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Los instrumentos de obtención de información: justificación de su elección elección

MARCO APLICADO

5 MI PROYECTO DE INVESTIGACIÓN-ACCIÓN

5.4 Mi plan de acción para el curso 2004-2005 .1 Reflexiones preliminares .1 Reflexiones preliminares

5.4.2 Los instrumentos de obtención de información: justificación de su elección elección

El proceso seguido para la selección de instrumentos en esta investigación, ha tenido que ver, por una parte, con las recomendaciones hechas por expertos en investigación en ciencias sociales (Latorre et Alt.: 1995,1996) y por otra, con el conocimiento realista de las posibilidades de planificación y de uso de instrumentos de observación, que están al alcance de una profesora, que compatibiliza investigación y trabajo. Siendo esto último, un condicionante muy importante. Por ello, se ha querido aprovechar los instrumentos que normalmente se utilizan a lo largo de un curso para seguir el aprendizaje de los alumnos como son: la programación general y de aula, los trabajos o los controles y exámenes, manteniéndolos tal y como cualquier profesor de filosofía suele utilizarlos y planificarlos.

Para contrarrestar la posible falta de información significativa, que pudiera derivarse, si se utilizasen sólo los instrumentos citados, se utilizará la realización de los diarios de clase tanto por parte de la profesora como por parte de sus alumnos, a lo largo del curso, con la pretensión de que este sea el instrumento troncal, en toda la investigación.

Todo lo anterior, se complementará con una serie de pequeños cuestionarios, que se pretende, ayuden a una mejor constatación y comprensión de los cambios que se vayan produciendo.

Por último, reflejar que se aprovecharán las estadísticas que proporciona la plataforma virtual, para conocer el número de entradas global de los alumnos en la misma y también, las que proporcione un auditor externo gratuito (Global Audit) en lo referente a entradas en la página web. Datos estos que cualquier usuario habitual de ambas podría obtener. En el primer caso, siendo el administrador del grupo y en el segundo, contratando un servicio gratuito vía Internet.

En lo referente a observación externa, sólo se ha podido contar con las actas de las reuniones de los delegados de alumnos con sus tutores y responsables del curso (consejo de curso) que tienen lugar al final de las distintas evaluaciones. El motivo de la elección de este instrumento ha sido el hecho de que es allí, donde los alumnos acostumbran a expresar su acuerdo o desacuerdo, con la marcha de las distintas materias, en particular, en lo referente al sistema de enseñanza-aprendizaje utilizado por los profesores y su adaptación a las necesidades de los alumnos.

5.4.2.1 Los instrumentos básicos: Los diarios de investigación

Dentro de las múltiples técnicas posibles de recogida de información propias de las ciencias sociales, y en particular, dentro de aquellas, en las que el investigador tiene un papel de participante directo y protagonista, los diarios se han convertido en una forma fundamental, de recogida de información narrada en primera persona, por quien o quienes realizan una determinada experiencia.

Ya desde el inicio de la planificación de la investigación, el diario, como técnica de recogida de la información, se perfiló como la forma más adecuada para la recogida troncal del acontecer cotidiano debido a sus características.

Dado que no iba a haber observadores externos, como suele ser habitual, en la mayoría de investigaciones basadas en la acción, se optó por la fórmula diario de la profesora y diario de los alumnos. La elección de dicho binomio pretendía aportar dos visiones distintas de la misma realidad: la de la profesora y la de los alumnos.

Al utilizar los diarios, se ha pretendido (McNiff et al, 1996: 88) mostrar lo que sucede en un tiempo determinado, en las clases de filosofía. Buscando el ir ilustrando las distintas situaciones para recogerlas y analizarlas de forma ordenada. Se ha buscado también, el tenerlas como guía del proceso de investigación acción, tanto en los posibles momentos de éxito como en los de posible fracaso de las acciones emprendidas.

Algunas de las razones que me condujeron a utilizar los diarios como instrumentos de investigación fueron:

- Generar o reproducir el transcurso del proyecto de investigación, de

- Reflejar mejor mi pensamiento y el de los alumnos, al ir investigando y compartiendo los cambios encaminados a mejorar su aprendizaje.

- Posibilitar la exploración de mi propia práctica, como en un espejo, ayudándome a reflexionar sobre la propia enseñanza y también, a cuestionarla y ponerla a prueba, en el día a día.

- Para establecer nuevos canales de comunicación, entre el profesor y sus alumnos, dentro y fuera de la clase, utilizando los diarios en determinados momentos del curso para: ofrecer consejo, (Howell et alt, 1998) detectar problemas de aprendizaje, animar a los alumnos a autoevaluarse, o bien para identificar o atenuar la ansiedad en los alumnos, ayudarles a mejorar su expresión de los nuevos conceptos aprendidos, etc.

