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E XPRIMER UN ORDRE

1 1 Le concept de marqueur discursif

1.14. Dale est-il un marqueur discursif ?

1.14.2. M ARQUEUR OU INTERJECTION ?

1.14.3.1. E XPRIMER UN ORDRE

Comme toute forme impérative, dale s’emploie dans des énoncés impératifs pour solliciter quelque chose. Dans le fragment suivant, le locuteur enjoint son interlocuteur de réaliser une action, en l’occurrence enlever le bandeau qui couvre ses yeux dans un jeu pervers. Au moyen de dale il « réclame » la réalisation de l’action à laquelle il vient de faire référence (Sacate la venda) et qu’il répète par la suite :

(54) PEPE : (Pepe, sigue leyendo la carta:) "Aquí les mando estas dos nenas para que se

diviertan. Hagan lo que quieran". […] (Las chicas están paradas en el medio del cuarto. Muy juntas una con la otra, Beto y Pepe se miran. Beto se saca el cinturón y pega un latigazo sobre la mesa. Las chicas saltan asustadas. Pepe le toca el trasero a una. Beto se pone enfrente de la otra.)

BETO: ¡Sacate la venda, dale! ¡Sacátela!

(Cada vez que ella intenta sacársela, le pega en la mano. Pepe le hace señas a Eduardo para que participe también. Los tres disfrutan mucho de la escena. Las chicas tratan de esquivar los golpes y los manotazos).

COCA: ¿Pero, ché, qué pasa?

LA NEGRA: ¿Pero qué mierda es ésto?

COCA: ¡Ay! ¡No peguen!

Eduardo Pavlovsky, El señor Galíndez, Argentina, 1975, CREA.

106 « Pese a su gran valor comunicativo, carece de valores veritativos, no es una proposición; su valor referencial

depende de la situación en que se emite. Además, la ausencia de intrepretante simbólico y de carga conceptual obligan a rastrear el contenido de la interjección en su valor operativo. », Natalia Cueto Vallverdú y María Jesús López Bobo, op. cit., p. 26.

La répétition de l’exhortation (¡Sacate la venda, dale! ¡Sacátela!) et les signes d’exclamation apportent de l’intensité à la demande. Le locuteur réalise l’injonction dans un esprit de réjouissance malsaine. Dans le fragment suivant, le locuteur exprime l’ordre avec une intention peu cordiale :

(55) (Rafael siente una incomodidad. Se tiene que sentar)

MARIO : Yo voy a hablar con tu padre, va a comprender, hijo... (Nota que Rafael está

respirando mal.) Eh... ¿Te sentís bien? (Rafael niega con la cabeza.) Tranquilo..., recostate... ¡David! ¡Llamá a un médico! ¡No te quedes parado, dale...!

Juan José Campanella, Fernando Castets, El hijo de la novia, Argentina, 2002, CREA.

L’interlocuteur A (Mario) exige que l’interlocuteur B (David) appelle le médecin. La gravité de la situation exige que B agisse rapidement, ce qu’il ne fait pas ; ainsi crée-t-on une ambiance de tension et la demande se fait avec impétuosité.

Dans le fragment suivant, le locuteur ordonne rudement à son interlocuteur d’accélérer :

(56) ¿Sabes conducir?

Dice que sí con la cabeza y le atizo al acelerador. Durante unos instantes yo mismo me ocupo del volante; ella se ha quedado como alelada. Mi postura no puede ser más incómoda, así que le grito sin ninguna cortesía -el horno no está para bollos-:

- ¡Conduce tú, coño!

Me obedece a la primera. Pongo las bolsas en el asiento de atrás y me acomodo lo mejor que puedo [...]

Por si acaso, lo más prudente es alejarse de aquí en cuanto que el semáforo se ponga verde. Verde que te quiero verde.

- Dale, coño -le digo a mi chófer particular.

Carlos Pérez Marinero, Días de guardar, España, 1981, CREA.

L’action demandée peut constituer un acte de parole :

(57) A :¿Qué tengo, doctor, qué tengo? -le pregunté.

Me di cuenta de que él no se animaba a contestarme, empezó a dar vueltas.

B :Bueno, que a cualquiera le puede pasar -me decía, y yo me asustaba cada vez más. A :¡Pero dale, viejo, decime! -le grité.

B : Que tienes hepatitis, Diego -me dijo. Y me mató, me mató. Maradona Diego, Yo soy el Diego, Argentina, 2001, CREA.

B s’attarde à donner à A des informations qui ont un contenu indésirable pour ce dernier. A demande avec impatience que B l’informe. Il sollicite un acte de parole de la part de son interlocuteur, acte qu’il explicite par la suite au moyen de decime. Le rapport établi entre les interlocuteurs révèle une certaine hostilité.

