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(1)

ASO I. VIERNES 16 DE DICIEMBRE DE 1855. NUM. 25.

EL ECO

DE

LA

perióllico

TlTIBINASIi.

tie intereses morales y materiales.

REDACTADO POR

D.

Miguel

D. Juan Tellez

Viñas

y

Marti,

Vicen y

profesor D. Leoncio F. veterinario de

de

Gallego,

primera

alumnos clase, de la residente

Escuelaen

Superior Barcelona,

y

Veterinaria.

Sepublica cadaquince días.

EnMadrid3 rs.al mes; en provincias 12rs.portri¬

mestre,remitiendo el importeeon cartafranca enlibran¬

zassobre correosá la ordendel Administrador.=Las en¬

tregassueltasde las obras quese publican, ámedio real cadaunaparalosnuevos suscritores.

ACTUALIDADES.

El asunto á que hacerelación el suplementoalnúmero 22 de Ll Eco, es deesos que afectan hondamente á los intereses morales y materiales de toda una clase de la sociedad , al estado presente y futuro de una profesión Htilisima. No es posible desconocerque lasconsecuen- cias de lamedidaque se pretende obtener del gobierno

deS. M., sorprendiendo su buenafé, serian muyfunes¬

taspara todos losprofesores del arte de curar los ani¬

malesdomésticos, seacualquiera su categoría, sea cual¬

quiera su esfera de acción; y ápoco que se medite so¬

breestepuntosededucetambién que los perjuicios infe.

ridos álos veterinarios de 1."clasecomo á los de2.',álos veterinariospuros comoá los albéitares mismos, se ha¬

bían doreflejarpormuchotiempoenla cieucia, paralizan- do sus progresos.Creemos,pues, de lamayor importan,

cíaevitar la realizaciónde tamañadesgracia para nuestra patria;y convencidosde queunode los medios quemas desvirtúan ciertosmanejos es lapublicidad, nospropone¬

moshoy dará conoceránuestros lectores los dirigidos á empeorarlayaprecaria situación do la Veterinaria espa¬

ñola.

Hay en Madridunllamadoagente de veterinaria, que efectivamentelo esde losaspirantesal título de albéitares y quesedice corresponsal do varios subdelegados. Este sugetoquealparecerhadado yapasos infructuososenfa"

vorde sus

representados, concibió há poco tiempo y sa

consagró á llevarác.ibo unproyecto verdaderamente gi¬

gantesco en su clase; cual esel de recurrir encierto nú¬

merode esposicionescolectivasy simultáneas las firmas de todos los que en el dia desean ver reproducidos los exámenes porpasantía.Al efectodirigió á los subdelega¬

dos detodas lasprovincias unacarta, especiedecircular' queha llegado ánuestropoder,yadiremoscómo.

Nos consideramos autorizadospara insertarestedocu¬

mento quees el del dominio públicoensucalidad de cir¬

culary enatención áqueha sido dirigidoápersonas con

carácter oficial. Pero por respetoá ciertos nombres, que encontramosenél, losomitiremos, advirtiendoúnicamente

Sesuscribe en Madrid encasa delAdministrador don JuanTellez Vicen, calle delDesengaño, núm, 18, cuar¬

totercero; enlas librerías de Bailly-Bailliere, calle del Príncipe, y de Cuesta, calle Mayor; y en la litografía de García yMejí-i,calle deAtocha, núm. 6G.==Enprovincias

encasade loscorresponsales.

quepertenecená personages muyinfluyentes.Dice asi:

■Agencia de Veterinaria.—Sr. Subdelegadode...

Madrid21 donoviembrede1853.

Sluy Sr. mió: habiendo concebido el proyecto (al ver quetodaslassolicitudesparcialesparaexaminarse en las subdelegaciones senegaban), depresentarme á y ha¬

cerleverlos males queasisecau-aban,no sin valerme an¬

tesde misamigosy de varios subdelegadosde quiensoy corresponsal, logré lo que hasta ahora no sehaconsegui¬

do,yosllamarsu atención yquejlo recomendáraá...., el cualmedijoqueseiba á ocupar del asunto, parahacer

cuantose pudiera ( ufavor dela juventud. Esta respuesta

meha animado para comunicárselaá todoslos SS. Subde¬

legados, pues hoymas quenunca necesitosucooperación parasalirconunaempresa que tanto nos interesa, man¬

dándomeble de unainslanciafumada por elmayornúmeroposi¬

personas, y que vea sercierto lo quele tengo dichode quetodaslas provincias están enel mismo caso quelasqueletengo presentadas.