Se ha optado por la elaboración de diarios semi estructurados, aunque tanto la profesora como los alumnos se han propuesto, desde el primer momento, seguir una pauta para su elaboración. Con todo, se ha preferido primar la libertad de fijarse en uno o varios aspectos de los que se indican en los guiones. Con lo anterior se ha pretendido que tanto de la profesora como de los alumnos, pudieran hacer una descripción de los hechos, más espontánea y cercana a la realidad, que permitiera ver, en cada momento, qué sucede y a qué se le da más importancia, a la hora de reflexionar sobre cómo llevar a cabo una metodología didáctica favorecedora del aprendizaje de la filosofía.

La pauta que ha seguido la profesora ha sido la siguiente:

- Describir lo sucedido en cada clase insistiendo principalmente en:

Reflejar el cumplimiento de la programación Mostrar el ambiente de la clase

Indicar los cambios que se van produciendo al introducir las diferentes TIC

Reflexionar brevemente sobre todo ello

En lo referente a los alumnos, a continuación se muestra la pauta que se les proporcionó, a lo largo de todo el curso, tanto cuando los diarios eran voluntarios como cuando se convirtieron en obligatorios, a final de curso.

Orientaciones para hacer los diarios voluntarios de las clases de filosofía Al hacer el diario conviene tener en cuenta y comentar lo siguiente:

Si te ha gustado la clase y qué es lo que más te ha gustado o lo que menos

Cuánto has aprendido Cuanto has comprendido

Si algún punto del tema trabajado ha resultado especialmente difícil a ti y a los demás

Si los ejercicios hechos te han ayudado a entender mejor el tema Si los contenidos siguen un orden que facilita su aprendizaje

Si los medios usados (presentaciones de ordenador, la plataforma, etc.) facilitan que estés más atento/a en clase, a entender mejor los conceptos y si te invitan a participar y a estudiar más.

Si has podido encontrar la información que necesitabas Si el trabajo a realizar era fácil, difícil o normal

Si te han ayudado otros Si te ha ayudado la profesora Si tú has ayudado a otros

Si has trabajado en grupo o en parejas, si el trabajo se ha repartido entre todos de forma equilibrada

Si has podido trabajar de forma fluida y sin interrupciones Si el clima de la clase invita al trabajo

También puedes hacer sugerencias sobre qué podemos hacer para aprender mejor un tema o la filosofía en general.

Escríbelo en el ordenador y mándamelo por e-mail, indicando como de costumbre la sección y tu nombre en el asunto del mensaje como en este ejemplo: 1º A Diario de clase del día 06/10/04. Muchas gracias

Que la profesora llevara un diario de todas y cada una de las clases de filosofía, sólo tenía la dificultad de encontrar un tiempo fijo semanal, para realizarlo, dado que la constancia estaba garantizada. Con todo, para facilitar dicha constancia la realización de los diarios se quedó en que se realizaría el día en que la profesora dispusiera de más tiempo. Al final, a la vista del horario de clases, el día asignado fue el martes.

El problema era cómo conseguir la colaboración de los alumnos, para quienes la realización de un diario de las clases, se tenía casi la absoluta seguridad de que iba a parecerles, una obligación más. De todos modos, se contaba con la ventaja de que los alumnos entre los 16 y los 18 años suelen ser, en ocasiones, bastante aficionados a llevar sus propios diarios personales.

Se pensó, pese al riesgo de no recibir ningún diario, que su realización debía ser al principio, totalmente voluntaria para facilitar que los comentarios fueran más espontáneos y cercanos a la realidad. Con todo, para evitar dentro de lo posible que la participación fuera nula, se contaba con premiar a quienes los hiciesen, con una pequeña recompensa, consistente en la mejora de la nota o bien de actitud o bien la global de clase. Además la profesora, en distintos momentos, desde la plataforma o bien en clase, recordaría que estaba a la espera de los diarios, insistiendo siempre en que agradecería tanto el que se criticase lo que fuese mal o no les ayudase a aprender, como el que se dijese lo que sí les estaba ayudando.

También se indicó a los alumnos, que la utilización de los diarios en la tesis, sería totalmente anónima y no aparecerían con su nombre, sino que irían identificados con un número. Por otra parte, si en algún momento, la profesora consideraba oportuno que los diarios apareciesen publicados tanto en la plataforma como en la web, aparecerían sin su nombre, salvo que ellos indicasen lo contrario.

Para conseguir una colaboración constante, pero lo más espontánea posible por parte de los alumnos, se ideó un sistema que se pretendía ir matizando y completando en función de la respuesta de los alumnos.

