• Aucun résultat trouvé

Deuda externa de los países en desarrollo: bajada del umbral de desarrollo: bajada del umbral de

Dans le document INFORME SOBRE EL COMERCIO Y EL (Page 123-126)

LOGRAR QUE LA DEUDA REDUNDE EN

B. El desarrollo y el negocio de la deuda

3. Deuda externa de los países en desarrollo: bajada del umbral de desarrollo: bajada del umbral de

sobreendeudamiento

La deuda externa emitida en moneda extranjera plantea una serie de problemas particulares a los países en desarrollo deudores, por cuanto tienen que generar ingresos de exportación para cumplir con las

obligaciones de la deuda externa pública y privada.

En un sistema de tipos de cambio flotantes, la vola-tilidad de los tipos de cambio afectará al valor de la deuda contraída con el exterior y al de los ingresos de exportación en un sentido opuesto. Cuando, además, gran parte de la deuda externa pública está contraída con acreedores privados internacionales con intere-ses especulativos a corto plazo y una parte cada vez mayor de la deuda externa está en manos de entidades nacionales privadas y no de los Estados, puede llegar a ser real la posibilidad de un sobreendeudamiento sistémico de un país en desarrollo.

El volumen total de la deuda externa de los países en desarrollo se duplicó con creces, pues pasó de 3,5 billones de dólares en 2008 a una cifra estimada en 8,8 billones de dólares en 2018 (gráfico 4.5 A).

Esta cifra no se compensó con el crecimiento del PIB en el mismo período, por lo que el ratio deuda externa total/PIB empeoró, al pasar del 22 % en 2008 al 29 % en 2018 (gráfico 4.5 B). Esta cifra se eleva al 36 % si se excluye a la economía china. En el período 2008-2018, el volumen de la deuda externa de China creció a un ritmo ligeramente superior al promedio de todos los países en desarrollo, pero su peso en el PIB (15,1 % del PIB) en 2018 es muy bajo (gráfico 4.5 C). En 2018, China representaba el 25,5 % del total de la deuda externa de los países en desarrollo y el 45 % de su PIB combinado.

En los últimos tres años, los volúmenes de la deuda externa de los países en desarrollo además superaron sus ingresos de exportación y el ratio deuda externa/

exportaciones ha promediado el 108 % desde 2016, frente al 92 % del último decenio en su conjunto, lo que es un síntoma de su creciente vulnerabilidad.

Además, los títulos a largo plazo en manos de los acreedores se redujeron a poco más de dos tercios (68 %) del total de la deuda externa en 2018, sien-do prácticamente igual la proporción de la deuda externa pública y la deuda con garantía del Estado (51,8 %) y la de la deuda externa privada no garan-tizada (48,2 %). La deuda externa a corto plazo era superior al 30 % del total de la deuda externa de los países en desarrollo en 2018, frente al 24,5 % en 2008 (gráfico 4.5 B). Este panorama dista mucho de lo que ocurría a principios de siglo, cuando la deuda a largo plazo representaba el 87 % del total de la deuda externa de los países en desarrollo y la deuda pública y garantizada por el Estado eran las tres cuartas partes de su total.

GRÁFICO 4.4 ¿En manos de quién está la deuda pública de un país en desarrollo?

Composición de la deuda pública por acreedores, en una selección de economías avanzadas y emergentes en 2004-2018

Fuente: Cálculos de la secretaría de la UNCTAD a partir de conjuntos de datos de la base de inversores soberanos del FMI para los mercados emergentes y de la base Indicadores del desarrollo mundial (WDI) del Banco Mundial.

Nota: Entre los países incluidos figuran: Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, Egipto, Federación de Rusia, Filipinas, India, Indone-sia, MalaIndone-sia, México, Perú, Sudáfrica, Tailandia, Turquía, Ucrania y Uruguay.

