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(1)

ASO I. SABADO I.® DE OGTüBKE DE 1853. num. 18.

REDACTADO POR

EL ECO

DE

lieriótlico «le iiioraless y

D.

Migxiel

D. Juan

fainas

Tellezy

Martí, profesor

Vicen y

I). Leoncio veterinario de F. Gallego,

primera

alumnos de clase^ residente la Escuela

en

Superior Barcelona,

y de Veterinaria.

I rs. por Sepublicacada quince diiis.

En Madrid-3 rs. al mes;

en provincias

mestre, remitiendoelimporteeoncarta franca enlibran- xassobre correosd laórden del Administrador.==Las'en- trega.ssueltas de las obras que-se publican, á medioreal cadaunaparalos nuevos suscritores.

So suscribeenMadrid en casa del Administrador don .Juan Tellez Vicen, calle delDesengaño, núm. 18, cuar¬

totere ro; en las librerías de Baillj-Bailliere, calle del l'ríncipe,García Vde Cuesta, calleMayor; yenla litografia, de

yMejía,callede Atocha, núm. 66.=Enprovincias

en casadeloscorresponsales.

dndabl.emcnte una delaspartes mas

útiles,

á la vez que mas difíciles , de la

práctica

veterinaria. Nin¬

guna hay.quetan.seriamente coiuprometa la repu¬

tación é intereses delprofesor, quetan grave res¬

ponsabilidad lleve

consigo;

la ignorancia, la solali¬

gereza, una

simple

distracciónacarrean en su ejer- pLioconsecuenciasmuyperjudiciales.Mucho aplo¬

mo, instrucción solida y pràctica,lié

aquí

los re¬

quisitos

que deben concurriren el veterinario, sí

ba de

desempeñar

dignamente estaparte desu pro¬

fesión.

El estudio de la

Anatomía, Fisiologia

, Esteriory

Patologia

es

indispensable

para formar un juicio exacto, ó á lomenos

aproximado,

acerca del estado de

integridad

de ios órganos, de la regularidad y armonía de lasfunciones, ó de las alteraciones ma¬

teriales y

fisiológicas

que elorganismo animalpue¬

da presentarnos en

íos

reconocimientos. Pero el que crea que con estos conocimientos tiene sufi¬

ciente, está muy equivocado; porque,

prescin¬

diendo de las infinitas dificultades naturales, que por

solas hacen necesarioun ojomuyejercitado^

hay

que

destruir

los mil lazos que la astucia mas refinada tiendeal profesorenla compra y venta de animales. Es necesarioestarprevenidocontracuan¬

to

digan los

interesados,no fiarse de las apariencias

massatisfactoriasde salud del animal y

fijar

mucha atencioûenlo que se

está haciendo,

procurandono

distraerse,

á pesar

de

todas las arterías que al

efecto puedan emplearse. Para esto serequiere há¬

bito en el exámen de animales sanos y enfermos.

Pero si los conocimientos casi esclusivamente teóricos son insuficientes para que el veterinario efectúe losreconocimientosdeunamanerasatisfac¬

toria, lo esinfinitamente menos lo queciertospro- Las cuestiones

profesionales

que

hasta

aquí

nos

han ocupado han: perdido

en

cier¬

to modo su interés

palpitante, atendidas las

"circunstancias

transitorias y

de

mera

éspec-

tacion que en

el did

atraviesa la JVetei'inaria

española. Por

estarazónhemosresueltoaban¬

donarla aunque

solo provisionalmeide,

y re¬

servándonos

siempre el derecho de

entrar en cuantas

discusiones

dé verdadera actualidad ocurran,

hasta

cpxe

llegue la ocasión de

en¬

tablar de nuevo

aquellas. Entonces abordare

mos también cierta

polémica

que

ahora deja¬

mos

pendiente.

En virtud de esta

especie de tregua, da¬

remos desde

hoy

mayor

esténsion

d

la

sección de revista de la prensa

nacional

y

estrangera, què

por

falta de espació ha ocupado

un

lugar

muy

secundario. Las actuales dimensiones

de El Eco y

el carácter de letra

que

hemos adoptado,

nos

permiten publicar, íntegros ó estractados, ¿os

artículos

dignos de

ser re¬

producidos

que aparezcan en

los periódicos científicos de España

y en

los de Veterinaria

del

estrangera.

