristalizado en esta enojosa posición, tan poco conciliadora.

Sin embargo, como tendremos ocasión de mostrar en el segundo capítulo de la primera parte, esta compleja cuestión de las vírgenes negras se torna más interesante cuando, precisamente, se supera esta polarización del debate. Así, estudiar los valores simbólicos del propio proceso de ennegrecimiento y las cavilaciones en torno a los cambios y evoluciones de estas obras de arte sagrado resulta un valioso ejercicio, pues supone una conciliación entre la pura materialidad

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razón de ser, en clave simbólica, de las vírgenes negras: la hipótesis filo-pagana, la bíblica y la universalista.

Sin embargo, a la luz de los análisis previos a las restauraciones que se han ido efectuando sobre algunas de estas imágenes, parecería que los investigadores que abogan por el ennegrecimiento accidental tienen razón y que, al final, las vírgenes negras no serían más que estatuas ensuciadas por la acción del tiempo y del culto.

Sin embargo, una mirada atenta a ciertos casos particulares nos lleva a ser prudentes con la inmediatez de esta aseveración. Y es que las carnaciones de ciertas tallas parecen haber sido negras desde su origen para permanecer así o bien ser repintadas de color blanco más adelante. La complejidad de este asunto nos ha llevado a elaborar un apartado titulado “Explicaciones empíricas”, a fin de ordenar las diferentes hipótesis que se han vertido como consecuencia de los resultados de los análisis físico-químicos de estas piezas.

Debemos señalar que, aunque no existieran los muy eventuales casos de imágenes originalmente oscuras repintadas posteriormente en blanco, la gran pregunta sobre las vírgenes negras continúa sin respuesta si únicamente prestamos atención a los resultados de los análisis materiales de estas tallas. Y es que por más que estos sean incuestionables – que lo son – no dicen nada sobre la razón por la cual se permite que se ennegrezca una talla de Nuestra Señora para después afianzar el color negro de sus carnaciones en lugar de devolverle el color claro original. Ya sabemos cómo se han vuelto negras las vírgenes negras, pero aún nadie ha explicado por qué permanecen negras y las razones para que dicho color sea incluso celebrado dentro de la piedad popular y en la liturgia. Ante el vacío sobre las razones del ennegrecimiento y la voluntad de dejar negras las carnaciones de algunas imágenes de Nuestra Señora, las vírgenes negras han continuado generando interpretaciones de todo tipo que chocaban con los datos más fríos y objetivos surgidos de los talleres de restauración. Así que el debate parecía haber cristalizado en esta enojosa posición, tan poco conciliadora.

Sin embargo, como tendremos ocasión de mostrar en el segundo capítulo de la primera parte, esta compleja cuestión de las vírgenes negras se torna más interesante cuando, precisamente, se supera esta polarización del debate. Así, estudiar los valores simbólicos del propio proceso de ennegrecimiento y las cavilaciones en torno a los cambios y evoluciones de estas obras de arte sagrado resulta un valioso ejercicio, pues supone una conciliación entre la pura materialidad

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y el simbolismo, siendo este último aquello que condiciona la evolución y el tratamiento de los propios materiales que configuran la obra de arte sacro.

El tercer capítulo de la primera parte da cuenta de todo cuanto nuestra cultura contemporánea ha reflexionado (y también soñado) sobre las vírgenes negras, siendo éste uno de los objetos principales de nuestro trabajo. Tras valorar en los apartados anteriores todas las hipótesis sobre el origen – material, simbólico o ambos a la vez–

de las vírgenes negras, hemos convenido que el fenómeno de estas cautivadoras imágenes de María no tiene una explicación universal, sino que existen multitud de modos distintos de abordar la cuestión y que, precisamente, en esa pluralidad está la clave de todo el asunto y en ella reside el valor de estas tallas. La multiplicidad de intepretaciones que se dan a la vez y que interesan a diferentes perfiles culturales e intelectuales revela que la virgen negra que nosotros conocemos es, en realidad, una construcción simbólico-cultural del mundo moderno y contemporáneo, que responde a una serie de anhelos y necesidades de nuestra cultura actual y sobre los cuales hemos efectuado algunas reflexiones que pueden dar lugar a futuros estudios, particularmente en lo tocante a las nuevas corrientes espirituales – que van de la mano de la psicología profunda y de ciertos feminismos – y en lo concerniente a la creación artística, que también se manifiesta como una especie de nueva religiosidad en la que la tradición hermética toma un papel muy destacado.

