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Tecnologías emergentes que favorecen la innovación en educación

3.3 Las TIC en la sociedad de la información

3.3.2 Tecnologías emergentes que favorecen la innovación en educación

La tecnología es uno de los recursos más utilizados por los profesores con el fin de generar innovación. En este tipo de proyectos se pueden hablar de dos tipos de tecnología, una tecnología emergente y una tecnología consolidada. Las tecnologías emergentes tienen un gran costo puesto que requiere de un mayor número de recursos y su complejidad es mayor dependiendo que el tiempo de validación y la experiencia que se tenga en su implementación.

George Veletsianos (2010), citado por (Hernández et al., 2012, p. 16), ha definido

“tecnologías emergentes”, específicamente para la educación:

Las tecnologías emergentes son herramientas, conceptos, innovaciones y avances utilizados en diversos contextos educativos al servicio de diversos propósitos relacionados con la educación. Además, propongo que las tecnologías emergentes (“nuevas” y “viejas”) son organismos en evolución que experimentan ciclos de sobre expectación y, al tiempo que son potencialmente disruptivas, todavía no han sido completamente comprendidas ni tampoco suficientemente investigadas. (Veletsianos 2010, págs. 3-4)

Como se puede apreciar se relaciona las tecnologías emergentes con innovaciones al servicio de la educación. De allí, se hace necesario investigar acerca de estas tecnologías para comprender sus potencialidades y futuras implementaciones en el

rápidamente. Esto es lo que hace pensar que la innovación es inalcanzable en términos de las características antes mencionadas.

Cuando se habla de las tecnologías consolidadas es distinto. Se debe diferenciar en el uso de estas tecnologías si se trata de una innovación o de una renovación o actualización. Hay tareas que se hacen utilizando estas tecnologías como herramientas de presentación porque hoy en día existiendo la herramienta es difícil que se recurra a lo que ya no se usa. En el caso anterior, no es innovación, es renovación.

Al indagar en relación con proyectos y/o prácticas que se desarrollan al interior de las instituciones educativas, es común encontrar que un alto porcentaje de ellas, responde a iniciativas particulares que no han logrado ser integradas a la cultura institucional. Es así como considerando los planteamientos de la (Unesco, 2012) en relación con la formación de docentes para que una práctica genere un impacto significativo es necesario que cuente con un soporte institucional articulado con políticas públicas y adicionalmente asociarse con instituciones que posean el saber hacer.

El éxito en la incorporación de las TIC en educación no depende exclusivamente de factores asociados al equipamiento, puesto que las prácticas que se apoyen en las mismas, deben influir directamente sobre la cultura institucional, es así como, “la tecnología no posee un valor en sí misma si no se asocia a una transformación en la educación” (Unesco, 2012). El tema de transformación de las instituciones educativas puede ser abordado desde lo macro hacia lo micro o a la inversa, es decir, se pueden generar cambios que provienen de orientaciones de organismos como la Secretaría de Educación, el MEN y/u Organizaciones internacionales que orientan políticas públicas o pueden ser generadas desde dentro, de lo micro a lo macro donde se consideran las experiencias llevadas a cabo por los docentes y se extrapolan a otros contextos, “en ambos sentidos se juegan cuestiones relacionadas con la autonomía escolar, es decir, en qué medida cada institución está habilitada para la toma de decisiones y cuál es el alcance de estas: organizativo, curricular, administrativo” (UNESCO et al., 2014, p.

114). El considerar la autonomía escolar es pieza clave en la implementación de cualquier iniciativa, puesto que el docente al sentir que una iniciativa es impuesta puede simplemente desarrollarla en el papel, pero en el aula de clase continuar desarrollando las prácticas que venía adelantando. En la actualidad los expertos “abogan por un enfoque que busque un consenso entre ambos: las escuelas necesitan construir la autonomía suficiente para contextualizar su actividad y orientar sus procesos de cambio, atendiendo a las particularidades de sus actores y su entorno, pero para ello se requiere ineludiblemente de apoyos claros, sostenidos y articulados por parte del Estado”

(UNESCO et al., 2014, p. 114). Las experiencias adelantadas en diferentes países durante los últimos años han puesto en evidencia la necesidad de considerar cada una de las instituciones educativas como “unidad de cambio del sistema” (UNESCO et al., 2014, p. 114), puesto que el desconocer lo que allí se está haciendo supone un desperdicio de capacidades ya desarrolladas por parte de los docentes en sus estudiantes y competencias propias.

El Informe Horizont 2015- 2015 K-12 presenta las tendencias para educación primaria y secundaria, del cual se extraen desafíos, tendencias y tecnologías necesarias para dar respuesta a las exigencias de la sociedad actual. Como desafíos solucionables plantea la creación de oportunidades de aprendizaje autentico y la formación TIC de docentes.