VETERINARIA PRACTICA.

Reconocimientos desanidad. PorD. SaturioLais Al¬

varez

, redactorque

fué de

ElEco.

Losreconocimientos desanidad

constituyen

in-

(2)

EL Edo

fosoresllaman su

práctica, reducida

en

conclusion

á una ciega

rutina, á

un

empirismo repugnante, en

que

la ciencia

se

halla escluida por completo

,

eïi

queno

brilla la antorcha do la razón.

Uno de losmayoresymascomunes

inconvcnien-

tes que

al practicar los reconocímieñlds se presen¬

tan, eselpoco

tiempo" de que'el vetérihario púede

disponer, por

la premura con que el conr'pradór

exigeun

fallo pronto

y

definitivo. Eito sucede sobre

todoenlasferiasy

mercados,

en cuyos

dias acu¬

den á los

establecimientos multitud de animales

pai'aser

reconocidos.

Séarne

permitido

espresar

de paso,

y

ya que estas

'íltimaà

palábraá traèn á mi imaginación un recuer¬

do penoso,

todo el desprecio que me inspiran esos

hombresque

arrastrando el decoro de su profesión,

escarneciendola moral

facultativa,

se

apresuran á

ofrecer y

prostituir

sus

servicios en semejan-

tés dias.

Eneste

imperfecto trabajo,

que

presento sin pre¬

tcnsionesde ningún

género, daré

unas

noticias tan

sucintasy

claras

como rae

sea'posible, de algunas

enfermedadesy

vicios de conformación, y de los

tnéífios de que

los chalanes

se

sirven para ocultarles

en el acto del

reconocimiento, sin perder de vista

que

mi objéto principal es indicar la marcha que

en él debe

seguirse.

Empezaremos, pues,

por investigar cual sea la

edad delanimal del

modo siguiente

:

Si losdientesestuviesen

envueltos

en

gran canti¬

dad de saliva ó restos

de alimentos, sé limpiarán

cnídacíosámente

; pues

de

no

hacerlo así, no viendo

¿ién

hs

neguillaf,

se

espondria el profesor á equi¬

vocarse en la edad y

á

creer

naturales los signos

fraucrulcntos,

qué tan frécucrites son. Tomando

esta

precaución

, es

fácil conocer la edad basta los

ócbo,años; pero

de aquí "én adelante ofrece su apre-

éiación

grandes diflcultades, sobre todo, para los profesdi-es

que

han àUerto pocas bocas.

No debemos,sin

embargo, darnos

por

satisfe¬

chos conla

espresipn vulgar ë impropia de que el

animal ha

cerrado

-,

existe

una

diferencia ríruy nota¬

ble,entre

ios dientes de los caballos que tienen diez

ó doce

años

y

los de aquellos que cuentan diez y

seis, .veinte

ó veinte

y

cuatro, no obstante

,

que tpdpiS

se

baÍLaa comprendidos en aquella denomína-

Es.

necesario, pues, acercarse á la verdad en

cuantosea

posible, atendiendo

,

ya que no son sufi¬

cientes lasformasdiversasqueva

tomando la den¬

tadura, á otrps señales,que, si tampoco son eviden¬

tes, nos

faeilitán al

menos un

juicio aproximativo. Él

aspecto

general del individuo, particularmente el

de .sus ojos .jr

cuencas, y la existencia de pelos

blancosen defeiiminados, puntos, son

circunstañ-

cia^niuy, atendibles

en

tales casos.

^

En c\atlas de

Ciruj^id opemíorza de Mr. Lafosse,

en el Tratado de esterior

del caballo de M. llicjiai'd,

y

cñ el de los principales animales domésticos del se¬

ñor Casasencontramos algunos grabados, que re¬

presentanlos

dientes del caballo,

y con

los cuales

se intentamarcarlasmodificaciones sucesivasqueestos órganos

esperimentan basta los treinta años. Desgra¬

ciadamente este medio no produce en

muchos

ca¬

sos lòs resifltádós

qué'serian de desear

y que sus

autores se

píopusíersín

:

la clase de alírúentacion influye sobremanera én el desgaste de los dientes;

ycomo

llega á

sertan

variada, puede suceder

que

dosanimales de lamisma edad afecten formas

dife¬

rentes en sudentadura.