1.14.3.2. ENCOURAGER

L’exhortation au moyen de dale sert à ce que le locuteur encourage quelqu’un à réaliser un acte dans un contexte amical :

(58) ARÍSTIDES : (Se para.) No sé dónde querés ir.

EUGENIO : Llevame... llevame... Ahí está (Señala hacia arriba.), al cielo.

ARÍSTIDES: Uff, nada menos... (Trotando.) Voy a tratar, ¿eh? (Van paseando por el

escenario mientras Eugenio lo alienta.)

EUGENIO : ¡¡¡Vamos!!! ¡¡¡Vamooos!!! (Eugenio chasquea la lengua, luego empieza

a decir, con ritmo) ¡Vamos, Arístides, nos vamos juntos al cielo!! ¡¡¡Vamos Arístides, nos vamos, junnnntoos!!! (Repite hasta que se caen y comienzan a reírse tirados en el piso. Hasta que Eugenio se levanta y, mientras lo ayuda a levantarse a Arístides) ¡Ahora, dale! (Lo acompaña hasta la mesa) ¡Subite! (Lo ayuda, ansioso)... Ponete con las piernas abiertas... (Arístides lo hace). Y ahora... vas remando lentamente con un remo imaginario y, mirando a lo lejos, vas diciendo: "¡A la deriva!... ¡Socorro!... ¡A la deriva!".

Eduardo Rovner , Sueños de naúfrago, Argentina, 1985, CREA.

Eugenio encourage vivement Arístides à participer à un jeu imaginaire dans lequel ils vont au ciel et montent sur un bateau, dans une situation amusante et grotesque. Eugenio s’exclame ¡dale! pour lui demander de partir avec lui dans ce jeu imaginaire. L’incitation vive résulte de la totalité de l’énonciation d’Eugenio ; elle est véhiculée par des traits suprasegmentaux – le tonème de suspension des phrases exclamatives, l’allongement des consonnes et des voyelles dans junnnntoos –, par la co-occurrence avec d’autres signes –

ahora, subite – et par l’enchaînement des exhortations –vamos, subite, ponete con las piernas abiertas.

Lorsque le locuteur encourage son interlocuteur à faire quelque chose, il peut être impliqué lui-même dans la réalisation de l’acte sollicité :

(59) El perro ladraba con los ojos desorbitados, inyectados en sangre. Los amos, entusiasmados. Se reían. Le gruñían. Se ponían a cuatro patas para gruñirle mejor. Y el perro, medio loco o loco entero, tiraba y tiraba de las cadenas […] En los días o

semanas que siguieron a la aparición de aquella primera fiera grisácea, todos se fueron comprando perros de precio y de marca. Se gritaban el precio de parcela a parcela: "¡Oye, por veinte mil duros ya puede morder el cabrón y me han dicho que come como un marqués!" "Dale, dale, a disfrutar, no hay que privarse", contestaba otro bestia a lo lejos.

Miguel Sánchez-Ostiz , Un infierno en el jardín, España, 1995, CREA.

L’un des maîtres incite un autre maître à « s’amuser » avec le comportement bestial de son chien. Le locuteur demande ainsi à son interlocuteur de réaliser l’action à laquelle le locuteur participera également – le sujet de disfruta et de no hay que privarse est plutôt générique ; l’émetteur de la demande est en conséquence impliqué. Le locuteur intervient avec cet appellatif dans un contexte d’euphorie et de violence générale – el perro medio loco

o loco entero, tiraba y tiraba de las cadenas, fiera, bestia, etc.

Dans le fragment suivant, dale exprime une incitation à danser dans un contexte d’euphorie :

(60) Una mujer vestida de rojo baila con frenesí extraordinario. Latiguean sus caderas y en sus dientes corre el reflejo de otra luz. Toda su carne surge a caminos contrarios y se quiebra trémula. - ¡Dale, Micaelina, dale! Una enorme forma oscura salta al medio, frente a la mujer y comienza a torcerse y retorcerse, hostigado, martirizado por la palpitación del tambor.

Daniel Piquet, La cultura afrovenezolana, Venezuela, 1982, CREA.

Les admirateurs du chanteur de rock Fito Páez l’encouragent dans son concert lorsqu’ils reprennent en chœur Y dale... Dale, dale... :

(61) "Y dale Fito. Dale, dale Fito" había coreado el público mientras Páez cantaba sus temas. Laura Ramos, Cynthia Lejbowicz, Corazones en llamas. Historias del rock

argentino en los ’80, Argentina, 1991, CREA.

Dans l’exemple suivant, le locuteur encourage son interlocuteur à découper un poulet et se régale lorsqu’il est chaud :

(62) A : Lo único que me voy a hacer es esta roseta partida por la mitad, con un poquito de manteca y jamón cocido adentro. Y un poco de ensalada rusa. Y después la manzana asada. Y té.

B : Qué bueno.