Aunque el enfoque de nuestro trabajo desde un punto de vista conceptual abarca toda la problemática de estas tallas en la Europa medieval, hemos considerado fundamental incluir una segunda parte en el que se pudiese ofrecer al investigador un estudio pormenorizado de una región concreta de Europa para ilustar, con casos concretos, la problemática de la cuestión. Consideramos que era ideal como case study la problemática de las vírgenes negras en Cataluña, ya que además de su antigüedad y pervivencia en el tiempo, presentan casos de culto mundialmente conocidos como el de la célebre Vigen de Montserrat. Así, con el “Catálogo de las vírgenes negras en Cataluña” se ofrece una recopilación de una serie de piezas que la historiografía o el culto religioso han considerado como imágenes negras de la Virgen María. Para la selección de los casos, que se presentan ordenados por provincias, hemos tenido en cuenta los siguientes requisitos: las imágenes han de poseer origen medieval, si bien hemos aceptado algunas estatuas modernas que substituyen a la talla original, de la que conservan el recuerdo del color negro. Los casos reunidos son imágenes que sirven aún hoy como objetos de culto. Sobre el grado de negritud no hemos sido muy rígidos, pues hemos aceptado tallas con carnaciones

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y el simbolismo, siendo este último aquello que condiciona la evolución y el tratamiento de los propios materiales que configuran la obra de arte sacro.

El tercer capítulo de la primera parte da cuenta de todo cuanto nuestra cultura contemporánea ha reflexionado (y también soñado) sobre las vírgenes negras, siendo éste uno de los objetos principales de nuestro trabajo. Tras valorar en los apartados anteriores todas las hipótesis sobre el origen – material, simbólico o ambos a la vez–

de las vírgenes negras, hemos convenido que el fenómeno de estas cautivadoras imágenes de María no tiene una explicación universal, sino que existen multitud de modos distintos de abordar la cuestión y que, precisamente, en esa pluralidad está la clave de todo el asunto y en ella reside el valor de estas tallas. La multiplicidad de intepretaciones que se dan a la vez y que interesan a diferentes perfiles culturales e intelectuales revela que la virgen negra que nosotros conocemos es, en realidad, una construcción simbólico-cultural del mundo moderno y contemporáneo, que responde a una serie de anhelos y necesidades de nuestra cultura actual y sobre los cuales hemos efectuado algunas reflexiones que pueden dar lugar a futuros estudios, particularmente en lo tocante a las nuevas corrientes espirituales – que van de la mano de la psicología profunda y de ciertos feminismos – y en lo concerniente a la creación artística, que también se manifiesta como una especie de nueva religiosidad en la que la tradición hermética toma un papel muy destacado.

Aunque el enfoque de nuestro trabajo desde un punto de vista conceptual abarca toda la problemática de estas tallas en la Europa medieval, hemos considerado fundamental incluir una segunda parte en el que se pudiese ofrecer al investigador un estudio pormenorizado de una región concreta de Europa para ilustar, con casos concretos, la problemática de la cuestión. Consideramos que era ideal como case study la problemática de las vírgenes negras en Cataluña, ya que además de su antigüedad y pervivencia en el tiempo, presentan casos de culto mundialmente conocidos como el de la célebre Vigen de Montserrat. Así, con el “Catálogo de las vírgenes negras en Cataluña” se ofrece una recopilación de una serie de piezas que la historiografía o el culto religioso han considerado como imágenes negras de la Virgen María. Para la selección de los casos, que se presentan ordenados por provincias, hemos tenido en cuenta los siguientes requisitos: las imágenes han de poseer origen medieval, si bien hemos aceptado algunas estatuas modernas que substituyen a la talla original, de la que conservan el recuerdo del color negro. Los casos reunidos son imágenes que sirven aún hoy como objetos de culto. Sobre el grado de negritud no hemos sido muy rígidos, pues hemos aceptado tallas con carnaciones

