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La sombra política sobre la vida y obra de Royo y Gómez

Una visión del hombre y el científico

3.3 La sombra política sobre la vida y obra de Royo y Gómez

El destino del personaje siguió las tumultuosas aguas de la inestabilidad política.

En España tuvo una importante vida pública y llegó a formar parte de, y colaboró con, diversas asociaciones de tipo político y social. La actividad masónica de Nakens (nombre masónico de Royo y Gómez) se caracterizó por estar a favor de acciones políticas y propuestas como la de expulsar a los miembros que hubiesen colaborado con la dictadura de Primo de Rivera. Fue militante activo de la Acción Republicana de Manuel Azaña, y fue elegido dos veces como Diputado a las Cortes Constituyentes representando a Castellón de la Plana. También fue miembro de una facción rebelde de Acción Republicana, más acorde con sus ideas anticlericalistas y que proponían convertir a la Iglesia Católica en una Corporación de Derecho Público168. Rememorando un discurso encendido de su padre sobre una mesa en el pueblo de Alcocebre, su hija Josefa puntualiza que,

«siempre fue un hombre de Izquierda Republicana, masón, y esto le costó hasta dos penas de muerte por Franco, de ahí su exilio, no podía vivir así […]. Todos los estudios geológicos le sirvieron para dar agua a los pueblos y mejorar las condiciones de vida; viajaba de Madrid a Castellón como los relámpagos, increíble su vida en esos años, todo para servir a la comunidad; ya la segunda vez cede su lugar debido a que su trabajo en el Museo y ano le permitía viajar, pero siguió siendo el mismo para su tierra»169.

167 Sos (1987: 18; carta, París agosto de 1960; carta, Caracas 2 de abril de 1961).

168 Glick (1995: 1285-1286).

169 Declaraciones de Josefa Royo registradas en entrevista (vía telefónica Barcelona – Caracas) del 12 julio de 2004.

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Los amigos de José Royo y Gómez en el exilio en Colombia y Venezuela

a) Con Pau Vila en una excursión con alumnos de la Universidad Pedagógica de Venezuela;

b) Josep Cuatrecasas y un grupo de indígenas durante comisión al Putumayo (selva Amazónica colombiana); c) Familia Cuatrecasas con Josefa Royo, en excursión por los cerros de Bogotá,

recolectando plantas, rocas y fósiles.

Material enviado por Josefa Royo de Guerrero (Caracas, 2003- 2007) (Fotos tomadas por JRyG)

Ya en Colombia, la mayoría de los científicos y demás intelectuales españoles exiliados intentaron sostener una relativa unión motivada, bien por el sueño de mantener vigente algo de la actividad que llevaban a cabo en España, bien por la necesidad de colaborar y ayudar a todos aquellos que estaban sumidos en la pobreza o que apenas llegaban de Europa, o bien por una más íntima intención de conservar el simple contacto entre amigos. Royo y Gómez fue miembro de las instituciones de españoles más importantes en el contexto colombiano y latinoamericano, el Ateneo Republicano Español (del que pasó de ser Delegado de los profesores de ciencias para el Consejo de Enseñanza, a Vocal, a Vicesecretario y luego a Presidente)170, de la Unión Nacional de Republicanos Españoles171. En agosto de 1942 Royo y Gómez hace un proyecto con las bases para crear la ‘Casa de la Democracia Española’172, que expone a los miembros de la Unión de Republicanos, pero que parece que no llegó a consumarse. A estas entidades se suman un par más de carácter científico e integrador y que se autoproclamaban sin carácter político: la Unión de Profesores Universitarios Españoles en el Extranjero y el Consejo Editorial de la revista Ciencia de científicos republicanos exiliados con sede en México. La Unión de Profesores, cuya dirección central también estaba en México (y de la que hizo parte el personaje) fundó su capítulo colombiano en Bogotá en abril de 1945. Este evento fue registrado por toda la prensa liberal de la época, comunicado en el que se destacan las premisas antes mencionadas. Finalmente, también cabe