Conozco que podrá creerseóno cuanto digo, y mas cuandoeS necesario que cada unu de los firmantes 10reales que porletra ócorreos se envien conla instan¬

cia; por locual, pueden VV. comisionar á cualesquiera

persona en esta para que seentienda conmigo y no solo

vea serciertocuantodigo, sinólanecesidad dequealmo¬

mento yantes que se tomeuna resolución, seahogue, por decirlo asi, lamesa con instanciasy se haga verla nece¬

sidad dela reforma.

Celebroesta ocasión para ofrecerle mis respetos, etc., etc.»(1).

Entre los subdelegadosá quienes fué remitido el pre¬

cedente escrito, secuentanuestroíntimoamigo D, Satu- rio L. Alvarez, quenoslemandó inmediatamente acom¬

pañado desuoportuna contestación. Hélaaquí:

•Subdelegacion dé Veterinariade lospartidos de Ovie¬

doyBelmonte.

Sr. D...

Muy Sr. mío: acabo de leerla comunicación que con fecha 21 delpresentomes sesirveV. dirigirme; y á de¬

cirle laveidad francamente, nada encuentro de razonable

en supensamiento; porqueen conCi:rsion loquepreten¬

den V. ylos albéitares dequienesdi- ' ue es correspon"

sal, no está acompañadode larazoti' ' 'elaley.

(1) Creemos muy conveniente .-íuiu-imir también If firma: fáciles conocerpor qué.

(2)

QL BCQ

Lasprovidenciastomadas por

el Gobierno respecto de

las reválidasporpráctica

ó pasantía han sido tan justas,

que sin ellasera

imposible absolutamente que prosperase

laVeterinariay por

consecuencia la Agricultura. Por lo

tanto, estoy enel deber de

aconsejar á V.

que

desista de

encontrarayudaenesta

provincia;

pues en

el corto perío¬

do detiempo quehace soy

subdelegado de la capital, be procurado,

y creoque

be conseguido, inculcar mis ideas

átodaslas personas quepudieran

desear á

suempresaun

éxitofeliz.

Queda de V.

afectísimo servidor

q.

b.

s. m.

SaturioLeisAlvarez.

Oviedo26 denoviembre de 1853."

Talesson loshechosque

podemos participar á

nues¬

troslectoresdejando á su

penetración el hacer las deduc¬

ciones que(le

ellos

se

desprenden. Pero

no

podemos me¬

nosdeemitir nuestropareceracerca

del resultado proba¬

bledetanruidoso comoimportante

negocio, presentando

antesalgunas congeturas

sóbrelas ideas

mas

culminantes

délacirculardel agentede

Veterinaria.

Porprevenidoque

el ánimo

se

encuentre contra el con¬

tenidode este documento

atendida

su

procedencia,

es

im¬

posible

desentenderse de una circunstancia, que le da mu¬

chos visos decertidumbre:

tal

es

la de

que en

él

se

brin¬

daálos subdplegadqsparaque

inquieran

por

medio de

uncomisionadoloque

pueda haber de cierto ó falso

en

cuanto selesrefiere. Porotraparte,

la aserción

mas gra¬

veydudosa

de cuantas

se

bailan consignadas en el escri¬

toquenosocupa, que es

la relativa á las satisfactorias res¬

puestasde

encumbrados sugetos respecto de la petición

quemotiva estas

lineas, esa misma aserción, decimos,

nadatieneennuestroconcepto

de inverosímil;

y vamos

á

tratardeprobarlo.

Esnecesarit)partir

del principio de

que

si

en

efecto

se

persuade el Gobierno que escasean los profesores, la

consecuenciainmediatadeestoes que

mire

como

de uti¬

lidadgeneral

la disposieion

que

con tantas instancias se

leqúde.

Pues bien, preguntaremos ahora ¿conoce el po¬

derel estado dela

profesión? ¿sabe

por

ventura

que

los

quela

ejercen

se

disputan basta los partidos mas misera¬

bles? Creemos queno.

Si,

pues, sus

noticias sobre este

son comonopueden

dejar de serlo, inexactas,

es

lógico

y natural que

crédito á los informes de aijucllos que

tienen lamisión

develar

por

la ciencia. Por consiguien¬

te,no será estraüo que

baya asentido á lo que |le asegu¬

raba elagente

de Veterinaria, toda

vez que

según él hay

subdelegados que

desprecian

sus

deberes y decoro facul¬

tativo hastael punto

de

prestarse, por

la mezquina ambi¬

ción del lucro sin

duda, á secundar los planes de aquel

autorizando la

falsedad

que mas

liabia de influir

en su realización.