Este desafío genera a corto plazo (1 año o menos) dos tendencias importantes, el incremento del uso del aprendizaje mixto y el desarrollo del aprendizaje STEAM

(Science, Tecnology, Engineer, Arts and Math). Como tendencias a mediano plazo (2 a 3 años) se encuentra el incremento del uso del uso de enfoques de aprendizaje colaborativo y el cambio de rol de los alumnos: de consumidores a creadores. A largo plazo (4 a5 años) la tendencia es: Replanteamiento del funcionamiento de los centros escolares y evolución a enfoques de aprendizaje profundo. Estas tendencias implican exigencias tecnológicas asociadas principalmente a la dotación tecnológica.

Complementando las tendencias en nivel secundario a continuación se expone la información del informe Horizont 2014 y 2013 en educación superior, por considerarlo pertinente en la consecución de los objetivos de secundaria, más aún si la educación superior se encarga de formar a los nuevos docentes y actualizar a los que se encuentran en ejercicio. La educación secundaria y sus docentes no puede estar fragmentados de la superior.

El informe 2014 presenta seis tendencias clave que aceleran la adopción de nuevas tecnologías en la educación superior. Este informe cataloga las tendencias en rápidas, las cuales generan cambios en un periodo de uno a dos años, estas son la creciente ubicuidad de los medios sociales y la integración del aprendizaje online, híbrido y colaborativo. Como tendencias a mediano plazo, cambios en el periodo de los próximos tres a cinco años, se establecen: el aumento del aprendizaje y la evaluación basada en datos; así como pasar de estudiantes como consumidores a estudiantes como creadores.

Por último, las tendencias a largo plazo, cambios en cinco años o más donde se presentan métodos ágiles para el cambio y evolución del aprendizaje online (Johnson, Adams Becker, Estrada, y Freeman, 2014).

En el año 2013, este mismo informe presentaba las tecnologías que impactan positivamente la enseñanza, el aprendizaje y la investigación creativa en las instituciones educativas (Johnson et al., 2013). En las tendencias rápidas se ubicaban los cursos abiertos online masivos MOOC y el uso de tabletas (dispositivos móviles). En las tendencias de mediano plazo, los juegos y la gamificación y el aprendizaje analítico y por último en las tendencias a largo plazo se encuentran la impresión 3D y las tecnologías usables.

A continuación, se presentan algunas de las tendencias que se han dado en los últimos años por considerarlas relevantes para la presente investigación y la realización de la propuesta de formación docente:

Cursos masivos MOOC y sMOOC. Uno de los principales compromiso de los cursos masivos de acceso abierto MOOC es el ofrecer a las personas de todo el mundo, sin importar su condición social, acceso al conocimiento (Johnson et al., 2013, p. 6). La oportunidad de acceder a la información de una forma natural, como se realiza a través de Internet, genera oportunidades de evolución en el campo de la pedagogía, las estrategias didácticas, los estilos de aprendizaje, así como en el rol del profesor y, por ende, del estudiante, puesto que este último adopta un papel activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, favoreciendo la Elaboración propia de nuevos saberes. Las redes que se promueven en Internet favorecen e trabajo académico “es posible hacer un trabajo más fino ya no referido a la búsqueda genérica de información sino a la participación más activa de los docentes y estudiantes en ciertas redes constituidas en torno a campos del saber” (Unesco, 2012, p. 20). Es así como se aumenta el

trabajo fuera de la escuela, lo que a su vez genera efectos en su desempeño académico”

(MinTIC y MEN, 2012, p. 41). En síntesis, “puede plantearse la hipótesis de que las TIC muestran su potencialidad a la luz de su incorporación al trabajo en torno al saber – al que contribuyen a reconocimiento–, pues allí cobran sentido y dejan de ser una mera exterioridad técnica” (Unesco, 2012, p. 21).

El uso y apropiación de las TIC en educación implica, entre otras cosas, que las barreras de tiempo y espacio se disuelven para dar cabida a la ubicuidad, es decir, ahora tenemos la capacidad de estar “presentes”, apoyados escenarios virtuales que favorecen el intercambio de saberes, el establecimiento de vínculos con expertos y por lo tanto el aprendizaje. Los cursos masivos se han convertido en una oportunidad para lograr la democratización de la educación. El estructurar plataformas de formación apoyados en la teoría conectivista, habilidades y competencias del siglo XXI y comunidades de práctica potencian la gestión del conocimiento y favorecen el aprendizaje continuo.

Como lo afirma Vásquez (2015) “hemos pasado de la educación de uno a muchos (la más tradicional), de muchos a muchos (equipos y diseños educativos P2P) a varios a uno, la que denomina MOOC4.0, basada en la escucha profunda y formación entre los alumnos en la que cada uno ve sus propias posibilidades de crecimiento”, algunos expertos lo denominan sMOOC por sus siglas. El crear contactos y conexiones entre las personas redunda en un proceso de aprendizaje colaborativo donde el conocimiento es compartido. El reto, tomando lo planteamientos de Civera (2015), es:

1. Posibilitar que la relación establecida fragüe en amistad y en colaboración más allá del curso, en compromiso y verdadero encuentro.