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actualmente negras, morenas, oscurecidas o ennegrecidas, así como imágenes actualmente blancas pero que conservan el recuerdo bien documentado de haber sido negras o morenas en algún momento. Así, otra de las contribuciones de este trabajo consiste en ofrecer una propuesta para definir qué es una virgen negra. En nuestra definición hemos considerado que, por encima del origen de su color, prima el hecho de que ésta sea reconocida como tal por los fieles, por el culto religioso o por los observadores de siglos pasados, como por ejemplo el padre Narcís Camós, cuya obra El Jardín de María plantado en el Principado de Cataluña (1657) ha sido una cantera de preciados materiales. Así pues, lo que para nosotros hace que una talla sea una virgen negra es, precisamente, lo inmaterial que habla de su cualidad material más destacada: el color negro.

Cada una de la veintena de piezas del catálogo ha sido analizada de forma particular en su ficha correspondiente, dividiéndose su estudio en dos ámbitos o apartados: “Aspectos histórico-artísticos” y “Aspectos metahistóricos”. Este último apartado es muy importante, pues nos permite tratar aquellas cuestiones que van más allá de lo histórico-material pero que son también una información básica para entender el valor de la imagen en cuestión y la importancia de su culto hasta nuestros días: el hallazgo prodigioso de la imagen, sus milagros, las leyendas, etc.

La tercera y última parte, “Diccionario de símbolos marianos”, porta un subtítulo que explicita la voluntad que nos ha movido a su redacción: “Herramienta para el estudio de la metahistoria de las imágenes encontradas de Nuestra Señora”.

Ciertamente, si no somos capaces de interpretar el mensaje simbólico que encierran todos los relatos legendarios que rodean a una talla, particularmente su hallazgo milagroso, estaremos perdiendo mucha de la información básica que justifica la razón de ser y de pervivir de una obra. El culto a la imagen en cuestión, propiciado por los acontecimientos prodigiosos que la envuelven, está directamente relacionado con el trato material que recibe la talla: ¿Debe ser restaurada? ¿Ha de ser conservada a cualquier precio, a pesar de su mal estado? Si es substituida por otra imagen nueva y en mejores condiciones ¿se debe mantener el color negro de sus carnaciones? Si esto es así, ¿qué valor se le confiere al color negro? Desde luego, no el de la mera suciedad.

Así pues, conociendo el valor simbólico de los elementos que constituyen la inventio de la imagen, podemos entender el uso de la pieza y su historia, la cual es una consecuencia, precisamente, de su metahistoria.

Nuestro diccionario, en primer lugar, expone las principales fuentes textuales de las que hemos tomado los símbolos que recogemos en las veintisiete voces que lo

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actualmente negras, morenas, oscurecidas o ennegrecidas, así como imágenes actualmente blancas pero que conservan el recuerdo bien documentado de haber sido negras o morenas en algún momento. Así, otra de las contribuciones de este trabajo consiste en ofrecer una propuesta para definir qué es una virgen negra. En nuestra definición hemos considerado que, por encima del origen de su color, prima el hecho de que ésta sea reconocida como tal por los fieles, por el culto religioso o por los observadores de siglos pasados, como por ejemplo el padre Narcís Camós, cuya obra El Jardín de María plantado en el Principado de Cataluña (1657) ha sido una cantera de preciados materiales. Así pues, lo que para nosotros hace que una talla sea una virgen negra es, precisamente, lo inmaterial que habla de su cualidad material más destacada: el color negro.

Cada una de la veintena de piezas del catálogo ha sido analizada de forma particular en su ficha correspondiente, dividiéndose su estudio en dos ámbitos o apartados: “Aspectos histórico-artísticos” y “Aspectos metahistóricos”. Este último apartado es muy importante, pues nos permite tratar aquellas cuestiones que van más allá de lo histórico-material pero que son también una información básica para entender el valor de la imagen en cuestión y la importancia de su culto hasta nuestros días: el hallazgo prodigioso de la imagen, sus milagros, las leyendas, etc.

La tercera y última parte, “Diccionario de símbolos marianos”, porta un subtítulo que explicita la voluntad que nos ha movido a su redacción: “Herramienta para el estudio de la metahistoria de las imágenes encontradas de Nuestra Señora”.

