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I. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE LA INVESTIGACIÓN

2. El perfil profesional de músicos y docentes

El perfil profesional y las competencias artísticas y educativas tanto de los músicos como de los docentes es un tema de gran relevancia en las asociaciones, ya que pueden influir tanto en los roles que adoptan los músicos y los docentes en el aula como en las relaciones de colaboración que se desarrollan entre los participantes. En este sentido, Sanderson y Savva (2004) establecen tres categorías tanto en artes como educación, según el grado de experiencia de las personas:

- Los maestros que tienen formación en alguna disciplina artística como parte de su formación en educación, y que son docentes en educación primaria.

- Los artistas que tienen formación en alguna disciplina artística y en educación, y que son docentes “especialistas” en educación secundaria.

- Los artistas profesionales que también trabajan en diferentes contextos educativos, como complemento de su actividad artística profesional.

Pero en nuestro contexto nos centraremos en los maestros y en los artistas profesionales. Tal y como explican Rolle, Weidner, Weber y Scholothfeldt (2018), los compositores que participan en los proyectos de colaboración no se consideran docentes ni educadores. De esta manera, generalmente a los compositores se les atribuye el rol del experto en arte, mientras que los educadores adquieren un rol de soporte, en muchos casos encargados de realizar las tareas organizativas. Ante estas diferencias, autores como Partington (2018) o Sinsabaugh (2006) resaltan la complejidad que supone trabajar de manera equitativa y colaborativa entre los socios, así como la dificultad de conseguir el equilibrio entre la participación del artista y del docente en la asociación.

A continuación, exponemos de forma más detallada la naturaleza de las competencias y los conocimientos de los músicos y docentes:

2.1 Las competencias profesionales de músicos y docentes

Tanto los músicos como los docentes presentan diferentes habilidades y competencias, desarrolladas en mayor o menor medida según su experiencia y

trayectoria profesional. Estas competencias pueden ser fruto tanto de los talentos naturales como de su propia experiencia de aprendizaje como músicos, compositores o docentes. Sin embargo, de entrada, la separación entre los términos músico y docente genera una dicotomía entre sus habilidades y competencias artísticas y pedagógicas. No obstante, la realidad es más compleja.

Según Smith (2018), el perfil profesional del “docente” o el perfil profesional del

“músico” frecuentemente se consideran relacionados o vinculados entre sí. Por esta razón, el autor reflexiona sobre el perfil profesional de los músicos que también son docentes, o de forma inversa, los docentes que también son músicos en los proyectos de colaboración entre músicos y docentes. Pero independientemente de su perfil profesional, también se ha constatado que tanto los músicos tienen recursos pedagógicos, como los docentes tienen recursos artísticos (Brinck, 2018).

Cuando centramos la mirada en el perfil competencial de los músicos, Smith (2018) resalta que el trabajo de los músicos engloba otros aspectos no exclusivamente musicales. Y entre estos aspectos encontramos que, como músicos, también pueden enseñar en escuelas, institutos, universidades, así como en otros centros educativos.

Luego, ser músico no excluye ser docente, y con frecuencia las personas que se identifican como músicos también ejercen la docencia. En este sentido, Smith (2018) incide en la importancia de reconocer definiciones más amplias de lo que significa ser músico, valorando habilidades no solamente musicales sino también valorando sus roles de enseñanza dentro de la comunidad, tanto en la educación superior como en el entorno escolar. De esta manera, y sin excluir el enorme potencial de los proyectos donde los músicos colaboran con los docentes, el autor también destaca las formas en que los músicos ejercen como docentes y su importancia en la formación de futuros profesionales. Esto es lo que Randles (2018) denomina el “artista docente”, aunque incide en que generalmente éste presenta un rol diferente al del maestro de música. La particularidad de la figura del artista docente es que continúa desarrollando su actividad como músico o artista, al mismo tiempo que desarrolla su perfil profesional de docente, haciendo que las competencias de docente y de músico residan en la misma persona.