A continuación, se indica la sistemática que se estableció:

El día de envío de los diarios

El envío se pensó que debería hacerse durante la semana, en la que tuviese lugar la clase y como fecha límite, el domingo de esa misma semana (en mano: el lunes). Con todo, la profesora sería flexible y si algún alumno indicase que había tenido algún motivo razonable (fallos informáticos, enfermedad), permitiría que lo enviase como máximo, el martes siguiente.

El motivo de no admitir diarios hechos la semana siguiente de que haya tenido lugar una clase es tratar de evitar que los alumnos escriban sobre una clase, que ya no recuerdan bien o que con tal de entregar algo, copien lo escrito por otros, lo cual desvirtuaría totalmente, su función testimonial.

También se decidió que la profesora copiaría todos los diarios recibidos tanto a mano como por ordenador, en un solo archivo, con la finalidad de conservarlos y analizarlos posteriormente.

La profesora escribiría sus diarios sin haber copiado y leído los diarios de la semana de sus alumnos, para no verse influida por sus comentarios. Para ello, cada martes, escribiría primero, sus diarios y luego, trabajaría con los de los alumnos.

La realización:

- En la primera evaluación:

En esta evaluación, se pensó promover la realización de diarios de forma voluntaria y dar instrucciones orales y por escrito a través de la plataforma de cómo realizarlos.

Como recompensa los alumnos que los hiciesen, mejorarían su nota de actitud.

Para entregarlos se darían dos posibilidades: enviarlos a la dirección de correo de la profesora o entregarlos, en mano, en clase.

Los diarios, como ya se ha dicho, deberían entregarse por correo electrónico como máximo el domingo (en mano: el lunes) de la semana en que tuviese lugar la clase que reflejase el diario.

A partir de aquí, tanto en la segunda como en la tercera evaluación, se iría actuando en función de lo que fuese sucediendo.

A continuación se expone un resumen de lo que se fue haciendo:

- En la segunda y en la tercera evaluación

En estas evaluaciones, como puede verse con más detalle en el plan de acción de cada una de ellas (páginas 224 y 274), se consideró mejor promover su realización de forma “obligatoria” de manera progresiva: En la segunda, la obligatoriedad fue bastante relativa y en la tercera, fue más real ya que el número de diarios realizado, tenía una nota asignada. No así su contenido.

Las instrucciones de cómo realizarlos serían, de nuevo, orales en clase y por escrito a través de la plataforma.

Como novedad, se asignó a cada alumno un día a la semana, en el que sería el responsable de hacer el diario, si así lo desease. Con ello, se esperaba facilitar el que los alumnos recordasen cuándo hacerlo y también, el que la profesora pudiera tener más datos de las clases, obtenidos de una forma más sistemática.

Otra novedad que se introdujo fue el publicar en la página web una selección de los mejores diarios recibidos (en función del seguimiento de los criterios de la lista de condiciones para hacer un diario).

Los diarios se seguirían enviando a la dirección de correo de la profesora, o depositándose en la “bustia” de la plataforma o dándose en mano.

5.4.2.2 Instrumentos complementarios: Los cuestionarios de la investigación Para completar la recogida de datos de los cambios que se fuesen produciendo a

cuestionarios podían ser un buen instrumento, dado que su uso está muy extendido en investigaciones cualitativas, en particular, (Rodríguez et al, 1999) cuando se desea: Explorar ideas o creencias sobre aspectos concretos de una determinada realidad, completar el proceso de recogida de datos o tener en cuenta el contexto de referencia.

La alternativa al cuestionario, que suele ser la entrevista, se desestimó fundamentalmente, por la dificultad de encontrar momentos, en los que se pudieran realizar, en condiciones y de forma sistemática, las entrevistas con los alumnos.

Por otra parte, los alumnos de bachillerato no suelen ser sometidos a muchos cuestionarios, por lo que no existía el peligro de que los rechazasen de entrada.

En cambio, la profesora estaba habituada a realizar pequeños cuestionarios a sus alumnos, generalmente al inicio o al final de las evaluaciones, con vistas a conocer cosas tales como los preconceptos iniciales de los alumnos y también, la evaluación que hacen de si mismos y de las clases al final de cada evaluación.

Sistema este, que siempre le ha permitido tener un mejor conocimiento de lo que sucede en el aula, para poder así, ir mejorando su práctica diaria. Aunque también hay que decir que nunca lo había hecho de una manera tan sistemática.

A. La planificación inicial

En la planificación previa al inicio de la investigación, se creyó conveniente la realización de algunos cuestionarios con la finalidad de obtener datos, que pudieran ser interesantes, para la investigación y que podían no aparecer o aparecer de forma muy limitada, en los diarios. Las preguntas de dichos cuestionarios deberían reflejar los datos, que se echasen en falta, a medida que se fuesen recibiendo los diarios. Esto iba a tener la desventaja de que deberían ser planificados, con poco tiempo, pero tendría la ventaja de que el contenido de los cuestionarios podría estar más adaptado a la realidad en que tendría lugar la investigación y a las necesidades de conocer determinados datos, que apareciesen como relevantes en un determinado momento.