170 Las actas del Ateneo Español Republicano de Bogotá se encuentran en el Fondo documental José Royo y Gómez en el INGEOMINAS, y copia de ellas han sido trascritas por el Servei d’Arxius de Ciencia (SAC) del CEHIC en la Universitat Autònoma de Barcelona. En ellas ha quedado constancia de lo realizado por los miembros del Ateneo y otros republicanos a modo personal o colectivo. Además, el personaje registra en todos sus diarios personales cada una de las visitas y reuniones en el Ateneo (iniciadas el 6 de mayo de 1939) destacando eventos (p. Ej., visita del embajador de EE.UU [1941], del Delegado de De Gaulle [1941], de José A. Aguirre Presidente de Euskadi [agosto de 1942], de Pablo Neruda [septiembre de 1943], actos de aniversario muertes de L. Companys y Azaña, etc.) la situación de algún compatriota, p. ej., «concedida autorización visado Benítez» o «Manifiesto de los republicanos»

(febrero 7 y 9 de 1940); «No viene Flórez, detenido por indocumentado; pago $15 de multa» (mayo 20 de 1951).

También se hacía mención de eventos menos trascendentales como «Partido del Deportivo nuestro con el Ateneo II campeón de Cundinamarca, perdimos 2 a 0».

171 La más comúnmente llamada ‘Unidad Republicana’ o ‘Unidad Democrática Española’ nació entre enero y abril de 1942 a la sombra del Ateneo impulsada por un grupo de veintiún afiliados encabezados por Royo y Gómez (nombrado presidente), especialmente algunos de los que constituían la llamada ‘Comunidad Catalana’, quienes por divergencias internas (adhesión a J. Ots) se dieron de baja del Ateneo en agosto de 1942. El de Castellón volvería a solicitar su alta el 23 de mayo de 1943.

172 Diario Personal de JRyG, 1942 (agosto 23 y 27).

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mencionar que el geólogo participa como articulista en una publicación denominada Ayuda.

Royo y Gómez no dejó de ser mancillado en España, suponiéndose como ofensa el calificativo de ‘masón’ o más directamente considerándosele miembro del ‘triunvirato de Moscú’ (por el viaje al Congreso de Geología celebrado allí en 1937). Pasados diez y nueve años desde su salida de España, la familia Royo González intenta recobrar parte de las relaciones familiares y amistades, además de echar un vistazo a la España franquista, para lo cual doña Inocenta viaja a Madrid en 1958. Llega a Barcelona y, antes de desembarcar suben al barco unos individuos preguntando por Ella aduciendo que querían que les enseñara el pasaporte. Le preguntan por Don José y les expone lo que había convenido, es decir, que no sabía de Él, que se habían separado al poco tiempo de llegar a Suramérica. Sin mediar más palabras marcan el pasaporte con una señal roja.

Viaja en tren a Madrid a casa de su hermana, y el mismo día de su llegada se presenta un personaje que se identifica como de la policía secreta quien le informa que se le ha asignado acompañarla durante su estancia en España «para que no esté sola» le dice, y que para ello se presentará en esa casa entre las 9:00 y las 20:00 horas. Siguiendo las pautas que le da Royo y Gómez, vía telefónica, se queda en Madrid esperando los acontecimientos. Un par de semanas después, deciden presentarse a la policía para solicitar la cédula de ciudadanía española, aduciendo que se quiere quedar un tiempo largo con la familia. Allí le inquieren nuevamente por Don José, pero un suceso curioso se produce. Un exalumno de ella (invidente) trabaja en la comisaría y le reconoce la voz, se interesa por su situación e intercede por su antigua maestra. A partir de allí la vigilancia es más esporádica y señora González puede moverse con mayor soltura, lo suficiente como para darse cuenta de la situación que se vive, de que sus propiedades (una casa en Madrid) han sido expropiadas y de algunas no muy buenas condiciones en que viven algunos de los antiguos amigos. Cuando ya preparaba su regreso a Venezuela se produce un nuevo acontecimiento preocupante, al presentarse en casa de su hermana tres individuos de civil quienes se identifican simplemente como ‘amigos de Royo’, a quien le quieren enviar el mensaje de que «están enterados de sus ideas y trabajos en Colombia y Venezuela, y están de acuerdo

con ellos». Nuevamente recurren a la estrategia de alargar el regreso a España. Da idea de ello el hecho de que su llegada a Colombia se produjo bajo un gobierno liberal afecto a la causa republicana española, y su partida a Venezuela bajo un gobierno conservador de extrema derecha que veía con buenos ojos al régimen franquista, hasta el punto de imitar algunas de sus formas

¿Pura coincidencia? Un mayor detalle de la influencia española en la política colombiana se ofrece en el Anexo I-B.

