ArioIV. SABADO 20 DE SETIEMBRE DE
1856.
EL ECO DE LA VETERINARIA.
PERIODICO DE INTERESES MORALES Y MATERIALES.
REDACTADO POR
ÍDw oASiHjuef "^ivíaá ^ oMfad*, (3¡}om áuctu ^effes ^ CD^'U iíccHicw §.
-■■I' 'o • ■ ■
PUBLICA TRES VECES AL MES.
PRaCIrtS DE Sl]SCtílC10N.=En Madrid, por un mes,
S
rs. por 1resid. 8. En provincias,
por tresid. 16
reales ó 22sellos sencillos del
franqueo
decartas.L'llraniar
yestrangero, por unaño, SO.—PUMOS DE SÜS-
ClllGlON.—En Madrid: En la Administración, calle de los Caños, número
7,
cuartobajo —En proviticias
en«asa delos
corresponsales
enlos
puntos en quelos hay, ó girando letra soLre
correosá favor del Administrador
D.
Joaquin G.
yAlexia, ó bien à favor de la 'Jedaccion, sita
enla calle de Colon, número 12, cuarto 4.'
iwawi
Aeademia \eterinaiiia de Barcelona.
Sesión eslraordinaria del Q de
junio de 1856.
PftESlDEMCIADE D. GERÓNIMO DARDER.
Abierta á lasonce ele là mañanacon
asistencia de
los señores Darder*, Revascall,
Presta, Tellez Vieeux,
Torrella,Gaasch, M^sip
yel infrascrito seGrelario, despuas de aprobada el
actade la anterior,
seproce¬dió á la lectura de la
correspondiente
ála sesión
del 21 de abril, que
fué igualmente aprobada. Acto
eontiniio, el señor Viñas
presentó
sudictárnen sobre
t\
grado de instruceion
quedeben tener los aspi¬
rantes á alumnos en las Escuelas de Veterinaria,
reasumiendo en él los de los señores Tellez y
Mensa,
como á mas conformes con el común parecer
de la
Academia, que
fuéàpróbado
sin disensión y .seacordó
que pasaseá
la
central.Leyó
à couliniiacionel señor
Tellez la representaciónque
sobre provision de sub- delegaciones de Sanidad
sedispuso
elevarai ministe¬
rio de la Gobernación, cuyo
trabajo lomó aquel á
su cargo porlas circunstancias
que àla
sazónrodeaban
al secretario y que
le imposibilitaban de
ocuparse en ningún asusto académico.La
serie deconsideracio¬
nes y
la solidez de los
argumentosempléalos
porel
señorTellez para encarecer la
necesidad
déun pron¬to
arreglo de subdeiegaciones de Sanidad
yprovision
de estas en
profcseres veterinarios, mereció la
apro¬bación de loa señores académicos:
dispúsose,
empero,que solo los
profesores veterinarios de 1.* clase,
pu¬dieran desempeñar el cargo de
subdelegados;
queá-
falta de elloslos
desempeñarán
losde 2.*
conel carác¬
ter de interinidad ; y que en
defecto de
unos yotros,
pasasen las subdeiegaciones á profesores
de la misma
categoría aunque enpartido di-slinio, toda
vez que asi estimuladas las diversas clases existentes tcnde- rian con mas ahinco á la fusion que se desea, y con- tribuirian á la reforma quela veterinaria tiene dere¬
cho á esperar.
Asi quedó aprobada,
yresolvióse la
pronta remisión
á
sudestino.-—Tomóse
enconside¬
ración la propuesta
del
señorTellez
en quemanifestó
la necesidad de que las Academias fuesen
declaradas
por
el gobierno
cnerposconsultivos de las autorida¬
desen todos los asuntos referentesà veterinaria, yse leencargó la
ampliase
para la próximasesión. Dióse
en
seguida
partede
liinoficio
delsócio
señorMsrclló,
en que se
decia haber
.iovadido laestomaliti's aftosa epizoótica el ganado
vacuno,cabrio
yde cerda de la
villa de Viellá, cuyacausa, según este
profesor,
esel
contagio motivado porla importación de-los bueyes
afectados de la inisma enfermedad
procedentes del
ve¬cino
imperio. Tomadas
en cuenta estasnoticia.s
se acordó que pa.^araná formar cuerpo conlas demás
de caràcter análogo qiie figuran como
datos irrevo¬
cables en apoyo
de.la solicitud,
que, parala
justaprovision
d'esubdeiegaciones
,■seha dé dirigir al
go¬bierno de S. M.—Sa resolvió además comunicarlo ai de
provincia recordándole,
con motivode la circular
de que se
dió
ya cuenta en la anterior sesión, lo qne las leyestienen dispuesto
paralos
encargos que sa refieran á asuntos de veterinaria.—Comunicóse à la Academia un oficio que se recibió de laCentra!
en contestaciónal que en fecha 20 dejunio
solo remitió;
en dicho oficiose dacuenta de quoestá ya
funcionan-
EL ECU:
—awa—i11^—eg
do, que se
ha establecido
enla calle de las Torres,
número 41,
ciîarto ba/o
; yqti'o ¡irestáhdose mútúp
apoyo amb^
(íoi'ftcrautoiies, pro;piH'ará oumplir con
los
.-a^^r^op ab|élp3:.qiiè
una yotra so han pi'ppiiesto.
la.'jóse
aïionoid tíeí á'eñot' sroliemadbT de-la provfn-
c'ki dirigido á todos
los subdelegados de la misma, encargándoles
quevlgileiTy den pirte de cualquiera
enfermedad sospechosa que observen
6
quelengan
noticia de haber
aparecido
enel ganado caballar,
yque para
ello
sedirijan ú los profesores de
susdistri¬
tos respectivos.