2. Respetar los principios de equidad, accesibilidad, inclusión social, calidad y autonomía de los estudiantes.

3. Aprendizaje centrado en el participante hasta el punto de que las tareas se presentan como sugeridas y el éxito de un sMOOC se mide a partir de los propios objetivos, intereses y satisfacción de los participantes y, no desde fuera.

Como bien está planteado en varias plataformas de acceso libre, los sMOOC no son cursos en los que los participantes reciben en forma pasiva la “verdad absoluta”. Se trata de escenarios que posibilitan la interacción entre usuarios. Todos los participantes actúan como profesores y estudiantes, puesto que se potencia la evaluación entre pares y se promueve la socialización de las experiencias, todos tenemos algo que contar, el compromiso real es compartir y aprender. De acuerdo con Haro (n.d.) no hay obligación de recorrer todas áreas, la exploración lleva a los participantes a profundizar en lo que realmente es de su interés, no hay obligación de recorrer todo, no hay un camino predeterminado, cada participante escoge su camino y, por último, cada uno compartirá sus conclusiones, así aprendemos todos.

Dispositivos móviles. Una de las tecnologías mencionadas en el informe son los dispositivos móviles, con el Plan Ceibal de Uruguay, en 2006, se inició una política educativa denominada modelo 1:1, en la cual el Estado distribuye un dispositivo por estudiante para fomentar dinámicas de enseñanza-aprendizaje en las escuelas, esta iniciativa ya ha sido adelantada por otros países (UNESCO et al., 2014). El desarrollo e incorporación de dispositivos móviles en procesos de enseñanza- aprendizaje “rompen el sedentarismo conectivo” ya no es necesario conectarse desde un lugar fijo, la conexión en cualquier lugar y a cualquier hora favorecen la movilidad del usuario, de

esta forma se “genera una innovación social y psicosocial: el “estar siendo” conectado, la hiperconectividad, la sobreconexión eliminarán los “tiempos muertos” (UNESCO et al., 2014, p. 5).

Los dispositivos móviles son enriquecidos con el desarrollo de aplicaciones móviles, se pueden descargar aplicaciones de diversa índole que favorezca la circulación del conocimiento y el acceso al mismo de una forma más rápida, fácil y económica. Las potencialidades de estas aplicaciones en educación son elevadas, todo depende del aprovechamiento que se haga de ellas, pero el docente tiene la posibilidad de diseñar clases que le permitan a sus estudiantes hacer cálculos financieros, desarrollar pensamiento lógico matemático, hasta visitar lugares y museos que se encuentran distantes a cientos de kilómetros, la información está disponible solo se debe sacar provecho a la misma, elevando de esta forma la calidad de la educación, “parece que trabajar con TIC está asociado, de suyo, a la Gráfico del innovador, por ende, se agrega por esta vía un componente dinamizador de la educación en su totalidad” (Unesco, 2012, p. 16).

Gamificación: La incorporación del juego en la educación tiene como objetivo potenciar espacios de interacción entre los estudiantes que apoyados en la tecnología, permiten recrear lugares y situaciones que desafían la comprensión de nuevos conceptos en su campo (Johnson et al., 2013), potenciando de esta forma el aprendizaje. La estrategia de gamificación incorpora elementos de los juegos, como los niveles e insignias , así como misiones y otras estrategias, los estudiantes pueden acumular puntos u otras recompensas al aceptar desafíos diferentes, es así como se cuenta con un escenario con grandes posibilidades que al ser aprovechado correctamente favorece el desarrollo de solo de conocimientos específicos sobre una determinada disciplina, sino el desarrollo de competencias transversales, necesarias para la formación personal y profesional del estudiante (Cortés y Cardona, 2013) . La libertad en la elección de la misión a desarrollar favorece la autonomía y potencia la motivación: “sistemas de credencialización o clasificación sirven para reconocer los logros de los estudiantes , así como la transparencia del progreso del estudiante inspira la competencia que puede impulsar más interés en la materia entre los estudiantes” (Johnson et al., 2013, p. 7).

Aprendizaje analítico o Learning analytics “es un campo de investigación emergente que aspira a utilizar el análisis de datos para generar información que permita tomar mejores decisiones en cada nivel del sistema educativo” (Johnson et al., 2013, p. 27).

Esta tendencia ofrece la oportunidad al profesorado de potenciar sus capacidades en investigación y convertir el salón de clase donde los datos recolectados a través de diversos medios favorezcan la toma de decisiones y el estudiante perciba que se están considerando sus necesidades y capacidades individuales en la planeación de las clases.

De la misma forma, como las grandes empresas hacen uso de indicadores para adaptar las recomendaciones y los anuncios a las personas, los profesores e investigadores que trabajan con learning analytics usan esos indicadores resultado del análisis y la incorporación de big data para ofrecer al estudiante sugerencias que se adapten al aprendizaje.

Es así como este escenario de tecnologías emergentes, en continuo cambio y evolución, se convierten en un reto y una oportunidad para adaptar la educación a las necesidades

profesor renueva sus roles (Cortés, Cardona, y Parra, 2012) y se prepara para acompañar al estudiante en su proceso de formación.