• Aucun résultat trouvé

Algunas prácticas de crianza ecuatorianas

Capítulo I: Niños, niñas, progenitores y educación

1.2. Definición de crianza, pautas parentales y prácticas de crianza ecuatorianas

1.2.3. Algunas prácticas de crianza ecuatorianas

Las prácticas de crianza son concebidas como “los comportamientos específicos de los padres para guiar a los niños hacia el logro de metas de socialización [e.g., ofrecer halagos al niño para que aprenda nuevas tareas]” (Solís & Díaz, 2007, p.177). En sociedades industrializadas, algunas prácticas de crianza, se han transformado debido a los cambios en su sociedad, la familia, al crecimiento acelerado de la tecnología; en general a cambios políticos, económicos y sociales de su contexto (Evans & Myers, 1996; Ramírez, 2005).

En la mayoría de las sociedades, tanto desarrolladas como en vías de desarrollo, los padres y madres poseen prácticas propias que son asequibles a ellos y que son adoptadas de su cultura, ideas de cómo se debe criar a los hijos e hijas y que su comunidad los acepta (Evans & Myers, 1996).

Para Evans y Myers (1996) las prácticas de crianza incluyen actividades que:

•Garantizan el bienestar físico del niño. […]

•Promueven el bienestar psico-social del niño. […]

•Apoyan el desarrollo físico del niño. […]

•Promueven el desarrollo mental del niño. […]

•Facilitan la interacción del niño con otros fuera de la casa. […]

En un nivel muy general, todos estos objetivos y comportamientos asociados a estos fines pueden ser encontrados en la mayoría de las sociedades. En un nivel más específico, lo que se hace para ayudar a un niño a sobrevivir, crecer y desarrollarse se une con cómo se hace

para definir y distinguir prácticas que varían ampliamente de un lugar a otro (Ibid. 1996, pp.3-4).

Existe una gran diversidad de prácticas de crianza y la manera en cómo se llevan a cabo difieren de una cultura a otra. En Ecuador, un país pequeño y multiétnico9, las prácticas de crianza son similares, pero tienen sus matices dependiendo de la región10. A continuación, se exponen algunas prácticas de crianza ecuatorianas con el fin de que el lector de este trabajo de investigación se vaya relacionando con el contexto del campo de estudio, una comuna indígena y campesina ecuatoriana.

Gualapuro-Otavalo, es una comunidad indígena urbana de la provincia de Imbabura en la Sierra de Ecuador. La crianza principalmente es labor de la madre y se basa en conocimientos ancestrales aprendidos a lo largo de su socialización con su familia y/o familiares muy cercanos (Ruiz & Cevallos, 2010). La siguiente información acerca de las prácticas de crianza en Gualapuro está basada en el trabajo de investigación de Ruiz y Cevallos (2010).

En esta comuna de Gualapuro, las madres envuelven al bebé con una tela desde la cabeza hasta los pies y lo sujetan con una faja con el fin de que su esqueleto y sus músculos se formen adecuadamente, práctica a la que denominan Maytu. Cuando el bebé acaba de nacer se producen algunas prácticas rituales significativas como el primer baño en agua fría y el cosido de boca. La comunidad concibe el agua como un ser que provee abundante vida por tanto el primer baño “establece la vida del niño recién nacido con aguas de las vertientes para transmitirle vida” (Ibid. p.30). Por otro lado, el cosido de la boca consiste en simular coser la boca del bebé con una aguja e hilo rojo. Esto lo realiza la partera y mientras hace la dramatización dice:

“No serás boqui suelto, no serás bocón, no serás boqui sucio –referencia a hablar malas palabras–, no serás mentiroso, no hablarás aumentando chismes, hablarás solamente lo debido, hablarás pensando bien, hablarás bien de los demás, hablarás la verdad” (Ibid. p. 31).

9 Actualmente se reconocen 18 grupos étnicos en el país; entre ellos están: Awá, Chachis, Épera, Negros afroecuatorianos de Esmeraldas, Montubios, CholoPescador, Tsachila, Saraguro, Natabuela, Quilotoa, Quisapinchas, Salasacas, Chibuleos, Cañaris, Quitu Cara, Panzaleo, Otavalos, Shuar, Achuar, Huaorani, Siona, Zápara, Shiwiar y Cofán.

