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TERCERA PARTE: RESULTADOS DEL ANÁLISIS EMPÍRICO

6.3 El origen social de los titulados

A partir de la encuesta 2008, los Estudios de Inserción Laboral de AQU Catalunya incluyeron algunas preguntas que indagaban sobre el origen social de los titulados que participan en las encuestas. El origen social se midió a partir de dos variables: nivel educativo y nivel ocupacional de los padres. Ambas variables presentaron un nivel significativo de correlación90, pero se ha desestimado la posibilidad de elaborar un indicador único de origen social y a lo largo de la tesis se utilizan las dos variables como aproximaciones a la clase social de los titulados, sobre todo cuando las diferencias en los resultados permiten establecer matices en función del significado de cada uno de los indicadores.

6.3.1 La ocupación de los padres

El nivel ocupacional de los padres en las encuestas se puede conocer a partir de la integración de varias preguntas sobre la situación ocupacional tanto del padre como de la madre, ya fuera la actual o la pasada –en caso de jubilación–. En ambos casos, en primer lugar se preguntaba si se trataba de un trabajo por cuenta propia o por cuenta ajena. Si el trabajo era por cuenta propia, los titulados tenían que especificar si se requería tener un nivel universitario o no. Por el contrario, si el trabajo era por cuenta ajena, se preguntaba sobre el tipo de trabajo, con las siguientes opciones de respuesta:

“dirección/gestión”, “técnico superior”, “cualificado” o “no cualificado”.

A partir de estas preguntas, se construyó una variable sintética que integra la ocupación del padre y de la madre, para obtener el máximo “nivel ocupacional familiar” (NOF).

Con la integración de los trabajos por cuenta propia (dos categorías) y por cuenta ajena (cuatro categorías), se obtuvo una variable de seis categorías. Posteriormente dicha variable se recodificó en una variable con tres categorías, que apunta haca una jerarquía

90 La V de Cramer que resulta a partir de la prueba de chi cuadrado, tomando en cuenta las variables que se describen en este apartado, es de 0,4 en ambas encuestas (p = 0,000). Sobre todo destaca la alta correlación entre las categorías altas de educación y ocupación (residuos corregidos en 2008 = 55,3; en 2011 = 60,1) y las más bajas (residuos corregidos en 2008= 42,9; en 2011 = 46,3).

en la estructura ocupacional de los padres de los titulados: nivel oc upacional familiar alto, medio y bajo. En la Tabla 19 se muestran las frecuencias de ambas variables, así como la manera en que se integraron la variable original en la variable sintética.

Tabla 19: Nivel ocupacional familiar de los encuestados

2008 2011

Cuenta propia: funciones no universitarias 2382 20,6 2325 19,3

Medio: cuenta ajena cualificado 3691 31,9 3366 28,0

Alto 4079 35,3 4880 40,5

Cuenta ajena: dirección 1833 15,8 1967 16,3

Cuenta ajena: técnico superior 1457 12,6 2076 17,2

Cuenta propia: funciones universitarias 789 6,8 837 7,0

Total 11571 100,0 12041 100,0

Perdidos 200 178

La distribución de los niveles ocupacionales entre los padres de los titulados presenta una estructura similar en ambas encuestas, aunque con diferencias estadísticamente significativas en el porcentaje en las categorías alta y media91. Es decir, en ambas encuestas el porcentaje mayor corresponde a la categoría alta, que integra a los padres que tienen puestos de dirección o de técnico superior –cuenta ajena– y los padres que trabajaban por cuenta propia con funciones universitarias. En segundo lugar, los padres con categoría ocupacional baja, que trabajaban por cuenta ajena en puestos no cualificados o por cuenta propia sin funciones universitarias. Finalmente, los padres ubicados en la categoría media: cuenta ajena cualificada.

Como se mencionó anteriormente, se observó un aumento en los padres con la categoría más alta y una disminución en la categoría baja. Sin embargo, aunque en el caso de la categoría alta se encontró un valor estadísticamente significativo con respecto a la diferencia de porcentajes, no se considera conveniente extraer conclusiones respecto a un posible cambio en la estructura de clase de los titulados. Para ello habría que llevar a cabo análisis adicionales y sobre todo hacer mediciones que abarcaran periodos mayores al que existe entre las dos encuestas analizadas en esta investigación.

91 Prueba de comparación de proporciones: categoría alta Z = -5,05, categoría media Z = 3,57, categoría baja Z = 1,21. En esta prueba, si el valor absoluto de Z es superior a 1,96 –con un nivel de confianza de 95%– se rechaza la hipótesis nula de que las dos proporciones analizadas son iguales, por tanto, se puede afirmar que las proporciones son diferentes de forma estadísticamente significativa.