La idea originaria fue realizar un cuestionario al final de cada evaluación y un cuestionario inicial, aprovechando un breve cuestionario que la profesora ya había utilizado, en cursos anteriores, para situar los preconceptos iniciales de los alumnos así como su disposición a la asignatura hacia la asignatura de filosofía.

La prueba piloto de los distintos cuestionarios se haría con el otro grupo del mismo curso y de la misma asignatura, en que la profesora iba a dar sus clases.

También se pensó en utilizar un pequeño cuestionario que la profesora venía usando en cursos anteriores y que siempre le había resultado de utilidad.

B. La realización

- B. 1 El cuestionario inicial de la 1ª evaluación

El cuestionario inicial con sus preguntas: ¿qué es la filosofía?, ¿te han hablado de ella?, ¿quién/es?, ¿qué te han dicho?, ¿quieres preguntar algo? No presentó ningún problema en su realización y la idea de que las preguntas apareciesen dentro de la presentación inicial de la asignatura y proyectadas en la pantalla y no hubiese que copiarlas, resultó cómoda y los alumnos contestaron con rapidez y sin incidentes destacables.

La elección de las preguntas, como ya he dicho antes no es casual ni el que el responderlas no plantee problemas, tampoco lo es. Como ya he dicho, llevo varios cursos haciéndola con idéntico éxito. Dicho éxito, creo que se debe a que pregunta, sólo lo realmente necesario e imprescindible, para tener una breve idea de cómo los alumnos afrontan una asignatura que es nueva para ellos.

Hace unos años no incluía la pregunta: ¿qué es la filosofía? Porque pensaba que si era la primera vez que iban a estudiar filosofía, no tenía demasiado sentido el preguntar por algo que todos, en principio desconocían. Pero un año la introduje y contemplé con sorpresa que pese a no haber seguido un curso de filosofía, muchos alumnos tenían alguna idea de lo que la asignatura podía ser, y que el saber cuál era podía ayudarme a conocer mejor el punto de partida de cada uno de ellos.

Las preguntas: ¿te han hablado de ella?, ¿quién/es?, ¿qué te han dicho?

permiten ver la predisposición inicial en función de las informaciones que los alumnos han podido recibir sobre la clase de filosofía son importantes, ya que pueden condicionar su actitud positiva o negativa hacia la misma, al menos al principio.

Por último, la pregunta: ¿quieres preguntar algo? Tiene como finalidad el averiguar si existen inquietudes especiales, miedos o simplemente curiosidad, con respecto a la asignatura, ya desde su inicio.

- B. 2 El cuestionario final de la 1ª evaluación

La planificación de este cuestionario se hizo casi al final de la primera evaluación.

Con él se pretendió por una parte, confirmar de forma genérica el nivel de informática de los alumnos y por otra, su disponibilidad de ordenador y de acceso a Internet con vistas a asegurar el uso de la plataforma en la segunda evaluación.

También se pretendía tener una primera aproximación al efecto que estaba causando en los alumnos la nueva metodología. Todo ello, de una manera bastante informal, ya que los alumnos parecían estar un tanto inseguros ante tantos cambios, y estaban un poco preocupados por el hecho de tener que ir contestando algunos cuestionarios a lo largo del curso, tal y como yo les había anunciado.

Dado lo anterior, se optó por un cuestionario muy breve de sólo 8 preguntas de las cuales 6 eran abiertas.

Al pasarlo en el grupo de control observé que les gustaba la brevedad y el poder

En dicho grupo, lo único que observé es que no había quedado suficientemente clara la primera pregunta, que decía: ¿Qué nivel de informática tenías al empezar el curso? Para solucionarlo, a la hora de pasárselo al grupo de investigación se especificaron tres categorías: alto-medio-bajo. El significado que se dio a cada una de ellas se hizo teniendo en cuenta, las indicaciones que tuve que dar al grupo de control, para que pudiesen contestar la pregunta. Este fue:

- Alto: si se navegaba habitualmente por Internet, se sabía hacer búsquedas, se bajaban música o películas, se usaban los chats, el correo y /o algún tipo de plataforma virtual y se conocía y se usaban habitualmente los siguientes programas: Word, Power Point o algún otro y se domina el sistema de archivos

- Medio: si se navegaba habitualmente por Internet, se usa el correo y el Word

- Bajo: si sólo se usaba Word y no se dominaba bien el sistema de

- Bajo: si sólo se usaba Word y no se dominaba bien el sistema de