10 Ecuador consta de la región Sierra, Costa, Oriente e Islas Galápagos.

El mal de ojo es una creencia acerca de las malas energías que una mirada puede producir;

por tanto, para evitar cualquier daño al bebé, las madres suelen colocar una pulsera roja en las muñecas de los bebés (Ibid.). Cargar a los niños en la espalda utilizando una sábana proporciona seguridad a la madre de que su pequeño o pequeña no sufrirá ningún peligro mientras ella realiza cualquier actividad tanto dentro como fuera de sus hogar (Ibid.).

Por último, Ruiz y Cevallos (2010) indican que cuando el pequeño o pequeña camina, acompaña a los adultos en sus labores cotidianas, así aprende los saberes de su comunidad

“y una gran sensibilización por la vida, la familia y la Pachamama11” (Ibid. p. 31). Cuando son más grandes, los padres dejan a los niños y niñas el cuidado de animales para que aprendan a ser responsables y a ejercer autoridad.

Las prácticas de crianza mencionadas no son exclusivas de la comunidad de Gualapuro, ya que otros padres y madres de la región Sierra, también las llevan a cabo como veremos a continuación.

Buestan y Mendieta (2012) analizan prácticas de crianza en la capital de la provincia del Azuay ubicada en la Sierra de Ecuador. Cuenca, la capital, se divide en 15 parroquias12 urbanas y 21 parroquias rurales. Las investigadoras exponen algunas diferencias entre las prácticas que existen en las zonas rurales y urbanas de Cuenca.

Buestan y Mendieta mencionan que las madres de la zona rural suelen fajar a sus pequeños con la misma idea que manejan las comunidades indígenas –correcta formación del esqueleto y músculos– y también usan el ombliguero, pero las madres del sector urbano no realizan ni la práctica de fajar ni usan el ombliguero porque no las consideran útiles.

En la zona rural, las madres alimentan al bebé con la leche materna hasta los dos años y medio porque la mayoría de ellas pasa la mayor parte de su tiempo en casa con sus hijos e hijas. En cambio, en la zona urbana, las madres dan de lactar al pequeño hasta los seis meses y luego suplen la leche materna con la leche de fórmula hasta aproximadamente el año, debido a la falta de tiempo y su trabajo (Ibid. 2012).

11 Pachamama es un término kichwa que significa Madre Tierra.

12 En Ecuador una ciudad se divide en parroquias, en España, generalmente, una ciudad se divide en barrios.

Entre otras prácticas de crianza de la zona rural se menciona que los niños y niñas duermen con sus padres y madres o hermanos; la mayoría de las madres bañan a sus pequeños una vez a la semana; y cuando los pequeños se enferman, las madres optan más por remedios caseros. En cambio en la zona urbana, los pequeños aprenden a dormir solos, las madres bañan a sus hijos e hijas pasando un día y cuando los pequeños se enferman, los llevan al centro de salud.

Por último, Buestan y Mendieta indican que existe la creencia de limpiar el mal de ojo, el mal aire o curar el espanto, pero esta práctica se realiza más en la zona rural que en la zona urbana de Cuenca (Ibid. 2012).

Otras prácticas de crianza ecuatorianas son mencionadas por Peñafiel (2014) quién realizó un estudio en un barrio conocido como Atucucho13, en la provincia de Pichincha ubicada en la región Sierra, por unos considerada un barrio periférico rural y por otros una comunidad de migrantes de otros lugares de Ecuador.

Peñafiel menciona que en este lugar, las madres alimentan a sus pequeños con la leche materna más o menos hasta el año y medio y desde los seis meses ya van incluyendo otro tipo de alimento. Bañan a sus pequeños con jabón, champú y agua; en el agua colocan manzanilla con el fin de que su bebé se relaje y pueda dormir a gusto. Utilizan ombligueros con la idea de evitar la salida del mismo y limpian el cordón umbilical con alcohol y algodón para evitar una posible infección.

También, indica que las madres de Atucucho llevan a sus hijos al centro médico cuando se enferman, pero –al igual que en comunidades indígenas– cuando consideran que el niño ha sido expuesto al mal aire, el mal de ojo y/o espanto, los llevan a los curanderos conocidos también como shamanes para que por medio de hierbas y frases alejen de sus hijos e hijas los malos espíritus o malas energías.

Hasta aquí se han expuesto algunas prácticas de crianza de la región Sierra, a continuación se presentan algunas de la región Costa del país. Atiencia (2016) llevó a cabo un estudio en Porvenir, una comunidad rural afroecuatoriana localizada en Esmeraldas. Ella revela las prácticas de crianza observadas en ese lugar. Atiencia menciona que en Porvenir las

13 Atucucho, palabra kichwa que significa Rincón del Lobo.

madres hacen una diferencia entre cuidar y criar. “Las mujeres definieron al cuidado como:

una ayuda, apoyo con la alimentación y la vigilancia (Notas de taller, 2015). […] criar significa guiar, impartir valores y principios (Notas de taller, 2015); en palabras del grupo focal, criar es educar” (Ibid. p.41).