Púsose
encouoiiimicnlo Je la Acade¬
mia
uiueçomnnicacipn dirigidit-.ú líl Eeo de la Vel-e-
rinaria por la
escuela de Lcbu
eula
ijue semaniríe?-
la. ademas del buen celo desplegado por esta en
be-
nelicio de la clase yde la enseúausa que
time'á
sucargo ,
la ¡dea de i-eonirse
eu cuerpoacadémico. El
señor Tellez, atendidos ios
buenos olidos de aquellas
profesores
manifestados
enel perióiiicó radiciouadô, '
prepuso que se
consignára
enel acta de la .sesión de
este
dip
quela Academia mirando cm partien-
lar
(s^rn^o- tan bpnçjtoiq'sos Irajba'jó^. Estando para
terminar"lap- boras dereglamento
fperqu..'aplazados.
parà la
sedon.pró.yinja los asuntos.à la órden del, dia,
y .m
autorizó la lectura de
unaproposición, del señor
Telfe sobre bases para
la-provisron-de insjwceienes
de carnes, que fué
aprob.ida
ydestinada al archivo
hasta que
së,disponga la lormacion de las racrnorias
que cqn este y'Qtros
objetos análogos
seacordó-en la.-
sésioîf del 15 do marzò. El
iseñor Darder
propuso quepahaiiustrai-ia materia de récoaoeimieutos de
canié.s, ■
Euesé Obiigatorio á los sócios el escribir por'
tui-nd, y
préfeentar eri cada ■sesícjh"un Irábajo sobre
iasen'fQrm'é.dádesmas
coniunés ohàervadas'en Ids
ma-taJcròp
, .ygrado de salubridad de las. carnes- proce- denieis
db resés afectadas dé lasmiShias
:adínilida- la
propuesta se
le comisionó'para
que- eola-sesion pró-
.x'imá presentará,
el
quetnvre.se à iPen.
•. Con esto sedeclai'fí'levántáda la de este
dia
:de
todo locual el ¡hfrascrito .secretario
certificó
enBar¬
celona á 10 de
junio de 1856.Viñas
yMarli".
La Academia de Barcelona
ha dirigido á la
central la
siguiente notable invitación:
K fa \Cíuleraia central de Ycleriiiaria, la sucursal Barcelonesa.
"Sí setiendeunamirada
sobre las diversas medidas
que
á la solicitud de los gobiernos ha merecido bt Vele-
rinariá
española, el espíritu pensador
ydesapasionado
hallaenellos losmas
fecundos gérmenes de prosperidad
facultativa y progreso
científico. A contar desde la ins¬
talaciónde
la Escuela de Madrid
sehan efectivamente
sucedido
iinas mejoras
á otras, ylas
quehoy cuenta
va la
lirpfesioa
bastarían, puestas envigor
ypurgadas
de ciertas
imperfecciones,
parallenar sus necesidades
.iftiiálcs. ¿Por
qué,
noobstante han sido-y conliiiúan
sif-ndoineficaces? ¿Por
qué
noalcanzan á
.atenuar sL-
qiiiera los ma|es
quecorregir debían?.... y-
■ CuestiónQsestaqué
mereceabordarse frahc'aiùchte,
sopeña
de dejar
enpié
una remora que esterilice tam- hiciikel e^iier5iie ,aca<h{fflico. .. . - -Ii¿i
Academia, dc; Barcelona temeria ofender el buen
critérlo de la, de Madrid, si entraba enLargos
razona-inienloipara iemosirar loque?está en
la
meníede
to¬dos los
yelerinarios;
ydebe iThiitarse á cohstghar las
conclusiones á que ba sido conducida por la obser¬
vación: :
1." Porsu carácter de Vágucdaden muchos puntos
sepresta la Ley veterinaria á
interpretaciones
contra- díctofias.—Así somos el juguetede
laarbitrariedad;
así lo que uii gobernador manda corno justo y
legal,
otro gobernador lo anula como infundaclo y absurdo;
así la
posición
y prerogalivas del profesor,lejos de
te¬nerpor base
uñ principio
absoluto éinvariable,
sehallaá merced de la pasión, del capricho, del acaso.
2.° La írrita de unidad entre unos decretos y otros decretos, dc un ponsainicnto queciinentc
el código
ve¬terinario y■enlacesusdiferentes partes,
da lugar
áunadisparidad mònstrUoSaque
neutraliza
unacláusula be¬
néfica por otra altamente nociva.—lié
aquí el
por quédenuestr-oestacionamiento; hé
aquí
por(|ué
enmedio
del progresa sòbrcvicue la
rctrogradacion. Por
eso, mientras los-esliidios veterinarios admiran por suva¬riedad y
elevación,
carecen de.lospreliminares indis- pensablfcs;
por eso en voz de llenar ensociedad
una misión de alladmportancia, sevé reducido el veterina--rie á vegetar'en una condición ínfima; pore.80 èn tanto que
la imaginación
del alumno alimentaalbagUeñas
ilusiones, elprofesor desmaya abrumado
y presade la
desesperación.Enadelanteesdc esperai',
gracias á los trabajos de
la Academia, que poseamos unBcglaincnto terminante
en SUS
pre^rmçi.oues
y,acorde -cu.toja?suspartes.Fru¬to de ladisciKÍon;
elaborado
por los mismosqtie
de éldependerán, ha de
presidir á su confección la ui:idadde miras, el pensamiento motriz que hasta aquí
ha
faltado,. ...Más-notpor feso
quedarán orilladas:
totalmente•las di¬
ficultades, si, en los casos imprevistos, en ocasiones
escepcionales, haii
de venir como:siempre
ácontrariar
el fruto del esfuerzocomúnórdenes
especiales dictadas
porpersonasque carezcan de celo,,,iae
inteligencia
óSue.