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 Entidades no bancarias

extranjeras Banca extranjera Sector oficial extranjero Entidades no bancarias

nacionales Banca nacional Banco central nacional

GRÁFICO 4.5 Deuda externa de los países en desarrollo por región en 2008-2018a (En billones de dólares corrientes y porcentaje del PIB)

Fuente: Cálculos de la secretaría de la UNCTAD a partir de datos de las bases Indicadores del Desarrollo Mundial (IDM), Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, Economist Intelligence Unit (EIU) y estadísticas trimestrales de deuda externa del Banco Mundial (QEDS).

Nota: Grupos regionales según la clasificación de UNCTADstat; véase: https://unctadstat.unctad.org/EN/Classifications.html.

a Las cifras de 2018 son estimaciones.

Deuda pública y deuda garantizada por el Estado a largo plazo Deuda privada no garantizada a largo plazo Deuda a corto plazo G. Asia Oriental y el Pacífico

2008 2010 2012 2014 2016 2018 0

H. América Latina y el Caribe

2008 2010 2012 2014 2016 2018 0

Percentage of GDP Percentage of GDP

A. Todos los países en desarrollo

(en billones de dólares) C. Todos los países en desarrollo,

excepto China

D. Oriente Medio y Norte de África F. Asia Meridional

01

2008 2010 2012 2014 2016 2018 2008 2010 2012 2014 2016 2018

2008 2010 2012 2014 2016 2018 2008 2010 2012 2014 2016 2018

0

B. Todos los países en desarrollo

0

2008 2010 2012 2014 2016 2018

Porcentaje del PIB

Porcentaje del PIB

E. África Subsahariana

2008 2010 2012 2014 2016 2018 0

Porcentaje del PIB Porcentaje del PIBPorcentaje del PIB

En cuanto a las tendencias regionales, las caracterís-ticas más destacadas son el aumento de los niveles de endeudamiento externo tanto del sector público como del privado en América Latina y el Caribe, el aumento del endeudamiento externo del sector priva-do en las distintas regiones de África (aunque a partir de niveles bajos) y el renovado y rápido incremento de la deuda externa a corto plazo en Asia Oriental y el Pacífico.

Si bien es cierto que estas tendencias regionales obedecen a trayectorias diferentes, un número cada vez mayor de países en desarrollo hoy por hoy se ve inmerso en graves problemas financieros y de deuda, pese a que sus ratios de deuda externa/PIB presentan unos niveles relativamente comedidos. Ya a mediados de 2019, casi se había triplicado el número de países

de ingreso bajo y con un elevado riesgo de sobreen-deudamiento o que ya estaban en esa situación, según el Fondo Monetario Internacional (FMI)5, al pasar de 13 en 2013 a 32 en 2019 (de los que 25 presentan un alto riesgo y 7 en una situación de sobreendeudamien-to), entre ellos 14 de los 34 países de ingreso bajo que anteriormente se habían acogido a las medidas de alivio de la deuda establecidas en Iniciativa para la Reducción de la Deuda de los Países Pobres Muy Endeudados o de la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral. Al mismo tiempo, un número cada vez mayor de países de ingreso alto y medio, o bien ya han experimentado graves crisis monetarias y de deuda (en particular la Argentina y Turquía), o bien se encuentran al borde de una crisis financie-ra y de deuda, países, por ejemplo, como muchos pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe

hasta economías en desarrollo de Asia Meridional y África. En el caso de las economías en desarrollo más grandes y de mayor ingreso, 2013 parece haber marcado un punto de inflexión, pues a partir de enton-ces empezaron a experimentar un aumento bastante drástico de los episodios de tensión financiera, dado que la inestabilidad financiera mundial repercutió en las condiciones financieras internas a través de diversos canales, como los reflujos de capitales, la volatilidad de los precios de los productos básicos y de los tipos de cambio y la mayor exposición al endeudamiento privado externo (UNCTAD, 2019b).