Royo y Gómez vivió once años en un país que se desangraba en constantes y encarnizados enfrentamientos políticos, que mimetizaban una lucha de clases generadora de una violencia inaudita (esencialmente en el campo, como método de apropiación del territorio). Sin embargo, a pesar de su filosofía de izquierdas y de su evidente simpatía con las ideas liberales, Royo y Gómez no ejerció actividad política en Colombia, teniendo buena relación con todos los gobiernos, incluso los conservadores que sobrevinieron durante los últimos cinco años de estadía en aquel país (a partir de 1946). Su más evidente conexión con el comunismo era la que pudiera resultar de la continua comunicación que sostuvo con la Unión Soviética recibiendo y enviando cartas, publicaciones y estableciendo radiocomunicaciones, a través de colegas y de la Sociedad Nacional de Cooperación Cultural con el Extranjero (VOKS en abreviatura rusa que utiliza Royo y Gómez), actualmente Centro Ruso de Cooperación Internacional Cultural y Técnico-científica. Se presume que esta actividad pudo hacerla con libertad hasta cuando el partido Conservador volvió a asumir el gobierno colombiano, y que coincide con la interrupción de las anotaciones al respecto de la VOKS y de la U.R.S.S. en sus diarios personales.

173 Según Latorre (1989: 280), en aquella época «se transita ciertamente una crisis en la vida profunda y en la conciencia de un pueblo».

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En todo caso, no se han encontrado en el material documental comentarios políticos que pasen de inocuas anotaciones hechas por Él. Por otra parte, su hija Josefa sostiene que nunca declaró un malestar causado por acciones directas de la derecha colombiana y especialmente de Laureano Gómez sobre él, salvo las obvias reservas ideológicas que les distanciaban, y que le obligaron a manifestar en el seno de la familia —cosa poco común, según Josefa— que ante la contrariedad que podía suponer el ascenso conservador al poder simplemente

«habría de seguir actuando con honorabilidad como hasta entonces». Su mutismo sobre la política colombiana no fue quebrantado ni siquiera cuando vivió acontecimientos sociales tan contundentes para la historia colombiana como fue el llamado ‘Bogotazo’ o disturbios populares ocasionados por el asesinato (9 de abril de 1948) del dirigente Jorge Eliécer Gaitán, quien disfrutaba de gran aprecio popular y representaba el ala más izquierdista del partido Liberal. Al respecto, un suceso embarazoso asociado al Bogotazo, y del que no queda más testimonio que el que ahora se trascribe aquí174, es aquel en el que se le quiso llevar a la cárcel debido a que al ser inspeccionada su casa (cercana a las zonas en revuelta) por el ejército, fueron encontrados en la terraza unos bidones de desinfectante que usaba para sus excursiones de campo y que, fueron confundidos con bombas. Mediadas algunas llamadas y comprobaciones, el evento se saldó favorablemente.

Sea como fuere, los acontecimientos políticos colombianos debieron afectar su labor de campo, su espíritu progresista y, como no, la misma actividad en el Laboratorio y en el Museo. Sin embargo, es presumible que su espíritu político estuviese tan solo aplacado por su condición de extranjero, de modo que a pesar de su moderación política, en el fuero interno de Royo y Gómez ardieran las propuestas sociales progresistas anunciadas por los dirigentes liberales López o Gaitán, o la esperanza sindical, y más aún, le agitara el deseo de verlas cumplir175. Su estrategia apolítica en Colombia se basó en la mediación, por lo