ela clase.acaso sean hostiles
.,á la.s mas nobles aspiraciones
Es dc urgente
necesidad
queiá atribucloii de infor¬
maralgobierno,
siempre
queló exija deje de
pcrteneçer áquienés
porhechos antiguos
yrecientes-çc'han.
mos¬trado
enemigos
de lossantos interesesque nos unen en .a.sociacion: es absolutamenteprecáso'-qué el
cargode
velar por
ios derechos veterinarios
nosiga vincidadoen quienes
sehan complacido
en consagrar comotales la usurpación de
prerogativas: esde todo
puutoindispen¬
sableque esa
atribución,
queese cargo sedeposite
en buenas manos; porquede
no, veremossurgir
un.con¬flicto ácadapaso y
quedarán defraudadas, marcbitás
las esperanzas
de
nuestroshermanos.
¿A
quién,
pues,incumbe emitir los dictámenes
que elpoder necesite
enlo
sucesivo?Si la'Acacfemia, apenas
constituida,
cuenta ya en suseno los nombres mas
distinguidos
enla facultad; si,
como es
lógico
esperar,loscaiedráticos de las escuelas
subalternas y todos ios veterinarios
de
alguurenombre
han deingresar encilai si sobre todo ,sus actos
diarios garantizan
suconducía futura; sí finalmente
por su misma constituciónen ella deÍ!.'.[iredoiainar el interés general sobre eregòjsmo; cóijftVfTsé
ensiis
manos nue.s- troade?linosynosé deje
ábi hípremediíacion ó mala
■ fe ni aunla ocásion dé hacer iiivíláñoaccLdenlal.
PE LA VETEniNAlîIA. 630.
Al efectohadadoiesta
corporación
cnanios pasosha juzgado conducentes;
cinvita á la central para que por
todos losmediosque
estén á
sualcancé gestione tam¬
bién ália de que
el gobieimo, el Consejo de Sanidad el
de
Agricultura,
etc.,.consideren á la Academia en ge¬
neralcomo el único cuerpo
consultivo competente
en los asuntosde Veterinaria.»Concuerdaconel
original
queobra
enla Secretaría
de mi cargo.
Barcelona20 dejulio
de 18S6.—El secretario
gene¬ral, Miguel
Viñas
yMarti.
Sobre el coolagio del Biuenno crónico.
PorM.Delorme,
(CONTlNÜ.A.CiaTt.)
La
patentizacion de este
casode muermo crónico tu¬
vo lugaren
condiciones tales,
queno creo se trate de
invalidarla: el'animal, cuya
enfermedad
'seguí
pasoá
paso,se
encontró casi
enel mismo estado, es decir,
que, áparle
de los síntomas de muermo crónico,: babia
sido perfecta
siempre la salud general.
Esta últimaconsideración ha
adquirido
conel tiem¬
po una gran
imporlancia á mis ojos; porque be visto
siempre
el
muermocrónico
noalterar el ejercicio de la
salud, mientrasque,
bajo la forma aguda,
querebela
porsí
la agravación de los sintonías locales, hay ade¬
más
pirexia
cinapetencia, el animal
sehalla incapaz de
trabajar,
está realmente enfermo.
¿Cuál
pudo
serla
causaprimaria de esta afección?
A pesar
de mis indigaciones
nopude descubrir la menor sospecha de contagio
enlas relaciones anteriores del
caballo: creí-entonces, y
la esperiencia
meha confirma¬
do enesta
opinion,
quecl
muermosedesarrolló espon¬
táneamente, bajo
la inlluencia de la diátesis purulenta,
que
dió tanta persistencia al flujo fistuloso, y que la ac¬
ción de esta causa
primera babia sido poderosamente
secundada por
el movimiento fluxionario
queesta de¬
yección determinaba constantemente
bácia la cabeza,
tor lodemás, yo me
convencí de
que nobahía surgido
por
la misma época ningún otro caso de muermo en el
pais ó
susinmediaciones.
Laenfermedad se babia
desarrollado
ámi vista
ye!
dia (le la
autopsia databa á-penas de cuarenta dias: el
virusmuermoso nobabia
podido producir
aun mas que desórdeneslocales, y elorganismo
no sebailaba enton¬
ces
bastfinte infectado
paradar lugar á las graves le¬
sionesque se
observan generalmente
enlos
casosde
demuermo crónicomasantiguos.
Convencido ya
M. G... de
que sncaballo babia
pa¬decidorealmentemuermo, estaba muy
espantado de las
consecuencias
posibles de
suimprudente confianza
y,á
sus instancias, reconocí sus
animales de labor,
queerandoceentremuíasymulos, en
los cuales
ñobailé
indicioalguno precursor
del
muermo.Supeerttonees que
el caballo babia ocupado uno de
los esfrcmosde la cuadra común; pero que
todos los
animales de la
granja babián estado
encomunicación
conél y
bebido
enél mismo dornajo- Después de pres¬
cribir
(iiversas
mpdidas deprecaución, que fueron eje¬
cutadas á mi vista,
indiqué al mayoral los Síntomas
masnotablesdel muermo, á
fin
de que, en casode
presentarse,se apresurase
á aislar, al. enfermo desde la
aparición: al efectoi sedispuso umlocal, separado
paraservir de enfermería. . , • es
En la tarde del 26 se me informó de que un
burro
destinadoal servicio del rebaño trashumante,
después
de manifestar desdelavíspera
signés
vagosde inqnie"
tud, habia sufrido desde algunas horas gran
dificulta''
para
respirar,
quemarchaba
contrabajo
yarrojaba po'"
las naricesuña materia
sangiiiñólenta: desde la apari¬
ción deestossíntomas sele tuvo-enccrrado en el fondo del
apriscadcro.