Conocemos que habráentre nuestros

lectores quien

dudedéla

participación de

estos

funcionarios

en

los

ma¬

nejosde que

había de

ser

victima la profesión. Pero para

desvanecertodas las

vacilaciones

en

este punto, basta

continuardiscurriendo como

hasta aquí. Con efecto,

en

lacircularpreinserta se

echa de

veruna

seguridad tan

chocante de obtenerla

adhesion de aquellos á quienes

se dirigia,que para

nosotros

supone

la aceptación ante-

riíirde

proposiciones idénticas

por

parte de algunos sub¬

delegados;porque

si asi

no

fuera

¿se

hubiera atrevido el

autordel¡proyecto áproponer

la participación de sus mi¬

rasáprofesores

investidos de representación oficial? Si la

conducta áevariosdeentre ellosno le hubiera

sugerido

laícTea de que trabajaban por su

propia conveniencia

¿habría empleado

abdirigirse Íí los deniás aquella signifi¬

cativa frasede-parasalireon unaempresa que

tanto

nos

conviene?-»—Perohay mas: enciertos casos

adquieren las

circunstancias,al parecer mas

insignificantes,

una

impor¬

tancia inmensaexaminadas con detenimiento. De esta es-- pecieesla siguiente:

la cwcular

á

los subdelegados

no

estaba franqueada

al

paso que se

exigia de ellos

que franquearan su

contestación. Solo

un

convencimiento

profundo deque la

medida

en

cuestión iba á

sermuy

gra¬

tapara lossubdelegados,

de

qüese

les hacia

un gran

fa¬

vor, un servicio considerablealcontar con

ellos, pudo

motivar una exigencia sinreciprocidad; y este conven¬

cimiento ¿noindicaque

los relacionados

con

el agente

hanrecibido susinvitaciones al menos con mucho pla¬

cer?

Porúltimo: terminaremos estas

consideraeiones,

en queentramos, para

evitar

que

los profesores descansen

enlajusticiadesucausa

absolutamente, asegurando que

delas averiguaciones á que nos

hemos entregado desd®

antesyadela

publicación del suplemento, resulta confir¬

mada hastalaevidencia la existencia de

relaciones entre

elsugetoque

practica diligencias tan hostiles ála Veteri¬

naria yciertos

subdelegados. Hé aquí,

pues,

otra proba¬

bilidad decerteza paralas

aseveraciones del primero.

Pero vengamos ya al punto

capital de la cuestión.

¿Conseguirán las intrigas

que

denunciamos el objeto que

susfautoresseproponen?—Creemos que en

la actualidad

handefracasarnecesariamente: porque,comoya

hemos

indicado, la publicidad

tiene

que

perjudicarles puesto

queno

faltará quien las destruya haciendo ver al Go¬

bierno de S. M. que esde

todo

punto

falso el pretesto

aducido parapedir

el,restablecimiento de los exámenes

porpasantía.

Abrigamos la convicción de

que

los cate¬

dráticosde laEscuelasuperior harán

todo género de

es¬

fuerzos paraconjurar

el peligro

en

los momentos críti¬

cos;yen prueba de queno nos

equivocamos reproduci¬

remosaquí las

consoladoras palabras

que

ha pronuncia¬

doenpúblicouno

de ellos,

cuyo

nombre omitimos por

nocometerunaindiscreción:-antes

dejaría de

ser cate¬

drático que

consentir

en

la reposición de los exámenes

porpasantía.»

Antesde dar fin á esteartícnlonopodemos menos

de

llamarla atención sobre la nobleconducta

del digno

ve¬

terinario Sr. Alvarez, que ha

dado

en esta

ocasión

una relevanteprueba

de

su

qelo

en

favor de la ciencia. Gra¬

cias á él que, nocontento con

despreciar las sugestiones

de quefuéobjeto,nos

mandó la circular del agente de

Veterinaria,pudo El

Eco

lanzar

el grito de alarma hace

15 días y hoy nos es

dado publicar estos detalles. Si

ciertos cargos se confiaran

esrlusivameote á personas

competentes como

él, tal

vez

fuera otra la situación ac¬

tual delaVeterinariaen Espaüa.

VETERINARIA

PRACTICA.

Reconocimientosde sanidad.

Por D. Saturio Luis Al¬

varez, redactorque

fué de El Eco.

(Gontinuacioi).)

Suele encontrarseai

practicar los reconociinien-

tosciertascicatrices,

insignificantes al

parecer, que por su

forma

y

situación influyen notablemente en

elfallodel

profesor. A este número pertenecen las

que

detrás de las orejas dejan lo,s sedales, pues es

(3)

DE LA VETERINARIA.

sabido que solo se colocan en este sitio para com¬

batir afecciones graves generalmente de los órga¬

nos de la cabeza, y el veterinario debe tener pre¬

sentequepueden haber quedado en ellos lesiones

materiales mas ó menos

profundas.

