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I. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE LA INVESTIGACIÓN

7. Los problemas, dificultades y desafíos en el desarrollo de las asociaciones con

7.4 Valoraciones, perspectivas y desafíos desde la perspectiva del alumno

7.4.2 Las aportaciones de Burnard y Swann

En relación con el aprendizaje con artistas, Burnard y Swann (2010)58 exponen que los alumnos resaltan tres aspectos: las relaciones de aprendizaje significativas que se desarrollan entre los alumnos y compositores, la dimensión emocional que se desprende del contacto entre alumnos y compositores, y la importancia del contexto físico en el que se desarrolla el aprendizaje entre alumnos y expertos.59 Veamos cada uno de ellos a continuación:

a) Respecto a las relaciones de aprendizaje

Se constata que las relaciones que se establecen entre los alumnos y los músicos profesionales inspiraron el aprendizaje de los alumnos. Desde la visión de los alumnos, éstos destacan algunos aspectos clave de cómo percibieron este aprendizaje y que podemos concretar con las siguientes acciones:

57 Como hemos mencionado anteriormente, “Small Composers” es un proyecto de corta duración donde un compositor y un músico entran en el aula durante dos sesiones. Aunque el docente realiza una sesión introductoria a la visita de los músicos, el proyecto de creación se desarrolla durante las dos sesiones en las que los expertos están en el aula.

58 Estos talleres se extienden en un periodo de 18 meses, en los que los alumnos interactúan con un compositor y tres intérpretes profesionales especialistas en prácticas contemporáneas. En este caso, los alumnos tienen entre 11 y 19 años y participan y colaboran creando nuevas obras. El objetivo de los talleres es experimentar, componer y representar piezas inspiradas y creadas en diversos espacios concretos.

59 Destacamos la publicación de Burnard y Swann (2010) debido a que se trata de un artículo que nos proporciona una visión detallada de la propia percepción de los alumnos que participan en proyectos de colaboración entre compositores, músicos y docentes.

- Los artistas como “expertos” y como “guías” de los alumnos. Los alumnos perciben a los músicos y a los compositores como profesionales, reconociendo y valorando sus conocimientos como experto. Además, también perciben a los compositores como guías que trabajan junto a ellos, aportando y aplicando nuevos recursos y técnicas en torno a la creación musical.

- Los artistas promueven y facilitan la colaboración. Los alumnos destacan que los compositores fomentan y facilitan la relación de colaboración entre ambos, compartiendo y creando conexiones entre ellos. En este sentido, los alumnos no perciben a los artistas como docentes. Cuando los alumnos comparten, trabajan y componen junto con los artistas, los alumnos sienten que los artistas les tratan como si fueran músicos. Según las autoras, esto promueve una relación de confianza con los alumnos y contribuye a que los estos últimos desarrollen una visión “experta” de lo que es la composición musical.

- Los artistas ayudan y motivan a los alumnos. Los compositores se adaptan a los conocimientos y competencias de los alumnos como compositores e intérpretes.

De esta forma, los alumnos se sienten como iguales y en este sentido, destacan que los compositores no les indicaban cómo hacerlo, sino que les proporcionaban consejos para mejorar y entender sus creaciones. Según las autoras, aunque los alumnos reconocen la experiencia de los compositores, los compositores promovieron una relación no jerárquica con los alumnos, en la que consideraban a los alumnos compañeros de aprendizaje.

- Los artistas dialogan y componen junto con los alumnos. El diálogo y el trabajo compartido entre los compositores y los alumnos promueve que los alumnos se sientan valorados como individuos y tratados como verdaderos compositores, y no solamente como alumnos. Además, y según las autoras, los compositores componen junto con los alumnos, por lo que el proceso de aprendizaje que transmiten los artistas tiene relación con su propia práctica artística.