Cuando me
presenté á la mañana siguiente, habla
sucumbidova, y otro a.sno,
indispucstó desde la tarde
anteriorse hallaba'muy mal:'
tenia íiifertementc hincha¬
da tod.í la p-arte
inferior de la cabeza, los ojos legaño¬
sos, la
conjuntiva
de unrojo jnui'
oscuroy casicerratlo
el orificio delas narices, de Irfs
cuales fliífa
una mate¬ria saniosa y
sanguinolenta. La respiración
eradifícil,
anebelosa, ruidosa; los
ganglios sub-raayilares estaban
bincbadosy
doloridos; los ríñones inflexibles, los cuatro
miembros
rígidos
yla progresión
sehacia
con suma dificultad.Abiertaslascavidades nasalesdelque
babia
muerlo>bailé la
pitiiitariá énormémente abotagada, de un'cóío''
muy oscuro,
cubierta de mancbas
ncguzcas yiilcefa*
cioncs. La mucosa de la laringe.y
tí-áquea basta las úl¬
timasramificáciones
bronquiales ofrecian el mismo
es¬tado, y las
vias
aereas entoda
suestension estallan lle¬
nasde imicosidades espumosasy
sanguinolentas. El in¬
fartode la-s fauces,^íu V"éz áe'r 'circunscrito como en
él
muermo Crónico, llenabatodo el canalestertor..
; Durantemis
estudios, babia visto
.enLyon nnicba*
veces el muermo
agudo
enel caballo;
peroahora por
Crimera
reagudavez
queobservaba adquiere esta ordinariamente afección bajo
enla forma el
asno yso-
el mulo Sinembargo, no
babia lugar à equivocarse
y anunciépositivamcute la existencia del
muermoagudo
tanto enel burromuertocuanto-en el que á
la
sazón estabaenfermo: este,asícomootro quemanifestó los primeros síntomas
enel discurso de aquel dia, ,sucum¬
bieron al cabode très-.
Esters!animales, csdusivamente
destinados
alservicio
del
ganado traburaantc",
noentraban
nunca enla caba¬
llerizade lagranja; pero, como
vagaban libremente
en 'los alrededores, venían. algunas vecesá beber
enel
dornajocomún.Además olían
confrecuencia á los de
labor cuando ivan ó
volvían
desutrabajo
yhabían,
por lotanto,.tenido frecuentes comunicaciones
conel caba¬
llo,
que-durante la semcutera estuvo labrando sin cesar.
El 7deenero, á Ids veinte días
de sacrificado el
ca¬ballo,
cuando
yacasi
se contaba
con queel mal
noes- tcnderiamas susperjuicios,
unvigoroso mulo de seis
años, que
sicnqrrc.permanoció
enla cuadra al lado del
caballo,
presentó los primeros síntomas.
^n
estaépoca
unaccidente grave me impidió conti¬
nuarvisitando y
fué llamado M. Agnel, que me dijo
murieronienveintidos'diíes
siete de doce animales
eon los síntomasdel nnicrmoagudo.
Conviene
repétir cpie,- durante aquel invierno,
nose observócasoalguno.de'muermo
entoda la
comarca.Aunque
está enfermedad sea escesivamenle rara en
este
pals, las íimcfrirtes de.veterinario de distrito que he
desempeñado vetnte 'años, me han púest-o en- el caso de
ver gran
número de caballos muermosos, soíu'c todo en
laparte que
atraviesa la gran carretera de Marsella á
Lyon, y
especialmente
enISll; con motivo de un con-
-siderablc'acarreoeE-ntonces
recogí cierto número de
observaciones qu
prueban de
unmodo, condyente elu
640 ''■i 1ÎL Ër.o-
contagió del
inuermb crónico;pero comoquiero
presen¬tar en
primera
línea hechosincontestables;
desciendo á épocamas reciente.:Segi!xda observacion.
El 18de mayode 1846 mepropusoM.
Bonnefoy
qimmeencargara de asistir á, un caballo joven de cierto^
valor, que padecía dos carcinomas
del pié:
antes docomprometerme quise
.A'erel-animal,
yal.
diasiguiente
le baile afectado
efectivamente
de estaÜòlencia
yade-,..
ihás de muermo' crónico,'confirmado. Había im
ílujo,:
abundante de 'materia espesa,
de
ungris verdoso,
por ambas narices, á cuyasinmediaciones quedabaadberi-
cla; éxistianen las faucesdos enormesinfartos adheren-, tes, indolentesv,duros; elinteriorde las narices seha¬llaba tapizado:
denumerósas lilceras estensas yprofun¬
das; la
pituitaria
ofrecía un aspectodeslucido, parecía' abotagada
ylos propios
de Tá nariz estaban solivianta¬dos. Por lodemás el caballo, de raza común, cuatro años y
propio
parael tiro pesado, seencontraba.enmuy buenas carnés,ténia elpelo lustroso, el" ojo alegre
v brillante y todaslasapanençias de la fuerza
yla safuJ.
