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La dimensión personal de las bitácoras

Capítulo 5: El fenómeno blog y la aparición de nuevos formatos comunicativos comunicativos

5.3. La dimensión personal de las bitácoras

Dice Pierre Levy (2004) que a cada espacio le corresponde un tipo de identidad, un estilo de deseo y una estructura psíquica. Para este autor, la prosperidadad de las naciones, las regiones, las empresas y los individuos depende de su capacidad para navegar por el espacio del conocimiento, que él denomina “inteligencia colectiva”

(Levy, 2004: 94). Esta forma de inteligencia que, según este autor, está repartida por todas partes, se revalorizada continuamente y se coordinada en tiempo real es la que permite que las sociedades avancen (Levy, 2004: 20-45).

Como señala Castells (1999), la revolución de la Red y la aparición de formatos como los blogs conllevan, de alguna manera, la creación de un espacio identitario que permite el desarrollo de esta “inteligencia colectiva” (Castells, 1999:

32). La fascinación por este tipo de sistemas de comunicación está creando, como señala David Hernández (2013) una forma de opinión pública que se gesta en Internet, pero que es capaz de llegar hasta el mismo sistema político, las infraestructuras comerciales, la educación y las relaciones sociales. Así, nos encontramos con una comunidad que cada vez participa más con su opinión y que condiciona la toma de decisiones (Hernández, 2013).

Y es que una de características que tienen las tecnologías de la comunicación es que afecta a todo el comportamiento de una sociedad en general y de los individuos en particular. Además, tal y como señala Annelise Touboul (2010), “con frecuencia esta tecnología constituye una llave de comprensión y de explicación de la participación " (Touboul, 2010: 30), capaz de transformar la propia estructura social.

En este contexto, como hemos visto en el apartado anterior, los blogs ejercen un importante papel como divulgadores de opinión personal que llega a condicionar

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la postura colectiva de quienes comulgan con ella. Así, para muchos blogueros, sus bitácoras se presentan como una forma de rebelión ya que abarcan temas que, de no ser por Internet, serían muy difíciles de abordar y más aún de poner en conocimiento de la colectividad. Y lo hacen a partir de lo que Nolwenn Hénaff (2011) denomina como “una nueva forma de espacio público caracterizado por una perspectiva espacio privado no público binario” (Hénaff, 2011: 391). Es decir, los blogueros se plantean su bitácora como un espacio personal, en el que poder expresar su opinión e informar sobre lo que consideran oportuno… Un blog, en este sentido, es un relato propio de la vida cotidiana, una memoria de un individuo que necesita expresarse.

Pero, al mismo tiempo, esa narración trasciende la esfera privada, se divulga y queda inmerso en el espacio público que es la Red.

De esta manera, Alfonso Estalella (2011) asegura que "Un individuo que bloguea se convierte en una figura pública, expuesta, más vulnerable, más poderosa, ridícula o sería" (Estalella, 2011: 104). Aquel que expresa su opinión, sin tapujos, sin censura, y es capaz de hacerla pública a través de un medio como Internet se arriesga a ser leído, criticado e incluso estudiado por el resto de usuarios. Esta es la capacidad de un sistema de comunicación como el que nos permite la Red, que tiene como elemento positivo esta mayor capacidad de conectividad grupal y como negativo la pérdida de la intimidad.

Anthony Giddens (1999) ya nos hablaba sobre las consecuencias que los avances tecnológicos tendrían para la privacidad de las relaciones personales. Y señalaba que el afán por esta “interconexión social que abarcan el globo terráqueo ha alterado algunas de las más íntimas y privadas características de nuestra cotidianeidad” (Giddens, 1999: 18). Así, la capacidad de hacer públicos algunos aspectos de nuestra vida y nuestro pensamiento hace que nos convirtamos en individuos vulnerables, pero al mismo tiempo en generadores de prácticas compartidas. Parafraseando a Walter Benjamin (1989), podemos decir que, incluso, la experiencia del Show al que nos conducen estas plataformas divulgativas puede ser el transformador de la tradición y ser reafirmador de lo existente.

En este sentido, Zygmunt Bauman (2007) apunta hacia la configuración de lo que él denomina una “sociedad confesional”, que se basa en esta publicación de lo

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personal. Y define este término a partir del “el afán por compartir información en las redes sociales que tiene que ver con una „sociedad confesional‟ que ha separado los límites entre lo privado y lo público” (Bauman, 2007: 14). Hasta la posmodernidad, se había hecho una disgregación entre lo que entendíamos por público y lo que pertenecía a la esfera de lo privado. Pero la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y el afianzamiento de la Red han provocado la eliminación de esta frontera a la vez que han dado lugar a una desterritorialización de la propia cultura.

Dorismilda Flores (2010) nos recuerda que los blogs son una práctica social que surge de lo privado y se eleva al ámbito de lo público. Además trasciende las propias fronteras culturales e ideológicas y nos invita a interactuar con individuos que forman parte de realidades diferentes a las nuestras. En este sentido, las bitácoras personales tienen una auténtica capacidad para crear comunidades globales que comparten intereses alrededor de ciertos temas como la música, los deportes, la ciencia… Como diría Giddens (1996), los blogs realizados por personas anónimas ejercen una “forma constituyente de interacción que involucra la comunicación del significado y una estructura constituyente que pertenece a colectividades” (Giddens, 1996: 35).

