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La labor bibliográfica Otro aspecto que Royo y Gómez afronta en Colombia, de forma similar a como

La huella científica de Royo y Gómez en Colombia

4.4 La labor bibliográfica y bibliotecaria

4.4.1 La labor bibliográfica Otro aspecto que Royo y Gómez afronta en Colombia, de forma similar a como

sucedió en España, especialmente durante la realización de su tesis doctoral, es el de la ausencia de bibliografía especializada y actualizada, dificultad subsanada en aquel entonces al intentar completar la biblioteca del laboratorio de Geología del [MNCN] mediante adquisiciones o con la consulta en otras bibliotecas240. La experiencia, la tozudez y laboriosidad del personaje permitieron que introdujese en Colombia una amplia bibliografía que, de seguro, enriqueció el ambiente geocientífico, como bien lo podría verificar un análisis comparativo de citas y referencias utilizadas con anterioridad y posterioridad a sus trabajos. Lo cierto es que sus estudios estaban acompañados por una profusa lista de informes y publicaciones colombianas y extranjeras241.

238 Doc. F-JRyG 466/Mans/Carp27 [10/1948].

239 Estos estudios fueron en su mayoría publicados en la CEGOC (Véase el Anexo II, CV de JRyG).

240 De las que menciona la del Instituto Geológico y Minero, la de la Academia de Ciencias, y las de los museos y laboratorios que visitó en Barcelona y Europa con motivo de sus viajes de estudio, también en busca de material fósil de comparación (Robles, 1996: 169-171; MNCN-FPC; Secc. Royo Gómez; Caja 35; Nº Exp. 6 (doc. Diario de la Pensión en el extranjero de D. José Royo Gómez, 1924-1925).

241 Esta es una característica importante de la obra de Royo y Gómez, y que acostumbró a realizar desde sus primeros estudios. Por ejemplo, en su Tesis Doctoral hace una extraordinaria revisión bibliográfica del material original y revisión de antecedentes (262 títulos). Este trabajo metodológico ha sido catalogado como una verdadera aportación a la estratigrafía del Terciario Continental Ibérico. De la misma forma que en Colombia ya había hecho en España un catálogo de prácticamente todas las citas de moluscos que se habían realizado hasta entonces, además realizó notas y reseñas de otros aspectos de la geología española y de diferentes obras de geología. Estos documentos se encuentran especialmente en el FPC-MNCN, Secc. JRG, Cajas 137 y 138.

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En cuanto a la bibliografía utilizada por Royo y Gómez, se puede anotar que prosiguió con el uso de sus referentes europeos (incluyendo la Unión Soviética), aunque poco a poco dio paso a las publicaciones norteamericanas que le sugerían, que utilizaban sus colegas y compañeros de investigación, o que se reseñaban en las publicaciones científicas. Es evidente su gran interés por la rigurosidad en materia bibliográfica, por la organización, la consulta y la referencia de la misma. Existen numerosas pruebas de ello. Por ejemplo, en la correspondencia epistolar y bibliográfica sostenida con Miquel Crusafont (farmaceuta y, por entonces, aspirante a Doctor en Ciencias Naturales y director de la Sección de Paleontología del Museo de la Ciudad de Sabadell), con quien estableció una especie de asesoría a larga distancia, el geólogo de Castellón incluye sugerencias y correcciones a partir de una serie de atribuciones erróneas observadas en los trabajos enviados para su comentario por Crusafont y J.F. de Villalta, y que ejemplificaba, según Royo y Gómez, la sistemática ignorancia de la bibliografía de la década de 1940 proveniente de España, el silenciamiento carente de ética del trabajo hecho por los geólogos y paleontólogos exiliados. Su recomendación fue recopilar un fichero basado en las presentaciones orales de la RSEHN desde la década de 1920, y termina comentando que,

«No crean Vds. Que lo que les digo sea consecuencia de estar despechado, no, yo soy de los que miran al provenir más que al presente y al pasado, y tengo la seguridad que la verdad prevalecerá siempre y que se pondrá en ridículo el que emplee esos procedimientos reñidos con la moralidad científica. Por esto mismo yo les doy aquel consejo para que no puedan ser confundidos con esa clase de elementos, cosa que sentiría verdaderamente»242