Desdeél-3 de
riiayo,
aiadela
cómpra, habla trabajado'constantementeal tirocon mucha
encrgjaí '
En mi calidad de veterinariode distrito, mandé se¬
cuestrar el caballo,ínterin bada cónocér suestadaála aütbridad y
ésta daba
susórdenes,
Al dia
siguiente
vino, á vernie M.Bonnefoy lámen-
lándosc amargamente.deque
el animal,
que unchalan
le hablavendidocomoafectadode papera, habia
vivido
desdeel 3 de mayoen su.caballerlza concinco muías y mulos, todos jóvenes y
de
bastante precio: me refirió quehabió
viMó aquella mismamañana al chalan; pero queesté, porhaberespirado
el'térmiño d: la garantía,se habia negado á todo
arreglo.
M.Bonnefoy añadió
que supartidoestaba tomado: que séte habia
engaña¬
dodeun modo sobrado
indigno
para notratar de óbte^ncrlina
reparación
á todotrance; yaldfeclo, piepidió
algunas instrucciones, quele di
conelhiáyór
gustO;pues, su
posición
mé interesaba verdaderamente. Cre¬yendo
oportuno que otro veterinario corroborase desdeluego
laopinion que
yohabia emitido
enmi dictámen
oficial, sé llamóel dia 20á M.Reynaud,
qiíesin
tenerconmigo
comunicaciónalguna
anterior,.certificóqueel
caballo
padeciá
muermocrónico bien coníinuado
y, que -ePmal databa detres ócuatro mesesalmenos. " í ' Desde la tarde del 19, una hermosa mula de cinco añoájqueliábia estado al lado
del 'caballo, ofreció un infartóedematoso delcorvejón derecho: e.síaba; además;inquieta; nocomiay parecíatener,la, cabeza ihuype-^
sadá. M.
Bey baud
réconocióeneila los primeros, síntó-nias del muermo
agudó
en lamañana del dia SO; ,y por la tardé encontré yoel,
mal perfectamentemaniíioslo:
el infarto delcorvejón
sehabia deprimido, estendiéndose
. por-tódo la parte baja de la esíremiciad; las comisuras de loslabios, el estrerao de la nariz yel eoulorno de
■sus.orificios estabanhinchados; de arabas fosas nasales ííuia un
liquido
sanioso; lapituitaria,
queesploré
con udiírcultad,'cubierta de ulceraciones yabotagada,
pre¬sentallaun color
rojo araarrillento;
los ojos estaban ia-'grimosos
y laconjuntiva,
muyinyectada,
amarillenta;calos
gángiios
sub-maxilaressolo"habia
unaligera
tu¬mefacción. El animal
parecía
sufrir nnicho y teniael pulso acelerado, lleno yduro.
Anuueié laexistencia delmuermo
agudo
y una muer- t?próxima;
pero áinstancia del
dueño,que'qüeria
pro¬digarla
algunoscuidados,
prometí ir á ver' laniuláa diasiguiente.
■ ' .Entretanto habia recaído el acuerdo relativo al sa¬
crificiodel caballo, y
el
21 vinoconmigo
el funcionario e.ncargado'de la comunicación: ánuestrallegada
aca¬babade morirla mula, yse procedió á matar el caba-■
lio por
efusión de
sangre. Como lainspección del cadá-
. ver debía áciárar unpunto muy esencial en el proceso incoado, el delgrado
de antigüedad del mal, me decidí ápracticar
laautopsia
paraBar
masvalor á mis infor¬mes cercade la autoridad.
La
pituitaria, pálida
ydeslucida,
estaba engrosadaen toda suesleiisiony
cubierta
de ulceraciones mas ómenos estensas, pero todas bastante
profundas
yde
fondo agrisado. En la fosa nasal derecha existia,, sobre la
parte'media
del tabique, una antigua úlcerayotra.s dos en la cavidad izquierda, una sobre eltabique
yotra sobre el ala de la nariz, bastante cerca del orificio. Los senosaparecieron
llenos dé pusagrisado:
su membrana ofrecía nmnorosasulceracionesy seobservabaunalige¬
raelevación en las partes
huesosas
que forman sus pa¬redes anteriores; los
gángiios
siib-maxilares conteníanen su interiorun punto
supurado.
En la mucosa de lalaringe
yde los bronquios lialié diseminadas:
ulceracro-nesbasiánteestensas yprofundas y una cantidad con¬
siderable de
pequeñas
granulaciones en la sustancia pulmonar, que contenia tambiénpuntos supurados bas¬tante■ numerosos y de dimensiones muydiversas: uno.
deellos, ehnasestenso, tenia la forma y próximamen¬
teel taiuano deün huevo de
paloma.
■
Envislaidemis:diclánienesyci de
M.Reynaud,
seinstruyó
un procesoimportante de
que dieron cuenta los diariosjudiciales,yel
chalan fuécondenadoporbar¬
bervendidounanimal contaminado.
. Las muías restantesquedaron en observacioa
algun ticmpó:
peroel mal nohizo mas víctimas.El caballocontaminado, que
liabia llegado
alpaís
po¬cos dias antes de comprarle M.
Bonnefoy,
vino ya íniiermoso, niporentoncesni enel resto del añoseoyó hablarde muermo entodaesta comarca; la enfermedad de la mulanopuede esplicarse
razonablementemas que porcontagio.