Para el autor, en algunos casos, estas competencias deberían de ser inseparables.4 Sin embargo, cuando centramos la mirada en el perfil competencial de los maestros, aparecen algunos problemas que surgen de la dicotomía entre el perfil profesional de músicos y docentes, y que pueden repercutir en la educación musical. A nivel general, podemos decir que, en muchos casos, la autopercepción de los maestros sobre sus habilidades y competencias musicales se sitúa en bajos niveles de confianza musical. En este sentido, Partington (2018) manifiesta que frecuentemente el trabajo en colaboración del docente junto con el artista puede evidenciar aún más esta autopercepción de los maestros, ya que se establece una jerarquía en cuanto a las habilidades y competencias musicales, así como en cuanto al desarrollo profesional y musical entre los participantes. Esto ocurre, sobre todo, cuando el experto muestra en el aula sus habilidades técnicas, hecho que según la autora puede distanciar a los docentes y perjudicar la colaboración efectiva.

Finalmente, Brinck (2018)5 observa como estas dicotomías son difíciles de eliminar y aporta algunos argumentos que pueden ayudar a conciliar esta visión dualista de los perfiles profesionales:

- Desde la perspectiva del músico, una de las soluciones podría ser la ampliación de la concepción de lo que constituye el aprendizaje musical. El autor identifica importantes recursos pedagógicos que podrían unir la propia práctica artística de los músicos con la práctica de enseñar a los otros. Esto significa que el aprendizaje musical también proporciona a los alumnos diferentes herramientas, no solamente para desarrollar la profesión artística sino también para desarrollar las habilidades educativas que les permitirá enseñar a los otros. Es decir, educan a los músicos también como futuros profesores.

4 Este autor explica su visión sobre el perfil profesional de músicos y docentes a través de su experiencia como músico profesional y profesor de música de estudiantes con necesidades especiales, quienes normalmente necesitan diferentes y diversas estrategias educativas.

5 Este autor explica su visión sobre el perfil profesional de músicos y docentes a través de su experiencia como músico profesional que también ejerce de profesor de escuela de música, y analiza de manera teórica el aprendizaje que realizan sus alumnos.

- Desde la perspectiva del docente, el autor considera que podría mejorarse su visión si se fomentara la participación y el desarrollo profesional del profesor de música como artista, y también la participación y el desarrollo profesional del músico como docente.

Después de lo expuesto y desde nuestra perspectiva, consideramos que para el desarrollo de las asociaciones colaborativas con músicos son necesarias las competencias tanto del músico como del docente. Por tanto, el diseño de los proyectos de colaboración tendría que tener en cuenta que músico y docente contribuyan a la asociación con sus competencias específicas, creando una asociación de interdependencia positiva.

2.2 El conocimiento profesional de músicos y docentes

El conocimiento profesional de los participantes también puede generar dicotomías en cuanto al conocimiento específico del experto y el conocimiento pedagógico. Kinsella, Fautley y Evans, en su estudio sobre el conocimiento profesional en los proyectos de asociación entre docentes y compositores (2018), identifican tres tipos de conocimiento: el “conocimiento del pensamiento compositivo”, el

“conocimiento de contenido pedagógico” y de manera superpuesta entre estos dos, un tercer conocimiento que lo denominan el “conocimiento del dominio del sujeto” (p.

188).6 Mientras que el primero de ellos se identifica con los compositores y el segundo de ellos se identifica con los docentes, es el tercero el que aparece de manera característica cuando el compositor profesional entra en el aula y contribuye al desarrollo de un nuevo contexto educativo.

6 Traducción del inglés de los conceptos “Composerly Thinking Knowledge”, “Pedagogical Content Knowledge” y “Subject Domain Knowledge”.

Figura 2: “Dominios superpuestos de conocimiento profesional” (Traducción de “Overlapping domains of professional knowledge” en Kinsella et al. (2018, p. 189).

Así pues, de igual manera que ocurre con las competencias, en el caso del conocimiento profesional también se evidencian ciertas dicotomías, pero que de acuerdo con Kinsella et al. (2018) presentan la particularidad de que los dominios del conocimiento aparecen superpuestos. Esto hace que cuando el compositor entra en el aula, su conocimiento profesional no es tan sólo sobre composición musical sino que su propia práctica también recoge conocimientos sobre cómo enseñar, es decir, aspectos propios de los docentes y de la didáctica de la composición.