Ciertamente, si no somos capaces de interpretar el mensaje simbólico que encierran todos los relatos legendarios que rodean a una talla, particularmente su hallazgo milagroso, estaremos perdiendo mucha de la información básica que justifica la razón de ser y de pervivir de una obra. El culto a la imagen en cuestión, propiciado por los acontecimientos prodigiosos que la envuelven, está directamente relacionado con el trato material que recibe la talla: ¿Debe ser restaurada? ¿Ha de ser conservada a cualquier precio, a pesar de su mal estado? Si es substituida por otra imagen nueva y en mejores condiciones ¿se debe mantener el color negro de sus carnaciones? Si esto es así, ¿qué valor se le confiere al color negro? Desde luego, no el de la mera suciedad.

Así pues, conociendo el valor simbólico de los elementos que constituyen la inventio de la imagen, podemos entender el uso de la pieza y su historia, la cual es una consecuencia, precisamente, de su metahistoria.

Nuestro diccionario, en primer lugar, expone las principales fuentes textuales de las que hemos tomado los símbolos que recogemos en las veintisiete voces que lo

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constituyen, demostrando así la continuidad de estos símbolos desde los orígenes del cristianismo hasta nuestros días y su concomitancia con otras religiones, las cuales, en su reflexión sobre un símbolo en particular, pueden ayudar a abrir las miras del mensaje que encierran en relación a la Virgen algunas figuras simbólicas contenidas en las leyendas de las tallas del catálogo, como por ejemplo la fuente, el árbol, el pozo o la montaña. Posteriormente, quedan definidos una serie de conceptos clave sobre los que hemos construido el discurso de las entradas del diccionario. Consideramos fundamental especificar bien cómo entendemos cada una de las nociones básicas que van articulando el discurso, así como el enfoque concreto que le conferimos, el cual es muy cercano al que plantearon los miembros del Círculo Eranos, donde M. Eliade, H. Corbin, o R. Pannikar, entre otros, compartieron muchos de los estudios que después se convirtieron en obras fundamentales para la exposición del pensamiento simbólico y que hemos tenido muy en cuenta para nuestro trabajo. Así, nociones como mito, inventio o leyenda quedan explicadas dentro de los márgenes que hemos considerado más adecuados para nuestro estudio. Márgenes muy amplios pues son, justamente, los propios del discurso simbólico, el cual es capaz de enfrentarse cómodamente a cuestiones tan complejas como el asunto que tratamos.

Cada una de las voces del diccionario, que proviene de los elementos legendarios de las tallas de nuestro catálogo, finaliza siempre con una propuesta de exégesis, en la cual buscamos ofrecer interpretaciones simbólicamente coherentes sobre el rol que juega, dentro de una leyenda mariana, el elemento en cuestión que tratamos: el árbol, la fuente, el buey, etc. Si lo hacemos así, es porque consideramos estos relatos populares como una construcción del clero regular, que depositó estos ingredientes simbólicos dentro del acerbo popular para la conservación y transmisión de una serie de verdades mariológicas. Si nuestra sociedad no es capaz de entender tales elementos, que quedan relegados a la posición de mero folclore, quizá se deba a la inadaptación de nuestro pensamiento para intuir las sutilezas del lenguaje simbólico tras varios siglos de pensamiento racional, materialista y empirista. Poner en valor las virtudes de una cosmovisión simbólica a la hora de abordar las obras de arte sagrado es otra de las contribuciones de nuestro trabajo.

En definitiva, esta tesis tiene la voluntad de resultar un conjunto de herramientas que permitan continuar el estudio del fenómeno de las vírgenes negras desde una perspectiva más amplia, alejada de los reduccionismos de un signo u otro, e invitar a la reflexión sobre la validez del pensamiento simbólico a la hora de abordar los fenómenos que rodean al arte sagrado, incluso en nuestra época contemporánea-

