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La teoría se Sternberg: Estilos de pensamiento en el aula

MARCO TEÓRICO

2 LA PSICOLOGÍA COGNITIVA COMO REFERENTE DE LA ACCIÓN

2.5 Estilos de procesamiento de la información/estilos cognitivos

2.5.4 La teoría se Sternberg: Estilos de pensamiento en el aula

A la hora de pensar en cualquier metodología didáctica, destinada a facilitar un determinado aprendizaje, es importante tener en cuenta que los destinatarios de dicho aprendizaje pueden tener distintos estilos cognitivos. Es por ello, que haré una referencia, aunque sólo sea a un nivel genérico, de dichos estilos con la finalidad, de tenerlos presentes, aunque sólo sea como telón de fondo, a la hora de trabajar los distintos contenidos de la asignatura de filosofía.

Un estilo es la expresión de una forma de pensar determinada. Es también la manera peculiar y característica de utilizar sus aptitudes que cada persona tiene.

(Sternberg, 1999: 24) El estilo está siempre relacionado con la manera preferida por cada persona de utilizar sus aptitudes, en lo cognitivo o en el ámbito de la personalidad. Así, podemos tener dos personas con las mismas aptitudes pero con estilos totalmente distintos.

El hecho de que se pueda clasificar a las personas en función de determinados estilos nos da la ventaja de poder predecir cosas, tan importantes, como la forma de adquirir conocimientos de un determinado grupo de alumnos y así, poder buscar, cuál será la forma de mejor de planificar qué actividades deben realizar o cómo enfocar un determinado tema.

Los estilos de pensamiento han sido estudiados desde distintos ángulos. Por ello, podemos encontrar enfoques hechos desde la cognición, desde la personalidad o desde su aplicación en el aula.

El concepto de “estilo” fue utilizado inicialmente por Allport a principios del siglo XX y a partir de entonces, distintos autores han seguido investigando el tema. A partir de los años 50 y 60, se hicieron numerosos estudios centrados en la cognición. El enfoque cognitivo investiga cómo los sujetos perciben y realizan las distintas actividades intelectuales. Herman Witkin (1985), por ejemplo, estudió la forma de clasificar las personas en función de su dependencia o independencia del campo visual dominante. Pertenecen también a este grupo de estudio, las investigaciones sobre cómo las personas compartimentan las ideas o las cosas, el estudio de estilos de integración conceptual, de tolerancia a las experiencias poco realistas o el estudio del estilo de exploración, que versa sobre la forma, que tiene una persona, de verificar sus opiniones

Otro enfoque de los estilos está más centrado en la personalidad y procede de los trabajos de Jung (1875-1961) interpretados y reeelaborados posteriormente y que dieron lugar a una distinción entre dos actitudes que las personas muestran en el trato con las demás (extroversión e introversión), y dos funciones preceptivas (intuitiva y sensitiva), dos maneras de juzgar (pensadores y emotivos) y dos

También están las teorías de los estilos centradas en la actividad, que estudian como realizan sus actividades las personas, en distintos ámbitos.

También están las teorías de los estilos centradas en la actividad, que estudian como realizan sus actividades las personas, en distintos ámbitos. Dentro de este grupo, están las teorías de los estilos de aprendizaje como la de R. Dunn (1984) quienes distinguen 18 estilos agrupados en cuatro categorías (ambiental, emocional, sociológica y física).

Por último, citar tan sólo una teoría de estilos de enseñanza, la propuesta por K. T.

Henson y P. Borhwick (1984. En: Sternberg, 1999: 206-214) quienes proponen 6 estilos o métodos distintos que no se excluyen entre sí por lo que pueden combinarse según convenga: orientados a las tareas, cooperativos, centrados en el estudiante, en la materia, o en el aprendizaje y los emocionalmente estimulantes..

Frente a las teorías de los estilos, ya citadas, Sternberg sitúa la suya considerando que tiene una serie de ventajas. Este autor construye su teoría del autogobierno mental, a partir de la idea de que los gobiernos, que tenemos, no son algo arbitrario, sino que reflejan la manera en que las personas se gobiernan a sí mismas. Igual que los estados ejercen funciones legislativas, ejecutivas, etc., presentan distintas formas (monarquía, oligarquía, etc.) y están orientados hacia lo interno o lo externo, tienen inclinaciones liberales o conservadoras; lo mismo sucede con las personas.

¿Qué ventajas tiene su modelo? En primer lugar, aporta un modelo o metáfora organizadora que integra diversos estilos y nos hace ver que cada persona crea su propia manera de conocer el mundo. En segundo lugar, separa y distingue claramente los estilos de las aptitudes y de la personalidad de quienes los ejercen.