Nunca estará demás en un reconocimiento el

comprimir moderadamente en la region llamada

nuca ócopete, porque suele serel asiento de con¬

tusiones frecuentes, y aunque por su poca intensi¬

dad no modifiquen el aspecto de esta parte, puede

su reiteración originar un trabajo supuratorio que la vecindadde la médula oblongada hace muy

peli¬

groso porla facilidadde las infiltraciones.

Noes raro que en el

cuello

de algunos caballos

sedesarrolleuna enfermedaderuptiva, la variedad

desarna llamadausagre, que porlocomún invade solamentelacrinera, siendo entonces poco aparen¬

te.

Conviene,

por lo tanto, separar siempre las

crines yexaminar los

espacios

intermedios Otra alteración todavía menosmanifiesta que la anterior puede hallarse en la mismaregion

(cuello):

tal es

la Obliteraciónparcial ócompleta deuna vena yugu¬

lar. En todo reconocimientoes

indispensable

exa¬

minar el estadode estosvasos, paralo cual se com¬

primirán con el dedo en diversos puntos de su es-

tension: si sellenan de sangre en poco

tiempo,

será

un indicio desu estadonormal; de lo contrario , se habrá averiguado la existencia deuna lesion que puede considerarse como causa predisponente de accidentesy enfermedades muy graves.

La cruz, el dorsoy los costillares, puntos sobre los cuales descansan generalmente los

atalajes

, son el asiento de contusiones, debidasalroceyla com¬

presión, conocidascon elnombrevulgar de ¿eran¬

tes. Sibien tanto estos comolas heridascontusasde dichas regiones se echan dever con facilidad su¬

ma, la malicia de los vendedores procura ocultarlos

en el acto del reconocimiento cubriéndolos con

polvo ypelo- Con este ardid pudieran muy bien pasar

desapercibidas

estas altéraciones en un exá-

men ligero ; y por esta razón será muy conveniente

nocontentarsecon tender una mirada

rápida

sobre aquellas partes, sinoque selas comprimirá ligera¬

mente, enparticular toda la estension de laespina.

Los músculos abdominalespierden enciertos ca¬

sossucontinuidad, quedando la piel intacta, lo que da

lugar

á las contraroturas ó eventraciones. Sea cualquierasu causa, las hernias abdominales están caracterizadas por la formaciónde un tumorsubcu¬

táneo y blando que desaparece en totalidad ó en parte á la presión.

Los

órganos

genitales estemos del machoy

de

la hembra, y mas particularmente los del macho, es¬

tán espuestos á una colección de enfermedades de funestas consecuencias. El miembro viril puede ha¬

llarsecortado en mas ó menos estension, siendo en talcaso unvicio redhibitorio: elmearse en

bragas,

espermatorrea disuria, etc., están consideradas

entre los mismosvicios, por sus alteraciones que

no pueden deducirse con exactitud en el limitado

tiempo

que se emplea en los reconocimientos.

La presebcia ó la falta delos testículos, ó sea lo que

constituye

la denominación de animales eníetos ó castrados, merecey debe ser notada particular¬

mente, ieniendo grancuidado en noconfundir con estos últimos á los

monórguidos

y anórquidos [ci- clanesy

testicondos):

estas variedades, que no son otra cosa que la existencia de uno ó de los dos tes¬

tículos enla cavidad

pelviana,

si bienen los ani¬

males muyjóvenesson inherentesá la falta del des¬

arrollo general, en

aquellos

quepasan detres

años

nos hacenpresumir desde

luego

la atrofia de tales órganos.

Se presentanen estaspartes además de los vicios

espUeslos,

otras alteraciones dependientes unas ve¬

cesde enfermedades masó menosdistantes, y otras queson

casi siempre

consecuenciainmediatadeuna mala terminación inflamatoria local. Podemosenn- merarentre las primeras todaclase deinfartos cró¬

nicos delas bolsasy alhidrocele, y entre lassegun¬

das el sarcocele, varicocele, cordones y testículos escirrosos, etc.

Mucho menosfrecuentessonenlos

órganos

geni¬

tales femeninos las enfermedades y defectos de con¬

formación ; pero no porque se encuentren aeompa- ñados dedichacircunstanciadeberánpasar

desaper¬

cibidos al exámen facultativo: pueden, sin embar¬

go, presentarsealteraciones que en muchos casos son de fataltrascendencia, yseria ciertamenteharto desagradable para los dueños, y mucho maspara losprofesores, como responsablesque son, el que

pasado algun tiempo despues del

reconocimiento,

apareciesen los animalescon lesiones que hubierafn podido sernotadas enaquel acto.