174 Declaraciones de Josefa Royo en entrevista personal (Bogotá, diciembre 5 de 2006).

175 Así lo dejan ver algunos recortes de prensa de tinte liberal conservados entre sus archivos, por ejemplo uno del diario La Lucha donde se elogian las propuestas de reforma social de López en contra de las oligarquías conservadoras y las de su propio partido el Liberal, a quienes el autor llama “reliquias”. En su diario de 1942 se

que disfrutó del reconocimiento de personajes de los dos bandos políticos de este país. Su hija relata176, y se confirma en pequeñas anotaciones de los diarios personales, que al interior del mismo Museo existían diferencias políticas entre el personal que el zanjaba con tacto, diferencias que terminaron por crear conflictos una vez Royo y Gómez salió del MGC y marchó a Venezuela. También describe cómo uno de los pocos rifirrafes de origen político fue el que tuvo con un profesor colombiano que estaba a favor de Franco, quien al saber que era exiliado republicano le espetó, «rojo, viniste a quitarnos el pan». Como una simple anécdota, la señora Royo comenta que debido a su parecido físico con Francisco Franco, decidió un buen día quitar la fotografía del documento que llevaba en la billetera, al tiempo que respondía a alguien que le preguntó sobre el asunto « ¡Yo no soy Franco, ni nada que se le parezca!».

Pocos días después de que Royo y Gómez visitara al Expresidente Santos177 (quien lo había recibido en 1939) para despedirse, el mismo Presidente Gómez llamó al geólogo español para tratar de convencerle de continuar en Colombia haciéndole una mejor oferta económica, y ante las explicaciones del científico terminó lamentando profundamente perderle. En varias ocasiones el mismo Gómez quiso dar a conocer algunas de sus investigaciones mediante reportajes periodísticos realizados por diarios conservadores. No existen pues documentos o testimonios que respalden la tentación de conjeturar que su marcha a Venezuela fuera por motivos políticos. Así pues, se acepta la enfermedad de su esposa178, la suya propia, y la estancia en Venezuela de su hijo y su nieto como la razón fundamental de su marcha de Colombia. Así también lo dejan ver sus cartas de 1950179, en las que solicitaba las vacaciones acumuladas (de 1947 y 1948) con el objeto de visitar su familia, ya en Venezuela.

registra escuetamente la aprobación en segundo debate en el Senado de proyecto de Jorge Eliécer Gaitán (diciembre 7), y sobre la constitución de la Unión General de Trabajadores - UGT (septiembre 18).

176 Declaraciones en conversación pública (registrada en vídeo) sostenida en el Museo Geológico de Colombia (Bogotá) el 5 de diciembre de 2006.

177 Diario Personal de JRyG, 1951 (abril 16).

178 Son continuas las referencias que Royo y Gómez hace en sus diarios personales sobre de las indisposiciones e incluso ataques sufridos por doña Inocenta, casi que desde su misma llegada a Bogotá, en las que fue atendida esencialmente por Trías, Zozaya o Ripoll.

179 Docs. F-JRyG 1076/ Misc 4 [21/08/1950]; F-JRyG. 1119/ Misc 4 [18/12/1950]; F-JRyG. 1120/ Misc 4 [18/12/1950].

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Recortes de la prensa bogotana (1945) sobre la constitución de la Unión de Profesores Universitarios Españoles en el Extranjero:

a) El Espectador abril 10; b) El Tiempo, abril 11; c) El Liberal, abril 12.

Archivo personal de Royo y Gómez, enviado por Josefa Royo, Caracas, mayo de 2005

En una carta a su colega y amigo Enrique Hubach (futuro Director del SGN) deja ver la angustiosa situación en que se encontraba, con su esposa enferma distante por un lado, y su labor en el MGC estancada y a punto de irse al traste:

«En consecuencia me encuentro solo […] Le hablo con toda la franqueza que Vd.

se merece y que corresponde a nuestra buena amistad. Para mí el abandonar el Museo y el Servicio me va a producir una gran pena, que será aún mayor si Vd.

No [llega] a regirlo [...] Mi deseo sería colaborar el mayor tiempo posible y ayudarle a sacar el Servicio del atolladero en que se encuentra, pero no va a poder ser […] con harto sentimiento mi señora no hace más que reclamarme en todas las cartas y yo estoy intranquilo por su salud y por la tardanza en recibir noticias a través del correo».180

Como se verá en el capítulo 5, la esperanza de consolidar el MGC llegó a hacerse realidad, y Royo y Gómez partiría a Venezuela en agosto de 1951. No obstante, no puede ser irrelevante que un personaje como él no haya participado directamente o indirectamente en la política de Colombia, y que no haya sido afectado por una situación que resultaba tan parecida a la vivida por él en España. Si lo hizo, fue bajo extrema discreción. Si no lo hizo, fue producto de una opción personal en la que pesan el alto precio pagado (el destierro en si mismo), los años (ya contaba con más de una cincuentena), y las secuelas físicas y psicológicas generadas por el exilio. Una valoración subjetiva de benevolencia o condena de esta actitud sería demasiado apresurada, y debe ser un asunto a investigar con mayor profundidad, quizá con apoyo del material epistolar aún no recolectado, y que implicara a otros exiliados españoles en Latinoamérica.