Tercera observación.
lutercsadoen una empresa
de diligencias
en1849
y siendo insuficienteelganado quetenia
paradesempe¬
ñar las necesidades del trozofie camino que
estaba
á micargo, hube decomprar trescaballosmas,, segúnlatasación déun veterinario de Marsella:
llegados
el26 de febrero., en ocasión en que yo estabaausente, fueron colocadosen filaconotros tres,.de modo que unodelos
nuevosse hallabaen contactoconotro de los
antiguos-
Vueltoyoel 28
porla
tarde fué grande mi sorpresa cuando, examinándolos., hallé el unosospcclioso
demuermo: aunque con todaslas
aparienci.a.s (le la
salud, cstedaiialioderaza alemana, grandeíaífa
yocho años, ofrecáaporla
narizizquierda
una malcriaescasa, espe¬sa,de un gris verdoso,quéseadhería á los contornos;
el
gánglio
sub-maxilar del mismo lado presentaba un infarto pocopronunciado,
peroadbcrcnle, indolente
yduro; la
pituitaria.estaba pálida,
deslucida, aunquesin
indicios deulceración; y la parle
superior
del suprana- salcorrespondiente ligeramente
elevada.Ilice en el acto trasladar elcaballo à un local aparte,
•limpiar
conmiiinciosidad
.elsitio
quehabía ocupado
yvigilar
porquince días
lauto loscías
caballos compra¬dos con él como el que estuvoà sulado enlacuadra
conuiü. :
a—
DE LA VETERINÀRIA, Cil.
I fil
Respecto del'enfermo, el dueño
se prestóá mis
re¬clamaciones, y
abandonándole
enmi
cas<a, leconsereé
por
dos
mesescomoobjeto de esperienciaj
.R1 23. de marzo, cuando ya mis temores se habían casi desvanecido,
aquel de mis: antiguos
caballosque estuvojunto al
muermosomanifestó, de vuelta de
una carrera, un pocode rigidez
enel.miembro posterior iz¬
quierdo. Cuando
yole vi
enla tarde del 24, hallé
unEoco
abiade infarto
doloreraen
algo difícilla cara interna del muslo; el juego
de laestrémidád; aunque no
laconjuntiva estaba ligeramente inyectada y
el pulso
lleno y
precipitado.
■Aunque
el animal,
unode
losmasvigorosos
quehe
conocido é hijo de jcgua
camargá
ycaballo árabe,
conservaba todo su
apetito
y aunque ,nohallaba alar¬
mantesuestado, le
coloqué
en unlocal particular
yle
sometí áun
régimen
dietético.El dia 26 se había
propagado
elinfarto
átodo el
miembro: en la
superficie
esterna, ála
alturade la ba¬
billa, existiauntumorde la forma y
tamaño de
lami¬
tadde unhuevode
gallina, fluctuante, de apariencia flegmonosa,
pero sindolor apreciable. Practiqué la punción
ysalió
comomedio
vasode materia turbia
y saniosa: la herida interior tenia tan mal aspecto,queintroduje
muchas veces un cauterio olivar calentadoal
blanco: observéun pocode
agitación
enelpulso
y me¬nos
apetito
conel animal
, El 28 habia invadido la gangrena la
piel al rededor
de la heridaen un diámetro de cinco á seiscentímetros:
la estrcmidadanterior derecha estaba, además, bincha- da desde la coronahastalo altode la
espalda;
enmedio
de estaexistiaúntumor fluctuante, de la estension de
unamano, quesobresalíacomo dos centímetros de las partes
hinchadas. Incidí
los te,jumentos ysalió
unlí-
ouidosanioso, como elque habia halladoen el absceso
(leí
muslo; los tejidossubyacentes
teníantambién
muy mal aspecto, el animalestaba triste, abatido y no co¬míadesde por
lo^^mañana: Empecé á persuadirme
que mi caballo se vela amenazado de muermo agudo; y efectivamente, porla
tarde se hinchó la partebaja dela cabeza y
durante
toda la noche el animal permane¬ció sumidoen un estado de estupor.
A la mañana siguiente la
respiración
era difícil rui¬dosa;, finia de anibas narices una maieria turbia, ama¬
rillenta'; la
pituitaria,
oscura y abotagada,principiaba
á cubrirse de u.coraciones: el mtiermo estaba, pues,
perfectamente caracterizado
yel animal murió durante
lanochesiguiente.
Por fortuna, el malse detuvo aquíy no tuve
ningún
otro siniestro.
En^çuanto al caballoque
trajo la infección
á mi cua¬dra, conservado por dos meses para mis
espericncias,
noofrecióCn todo este
tiempo
otros síntomas que losdelmuermocrónico: el flujo sehizomas copioso, el in¬
fartosuh-maxilar masvoluminoso; pero no observéul¬
ceraciónalgunaen la
pituitaria,
que estaba pálida v deslucida.Cuandodecidí hacerlematar,
practiqué
laautopsia,
á fin de confirmar la convicción en que estaba de que habia ulceracionesenel interiorde la fosa nasal, sitio del
flujo.
Conefecto, lashallé numerosas, estensas yprofun¬
dascn el
tabique
y el ala de la nariz igualmenteque cn' la membrana de los senos, cuyointerior llenaba unpusagrisado, muy espeso; también habia úlceras en la la¬
ringe
yprincipio
de latráquea.
Los
auticontaginnislas
nO tendránseguramenteobje¬ción
alguna
formal que oponerá estaprimera série'de
: ob.servaciones; aunquerecogidas
porcasualidad, llenantodas;sus
exigencias,
pües quereconocida
envida la
existencia del muermoen los animalesque
han
ocasio¬nado la infección, ha sido
confirmada además
porla autopsia.