En los caballos de quienes se

dice

que

tienen

malaboca, ó sea enlosquepresentan

alguna de las

cuatrovariedades de dientes

imperfectos, las difi¬

cultadesson aunmayores.

Pessina ha dado algunas

reglaspara

facilitar

en estos casos

el conocimiento

de la edad, fundadas en la longitud

de los dientes,

que

calcula de

unas

siete líneas,

y en

el desgaste

que

sufren cada año,

que según

él es de una linea

á línea y

media

;

partiendo de estos principios, au¬

mentaba sobre eltiempo que

los dientes marcaban

tantos años como líneas de esceso

tenían de longi¬

tud, ó bien

disminuía

tantos como

líneas les fal¬

taban.

Todos losveterinariosconoceránsin duda

los de-

fec'os de que

adolece

esta

teoría,

aunque

ingeniosa

y

digna de atención. Por lo tanto, creemos inútil

el detenernosáenumerarlos.

Si al

practicar los reconocimientos, encontramos

por

todas partes lós obstáculos que nos opone la

supércbería de los trátantes

en

caballos, en lo que

concierne á la edades en

donde han desplegado to¬

dos los recursos desu

ingenio

y

mala fé.

Cuando los potros son precoces en

su desarro¬

llo , no

bien tienen dos años, les evulsan los dos

primeros

incisivos; á los dos y medio practican

igual Operación

con

los medianos, y como no te¬

niendo que

empujar delante de sí á los de leche, se

anticipa la

erupción de los de rèeniplazo

,

resulta

que

animales

que en

realidad tienen tres años, pa¬

san por

de

cuatro.

Otras veces, por el contrario,

como elvaloren venta

de

un

caballo empieza á dis-

mfñuir desde los seis

años

en

adelanté,

procuran dar á la dentadura

el aspecto

que

presenta cuando

'el anímáies joven.

Si los diéntes

son

déraasiado

largos,

la lima refnedia el inconveniente; y si en

consecuencia de la

operación han desaparecido las

neguillas, recurren

al buril para hacer otras, y al

nitrato do

plata

para

darles el color de las na¬

turales.

Es, pues,

de la

mayor

importancia èxaminar los

dientescon cuidado,para no

incurrir

en

mil erro¬

resque

redundarian

en

descrédíttí dfel profesor; por

fortuna, estos

trabajos de soñsticacion son siempre

suficientementa

imppjffecto^,para

qiie .no.

sea difUfi

distinguir

los signos facticios dp.loe naturales^.

Cuando los dientes

permanentes salen á la época

ordinària, son

inayorés

que

los dé leche y tienen

(3)

DE LA VETERINABIA.

un color blanco brillante; perosi por los medios indicados se

aniicipa

su erupción, ofrecen

siempre

caractères especiales : en vez de ser proporciona¬

dos al desarrollo dôlas-mandibulás y cavidades al¬

veolares, crecen poco en todas direcciones, de¬

jando entre-sí espacios muynotables, ¡presentan.en su superficie labial considerable número de estrias

longitudinales

y son de color blanco amarillento.

L'asneguillas artificiales son redondas .en todos los casos, cualquieraque sea la destreza del que,las haga y el instrumentode que sesirva, lo que las diferencianotablemente de las trazadasporda Na

tnralçza.

Porotraparte,jániás se encuentran enla parte media delos

¿jcntes,

que por su dureza re¬

chazala acción del í)uril, sino en uno de los es-

tremos de la tabla. Si antes de hacer la contramarca

se limaron los

dientes,

es

imposible

él contacto entre losincisivos de

ambas.mandíbulas,

quedando

cn.tre,unOsyotros elespacio queocupaban laspor- cidnes limadas.

[Se continuara:)

TOXICOLOGIA

Sfihrc

M.utaOiel

hoeknke,

enmneñamiento

profesor

por

de Veterinaria,

la estricninaZooteC'; por y Química en

Mehlbye;

y M.