En esta nueva dimensión de lo público y lo privado, los blogueros se sitúan como productores y consumidores de relatos con independencia del ámbito cultural, social, político, económico… al que pertenezcan. Así, en muchas ocasiones, las razones para interactuar con los otros a través de blogs se resumen en la necesidad de descubrirse a sí mismo y de establecer contacto con los demás. Dorismilda Flores (2010) señala que “las vías para la interacción, con frecuencia trascienden los blogs y se extienden a redes sociales como Facebook y Twitter, así como al correo electrónico, mensajería instantánea e incluso a mensajes SMS, llamadas telefónicas y reuniones presenciales" (Flores, 2010: 23-28). La evolución de las telecomunicaciones, sin duda, ha originado esta capacidad de interacción entre los individuos que ha supuesto, entre otras cosas, una ruptura de los conceptos de tiempo y espacio.

En este contexto, Octavio Rojas (2005) considera que la relación entre el lector y el autor de un weblog puede entenderse como un pacto de lectura:

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“Un acuerdo implícito entre ambos, por el cual se regulan las expectativas del lector respecto del texto. Cuando el autor hace explícitas las condiciones de la escritura, contribuye al afianzamiento de su relación con los lectores, al fortalecimiento de los weblogs como medio y a la consolidación de su credibilidad"

(Rojas, 2005: 18)

Así, el lector de blog debe partir de la base de que, inicialmente, un blog es un espacio personal que funciona sin una directriz editorial, sin una periodicidad preestablecida y que, en general, no tiene una finalidad lucrativa. El bloguero escribe sus entradas, en principio, por el mero placer de compartir una información, sus conocimientos sobre temas concretos o porque necesita expresar su opinión. Así, las bitácoras se presentan como una respuesta más rápida que los medios tradicionales, más impactante y con mayor capacidad de penetración social.

“Uno de los efectos de la paulatina apropiación de la Red por parte de nuevos actores que producen contenidos es que la agenda pública ya no está exclusivamente marcada por los grandes medios. Viejos y nuevos actores comparten protagonismo en un renovado ecosistema comunicativo"

(Rojas, 2005: 23).

Así, la blogosfera puede considerarse como el espacio ideal para medir el pulso de la opinión dominante sobre cualquier tipo de tema. Por esta misma razón, se ha convertido en una herramienta importante para los medios que a través de las bitácoras pueden observar la relevancia de la noticias y de las opiniones publicadas.

Esto hace que la blogosfera se convierta en un sistema de control y crítica de los medios tradicionales, del sistema político, económico y social. Además de catalizador de nuevas corrientes culturales que encuentran en la Red al sistema de divulgación más interesante. Y es que, “la mayoría de los blogueros son gente diversa que escribe acerca de lo que sabe, de lo que le apasiona, de lo que lee o de lo que le pasa en un medio que, siendo público y potencialmente masivo, funciona sin editores” (Rojas, 2005: 23-24).

Así, este autor nos indica que la agenda temática en la blogosfera se produce a través de tres niveles: el general, el comunitario y el personal. La agenda general se conforma a partir de los portales de weblogs y de las bitácoras de mayor relevancia. La

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agenda comunitaria es la agenda que marca el grupo de referencia de cada bloguero, que muchas veces dependen del servicio de alojamiento online que utiliza, y las comunidades en las que se encuentre integrado. Y, por último, la agenda personal es la que surge del propio Blogroll, que relaciona al autor de la bitácora con otros blogueros con los que comparte contenidos. (Rojas, 2005: 47).

Lo expuesto por Rojas (2005), nos indica que la filosofía inicial que había detrás de estos blogs está cambiando. Al inicio las entradas estaban motivadas por el interés en manifestar las ideas propias. Pero el éxito de estos formatos y su capacidad como generadores de opinión han dado lugar a una nueva manera de plantear los blogs, en la que los contenidos están cada vez más condicionados por las decisiones que se toman en la dirección de los grandes grupos o metablogs. Este tipo de plataformas, entre otros agentes, son los que condicionan temáticas y opiniones, e incluso comienzan a hablar de rentabilidad de las bitácoras. Así, un medio que surge desde la espontaneidad y la frescura de aquel que opina, informa y diagnostica desde una posición absolutamente personal, se está transformando en una plataforma comunicativa con intereses particularizados. La no editorialidad propia de los blogs está dando paso a un nuevo escenario en el que algunos blogueros se mueven por intereses económicos y de visibilidad pública. En este sentido López y Pereira (2010) aseguran que este panorama nos invita a plantearnos unos blogs dentro del futuro de las comunicaciones, como elementos profesionalizados, y del periodismo. “Aunque el devenir del entorno comunicacional y periodístico no girará únicamente sobre la estructura participativa de las bitácoras" (López y Pereirac, 2010: 160)

En el siguiente apartado analizaremos este nuevo giro de las bitácoras como agentes comerciales y la aparición de la publicidad, que las convierte en un pseudomedio de comunicación tradicional. También estudiaremos la aparición de los blogs corporativos y la capacidad de algunas bitácoras como plataformas de marketing viral.

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