6.3.2 Nivel formativo de los padres

La medición del nivel educativo de los padres está construida a partir de la pregunta

“¿cuál es el máximo nivel educativo alcanzado por tus padres?”, con cinco respuestas posibles: primario o sin estudios, uno de los dos padres nivel medio, los dos padres nivel medio, uno de los dos padres con estudios superiores y los dos padres con estudios superiores. A partir de estas respuestas, se construyó una variable sintética, que toma en cuenta el máximo nivel educativo alcanzado por alguno de los dos padres, aunque sin que sea posible determinar si es el padre o la madre quien lo ha alcanzado. Se ha denominada a esta variable “nivel formativo familiar” (NFF). En la Tabla 20 se muestra la distribución de esta variable, tanto las respuestas originales como el resultado de la integración de las respuestas en tres categorías: nivel primario, medio o superior.

Tabla 20: Nivel formativo familiar de los encuestados

2008 2011

Frecuencia Porcentaje válido92 Frecuencia Porcentaje válido

Primario 4730 40,3 4445 36,5

Medio 3573 30,4 3683 30,3

Uno 1757 15,0 1504 12,4

Ambos 1816 15,5 2179 17,9

Superior 3445 29,3 4046 33,2

Uno 1969 16,8 2136 17,5

Ambos 1476 12,6 1910 15,7

Total 11748 100,0 12174 100,0

Perdidos 23 45

Si se toman en cuenta las categorías más amplias –estudios hasta primarios, hasta medios o hasta superiores– se puede observar que la estructura del nivel educativo de los padres de los titulados se acercaría a una división por tercios, sobre todo en la encuesta de 2011. Además, hay una diferencia estadísticamente significativa entre encuestas en el porcentaje de padres con estudios superiores (Z = -3,62) y el porcentaje de padres con estudios primarios (Z = 3,74).

Ante tales resultados, caben dos hipótesis: que la universidad se haya vuelto más desigual o que estos porcentajes reflejen una evolución en el logro educativo de la población en general. Una posible vía de exploración es el análisis de la evolución del

92 El cálculo del porcentaje válido excluye los casos perdidos. En todas las tablas de frecuencia los casos perdidos incluyen las opciones de “no aplica” y “no sabe/no contesta”.

nivel educativo de la población en general y compararla con la estructura del nivel educativo de los padres en cada encuesta.

En este sentido, Planas y Fachelli (2013; 2010) concluyeron que había una diferencia clara entre el nivel educativo de los padres de los titulados universitarios y el correspondiente a su generación. A partir de las mismas encuestas que se utilizan en esta tesis, los autores calcularon un “índice de presencia” que comparaba el nivel educativo de la generación de los padres de los titulados –con datos del Censo de Población– con el nivel educativo de los padres de los universitarios. El índice refleja el cociente que resulta de dividir el porcentaje de los padres de los universitarios con determinado nivel educativo entre el porcentaje del mismo nivel en la población en general.

Como puede observarse en la Tabla 21, a pesar de la diferencia que ya se mencionó en los niveles primario y superior de una encuesta a otra, los índices de presencia son prácticamente iguales en las dos generaciones, es decir, que se mantiene la misma estructura de desigualdad que cabía esperar de acuerdo al marco teórico (Ariño y Llopis, 2011; Mora, 1997): los padres con niveles superior están claramente sobrerrepresentados, mientras que los padres con nivel primario, a pesar de que tienen el mayor peso relativo, están infrarrepresentados en comparación al peso de generación.

Dicho con otras palabras, en la universidad hay más hijos de padres con niveles primarios, pero menos de los que “les tocaría” si la universidad pretendiera reflejar los niveles educativos de la población.

Si bien los padres con niveles superiores de la encuesta 2011 tienen un peso relativo mayor que los de 2008 y los del nivel primario menor que en 2008, queda claro que, aun con los cambios, ninguna de las dos encuestas refleja la composición del nivel de estudios de la población en general.

Tabla 21: Comparación entre el nivel educativo de los padres y el nivel educativo de la generación de los padres, de acuerdo al Censo de Población. Índice de presencia93

2008 2011

Nivel primario 0,59 0,56

Nivel secundario 1,74 1,56

Nivel superior 2,07 2,17

Fuente: Fachelli y Planas (2013).

Los datos mostrados en este apartado permiten concluir que, entre la encuesta 2008 y 2011 se mantiene prácticamente la misma estructura de desigualdad en la composición social de los universitarios, es decir, que el cambio en la estructura interna de los niveles educativos de los padres de los titulados podría estar reflejando el cambio en el logro educativo de la población. Sin embargo, además de que este análisis trasciende los objetivos de esta tesis y requeriría datos adicionales, esta conclusión habrá que tomarla con sumo cuidado, ya que, como afirman los autores, un periodo de tres años seguramente no es el más indicado para analizar un fenómeno tan complejo.