En Colombia, Royo y Gómez tomó medidas para solucionar los problemas de atribuciones y referencias, empleando un sistema similar al sugerido a Crusafont; es decir, conformando un listado basado en estudios anteriores,

242 Fons Miquel Crusafont, doc. AMC 045b/CProf/4762 (carta de Royo y Gómez a Crusafont y Villalta del 23 de noviembre de 1948).

muchos de los cuales se desconocían, se desdeñaban o simplemente no estaban siquiera traducidos al castellano, cosa que en algún caso efectuó él mismo243. Algunas de sus aportaciones en este asunto son los Resúmenes Bibliográficos de E. Hubach y B. Alvarado (junio de 1942)244; Geología Minera de Colombia (septiembre de 1942)245; Numerosas notas bibliográficas en la revista “Ciencia” de México (1944)246; la publicación de la CEGOC, Tomo V (1945); “Historia sobre los Estudios Geológicos de Antioquia” (octubre de 1946)247; la “Bibliografía Geológica, Geográfica y Minera de Colombia” publicadas en la CEGOC (1945)248, ésta última considerada como la primera compilación de la bibliográfica colombiana sobre tales temas, con cerca de un millar de referencias sobre notas, revistas, libros y planos relacionados con el territorio colombiano. En el preámbulo de la publicación CEGOC (1945), se leen las palabras de Royo y Gómez que describen como,

«Desde que di comienzo, hace 3 años y medio, a mis trabajos en el Servicio Geológico Nacional, me he preocupado, en las horas libres, de recoger cuantos datos bibliográficos existieran sobre la geología de Colombia. Como muchas veces es difícil separar los trabajos geográficos de los geológicos y [como]

aquellos son, además, indispensables para éstos, los fui reuniendo todos al mismo tiempo. Dentro de los geológicos he comprendido, como es natural, a los paleontológicos, los mineralógicos y petrográficos, los mineros y los sismológicos.

Los títulos se han ordenado por el orden alfabético de los autores y revistas, en espera de hacer una nueva distribución por materias […] El Doctor Benjamín Alvarado, Jefe del Servicio Geológico Nacional, había iniciado por su parte una recopilación parecida y ahora, al presentar este trabajo a la División de Geología y Geofísica del Instituto, le he agregado algunos datos tomados de aquella,

243 Ejemplos de ello son la traducción del informe Contribución a la Geología de la República de Colombia, realizado por E. Landerberger en 1926, otra del alemán sobre geología colombiana de Bert (Doc. F-JRyG 328/Mans/Carp20 [1944]), y la de un texto del geólogo y paleontólogo francés Raymond Furon L’érosion du sol, 1947 (Doc. F-JRyG 788/Mans/Carp47). (corregida y completada) de este trabajo, publicado con anterioridad como Estudio Técnico 3 en las publicaciones del Instituto Colombiano de Petróleos.

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especialmente de carácter minero, que faltaban en la mía […] pasan de 800 los títulos que figuran en esta lista, que, con seguridad, no es aún completa […] Con este fin es mi deseo completarla y suplir los defectos que en ella puedan existir».

Royo y Gómez cumplió parcialmente este propósito con la publicación de las “Adiciones y Correcciones a la Bibliografía geológico, geográfica y minera de Colombia” como separata del tomo VIII de la CEGOC (1950)249. A pesar de que fuera el primer paleontólogo de moderna preparación arribado a Colombia y de la supuesta laxitud que ello permitía en un ambiente escaso de estudios anteriores, gran parte de la nomenclatura bio-estratigráfica y de las atribuciones de formaciones y especies de los estudios anteriores (especialmente los producidos por los científicos de la CCN y de la exploración petrolera) fueron conservadas y citadas por él. Acostumbraba hacer notas dactilografiadas sobre los datos aportados por los geólogos anteriores a él, apuntes que se conservan en los legajos del FRG-MGC, datos que citó implacablemente en las bibliografías de sus informes, e incluso remitía en cartas a los colegas que desde el exterior se lo solicitaban250. Finalmente, cabe decir que Royo y Gómez también fue encargado por sus superiores (director del SGN y Ministerio) para la edición y publicación de varios tomos de la CEGOC (tomos V y VI)251 y del Boletín de Minas y Petróleos.

4.4.2 La labor bibliotecaria

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