Comunicaciones cicBliñcas y prácticas sobre algunas
ciifermedades .discrásicas de los huesos,
PoaHánbner, p.,OFESon en Dresde {Âlctmnia). _
Este autor, que
divide las enfermedades,de los huesos;'
en dos grupos
principales, considera las
unas como afecciones locales ylas
otras comola espresion local de
un estado
patológico general.
A estasúltimas,
poco co¬nocidas en veterinaria, y que
llama discrásicas de dys (mala);y Ararís (conslitiicion ó temperamento),
se re¬fieren lasdos comunicaciones
siguientes:
1.'' Osteoporosis(1).—La
osteoporosis consiste
en el aumentoyensanche de los canales
ycélulas medula¬
resde los
hÍiesos,
que da á estosunaíestura esponjosa
menoscompactay
les hace
masquebradizos. El volu¬
mendel hueso suelepermanecer
el mismo,
otras veces aumentaódisminuye;,
pero entodos ios
casos,lejos de adquirir, pierde gn'su.stancia
y peso porlo general.
La
osteoporosis, piiede
sercortical, central ó total,
afectarsimultáneamente á muchos huesos, limitarse á
uno soloy aun
circunseriliirse .á
una parte.Entre está^
osteoporosis parciales puede colocarse el exóstosis es-j pbhjoso.
En lo que reiçetà
á
sumodo de desarrollo
,1
■osteo¬
porosis puede
ser'el resultado de
unaosteitis,
una con¬secuenciadel;desenvolvimiento
escçsivo dda suslanciá
medular ó de las partes
blandas
quélapizan los canales
y
las células ó bien provenir de la atrofia del tejido
huesoso. Encuanto ásuesencia, consisteen la sustitu¬
cióndeuna testura porosa y
esponjosa á la natural del
tejido huesoso,substilucioón
cuyossíntomas patogno-
luónicos hayque buscar en
la tiaudura, porosidad,
yfragilidad cíe laparte. ' "
- ,Variableen sus
fenómenos locales,
en süetiplogía
ysu
trabajo patológico,
nocabe la .osteoporosis
en un sistemauosológico
cornoenfermedad particular; sinó
como tina forma
patológica
quepuede
pertenecerà di¬
ferentes manifestaciones morbosas, de las cualesapare¬
cecomo resultado final.
En veterinariano. sehabia hecho mención do la os¬
teoporosis hasta
queel
autorla observó
en uncerdo
en 1846; y por
la misma época publicó
un casorecogi¬
docn el caballo
lîychner, de Rorma,
cnlos .\j-chivosde
los vetermarios súizos.
Desdq,
entonces seha descrito
varioscasos enel caballoy
el caballo
yel cerdo.
liéaquí un
ejemplo
querefiere el
autor:Enjuicio de 18o3-cntrócn
la Escuela veterinaria de
Dresde una yegua
de. media
sangreinglesa,
yocho
años,que
ofrecía
unnotable ahulíamiento de la
cara, el cual abrazaba ambas mandihnlas é interesaba evi¬dentemente lasustancia huesosa, sin
participación de
las partes
blandas. Toda la region afectada estaba
ca¬liente, dolorosa y
cedia á la presión; ios ganglios de
las fauces ylos cuerpos
tiroides aparecían infartados.
Seobservaba, además,
enflaquecimiento
general, rela¬jación de los músculos, palidez de las
mucosas,calma
, (1) Be.osfeon (hueso) y. poron
(p3So
, trayecto, poro).N. de la R. . " "
m FL ECO
eala
respiración, apircxia,
disniinucion delapetito
yde'
lased; los cscrementos,
pequeños,
húmedos yde Mlor
fscuro, conteniangranos de avena; la orina oscura y
glerosa, era emitida con frecuencia; la yegua
lamia
continuamente elpesebre ylas
paredes,
comolos bue¬
yesafectados de
caquexia
(caquexiaoxifraga).Anam'sticps. Comprada ia xegua en Itiol para
el
servicio de lasilla, fué preciso
prodigarle mil cuidados
desdeel
principio,
ácausa de suconstitución íloia, de
su falta de
vigor
yde la debilidad de
sutercio posterior
elapetitoy
k digestion
eran regulares; pero, noobs¬
tanteuna alimentación escogiday todas las
precaucio¬
nes,
persistió
el mismo estado, conalternativas de al¬
gun
alivio,
hasta queenmarzode 18S3 presentó infar¬
tos ematosos enlos miembros, tumefacción de losgan¬
glios
sub-maxilares,rigidez considerable
enla marcha,
claudicaciones intermitentesy
cierta sensibilidad al
mas ligerocontactoentodas las
parlesdel
cuerpo;todo
estosin fiebre y
sin desórdenes digestivos.
Diagnóstico.
Osteoporosis
comoespresion de
una discrasiageneral.
Pronóstico.
Muy desfavorable.