Según la investigadora, las madres juegan con sus pequeños hasta cuando aprenden a hablar. Una vez que los niños y niñas pueden caminar, se agrupan con los otros pequeños de la comunidad y los vecinos vienen a formar parte del cuidado de ellos ya que “para la comunidad y todos sus miembros se establece casi como obligación este sentido de vigilar y acompañar a los niños y niñas” (Ibid, p.43).

En la comunidad de Porvenir, todos los adultos son responsables de pasar información a los pequeños sobre los peligros del manglar ya que su contexto requiere conocer la flora y la fauna del lugar así como las condiciones del río que les rodea. Por último, Atiencia menciona que a una temprana edad, las madres enseñan a sus hijas las labores domésticas y responsabilidades de cuidado para con sus hermanos menores; en cambio a los niños no se los obliga a reproducirlas.

En resumen, las prácticas de crianza ecuatorianas son variadas y la manera en cómo se llevan a cabo presentan matices de un lugar a otro. Si se analizan las prácticas de crianza ecuatorianas bajo el modelo de análisis de Greenfield y Suzuki (1998), se aprecia que la mayoría de las prácticas ecuatorianas se orientan hacia el marco de interdependencia y muy pocas al marco de independencia.

Por ejemplo, la comunicación entre los padres y madres con sus hijos e hijas es menos verbal ya que la meta del desarrollo de la comunicación infantil es que los niños y niñas comprendan, antes que su verbalización. También la observación, la participación, el desarrollo de la empatía y la cercanía física son maneras de comunicación en el contexto ecuatoriano.

Según Greenfield y Suzuki, el cargar a los pequeños en la espalda (práctica de Gualapuro) y permitir a los niños y niñas dormir con sus padres (práctica de las parroquias rurales de Cuenca) son consideradas prácticas de crianza del marco de interdependencia; además de

ser “parte de su herencia ancestral en cuanto a los cuidados infantiles” (Greenfield &

Suzuki, 1998, p. 22).

Ahora bien, con relación a dormir, cabe mencionar que según Buestan y Mendieta (2012), los niños y niñas de las parroquias urbanas de Cuenca aprenden a dormir solos. El dormir solos es una práctica asociada al marco de independencia que intenta fomentar la autonomía. No obstante, la ambivalencia observada entre las prácticas de crianza entre las parroquias urbanas y rurales de Cuenca posiblemente se deba a que Ecuador, al igual que otros países latinoamericanos, tiene influencia norteamericana –Estados Unidos– a través de los medios de comunicación masivos y los procesos migratorios que introducen nuevos conceptos y percepciones de estilos de vida. Así que el tema de dormir solos o con los padres requiere de un estudio profundo sobre la meta parental ya que los padres y madres ecuatorianos de ciertas zonas urbanas o pueden desear la autonomía del bebé o simplemente reproducen una acción observada en los programas de televisión o anuncios o en los nuevos contextos.

Continuando con las prácticas de crianza asociadas al marco de interdependencia, dentro de la familia se fomenta la lealtad, la dependencia y la obediencia de los hijos hacia los padres. La parentalidad autoritaria ecuatoriana también busca el respeto y obediencia no solo a los padres y madres sino a las personas mayores en general.

La meta de socialización ecuatoriana también se alinea a la meta de socialización del marco de interdependencia ya que se espera que en la adultez un individuo sea responsable del colectivo y esté al servicio de una comunidad, especialmente su familia.

Las dos siguientes prácticas fomentan la responsabilidad por los suyos, por su familia.

Ruiz y Cevallos (2010) han indicado que cuando el pequeño o pequeña es más grande, los padres de Gualapuro les dejan el cuidado de animales para que aprendan a ser responsables y a ejercer autoridad. De igual manera, Atiencia (2016) ha mencionado que a una temprana edad, las madres de Porvenir enseñan a sus hijas las labores domésticas y responsabilidades de cuidado para con sus hermanos menores.

En conclusión, la mayoría de las prácticas ecuatorianas mencionadas en esta sección se orientan hacia el marco de interdependencia porque la meta de socialización es estar al

servicio de una comunidad como lo es su familia. En el capítulo de resultados se expondrán algunas prácticas que fueron observadas en el campo de estudio.