¿Cuál es la crítica de Sternberg a otros modelos? Su falta de metáforas integradoras, el no partir del conjunto de criterios, que él establece, para que algo pueda ser catalogado como un estilo. También critica: que se parezcan demasiado a las aptitudes o a los rasgos de la personalidad, que más que estilos sean variables que componen un estilo, las conexiones insuficientes con teorías generales de psicología, el empleo insuficiente de métodos de medición o que pocas investigaciones prueben su utilidad

A continuación, me referiré a algunos los aspectos de la teoría de Sternberg (1999) sobre los estilos de pensamiento que es importante tener presentes por ejemplo, a la hora de planificar unidades didácticas.

Un estilo, según Sternberg (Sternberg, 1999: 24), es una preferencia en el uso de las aptitudes que toda persona posee (hay que tener en cuenta que la no coincidencia entre estilos y aptitudes puede producir frustración). Las personas suelen tener no un solo estilo sino un perfil de estilos. Por ello, una misma persona puede tener distintos estilos a la hora de afrontar distintas tareas. Las personas difieren en la intensidad con que adoptan un estilo y en la flexibilidad para cambiar de estilo. Los estilos no son ni buenos ni malos, en sí mismos. Son fruto de la socialización y pueden cambiar a lo largo del tiempo y en función del lugar. Además, pueden influir

en ellos, variables como: la cultura, el sexo, la edad, los padres, la formación o la profesión.

Sternberg clasifica los estilos de pensamiento, mediante un vocabulario que surge de establecer un paralelismo, entre lo que es el gobierno de la sociedad y el auto gobierno mental, que cada persona utiliza. Así, establece que igual que los gobiernos desempeñan funciones ejecutivas, legislativas y judiciales, las personas pueden seguir un estilo ejecutivo, legislativo o bien judicial. Además, igual que sucede con los gobiernos, las personas pueden abordar el mundo de forma monárquica, jerárquica, oligárquica y anárquica.

Los estilos de pensamiento pueden diferir en el nivel (global o local), el alcance (interno o externo) y en la inclinación (liberal o conservador).

Todo lo anterior, nos da idea de la complejidad de estilos que podemos encontrar, dada la cantidad de combinaciones que se pueden producir entre todos los elementos que forman parte de un estilo.

No entraré en la descripción detallada de cada estilo, pero me parece interesante quedarme con la idea de que en una clase puede haber muchos estilos de pensamiento. Por ello, contar con una buena clasificación de los mismos, puede servirnos para entender mejor, lo que las personas desean o rechazan, a la hora de trabajar o de estudiar.

El punto de partida (Sternberg, 1999: 166-214) de Sternberg es: hay que tener en cuenta los distintos estilos para que la enseñanza sea lo más eficaz posible.

Igual que sucede con los alumnos sucede con los profesores quienes también manifiestan distintos estilos de pensamiento. Si ambos coinciden el rendimiento es mayor (Sternberg, 1999: 185). El no tener en cuenta los distintos estilos, puede llevarnos a privar de oportunidades a personas que no compartan por ejemplo nuestro estilo de aprendizaje o de enseñanza. Pero como es imposible una coincidencia perfecta, hay que buscar caminos de aproximación. Así, la enseñanza basada en lecciones es más compatible con los estilos ejecutivo y jerárquico.

Si se hacen preguntas, que exigen procesos de razonamiento y que requieran análisis y reflexión esto irá bien a los de estilo judicial. Si las preguntas requieren creatividad, esto irá bien a los legislativos.

El aprendizaje en grupo y las exposiciones en público atraerán más a los alumnos de tendencia externa. Pero no hay que olvidar que los de tendencia externa deben aprender a trabajar solos.

La realización de trabajos suele gustar a los estudiantes legislativos y si tienen varias partes y se pueden combinar con otras tareas, gustarán a los jerárquicos. Un trabajo más largo, detallado y dirigido será más fácil de abordar para los de estilo monárquico. Leer en silencio, va bien para los de estilo interno y para los jerárquicos y a los ejecutivos o judiciales según sean los objetivos. Memorizar es una acción ejecutiva, local y conservadora (material exacto, detalles, etc.).

Lo anterior nos hace ver que si usamos sólo un método de enseñanza, estaremos facilitando las cosas para unos estudiantes pero poniéndoselo muy difícil a otros. Por lo tanto lo ideal es ir introduciendo actividades que favorezcan a los distintos estilos.

Lo mismo sucede con los sistemas de evaluación, dado que deben adaptarse, a las actividades realizadas.

3 LOS MEDIOS Y RECURSOS DIDÁCTICOS EN EL PROCESO DE