• Aucun résultat trouvé

Tecnología lítica y tecnología cerámica

Dans le document Sogamoso, Santander, Colombia (Page 133-138)

2. Tecnología y productos arqueológicos: enfoque y valoración como fuentes de conocimiento del pasado. conocimiento del pasado

2.1. Tecnología lítica y tecnología cerámica

Es el trabajo el que hace de la naturaleza un factor útil para el hombre, ya que será a través suyo que la materia adquiere un valor de uso y, al mismo tiempo, al transformarla la convierte en un instrumento para la producción. Las comunidades del pasado usaron una determinada tecnología para fabricar recipientes alfareros y herramientas líticas (sistemática tecnológica) para

lo cual transformaron la naturaleza con el propósito de colmar sus expectativas de subsistencia biológica y social. Las sociedades del pasado al enfrentar sus requerimientos alimentarios diseñaron estrategias productivas representadas en la tecnología lítica y cerámica, que les permitió manufacturar productos arqueológicos (útiles y contenedores cerámicos) que representaron distintas respuestas productivas y conductas económicas de dichas sociedades.

En este sentido, el desarrollo de las sociedades del pasado no dependió del medio ambiente natural sino del trabajo humano, como factor dinámico y aspecto necesario para que se produzca la dialéctica interna de las fuerzas productivas” (Lumbreras 198), pues las estrategias productivas dirigidas a obtener bienes de consumo y satisfacer los niveles básicos de supervivencia43 se diseñaron en función del desarrollo tecnológico-técnico cuya expresión material –las herramientas de trabajo- reúnen el conjunto de acciones sociales desarrolladas dentro de un marco de relaciones socio-productivas, lo que hace posible integrar recursos y conocimientos técnico-tecnológico como medios de producción: El trabajo social permite modificar y transformar el medio y el papel de la naturaleza, y sólo se puede entender al interior de la dialéctica generada por el trabajo social.

Esta sistemática ha sido expuesta por varios autores bajo las categorías de “tecnologías productivas o de producción destinadas a la subsistencia” (Martínez 1988:73), termo-tecnología (manejo de fuego y vestimenta) para superar el frío y procesar alimentos y almacenaje (conservación de alimentos). Binford (1972) distingue entre tecnologías de carácter extractivo (instrumentos para adquirir un recurso específico, con una finalidad específica) y tecnologías de mantenimiento (instrumento imbricada en el consumo, por lo que puede participar en varias

43 Este tópico será abordado más adelante con el concepto de gestión de los recursos.

actividades). Frente a los retos de su subsistencia, los grupos humanos del pasado generaron diferentes respuestas involucrando tanto la racionalidad humana44 como el saber tecnológico, ya que las comunidades prehistóricas, por un lado, seleccionaron y gestionaron las materias primas líticas y, por el otro, aplicaron su fuerza de trabajo sobre la Tierra y las rocas para producir vasijas cerámicas y herramientas líticas buscando suplir sus necesidades de alimentación y propiciando una mayor calidad de vida. Las distintas relaciones laborales entre sujetos sociales y la fuerza laboral para emprender actividades productivas, deja su impronta en las herramientas líticas y recipientes alfareros, como respuestas de supervivencia material y social, por consiguiente, denotan un acercamiento a las condiciones de vida material de una sociedad en el pasado.

En el marco de las necesidades de supervivencia, el nivel tecnológico-productivo les permitió fabricar productos en forma de herramientas líticas (para actuar sobre la naturaleza y como medios de producción) y en forma de vasijas cerámicas como contenedores cerámicos, pues mediante el trabajo, los seres humanos actuaron sobre los elementos y las fuerzas presentes en la naturaleza, dando como resultado los productos líticos y cerámicos (Clop 2000). Estos tienen una cobertura social, en el entendido que satisfacen las necesidades biológicas y sociales.

Así, la materia social representada en la tecnología y los objetos-artefactos líticos y cerámicos, no son forjadores de conocimiento acrítico, por el contrario, a través de ellos, se producen

“textos discursivos”, asociados a la visión del mundo del investigador, en tanto, que el investigador crea los datos, los analiza y propone la representación de la realidad de las sociedades pasadas en estudio.

44 Esto por supuesto, no significa que son menos importantes otras actividades relacionadas con las prácticas rituales (uso del calor y el fuego tanto para la subsistencia como para la ritualidad), niveles religiosos, las prácticas simbólicas expresadas en la vida social, o las prácticas políticas, que conforman la llamada “superestructura”.