Como en el caso de la deuda total de los países en desarrollo, gran parte de ella tenía su origen en los cambiantes patrones en la titularidad de la deuda externa de los países en desarrollo. En 1970, los acreedores oficiales multilaterales y bilaterales representaban casi el 80 % de la deuda pública y garantizada por el Estado de los países en desarrollo, pero esa proporción ya se había reducido a solo el 40 % en 2018. En el decenio de 1980 la diferencia se compensó con préstamos de la banca comercial, pero ahora han sido sustituidos principalmente por la financiación mediante la emisión de bonos en los mercados financieros internacionales, que constitu-yeron casi la mitad de la deuda pública y garantizada por el Estado de los países en desarrollo en 2017 (gráfico 4.6). Al mismo tiempo, la deuda privada ha aumentado hasta constituir casi la mitad de la deuda externa total de los países en desarrollo, de la que una parte se financia de manera constante con emisiones de bonos y ronda el 20 % de la deuda total de la deuda privada no garantizada.

El mayor perfil de riesgo asociado a esta composi-ción cambiante de la deuda externa de los países en desarrollo es una de las principales causas de la eleva-ción del umbral de sobreendeudamiento, en relaeleva-ción con los ratios generales de deuda externa/PIB. Los Estados, que se exponen a aumentos repentinos y pronunciados del costo de la deuda pública y de la garantizada por el Estado contraída con arreglo a las normas de mercado, también se enfrentan al “muro de la deuda” contraída en los mercados financieros internacionales desde principios del decenio de 2010, que llegará a su vencimiento en la primera mitad del decenio de 2020. Además, el acceso sin cortapisas de las empresas nacionales a la deuda externa plantea problemas de carácter sistémico. Salvo en el caso de China, donde los bonos emitidos por las empresas están predominantemente en manos nacionales, es raro que las grandes empresas de los países en desa-rrollo logren cubrir adecuadamente su exposición a la deuda en moneda extranjera mediante activos en el extranjero. Por ello, sus pasivos están respaldados en última instancia por las reservas de divisas de la economía nacional. Si esta deuda se vuelve insoste-nible y es lo suficientemente voluminosa, los Estados no tendrán más remedio que transferir el grueso de esta deuda a los balances públicos, lo que conllevará que su propia posición resulte aún más insostenible.

La reacción de muchos Estados de países en desarrollo fue emitir deuda interna en moneda local. Sin embargo, esta opción no es la panacea por distintas razones.

Muchos países carecen de la infraestructura que les permita emitir títulos del Estado a largo plazo a un tipo de interés sostenible, pero, sin embargo, necesitan estar

GRÁFICO 4.6 Aumento de los bonos soberanos en los países en desarrollo en 1970-2017: composición de la deuda pública externa a largo plazo por acreedor

(En porcentaje)

Fuente: Cálculos de la secretaría de la UNCTAD a partir de datos de la base de datos sobre estadísticas de deuda International Debt Statistics del Banco Mundial.

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2017 Acreedores oficiales – multilaterales Acreedores oficiales – bilaterales Acreedores privados – bancos comerciales

Acreedores privados – bonos Otros acreedores privados

en condiciones de cumplir íntegramente o refinanciar las obligaciones de pago llegadas a vencimiento y las obligaciones a corto plazo. Por ello, puede que lo que estén haciendo es simplemente sustituir un descalce de monedas por un descalce de plazos. Además, la deuda interna de los países en desarrollo en la moneda local no es inmune a la adquisición por parte de extranjeros de títulos de inversores privados a corto plazo. Según estudios del FMI, a principios del decenio de 2010 las carteras extranjeras de deuda pública denominada en moneda local representaban entre el 40 % o más del total de la deuda pública denominada en moneda local (en Indonesia, el Perú y Sudáfrica) y entre el 20 % y el 30 % en otros países de ingreso medio (Arslanalp y Tsuda, 2014).

4. Consecuencias: cargas del servicio

Dans le document INFORME SOBRE EL COMERCIO Y EL (Page 123-126)