A : Vos si querés cortar uno de los pollos y aprovecharlo mientras está calientito, dale no más. Con toda libertad.

Après avoir proposé de découper du poulet et d’en manger, A encourage B à réaliser ces actions au moyen de dale (« si tu veux faire ainsi, vas-y, fais-le »).

1.14.3.3. PERSUADER

Le locuteur de l’échange exemplifié par la suite emploie le syntagme pour persuader son interlocuteur de réaliser un acte dans un rapport de sympathie :

(63) IRENE : ¿Y vos qué opinás? CARLOS : Yo te pregunté primero. IRENE : Y bueno... Dale, decime vos.

CARLOS : Y bueno mirá, yo pienso que la libertad no puede estar en contra del amor ¿no? Eduardo Rovner, Una pareja, Argentina, 1976, CREA.

Bien qu’Irène attende les propos de Carlos avec impatience, les rapports entre eux sont amicaux, cordiaux, dépourvus d’hostilité. On observe la même intention persuasive dans l’échange suivant :

(64) A : Te debe haber bajado la presión. Bueno, yo voy a estudiar un poco. B : Charlame un poquito, Valentín, dale.

A : No, ésta es la hora de estudio. Y tengo que cumplir el plan de lectura, vos sabés. Manuel Puig , El beso de la mujer araña, Argentina, 1976, CREA.

B veut que A reste avec lui et qu’il lui parle ; B demande à A de « parler un peu avec lui » ce qui, en contexte, veut dire que A cherche à infléchir la décision de B. Il est possible d’imaginer, dans la langue orale, un trait suprasegmental qui indique le ton persuasif de B, avec la voyelle qui s’allonge – daaale. On observe également cette intention d’infléchir une décision dans l’exemple suivant :

(65) Minutos después, el productor Jorge Brunelli fue a decirle que Guillermo Vilas quería sacarse una foto con él. Coleman lo mandó al diablo.

A : Transá, Richard -le contestó Brunelli-. Todo el mundo paga para sacarse fotos con él. Y él vino a pedirla, dale.

B : Fuck you -murmuró Coleman entre dientes. Y no accedió.

Laura Ramos, Cynthia Lejbowicz, Corazones en llamas. Historias del rock

Au moyen de transá, qui dans l’argot hispano-américain signifie « céder », « transiger », A (Brunelli) demande à B (Richard) de se laisser prendre un photo. Dale contribue à véhiculer l’intention persuasive de Brunelli pour que celui-ci revienne sur son refus, exprimé dans le cotexte précédent (Transá...Todo el mundo paga para sacarse fotos

con él). Cette volonté de persuasion est également illustrée dans l’échange suivant :

(66) Chela termina de comer, mira hacia la autopista y ve al fondo, entre una llovizna ligera que comienza a picotear el asfalto, la estatua de Bolívar señalando el norte.

A : Yo lo quería mucho -dice-, montones. Su mirada se pierde del otro lado del vidrio.

B : ¿Vamos? Dale, Chelita, si dejamos pasar este sábado quién sabe hasta cuándo habrá que esperar.

A : Es que me da vergüenza con Julián. ¿Qué le dijiste?

Santiago Gamboa, Páginas de vuelta, Colombia, 1998, CREA.

A (Chelita) ne se décide pas à aller avec B par honte vis-à-vis de C (Julián). Sa réticence provoque l’insistance de B pour qu’elle change d’attitude, ce que B fait lorsqu’il lui demande d’y aller.

La forme de politesse dele peut être utilisée dans cette nuance expressive, comme le révèle l’exemple 50 cité plus haut :

MARTA : (Haciendo eco, en un susurro) Amigos... (A Oscar, como "iluminada") Pasá

la película, Oscar, así Rubén lo conoce a Carlitos. (Oscar la mira serio, desconfiado. Rubén parece interesado y se acerca abandonando la malla sobre una silla, como si le "quemara ").

OSCAR : No, mejor que no.

MARTA : (Firme, como ajena) Pasala, Oscar, quiero que Rubén la vea.

RUBÉN : Sí, dele, que le cuesta, vamos a verla.

Cette possibilité de conjugaison à la forme de politesse signalerait un certain degré de flexibilité morphosyntaxique et un processus de lexicalisation inachevé.

Cette forme de politesse est employée dans un rapport plus formel avec un interlocuteur-lecteur d’un article journalistique :

(67) Todos podemos y debemos ser tan ignorantes como Einstein, y de ahí en adelante crecer, nunca es tarde, nunca faltan recursos económicos porque un libro usado vale menos que una cerveza, porque si nuestros compatriotas se obsesionaran con la cultura, otro El Salvador cantaría...

Dele... intente... hoy es un buen día.

Prensa, El Salvador Hoy, 24/10/2000 : « La relativa ignorancia de Einstein », El Salvador, CREA.