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constituyen, demostrando así la continuidad de estos símbolos desde los orígenes del cristianismo hasta nuestros días y su concomitancia con otras religiones, las cuales, en su reflexión sobre un símbolo en particular, pueden ayudar a abrir las miras del mensaje que encierran en relación a la Virgen algunas figuras simbólicas contenidas en las leyendas de las tallas del catálogo, como por ejemplo la fuente, el árbol, el pozo o la montaña. Posteriormente, quedan definidos una serie de conceptos clave sobre los que hemos construido el discurso de las entradas del diccionario. Consideramos fundamental especificar bien cómo entendemos cada una de las nociones básicas que van articulando el discurso, así como el enfoque concreto que le conferimos, el cual es muy cercano al que plantearon los miembros del Círculo Eranos, donde M. Eliade, H. Corbin, o R. Pannikar, entre otros, compartieron muchos de los estudios que después se convirtieron en obras fundamentales para la exposición del pensamiento simbólico y que hemos tenido muy en cuenta para nuestro trabajo. Así, nociones como mito, inventio o leyenda quedan explicadas dentro de los márgenes que hemos considerado más adecuados para nuestro estudio. Márgenes muy amplios pues son, justamente, los propios del discurso simbólico, el cual es capaz de enfrentarse cómodamente a cuestiones tan complejas como el asunto que tratamos.

Cada una de las voces del diccionario, que proviene de los elementos legendarios de las tallas de nuestro catálogo, finaliza siempre con una propuesta de exégesis, en la cual buscamos ofrecer interpretaciones simbólicamente coherentes sobre el rol que juega, dentro de una leyenda mariana, el elemento en cuestión que tratamos: el árbol, la fuente, el buey, etc. Si lo hacemos así, es porque consideramos estos relatos populares como una construcción del clero regular, que depositó estos ingredientes simbólicos dentro del acerbo popular para la conservación y transmisión de una serie de verdades mariológicas. Si nuestra sociedad no es capaz de entender tales elementos, que quedan relegados a la posición de mero folclore, quizá se deba a la inadaptación de nuestro pensamiento para intuir las sutilezas del lenguaje simbólico tras varios siglos de pensamiento racional, materialista y empirista. Poner en valor las virtudes de una cosmovisión simbólica a la hora de abordar las obras de arte sagrado es otra de las contribuciones de nuestro trabajo.

En definitiva, esta tesis tiene la voluntad de resultar un conjunto de herramientas que permitan continuar el estudio del fenómeno de las vírgenes negras desde una perspectiva más amplia, alejada de los reduccionismos de un signo u otro, e invitar a la reflexión sobre la validez del pensamiento simbólico a la hora de abordar los fenómenos que rodean al arte sagrado, incluso en nuestra época contemporánea-

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postmoderna. De este modo, el objeto de nuestro estudio aparece fuera de las coordenadas clásicas que, o bien lo situan en el medievo o bien en el siglo XIX, momento álgido de la “moda” de las vírgenes negras o, mejor dicho, ennegrecidas.

Por lo que se refiere a la topografía del fenómeno, también hemos querido salir de las coordenadas habituales, que sitúan la mayor parte de estas imágenes en el sur de Francia y en la Auvernia. Centrándonos en el caso catalán, demostramos que este fenómeno universal se concretiza en latitudes diferentes, pero con sentidos simbólicos semejantes o iguales. Y es que, como se verá, es precisamente el espacio simbólico el que mayor interés nos suscita, por ser precisamente el lugar donde la virgen negra adquiere su valor universal. Es en lo imaginal1 donde la virgen negra se hace evidente como arquetipo y es ahí, precisamente, donde reside todo su valor y la razón por la cual, todavía hoy, se escriben tesis doctorales sobre esta cuestión.

1Empleamos el término ‘imaginal’ tomándolo directamente de la obra del islamólogo H.

Corbin, quien tradujo el concepto árabe ‘ālam al-miṯā como mundus imaginalis. Este mundo imaginal y las formas que lo habitan se definen, según escribe el mismo Corbin, “por su situación mediana y mediadora entre el mundo inteligible y el mundo sensible. Por una parte, inmaterializa las Formas sensibles, y por otra parte ‘imaginaliza’ las Formas inteligibles a las que otorga figura y dimensión. El mundo imaginal se corresponde por un lado con las Formas sensibles y por otro lado con las Formas inteligibles. Esta situación mediana es la que impone de entrada al poder imaginativo una disciplina inconcebible allí donde se le ha degradado a simple ‘fantasía’, que produce sólo lo imaginario, lo irreal, y es capaz de todos los excesos”. Cf. CORBIN 1996, p. 8. Este mundus imaginalis es, justamente, el lugar del símbolo. Tendremos tiempo más adelante para desarrollar estas cuestiones que son ta importantes para el enfoque y el método de nuestro trabajo.