Las

glándulas

mamarias, cuando las hembras

no seencuentran próximas al parto

ó

en la

época

de lalactancia, sepresentan de un vollímcn apenas perceptible en las condicionesdeintegridad, no lle¬

gando ánotarsemas que unos

pequeños

pezoncitos;

perosi sehallan atacadas de unainflamación (ma¬

mitis)

ó por el escirro, que son sus enfermedades

mas comunes, aumentanconsiderablemente de vo-

lúmennotándose en el primer caso los síntomas propios de la afección, y en el segundo un tumor duro, insensible, circunscritoy poco elástico.

Elanoú

orificio

padececon bastante frecuencia

enlosanimalesviejos'unarclajaóion tan considera¬

ble queda lugar álo quevulgarmente se dice ua- ciam pore/awo; dependiente lasmas veces de la falta deaccióndel músculo esfínter. En sus inme¬

diacioneses quizá el punto en donde mas general¬

mente sedesarrolla lamelanosisó cáncermelánico.

Como

quiera

que enlos reconocimientosde sa¬

nidad ño estáncomprendidos los defectos d's con¬

formación, no nos ocuparemosaquí de los que pues denpresentar las ancas tales como el

anqui-almen-

drado,

anquí-boyuno,

etc.

Pero

en nuestro concep¬

tono debe hqcerse lo mismo con el llamado lunan-

co, pues

coñ=iistiendo

en unafractura masó raeno-

completa de lapuntadel hueso íleon, no puedeme¬

nosdeproducir

irregularidades

en los movimien¬

tos del caballo y aun'quizá inutilizarle parael ser¬

vicio.Por lo común seobserva entonces que elan¬

ca afectada está mas

baja

y mas estrecha que la opuesta.

Concluido lo que nos

proponíamos decir sobre

elreconocimiento desanidad en lo queconcierne al exámen csterior del tronco,pasaremos

á

ocupar¬

nos de losmiembros, dejandopara

despues

el ha¬

blar de las nociones que

puede suministrarnos,

ia

inspección

del ejercicio

funcional,

talcom'o esppsir ble

practicarla

en un acto cuya

primeta;é:Dndicion

esla brevedad. ;-

Entrela numerosa colección

de| enfermedades

que suelen padecer

las estremidadesítórjicicas, hay

muchas que obligan á cojear á los

animales,

mien¬

trasque otras,

indudablemente

por sq

'ij^sma Si¬

tuación,

producen la

claudicación

muy'^qra^)le:^_

Las

relajaciones

de la

espalda,

son,.

piies,-las

primeras lesiones

que encontramos,

principiando

la

esploracion

por

las regiones

superiores. El do¬

lorlúasómenosmarcado á la

presión

y á los mo-

(4)

EL ECO

vimientosque el

profesor imprime á la estremidad,

asicomo unaclaudicación tanto mas intensa cuan¬

tomasblando es el terreno sobre que marcha el animal, son los

principales indicios de

esta

altera¬

ción Tienentambién su asiento enesta parte las cojerasen

frió

yen

caliente-,

mas como

están

com¬

prendidas entre

los vicios redhibitorios

no nos cor¬

respondetratar

de ellas.

En lo restante de las estremidades anteriores hastallegar alcasco, se desarrollan

codilleras,

em- ballesíados,

lupias, exostosis, sobremanos, aresti¬

nes, clavos

simples

y

pasados

y

algunas

otras

altera¬

ciones.

Aescepcion de

los clavos pasados cuando

son poco voluminosos,

todas las enfermedades

que aca¬

bamos deenumerar,se reconocen con tanta

facili¬

dad que lio creemos

necesario

entrar en pormeno¬

res. Pero engeneral, es

preciso

no

limitarse á

au¬

xiliar á la vista pormedio

del

tacto

pasando la

ma¬

noatodo lolargodel

miembro

por su parte ante- terior yposterior,

sino

quese

debe ejecutar ligeras

flexiones yleves

movimientos de semirotacion; sin

quepor eso convenga

de modo alguno

que

se

pe¬

queen

el vicioso

estremo

de lastimar

con

violentos

esfuerzos á losanimalesy obligarles

á resentirse á

pesar

de

estarsanos.

