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Benjamín Galemiri (1956)

LA DRAMATURGIA CHILENA ANTERIOR A 1995

2. Período de transición dramatúrgica

2.6 Benjamín Galemiri (1956)

Este dramaturgo estudió Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Chile y Cine en el Instituto Norteamericano de Cultura. Para algunos es el dramaturgo chileno más relevante de la década de los noventa, y para otros, el más molesto. Desde la puesta en escena de El coordinador en 1993, no sólo ha acumulado estrenos y premios, sino también detractores.

La poética de este autor responde “tanto a la recreación de una biografía en cuanto a configuración de espacios y mundos dramáticos como, esencialmente, a una mirada escrutadora y crítica de este mundo globalizado” (Guerrero, 2003:8). Ella se muestra a través de lenguajes múltiples en la teatralidad, esos que según Jorge Díaz evidencian la condición posmoderna de sus textos y que según Guerrero podrían sintetizarse en siete rasgos: recurrencia de algunos motivos (poder, sexo, culpa, ausencia del padre), oscilación en el lenguaje (narrativo, lírico y teatral), predilección por la reiteración y el exceso, existencia indirecta del referente generacional de la dictadura de Pinochet, influencia marcada del cine, incorporación del componente bíblico-judaico (preocupación

32 Ponce de la Fuente defiende una lectura posmoderna de Griffero en su artículo “La construcción del discurso identitario en la escena finisecular: teatro y fin de siglo”, en Literatura y lingüística Nº12, Año 2000, pp.13-20; revisada en www.scielo.cl (03.09.2014)

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moral), y por último, comunión con la tecnología y la evolución de las artes. Varias de estas características se agudizaron o encontraron formas más acabadas en el trabajo teatral del director Alejandro Goic y la Compañía Bufón Negro, que por años se encargó del montaje de las obras de Galemiri.

Algunas de sus “molestas” obras -como dice Noguera- son: El coordinador (1993), El seductor (1995), El amor intelectual (1998), Edipo asesor (2001), Los principios de la fe (2002) e Infamante Electra (2006). En ellas se puede observar un interés particular por transparentar nuestras vergüenzas, por mostrar a todos lo que estamos acostumbrados a ocultar, por enfrentarnos al espejo:

Cómo no va a ser incómodo eso. Especialmente su obsesión por el sexo-poder y la conceptualidad de la impotencia en términos universales que se desprende de tan molesto contubernio […], que ya sea por rechazo o por adhesión, te instala ante los mecanismos sociales y, lo que es más molesto, ante los propios, porque no permite que te separes de ellos a manera de observador (Noguera, 2006: 39).

Una de las propuestas -que a juicio del propio Galemiri- es más relevante en su ideología es que la escritura ya no es sicológica sino óntica, “los personajes están siempre mutando, y es entonces una escritura de las máscaras”. En esta escritura “de superficie, lo que es una cosa, luego es otra”, debajo de una historia hay otra, lo importante es la

“contrahistoria”. También los temas son aparentes y mutables, sólo son excusas para hablar o relacionarse. Por ello, en sus obras, las escenas se mueven en un continuo reconocimiento33(cf. Galemiri, 2003: 186).

Estas reflexiones nos llevan a pensar que el aporte de Galemiri, a nivel de contenido, se centra en evidenciar aquello que incomoda, pero no se puede negar; y a nivel formal, en la utilización de un lenguaje hermético y desafiante.

Este escritor de la transición -como lo han bautizado algunos- es en realidad, para nosotros, el dramaturgo que inaugura la estética “molesta” tan propia de la G2000, es el encargado de abrir las puertas del siglo XXI a quienes se atrevan a entrar por ellas.

33 Recordemos que Aristóteles llama “escenas de reconocimiento” a aquellas en que aparece la peripecia, en que cambia el curso de los hechos, producto del conocimiento de la verdad.

67 2.7 Inés Margarita Stranger (1957)

Es de justicia decir que una de la pocas mujeres que alcanza renombre en este período es Inés Margarita Stranger, actriz titulada en la Universidad Católica de Chile y especializada en Estudios Teatrales en el Institut d‟Études Théâtrales de la Université Paris III Sorbonne Nouvelle, entre los años 2001 y 2005.