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postmoderna. De este modo, el objeto de nuestro estudio aparece fuera de las coordenadas clásicas que, o bien lo situan en el medievo o bien en el siglo XIX, momento álgido de la “moda” de las vírgenes negras o, mejor dicho, ennegrecidas.

Por lo que se refiere a la topografía del fenómeno, también hemos querido salir de las coordenadas habituales, que sitúan la mayor parte de estas imágenes en el sur de Francia y en la Auvernia. Centrándonos en el caso catalán, demostramos que este fenómeno universal se concretiza en latitudes diferentes, pero con sentidos simbólicos semejantes o iguales. Y es que, como se verá, es precisamente el espacio simbólico el que mayor interés nos suscita, por ser precisamente el lugar donde la virgen negra adquiere su valor universal. Es en lo imaginal1 donde la virgen negra se hace evidente como arquetipo y es ahí, precisamente, donde reside todo su valor y la razón por la cual, todavía hoy, se escriben tesis doctorales sobre esta cuestión.

1Empleamos el término ‘imaginal’ tomándolo directamente de la obra del islamólogo H.

Corbin, quien tradujo el concepto árabe ‘ālam al-miṯā como mundus imaginalis. Este mundo imaginal y las formas que lo habitan se definen, según escribe el mismo Corbin, “por su situación mediana y mediadora entre el mundo inteligible y el mundo sensible. Por una parte, inmaterializa las Formas sensibles, y por otra parte ‘imaginaliza’ las Formas inteligibles a las que otorga figura y dimensión. El mundo imaginal se corresponde por un lado con las Formas sensibles y por otro lado con las Formas inteligibles. Esta situación mediana es la que impone de entrada al poder imaginativo una disciplina inconcebible allí donde se le ha degradado a simple ‘fantasía’, que produce sólo lo imaginario, lo irreal, y es capaz de todos los excesos”. Cf. CORBIN 1996, p. 8. Este mundus imaginalis es, justamente, el lugar del símbolo. Tendremos tiempo más adelante para desarrollar estas cuestiones que son ta importantes para el enfoque y el método de nuestro trabajo.

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APRECIACIONES SOBRE LA CUESTIÓN DE LAS VÍRGENES NEGRAS A TRAVÉS DE SU HISTORIOGRAFÍA

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APRECIACIONES SOBRE LA CUESTIÓN DE LAS

VÍRGENES NEGRAS A TRAVÉS DE SU HISTORIOGRAFÍA

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A MODO DE INTRODUCCIÓN:

LAS COORDENADAS DEL OBJETO DE ESTUDIO

Una cuestión, una quête que diríamos en francés, es una palabra cuya etimología nos conduce hasta el término quaerere, que quieredecir buscar, inquirir, pedir. Por lo tanto, una cuestión es la pregunta que se propone para averiguar la verdad de algo, es una búsqueda2. En nuestro caso nos hemos propuesto efectuar algunas apreciaciones sobre la cuestión de las vírgenes negras, es decir, sobre los trabajos que reúne la historiografía surgidos del esfuerzo de todos aquellos que, antes que nosotros, han buscado el origen y el sentido de estas imágenes. Parece que estas piezas están todavía lejos de haber recibido una explicación universalmente satisfactoria; explicación que tal vez no debamos siquiera esperar pues, como veremos, la cuestión de las vírgenes negras, por su complejidad y por las muchas contradicciones interpretativas que hemos encontrado, no se presta a soluciones generalistas.

Para centrarnos ya en lo esencial de la quête que da origen a este trabajo, cabe preguntarse, en primer lugar, sobre si lo que hemos convenido en llamar “virgen negra” es un fenómeno accidental o, por el contrario, es fruto de un profundo simbolismo. El posicionamiento ante esta cuestión va a condicionar cualquier aproximación a este sugestivo y complejo fenómeno cultural que va más allá del ámbito de la historia del arte y de la religiosidad. En efecto, la génesis de las vírgenes negras sigue siendo un tema de interés, al punto de resultar incluso polémico, no solo entre los creyentes y entre los estudiosos del arte, sino también entre el público general. Muestra de ello es la ingente literatura que el tema ha generado desde al menos el siglo XIX. Hoy día, si tecleamos en cualquier buscador de internet el término “vírgenes negras”, encontraremos, solo en español, más de dieciséis millones de resultados3. Vale decir que la mayoría de las aproximaciones que hallaremos en este último caso son superficiales, poco rigurosas y muchas veces cercanas al