Cuando existenlos clavos

pasados

y son peque¬

ñoshay quetactar

minuciosamente sobre los cón¬

dilos de lacoronaafectada,ycomparar su

volumen

conelquepresentan

los de la

otra

estremidad

para llegar á conocer su

presencia.

Siempre es un

buen precepto

en

estas esplora-

ciones elmojar toda

la estension del miembro des¬

de larodilla abajo, pues

de

esta manera se

hacen

mas

palpables las eminencias anormales

que

pueda

haber sea cualquierasu

naturaleza.

Paraexaminar detenidamente los cascos debe

rian levantarse lasherraduras; pero esta

operación

exigemas

tiempo

que

el de

que

podemos disponer en

unreconocimiento,ytenemosque

contentarnos

con lasseñales

prestadas

por

el aspecto de la tapa

y par¬

tesvisibles de la palma; creemos, por

lo tanto

que el

profesor debe hacer presente esta circunstancia

al

comprador,

para

evitar responsabilidades.

{Se concluirá.)

PATOLOGIA Y TERAPEUTICA.

DEL REUMATISMO.

(ContiQuacion.)

Paraproceder á la

operación de

que

hablamos

en

el

númeroanterior, se tendió

al animal,

y

sujetado

conve¬

nientemente, conel auxiliode un

bisturí

curvo

sobre el

corte, fué

practicando incisiones de

una

pulgada

y

media

delongitud

siguiendo la dirección de la piel, hasta

poner

aldescubiertoeltejido celular

subcutáneo de las

partes

que rodean

inmediatamente la articulación

:

preparados

así lospuntos que debian

cauterizarse, iba manteniendo

conlamanoizquierdaabiertos

los labios do cada herida

alternativamenteéintroduciendoconla derecha un cau¬

terio olivar, con elque penetrabacosa

de

tres

á cuatro

líneas enel espesor de los

tejidos

que

cubren la articula¬

ción; deestemodo fui sembrando hasta

quince puntos

correspondientes áotrastantas

incisiones. Concluida esta

operaeion,hice levantar al

animal, é inmediatamente

se

le aplicó en toda la estension

de la espalda, brazo

y

parte anterior del pecho, sin tocar á las partes in¬

cididas, unaligeracapade ungüento fuerte, conducién¬

dolo en seguida á la caballeriza. La circunstancia de ha¬

ber dividido conelbisturíuna do lasvenillas de la piel,

y que ocasionóunahemorragia bastante considerablepa¬

racuya detención me vi obligado á ligar aquella, rae dispensó de hacerle unasangríaconforme habla opinado.

Mientrasestos mediosobraban, podemos decir, en la periferiadel cuerpo, el nitrato depotasa y el sulfuro de

antimonioiban haciendo supapelenel interior. Estodu¬

ró porespacio de seis dias, tiempo enqueel vejigatorio terminó suacción; yentonces , despues de separada la

costra formadaporla untura, la epidermis levantada y la serosidadque debajo de ella sehabla concretado, con

unas locionesemolientes , sin alterar en lo mas mínimo la acciónpuogénica de los puntos cauterizados, y sin suspender la administración del nitro y el antimonio, se ledieron entoda la estension de laespalda ybrazo, ba¬

ñosde chorro, por medio deunajeringa degrandes di¬

mensiones, conelsulfuro depotasa disueltoenagua ca¬

liente, dos vecesal dia; y de estemodo, al cabo de quin¬

cedetratamiento,cicatrizadasyalas heridas, se lepuso lie nuevoásutrabajo, sin que hasta ahora hayarecidido

la enfermedad.—Es de advertir, queá los ocho diascuan¬

do selellevó á pasço, cosa que serepitió hasta la com pk'tacuración, la cojera habla

desaparecido.

Ahora bren; conlas observacionesespuestas, note¬

nemosbastante motivoparacreer en la existencia de los reumatismos articulares? ¿no tenemos también conocidos

los medios decuración? Peroentalescasos, ¿cuálesson los mejores?La prácticanoslo dirá algun

dia.

For loque

toca áestecaso particular,podremos muybien suponer quetodoshan contribuido á ello ,

siquiera

por

la rapidez

desuacción; sin embargo creemos firmemente, que al

sistema de cauterización, según Nanzio, y á los efectos del nitro y del antimonio, obrando de acuerdo, puede atribuirse tanfelizresultado.

Por lasola cauterización, segúnel sistema napolitano,

asegura mi amigo Darder haber alcanzado iguales re¬

sultados.

D. JoséPresta dice haber obtenido lo mismo con el

uso del alcanforesterior é interiormente. Nosotros hemos visto con grande asombro desaparecer eu tres ócuatro diasreumasagudosmuy intensos,conel uso del aceite alcanforado.