Esta autora escasamente estudiada, en comparación con los dramaturgos que hemos citado anteriormente, sólo ha suscitado trabajos desde una mirada de género. Sin embargo, a partir de su labor como docente, investigadora y directora del Teatro de la Universidad Católica, ha sido una influencia importante para la nueva generación.

Sus textos Cariño Malo (1990), Malinche (1993) y Tálamo (1998), llegan al papel sólo el año 2007 obedeciendo a una necesidad tardía de publicar, como ella misma explica en la presentación de su libro, porque antes defendía la idea de que el texto teatral estaba escrito sólo para “concitar la complicidad del director y de los actores, que encontraba su sentido en la puesta en escena”. Sin embargo, pasado el tiempo advierte que en esa mirada había en realidad “mucho pudor”, había cierto ánimo de “esconderse como dramaturga detrás de un equipo” y ha sentido necesidad de publicar “estos tres textos para otorgarles, así, una carta de soberanía” (cf. Stranger, 2007:9-10).

Para Cecilia Katunaric, la escritura de Inés Margarita Stranger se inscribe en un repertorio que transciende la ficción a través de los personajes femeninos clásicos “ecos de los estereotipos engendrados por el imaginario literario masculino patriarcal […] a través de nuevas femineidades que se construirán desde la diferencia sexual, el margen social y la subversión contra el rol histórico de los géneros” (Katunaric, 2007:13).

Para María de la Luz Hurtado la obra de Stranger se instala en aquella tradición de la dramaturgia femenina chilena que si bien cambia el foco de la representación del poder y la política, sigue aludiendo a una contradicción vital entre realización y renuncia. Ella cuestiona, por ejemplo, la autonomía relativa y la supuesta libertad amorosa de las mujeres profesionales que sólo encuentran en el duelo una manera de recomponer los modelos de género en Cariño Malo; y en Malinche se asocia a la mujer con el lugar de la sedimentación, la memoria y la violencia de los pueblos (cf. Hurtado, 1999: 152- 153). En Tálamo, sin embargo, también encontramos un elemento de la ficción que marca un cambio en el tratamiento literario, pues la obra visibiliza la experiencia fundadora de la noche de bodas a través de la extrañeza que vivencian los protagonistas:

68 el temor a la intimidad, el pudor del acto sexual, el desconocimiento repentino del

“otro” de sí mismo, el descubrimiento de que el “otro” es el cónyuge, el terror a la desfloración […]. En consecuencia, la actualización del mito y el rito se logra a través de una puesta en escena donde lo unheimlisch (sic) genera la tensión dramática (Katunaric, 2007:18).

Por tanto, a pesar de que parte de su producción ha sido escrita al mismo tiempo que los dramaturgos de la generación posterior, podemos establecer que el aporte de Stranger se relaciona, por un lado, con la recuperación de una mirada desde lo femenino – ausente desde las representantes del Teatro Universitario como Requena, Aguirre y Roepke-, pero también es importante destacar en Stranger un aporte contundente en la manera de acercarse al objeto teatral. Observamos en ella una tendencia hacia la investigación acuciosa y a la crítica histórica de referentes femeninos, que exige también una revisión de la enseñanza historiográfica en Latinoamérica. Así queda demostrado en los trabajos de mesa para puestas en escena como Valdivia, por ejemplo, escrita en 2002 y estrenada en el 2009, detrás del cual hay todo un equipo de ex-alumnos y profesores convocados bajo el alero del Proyecto “Relectura dramática de la historia de Chile”. Esta obra reflexiona sobre los momentos fundacionales de nuestra historia, sus personajes y su sello identitario en la construcción del presente. Lo mismo sucede con la escritura de los textos La monja Alférez y Sor Úrsula Suárez, escritos en el año 2008 dentro del marco del Proyecto “Mujeres Coloniales”.

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PARTE II

70 CAPÍTULO III

REACTIVACIÓN DEL SISTEMA CULTURAL: NUEVAS CONDICIONES DE