2 AROLA 2015, p. 11.

3 Este dato aislado quizá resulta indiferente, pero si hacemos lo mismo con el término

‘románico’ optendremos siete millones de resultados; ‘Caravaggio’ nos brindará veinte millones. Las vírgenes negras, a nievel cuantitativo, se sitúa en medio de estos dos datos, cosa que comienza a situarnos ante el nivel de interés por este fenómeno que goza de gran popularidad.

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A MODO DE INTRODUCCIÓN:

LAS COORDENADAS DEL OBJETO DE ESTUDIO

Una cuestión, una quête que diríamos en francés, es una palabra cuya etimología nos conduce hasta el término quaerere, que quieredecir buscar, inquirir, pedir. Por lo tanto, una cuestión es la pregunta que se propone para averiguar la verdad de algo, es una búsqueda2. En nuestro caso nos hemos propuesto efectuar algunas apreciaciones sobre la cuestión de las vírgenes negras, es decir, sobre los trabajos que reúne la historiografía surgidos del esfuerzo de todos aquellos que, antes que nosotros, han buscado el origen y el sentido de estas imágenes. Parece que estas piezas están todavía lejos de haber recibido una explicación universalmente satisfactoria; explicación que tal vez no debamos siquiera esperar pues, como veremos, la cuestión de las vírgenes negras, por su complejidad y por las muchas contradicciones interpretativas que hemos encontrado, no se presta a soluciones generalistas.

Para centrarnos ya en lo esencial de la quête que da origen a este trabajo, cabe preguntarse, en primer lugar, sobre si lo que hemos convenido en llamar “virgen negra” es un fenómeno accidental o, por el contrario, es fruto de un profundo simbolismo. El posicionamiento ante esta cuestión va a condicionar cualquier aproximación a este sugestivo y complejo fenómeno cultural que va más allá del ámbito de la historia del arte y de la religiosidad. En efecto, la génesis de las vírgenes negras sigue siendo un tema de interés, al punto de resultar incluso polémico, no solo entre los creyentes y entre los estudiosos del arte, sino también entre el público general. Muestra de ello es la ingente literatura que el tema ha generado desde al menos el siglo XIX. Hoy día, si tecleamos en cualquier buscador de internet el término “vírgenes negras”, encontraremos, solo en español, más de dieciséis millones de resultados3. Vale decir que la mayoría de las aproximaciones que hallaremos en este último caso son superficiales, poco rigurosas y muchas veces cercanas al

2 AROLA 2015, p. 11.

3 Este dato aislado quizá resulta indiferente, pero si hacemos lo mismo con el término

‘románico’ optendremos siete millones de resultados; ‘Caravaggio’ nos brindará veinte millones. Las vírgenes negras, a nievel cuantitativo, se sitúa en medio de estos dos datos, cosa que comienza a situarnos ante el nivel de interés por este fenómeno que goza de gran popularidad.

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sensacionalismo. Sin embargo, esto no deja de ser un dato valioso, pues demuestra la envergadura del fenómeno e indica que éste interesa a personas de perfiles muy diversos.

Ciertamente, la existencia de las vírgenes negras no deja indiferente a nadie y aún hoy genera debates. Como ya hemos apuntado, éstos están mayormente polarizados entre los estudiosos que leen simbólicamente el color negro de las carnaciones de Nuestra Señora y los que interpretan ese mismo color como algo fortuito o accidental. Esta polarización del debate, como veremos, en realidad no resuelve el problema, pero ha sido el primer modo de acercamiento al fenómeno.