Es incuestionable es que Royo y Gómez no dejó de lado su apoyo a la causa republicana, y a la situación de los compatriotas exiliados en todo el mundo

—particularmente en Colombia— desde el Ateneo Republicano Español de Bogotá y de la Unión Nacional de Republicanos Españoles y diversos comités temporales. Las Actas del Ateneo contienen las alusiones en contra del fascismo

180 Doc. F-JRyG. 1165/ Misc 4 [09/11/1950].

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español y contra del gobierno de Laureano Gómez, especialmente cuando en febrero de 1950 elevó la representación diplomática colombiana en España franquista al nivel de embajada181. Existen otros testimonios de esta actividad política, como un recorte del periódico El Estado de septiembre de 1947 (bajo un gobierno conservador), como presidente del Ateneo solicita ayuda a los compatriotas exiliados, y una circular, firmada por políticos en el exilio, declara claramente su posición republicana, demócrata y liberal, la existencia de una legalidad suspendida violentamente, a la vez que plantea una posible consulta electoral, y arenga en pos de «lograr, tenaces e incansables, la recuperación de la libertad y la salvación de España».

En una carta a su colega Alexander Westmore del Smithsonian Institution le hace llegar sus «más cordiales felicitaciones por la rotunda VICTORIA sobre el nazismo y el fascismo obtenida por los Estados Unidos en compañía de Inglaterra y de la U.R.S.S.», a la vez que comenta lo incompleta de tal alegría para los españoles, pues

« […] persiste en nuestra España un régimen odioso, secuela del nazismo y del fascismo, que si no se extirpa radicalmente puede ser el foco de donde aquellos revivan no sólo para el mal de Europa sino también, y quizá con mayores probabilidades, para la América [en clara alusión a Colombia] No sólo por el bien de España y por el nuestro, sino por el de la Humanidad entera, es de esperar que aquel régimen será sustituido por otro permanente democrático que es también el que aquel pueblo desea»182.

Westmore le contesta con una carta del 4 de junio del mismo año, haciendo única alusión a las dificultades con los japoneses en el Pacífico, sin referencia alguna al conflicto español, cosa que pudo haber decepcionado el espíritu de Royo y Gómez, ansioso de un eco más profundo de la causa norteamericana con su país.

181 Registrado en el libro de actas del Ateneo Republicano Español de Bogotá.

182 Smithsonian Institution Archives (Record Unit 7006, Alexander Westmore Papers, c. 1848-1979 and undated, Box 22, Folder 12, correspondence between Alexander Westmore and José Royo Gómez (carta Bogotá del 21 de mayo de 1945 al Dr. Westmore).

Recorte de prensa, El Estado (Bogotá, septiembre de 1947).

Material enviado por Josefa Royo de Guerrero (Caracas, 2003- 2007)

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Carta circular de políticos españoles en el exilio a los españoles (14 de abril de 1940).

Material enviado por Josefa Royo de Guerrero (Caracas, 2003- 2007)

Royo y Gómez siguió tan de cerca como pudo el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, lo que se deduce de sus continuas anotaciones en sus diarios personales, en notas telegráficas como «entran los nazis a Bruselas»,

«Capitulación a los Alemanes del Rey Leopoldo de Bélgica», «entran los nazis a Bruselas», y muchas más. También recoge noticias sobre los republicanos como

«México pone bajo su bandera a los españoles en Francia», hecho que genera que se programe una «reunión en el Ateneo para pedirle ayuda al presidente Santos para los refugiados en Francia y agradecer su intervención»183.

Otro ejemplo de su interés por la reivindicación republicana se dio con relación a las llamadas Láminas de Mutis184. A pesar de que el régimen franquista

Otro ejemplo de su interés por la reivindicación republicana se dio con relación a las llamadas Láminas de Mutis184. A pesar de que el régimen franquista

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