El conocimiento que transmiten los artistas en el aula

A lo largo de este último apartado concretamos el conocimiento que transmiten los artistas cuando entran en el aula, destacando algunas particularidades en torno al conocimiento que transmiten los compositores en los proyectos de colaboración.

Griffiths y Woolf (2009) nos introducen que lo que los artistas hacen en las escuelas está fuertemente influenciado por las formas en que aprendieron a ser artistas.

Por consiguiente, ni a los autores ni a nosotros nos sorprende la existencia de ambigüedad sobre el tipo de aprendizaje que está sucediendo.

Por lo general, y según explica Pringle (2009), los artistas expresan y apoyan la importancia de transmitir sus conocimientos y habilidades a los alumnos a través del proceso de creación artística, es decir, transmitir el aprendizaje a los alumnos a través de su propia práctica artística, lo que denominan “la importancia de aprender haciendo”.

Los artistas también inciden en dos aspectos: observar y ser críticos con los productos creativos, así como participar de las actividades y de los procesos creativos, lo que contribuye a que los alumnos adquieran una mayor confianza para interpretar el arte de manera independiente. Así mismo, los artistas generalmente perciben su propia práctica como un “proceso experiencial de búsqueda conceptual”, que comprende aspectos como la inspiración, el pensamiento crítico y la construcción de significados. Podemos decir que los artistas analizan, reflexionan y toman decisiones de manera constante con respecto a su trabajo, generando un modelo de aprendizaje creativo basado en la experimentación y la investigación que generalmente transmiten a los alumnos.

Otro de los aspectos que Hall y Thomson (2017) destacan, es que los artistas utilizan un lenguaje técnico en relación con el proceso creativo o su profesión, independientemente de la edad o el nivel de aprendizaje de los alumnos. Según ellos, esto contribuye a que los alumnos puedan pensar y hablar como artistas, haciendo

avanzar el aprendizaje específico tanto a nivel cognitivo como en relación con las habilidades y competencias artísticas (School of Education, University of Nottingham, s.

f.).

Seguidamente, resaltamos algunos aspectos con relación a cómo los compositores transmiten su conocimiento y experiencia profesional en el aula.

a) Los conocimientos en torno a la creación musical

El conocimiento profesional que transmiten los compositores cuando entran en el aula se desarrolla básicamente en torno a la composición musical, aunque Kinsella et al. (2018) explican que también contribuyen con otros aspectos conectados con sus propias prácticas, tales como crear, fomentar y desarrollar ideas musicales creativas.

b) El traspaso de la identidad profesional

En relación con las propias prácticas como compositores, tanto los músicos como los compositores consideran relevante transmitir su propia experiencia como músico o compositor, lo que Holgersen, Bruun y Tjagvad (2018) denominan “identidad musical”.

Nos referimos a los conocimientos en torno a la creación musical que son tratados desde su propia experiencia como músicos o compositores. Y en la misma línea, los compositores consideran a todos los alumnos como compositores potenciales. Ello quiere decir que tanto la idea que engloba el proyecto como lo que transmite el propio compositor es que “todos pueden componer música” (p. 212), por lo que invita a todos los participantes, incluido el docente, a componer y facilitar la composición.

c) El compositor como modelo para la composición

El conjunto de los aprendizajes y la forma en la que se desarrollan en las aulas hace que los compositores se conviertan en un modelo para los alumnos. Según Partti y Väkevä (2018), los compositores proporcionan un modelo en cuanto a lo que significa

“ser compositor”, se convierten en facilitadores de los procesos creativos y se esfuerzan por evidenciar, transmitir y afianzar los procesos de composición de los alumnos.

Además, los compositores desmitifican la composición musical, normalizando y

mostrando el trabajo de compositor a los alumnos en las diferentes etapas de composición, grabación y producción de canciones. De manera sintetizada, puede decirse que el objetivo de los compositores es facilitar a los alumnos el desarrollo de la composición y los procesos creativos.

d) El proceso y el producto en los proyectos de colaboración

Para concluir esta parte, y aunque nos desviamos un poco del foco que nos ocupa (que es el conocimiento que transmiten los compositores en el aula), hacemos unas consideraciones en torno a la evaluación de los proyectos de colaboración entre compositores y docentes y sus resultados. Partti y Väkevä (2018) se plantean si los criterios de calidad con relación a los proyectos de colaboración entre compositores y docentes se establecen según los objetivos de la educación o si, por el contrario, los criterios de calidad se establecen según los intereses de la industria musical o las entidades organizadoras. De la misma forma, también se plantean los criterios de calidad con relación al trabajo creativo de los alumnos, determinando si esta calidad se establecerá a partir de los productos musicales de los alumnos o si, por el contrario, esta calidad se establecerá teniendo en cuenta el proceso creativo y de aprendizaje experimentado por los alumnos.

En este sentido, Sawyer (2003a), a través de Kinsella et al. (2018), destaca el enfoque de los productos creativos a través de los procesos creativos que los generan, de manera que el foco de estudio de la creatividad en grupo está en el proceso. Resaltan la idea de que el objetivo del proyecto no es el rendimiento, y destacan los procesos de composición musical como una parte relevante del mismo. Por tanto, no solamente hay que valorar o tener en cuenta el resultado final sino también el proceso creativo que experimentan los alumnos durante los talleres, así como el aprendizaje musical que aporta la experiencia.⁸

8 Aunque el proyecto que analizan los autores finaliza con una presentación pública, esta actuación final es considerada como una oportunidad donde los alumnos pueden compartir sus experiencias, sus creaciones musicales y su aprendizaje con un público más amplio. Sin embargo, los autores consideran que el éxito del proyecto es el aprendizaje de los alumnos y no el resultado final.