Por esta razón, el primer capítulo de este bloque lo hemos titulado con una pregunta: “¿Vírgenes negras o vírgenes ennegrecidas?” puesto que tratará sobre la discusión, ya centenaria, sobre si el color negro de algunas efigies de la Virgen es fortuito o no y sobre cómo se han interpretado estas posibilidades. Como es sobradamente sabido en el ámbito académico, la mayoría de las hoy denominadas vírgenes negras en su origen fueron concebidas como vírgenes con carnaciones blancas. Sin embargo, la evidencia del ennegrecimiento de la mayoría de tallas no soluciona realmente el problema, puesto que es una respuesta que trata sobre el cómo se han vuelto negras estas imágenes, pero no dice nada sobre por qué se han tornado y, sobre todo, mantenido negras. Si las tallas blancas convertidas luego en negras han acabado poseyendo valores teológicos y simbólicos ¿es posible que el mismo proceso de ennegrecimiento sea susceptible de una lectura que vaya más allá del mero materialismo? ¿Pudo este ennegrecimiento fortuito ser aprovechado por la misma Iglesia para predicar algún tipo de mensaje religioso?

Considerando que ésta última posibilidad reviste gran interés y que resulta muy verosímil, hemos titulado al segundo capítulo del siguiente modo: “Aspectos simbólicos de los procesos materiales”. En este caso, partiendo de una serie de ejemplos concretos y a través de diferentes propuestas, se tratará de exponer las razones por las cuales el ennegrecimiento de una imagen de María puede adquirir un valor iconológico. Es decir, no importaría que el color original sea negro o muy moreno, lo importante estribaría en que la imagen lo adquiere y, de algún modo, lo mantiene queridamente, tal y como lo justificarían las diferentes leyendas. Esta propuesta resulta particularmente interesante, pues aparece de la conciliación de las visiones empirista y simbólica presentadas en el capítulo precedente. De todos modos, como ya habremos apuntado algo sobre la posible existencia material de verdaderas vírgenes negras originales, ofreceremos las hipótesis que sobre esto han

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sensacionalismo. Sin embargo, esto no deja de ser un dato valioso, pues demuestra la envergadura del fenómeno e indica que éste interesa a personas de perfiles muy diversos.

Ciertamente, la existencia de las vírgenes negras no deja indiferente a nadie y aún hoy genera debates. Como ya hemos apuntado, éstos están mayormente polarizados entre los estudiosos que leen simbólicamente el color negro de las carnaciones de Nuestra Señora y los que interpretan ese mismo color como algo fortuito o accidental. Esta polarización del debate, como veremos, en realidad no resuelve el problema, pero ha sido el primer modo de acercamiento al fenómeno.

Por esta razón, el primer capítulo de este bloque lo hemos titulado con una pregunta: “¿Vírgenes negras o vírgenes ennegrecidas?” puesto que tratará sobre la discusión, ya centenaria, sobre si el color negro de algunas efigies de la Virgen es fortuito o no y sobre cómo se han interpretado estas posibilidades. Como es sobradamente sabido en el ámbito académico, la mayoría de las hoy denominadas vírgenes negras en su origen fueron concebidas como vírgenes con carnaciones blancas. Sin embargo, la evidencia del ennegrecimiento de la mayoría de tallas no soluciona realmente el problema, puesto que es una respuesta que trata sobre el cómo se han vuelto negras estas imágenes, pero no dice nada sobre por qué se han tornado y, sobre todo, mantenido negras. Si las tallas blancas convertidas luego en negras han acabado poseyendo valores teológicos y simbólicos ¿es posible que el mismo proceso de ennegrecimiento sea susceptible de una lectura que vaya más allá del mero materialismo? ¿Pudo este ennegrecimiento fortuito ser aprovechado por la misma Iglesia para predicar algún tipo de mensaje religioso?

Considerando que ésta última posibilidad reviste gran interés y que resulta muy verosímil, hemos titulado al segundo capítulo del siguiente modo: “Aspectos simbólicos de los procesos materiales”. En este caso, partiendo de una serie de ejemplos concretos y a través de diferentes propuestas, se tratará de exponer las razones por las cuales el ennegrecimiento de una imagen de María puede adquirir un valor iconológico. Es decir, no importaría que el color original sea negro o muy moreno, lo importante estribaría en que la imagen lo adquiere y, de algún modo, lo mantiene queridamente, tal y como lo justificarían las diferentes leyendas. Esta propuesta resulta particularmente interesante, pues aparece de la conciliación de las visiones empirista y simbólica presentadas en el capítulo precedente. De todos modos, como ya habremos apuntado algo sobre la posible existencia material de verdaderas vírgenes negras originales, ofreceremos las hipótesis que sobre esto han

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