Partiendo de estas premisas, los objetos-artefactos como productos tecnológicos, presentan rasgos naturales modificados mediante procesos técnicos y tienen una utilidad relacionada con la supervivencia biológica y social, que de acuerdo a los rasgos naturales y sociales que se expresan en su naturaleza y función social. De acuerdo con Terradas (1996) los productos pueden tener:

1. Una finalidad asociada a la subsistencia y a la supervivencia humana, como son el abastecimiento de alimentos, la vestimenta, el abrigo y el cobijo.

2. Técnico, productos que se convierten en medios de trabajo, pues fueron realizados para una actividad específica y, a la vez, extender su función a otros procesos de trabajo relacionados con la producción de nuevos bienes de consumo.

3. Social, son los productos relacionados directamente con la identificación y re-producción social del grupo, lo que incluye decoraciones, ornamentos, figuras, formas etc.

Estos marcan una identificación étnica o cultural como grupo humano o expresan una posición de prestigio, representada en vasijas y adornos de las élites, cuyos recipientes se usan en ajuares funerarios o en ciertas formas y tamaños de las viviendas con basuras de recipientes claramente distinguidos por el tarto y esmero en su fabricación.

Los artefactos-útiles junto a su contexto material, juegan un papel preponderante para comprender y representar45 los procesos sociales, económicos y políticos en el pasado, ya que los artefactos a través del trabajo humano son producidos con una finalidad incluyendo la posibilidad de ser un medio de producción, pues son el resultado de su actividad social y al estar

45 Representar es confeccionar un modelo coherente en el que no debe existir contradicción entre la base lógica que lo sustenta (esfera formal) y las ley o pautas arqueológicas contrastadas a partir de sus materiales (esfera fáctica) y legalizada por la metodología (Lull, 1988).

inscritos en un contexto arqueológico, se convierten en elemento materiales para el conocimiento de sus procesos histórico-sociales:

“Es, pues, el grado de desarrollo de las fuerzas productivas el factor clave que explica cuál ha sido la forma concreta utilizada para satisfacer las diferentes necesidades que se plantean en cualquier comunidad humana y lo que condiciona la variedad de tipos de productos que son elaborados y utilizados” (Clop 2000: 35).

En este contexto, los útiles líticos y las vasijas cerámicas son el resultado final de procesos de trabajo, que incluye el conocimiento y la experiencia tecnológica (métodos y técnicas) ante las características naturales de las tierras y las rocas, así como de las necesidades objetivas de la sociedad. Lo que conlleva a considerar el artefacto como un producto social (implica la intervención humana en un proceso productivo) que es clave para estudiar la formas de vida en el pasado, en tanto que son herramientas o recipientes contenedores, producidos con una determinada finalidad social46.

En los objetos-artefactos converge un contexto natural y social relacionado a un ámbito socio-productivo adscrito a un orden espacial y temporal, con lo cual, se descarta que sean sólo objetos-instrumentos con atributos físicos y por el contrario, adquieren un carácter polisémico, al estar relacionados con otros procesos productivos como aprovisionamiento de materias primas, la consecución de alimentos (recursos animales, vegetales etc.), configurando en conjunto el orden económico y de subsistencia. Esto orienta el trabajo arqueológico para abordar el estudio de los objetos como productos líticos y cerámicos que resultan de procesos productivos, lo que exige un marco teórico y metodológico específico que tratamos en nuestra propuesta. Así, la

46 Como instrumentos de conocimiento, son ponderados de acuerdo a los paradigmas de la Ciencias Sociales y de los enfoques teóricos-metodológicos que adopte el investigador.

representación del mundo social y económico de las comunidades del pasado está circunscrita a los objetos-artefactos47 y a sus contextos materiales de significación social, ya que por un lado, han sido producidos como respuestas a los retos de la subsistencia y, por el otro, a sus características naturales que los hace perdurar en el tiempo48. Los artefactos y su contexto de asociación adscritos al registro arqueológico, adquieren significados al ser un producto social, ante los retos de la subsistencia material de los grupos humanos, convirtiéndose en objeto de investigación y, en consecuencia, en un instrumento de conocimiento, ya que permiten formular discursos (interpretaciones) sobre los modos de vida de las sociedades del pasado, como prioridad de la investigación arqueológica, esto es, la explicación de las estrategias de subsistencia material y el comportamiento socio-económico humano, a lo largo de su historia.

Dans le document Sogamoso, Santander, Colombia (Page 133-138)