- Los artistas reconocen la “autoría” de los alumnos. Los alumnos no se sienten obligados a aceptar las propuestas de los compositores, puesto que la retroalimentación de los compositores es concreta, pero no prescriptiva. Esta

retroalimentación permitió a los alumnos formular y desarrollar sus propias ideas, así como reflexionar y modificar sus ideas iniciales. De esta manera, los alumnos sienten que los compositores respetan sus ideas y que tienen el control sobre su propio aprendizaje, lo que fomenta la independencia de los alumnos.

b) Respecto a la dimensión emocional

El aprendizaje que se genera entre el artista y los alumnos conlleva una dimensión emocional que lo hace característico de los proyectos de asociación entre compositores y docentes. En este sentido, los alumnos manifiestan lo siguiente:

- Perciben el trabajo con los compositores como una experiencia personal. Los compositores ayudan a que los alumnos adquieran sus propias responsabilidades y fomentan que tomen sus propias decisiones como compositores. De esta forma, los alumnos se sienten parte del proyecto compartiendo y componiendo música junto con el artista, así como explorando sus propios sentimientos e ideas como compositores.

- Se sienten valorados por los compositores. Los compositores hacen sus intervenciones respetando y considerando las ideas y las propuestas compositivas de los alumnos, por lo que los alumnos se sienten valorados por los artistas. Los compositores promueven los talentos de los alumnos, por lo que los alumnos aumentan su confianza como compositores.

- Muestran algunas reacciones negativas. También se detectaron reacciones negativas por parte de algunos alumnos, que finalmente se convirtieron en un reto a superar. Entre ellas, destacamos las siguientes:

• Algunos alumnos buscaron constantemente la aprobación externa de su trabajo, lo que en algunos casos provocó inseguridad durante el proceso de creación o anticipación del fracaso.

• Algunos alumnos mostraron ansiedad, preocupación o frustración. En algunos casos, les resultó difícil desplazarse por las diferentes fases del proceso compositivo. Esto seguramente fue debido al hecho de realizar

una actividad desconocida para ellos, sin conocer exactamente qué es lo que tenían que hacer o qué se esperaba de ellos con relación al resultado.

• Algunos alumnos expresaron que el proceso de composición fue difícil.

En este sentido, algunos alumnos reaccionaron con impaciencia y negativamente durante el largo proceso de creación. Además, algunos alumnos no valoraron de manera positiva la autonomía durante el proceso compositivo.

Ante estas situaciones, Burnard y Swann (2010) resaltan que la respuesta de los compositores a este tipo de emociones fue explorar y reflexionar sobre los sentimientos de los alumnos, resaltando aspectos como la resiliencia, la toma de riesgos o los errores como elementos positivos que formaban parte del proceso compositivo. Tal y como se recoge en la siguiente cita:

Estas respuestas son elementos de una experiencia auténtica y parte del proceso de aprendizaje exitoso, que a su vez es desafiante, estimulante, frustrante, emocionante, desconcertante y satisfactorio. (…) En el proceso de aprender a componer, los artistas pudieron ayudar a los alumnos a abrir nuevas posibilidades de aprendizaje y presentarles el desafío de lo desconocido. (Burnard y Swann. 2010, p. 77-78)

Podemos concluir que, según las autoras, el hecho de que los alumnos muestren respuestas emocionales muy diferentes en torno al aprendizaje con artistas también es una evidencia del éxito del proyecto.

c) Respecto a los contextos para el aprendizaje

Finalmente, se observó que el contexto físico o lugar donde se produce el aprendizaje entre artistas y alumnos repercute de manera positiva en la participación y en el compromiso de los alumnos en el proceso compositivo. El estudio reveló que utilizar espacios fuera del contexto escolar, además de favorecer las cualidades acústicas del espacio físico de la escuela, también sirvió como inspiración para los alumnos.

Además, resultó ser una oportunidad y un estímulo extra para el aprendizaje de los alumnos, lo que contribuyó a que éstos desarrollaran su propio potencial como compositores.