De poco tiempo á estaparteydesde que intenté es¬

cribiresteartículo, he tenido lugarde observarun caso dereuma agudoeneltarso deuncerdo cebón. La prime¬

ravezquele vi, apenas podia levantarse ni tenerse de pié,tantoque fué necesarioayudarlepara hacerle salir

de lapocilga;mas una vezpuestoSobre lascuatro estre¬

midades, se mantuvofirmey, aunquevacilando y enco¬

gido casi siernpse el miembro enfermo, pudo dar algunos

pasos, peroalinstantesedejaba caer, sinque sus mu¬

chos esfuerzos, por sí solos, le permitieran otra cosa que arrastrar ei tercioposterior.Visto todo esto, reco¬

nocí laestremidad, yenlaparteanterior y laterales del corvejón derecho, encontré una hinchazón cálida, con

fluctuaciónmuy parecida á la del alifafe trasfollado, ten¬

sionconsiderable de las partes afectas, siendo hastaper¬

ceptible altravés de la piel un estado de rubicundez no muyviva, doloresmuy intensos, que seaumentaban

al

simple tactoy calentura. Todos estos síntomas me

indi¬

caban laexistencia deun reuma: ya no habia mas que

(5)

DE LA VETEEINAEIA.

disponer los mediosdecuración; pero para ellocreíopor¬

tuno unanálisis antecedente delas causas que lo motiva- fon. AIefecto inspeccioné lapocilga,y pude notardesde luego la granhumedadque enella existia , por nohaber

unsumideroque dierapasoá las orinas, ypor lindar una

delasparedes quela constituian con un pozo deaguapo¬

table, que necesariamente tenia que exhalar humedad:

estoyla falta de abrigo en nochesquela temperatura su-

'^rió undescenso rápido, fueron sin duda sus causasde¬

terminantes.—La primera indieacion fué, pues, obviar

estascausas por medio de la limpieza y abrigo, prescri¬

biendo el aceite alcanforado en fricciones, tres veceslo menospor dia.—Alsiguiente, los síntomashabían dismi¬

nuido; el enfermose levantaba porsí solo,perode cuando

en cuandosuliaencogerlaestremidad, y ai andar zaran¬

deaba un poco el tercio posterior. La fiebre no era tan

intensa, latumefacción persista, peroelcalory el dolor hablan disminuido. Ordenéla continuación de lasfriccio¬

nes, y despues deellas un paseo por lamañana y tarde.

—Alcuarto diatodo,hasta la hinchazón, habladesapare¬

cido sin dejar el menor rastro. Lo que hay que notar es, que á pesarde serel cerdoel animal quemas pronto

se rindeá la acción de los males, reusando la comida>

noperdió nunca elapetito, comiendo siempre hasta con voracidad.

Hastaaquí llegan mi.s observaciones sobre elreuma ar¬

ticular, afección quedebo estudiarse con mucho cuidado y atención, y que á no dudarlo, su conocimiento nos conducirá muchas vecesá unresultado quenopodríamos conseguirpor otros medios.

{Se concluirá,)

IM-J*ll>0

ZOOTECMA.

DR LA INFLUENCIADE LA RESPIRACION SOBRE LA SECRECION DE LALECHE.

Elección,produccióndélasvacaslecheras;porM.Magne, profesorde Agriculturay de Higiene en laEscuela

imperial veterinaria de Alfort.

(Continuación.)

2.° Referiremos aquítestualmente las razonesdeduci¬

das de la

composición química dela sangre:

•Si lafisiologíacomparada nopuede bastar porsí sola para convencernosde que un pechovastoy desarrollado, indispensableble á en un buen animal de cebo, no es favora¬

una lactación abundante, podremos recurrir á la química. Esta ciencianosmostraráquela composición de la leche difiere esencialmentede la de los tejidos anima-

l^es, y se aproxima muchoála delos principios vegetales.

Lacomposición de lamantecade la leche, tiene mas ana¬

logíacoula de lasgrasasvegetales quecon la de los ani¬

males. La caseína misma no es masqueuna sustanciave

getalazoada, queno puede servir paralanutrición de los

órganos

asimilación, sino despuesmas completadeuna; siendonuevaesto tantrasformacionexactoy, unaque

jamásmentesela encuentraen los tejidos animales, sino sola¬

en los vegetales, do dondepasa al quilo ála san¬

gre, y á lasmamasporúltimo.-

Teniendo los principios mas importantes de la leche

unacomposiciónmasbien vegetal queanimal, unaparato respiratorio muy desarrollado y capaz que los animali¬