Tratamiento. Con el fin de disminuir laformación
de los ácidosen lasprimeras
vias digestivas
yla elimi¬
nación de las partes
calcáreas de los huesos,
sepropinó
en el
pienso
unamezcla de partes iguales de creta
ysal
común; elanimal
perdió al
tercerdia los deseos de la¬
merlas
paredes,
v seconsiguió, ademas,
segúnindica¬
ronlo3;anàlisis
químicos, disminuir la acidez de las iri-
nas y escrementos; pero
al cuarto dia fué acometido de
paraplegia,
quedegeneró
enparálisis general, y murió
si cclclvo - '
Autofísia. La
mucosagástrica,
queparecia curtida
en susmitadcardiaca, estaba en
la pifcrica abotagada
"v ofrecía un rojo unifórme mas
intenso,
así comola del intestinodelgado. El hígado
ybazo
sebailaban tam¬
bién hinchados, LOs huesos,
destinados á formar
un es¬queleto,
presentaronlas alteraciones siguientes:
susu¬perficie,
aunqueigual
ylisa, curecia del brillo natural:
en variospuntos
aparecía
comoacribillada de pequeños
agujerosirregulares, de grandor variable, aisladoji
con¬fluentes, que
le daban
unaspecto
rugoso.Pequeñas la-
mi.nillas óseasmuy tenues se
elevaban sóbrela
super¬ficie y se
desprendiaii
con sumafacilidad, dejando
verdebajo un
fondo
rugoso.Estas hojuelas, verdaderos
os-teofitos (1), forman
sobre los huesos de la cabeza
una elevación mediaáuna lincay seencontraban
encanti¬
dad
prodigiosa sobre la
caraesterna de los maxilares,
que
aparecían
comoinflados. La sección de
unhueso
dejabaver suinterior
masporoso y susustaucia
menoscompactaque en
el estado norniál: la'cara esté.rna
po¬diafácilmente dividirse en laminillas.
Laosteoporosis observadaen el cerdo
difiere
csen- tialmentc(le
laprecedente
en queno esmedular
y en quelos canales
ycélulas huesosas están llenas de
untejido celular denso
viihróideo.
'2.^ Atrofiade los
huesos.—Ilaupt distingue
tresespecies de atrofia de los huesos.
la atrofia por marasmo se
manifiesta
entodos los
animalespor
efecto de la vejez
ysolo esencialmente de
un modo prematuro.
La atrofia por
desgaste, siempre parcial, proviene de
una causamecánica, de una
presión: ejemplo, la de los
huesosdel cráneo por
la pre.sencia del
cenurqcerebral.
La atrofia: por erosion
sucede cuaudo, á coitsecuencia
(1) Producciones huesosas denuevaformación: de OííCOít' (huesoiyp/ii/c/n(crecer). de la R.
de nná malasupuración, están los huesosliañadóspor
la
sanies, bajo.tuya influenciamacerantev ácida se acti¬vala resorción de la sustancia ósea
Cómo
ejemplo
refiereUáubner lahistoriade una ca¬quexia observadaen unrebaño de ciento sesenta reses
lanares, de lascuales treintay
cinco
estaban afectadas,murieron unas veinte, se
sàcrilicó
diez y le fuernn abandonadascuatro.Lié aquí los síntomasculminantes:
Los dientes, especialmente los incisivos, parecian alargadosy adheríantan poco en sus alveolos, que se
podían
arrancarconlos dedos:
áun corderose leostra-' jeron todos los incisivos ylos
primeros molarés, y áotrounmatizla mitad. El borde de las encías obultado y
de
azulado, estaba
desprendido
de los dientes ysangraba
á'la menorpresión. Enlos
maxilaresseobser¬
vaba depresionesytumefacciones
parciales.
Cómo se viera á un corderoarrancary comer mu¬
chas veces la lana á losdemás, surgió la idea de una afección de los huesos, consecutiva á una secreción ácidaen la panza; y analizada la
orina,
se notó que obraba á lamanera de los ácidos y que contenia fos¬fatos.
Entoncesse
propinó
á cada res dracma ymedia de
sal común por
dia:
cesó el deseo de córner la lana, perono laacidez de la orina, que
desapareció,
por el con¬trario,
suspendiendo
el usode la sal. Estaesperiencia, repetida muchas
yecos conigual éxito,
prueba quela
sal común es nocivaen estaafección.
Tres reses, sometidas alusode los carbonatos alcali¬
nos, curaron
perfectamente;
y bajo-la influencia de un tratamiento local, los alveolos vacíos se llenaron eu quince diasylos dientes
restantes se afirmaron, forti¬ficándose lasencías.
En las
autopsias
solo pudo reconocersela cslension de los destrozos quecl mal habia causado en lá boca: la resorción (atrofia) eraconsidérable en los puntosde los
maxilares
correspondientes
á lasdepresiones:
lastume- faciones parciales teníantodoslos caractères de la os¬teoporosis.
fiLOCHlacíon d£ in fiebre tifoidea del hombre
úlos áiiimalcs.
El,doctor
Bourgnignon dirigió al director del Dia¬
rio de Vctmnaria de
Lyon (marzo de 1856)
unacarta criticando las e.«perienGias do
Rey
y que,inclui¬
mos en los números anteriores. La carta dice a.si:
Señor: en este rnomenlo me entregan el númeio
de vuestro
periódico,
en que se encuentra un nrlicu- lo referente á la inoculación de la fiebre tifoidea dei hombre á los animales. La he leidocon el mayorin¬
terés, pues
habéis correspondido
á mi invitaciónde
hacer
esperimentos
para investigarel
si e.sdable ev¡
tar. la fmbre tifoidea, del mismo,modo que se
consi¬
gue con
la viruela
porla
inoculación del virusvario¬
loso ó del cowpox.
Lasdos tentativas ds inoculación lieo!ia.sen la es- cuela veterinaria de
Lyon
son negativas en sus re- -sültados; me ha sorprendido poco, pue.s las condicio¬nes generales enque os
habéis
coloca lo , no sonta!
vez las