zase mas, únicamente produciria un aumento en la asi¬

milacióncon perjuicio déla secreción de la leche.-

Inútilseria insistir sobre la composición química de

este producto. Nos limitaremos solo á hacer notar que existe una gran diferencia entreciertos aceites vegetales,

como entre ciertas grasas animales; que el cáseo pre¬

sentalodos los caractères generales de los albuminoides quesuministrael reino animal ; que, así como este com¬

puesto , la albúmina y la fibrinamisma han sido hallados

enel reino vegetalporVauquelin, Boussingaiilt, Mulder, Bráconot,etc. ;queninguno doestosproductos pasa del

tubo digestivo al torrentecirculatorio, sinhabersido ela¬

borados, modificados por la quimificacion y la quilifi»

cacion.

3.° Lasconsideracionesmaspoderosas enfavorde un

pecho estrecho han sido deducidas de la organización de losgrandes rumiantes, delejercicio de lasfuncionesyde

la forma general del cuerpo. M. Lemaire so espresa en estepuntode la manera siguiente:

•En las razasdestinadas alcebamiento, lasmamasestán

en generalmas cargadas dograsa queenlas propiaspara la produccióndola lecheque sehallan malcuidadas; pero

en lasbuenas lecheras quo setrata de engordar, laspar¬

tes enque primerosenotala acumulación de grasa son las inmediatasal pecho y mamas. En lasvacasjóvenesde las mejores razas lecheras, cuyas glándulas mamarias gozaránun dia de gran actividad y en quienes son mas estensos lós escudos del sistema de Guenon, es en las quedo preferencia una buena alimentación desarrolla las partes posterioresmasbien que las anteriores, y deter¬

mina la fijación de una enorme cantidad de grasa en la region de las mamas. Pero, entonces, es necesario no

confundirestasubres grasientas con las ubres carnosasf porquela mayor cantidad de grasa que soha depositado

en lasregionesposterioresyal rededor de lasmamas, es una prueba del mayor desarrollo de los vasos posterio¬

res, respectodolos anteriores; c indica que si lasmamas reciben mas sangre paraacumulargrasa, recibirán tara- bien mas para formar leche. En los bueyes de razale¬

chera se observa lo mismo, respectiva y pioporcional- mento, que en los de lasmejores razas de cebo.»

Estoshechosson incontestables; pero¿qué prueban?

¿Lasangrede las vacascitadas, queproducelagrasade lasmamas, cambia de naturaleza despues de lafecunda¬

ción?¿Después del parto, pasala sangre acaso desde las arterias pulmonares á las venas del mismo nombro sin

ser modificada por elaire atmosférico? ¿No es infinita¬

mente mas simple decir quelas circunstanciasanatómi¬

cas (¡lie

favorece?!

en

ciertas

razas la producción de la grasahacia las mamas y el escroto, favorece también despues delparto la secreción dela lecliet ¿No parece, finalmente, queel autor del párrafo citado quiso refutar

su sistema, al demostrar que la misma sangre es apta paraproducir lecheó grasa, según la actividad relativa de lasmamas y del tejido adiposo, ósegún el género de escitaeion á quelas vacas estén sometidas?Él desar¬

rollo de los vasos posteriores que ocasiona un depósito-

de grasa en la ubre do la ternera, produce leche en la

vaca ; y los fenómenos respiratorios juegan igual papel

para losdos productos.

Es bien sabidoquemuchasvacas, escelentes enlapro¬

ducción de laleche, engrasanrápidamente cuando dejan

de serordeñadas ; y aun .se ve con frecuencia que, des¬

pués dehaber sido pormucho tiempo buenas lecheras, llegan á cebarse con la alimentacipn mediana que acos¬

tumbran á darlos que las cuidan, cesando deproporcio¬

nar una cantid ad suficiente del producto para que eran destinadas, lo que obliga á venderlas.

Yparacsplicar estos hechos ¿será necesario admitir queel papel del pulmón ha cambiado desdo el momento enque lamama cesa de funcionarconactividad?

En las buenas razaslecheras, la aptitud quelos ma¬

chos presentan para acumularmucha grasa enla region escrotal, proviene también del gran desarrollo de los

vasos sanguíneos de la region subpubiana, que corres¬

ponden á los do la mamaenlahembra.

Pero aquí hechos masconcluyentes:

Enciertasrazas, tienen los torosuna gran propension á adquirirgrasa y á hacerseinfecundosó casi impolen-

tes ; siendo necesario para conservarlosenestado do ser¬

vir á la generación, recurrir á darles una alimentación

mediana, conlo cual solo seobtieneunimperfecto resul-

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