Hering, profe¬

sor de laEscuela realveterinariade

Stuügard.

'^Traducidos-y esti'actadós

del

Repertoriúm

der

Thiei'heiikun'de,

porM.

S. Bieler,

veterinario en

'Rolle

(^Soizai.)

' '

" .

'

AlGL'N\S PALAUK.VS RbLÁTlvXS A LA

ToxtCÒLOGlA

DE

Loá ÀM.MALÈS

DO.MI'ÁtiGOS,

P,0Íi 0. KfflJUNKE.

El alitor se refiere á un

trabajó publicado

enel JourúaldésveterOiairès duMidi.,

i'elatfvd aí

envene¬

namiento deunperro porlañuez

vómicá,

y suti^a-

tamiento. .

^

Si

se

examina,

diceM.

Kœhnke,

el trabajoespe¬

cial del respetable, profesor...-Guüthcr de

Hanover,

hallaremos en él los datosy,resultados

siguientes,

que no.sonexactos: ^ ' '

1." El envenenamiento deunperroporla nuez vómicadetermina una escitacion no solo del tercio posteriory de sus nervios, sino tambiéndel cere¬

bro, de los nerviosijc lossentidos y de los nervios

simpáticos.

. • •• • . !•

Eltratamientotiene porobjeto moderar es¬

ta,escitacionque, reiterada, puedeconcluir conlas

fper^as

vitales.

, 3."

Paya

mantener y renovar las fuerzas de la

vjida, nó

hay

rnejprre.medio que el siieno, pues que durante él,

influencia

perniciosti del

yenéno se aminoraciiárleEn ó para que, y se ganala el

digéstióh tiempo

lehécésariq

destruya:

paraeva-

cuanto á lo primero, M.Koéhnke hace notar que el envenenamiento por la nuezvómica

(estric- niua'y brucina,)'ataca

á todo el sistema nervioso,-

pero

principalmente

al sistema ganglionario. Enun

pqrro

emponzqñadp

deesta manera , durante las

cpnyulsiones,

npsplamenteestán

suspendidos el

co¬

nocimiento,

la

sénsibilidad

y elmovimiento volun¬

tario, sino que se

interrumpen

la digestiony las se¬

creciones. Los efectos del veneno se manifiestan primeramente enlos músculosde lacara, delasore¬

jas, del cuello, de lacola y de los muslos:

después

se.propaganal dorso, á los lomosyà lagrupa

(con-

vulsiònes,

calambres)

; en seguida á los órganosde

la pelvis y del abdómeu

(incontinencia

de orina, suspensión dela digestion y de lap

secreciones),

á

losórganosdel pecho

((Ictencion

"dela

respiración,

pulso veloz y duro, batimientos rebotantes delco¬

razón, y en el último período, coloración azul vio¬

lada de las

mucosas)

; en

fin,

el venenobace sentir

sus efectos sobre el cerebro y los órganos de los

sentólos (aupencia

delconocimientoy de lasensibi¬

lidad, atolondramiento,mirada

fija,

ordinariamente

con dilata.cion de la pupila trismo, flexion habitual de la cabeza hacia atrás, quecasi toca con losríño¬

nes ó la

grupa).

La palabra

hipotética

de «fuerza vital» de que se baceuso en elsegundo

párrafo,

es

al

menos supèr¬

flua eneste caso. El animal envenenado no esperi-

nienta }a muerte tanto á,causadelabutimienfo mor¬

tal dela fuerza vital

(aun

cuando

haya debilidad),

como porla parálisis de los órganosde la respira- clon, per una verdaderaasfixia.

Por último, respecto al tratamiento, dice M.

Kflchnke

objetando, á

M. Gunther, que todo ve¬

terinario que

haya

detratar á un perro en el cual ,sean!manifiestos áun cierto graJq los efectos de la

nuez vómica, adquirirá el convencimiento de que nada debeesperarse del emiitjco, de. la sangría,del opio, dela sal de Gliuber ni del ijueno; un animal asitratado, dormiría

un.^uefio

eterno,

..Siicl efecto del veuçnp acarrea ,-íat;ma;s menos

alarmantes, por

ejemplp,

la calda súbitadelcuerpo, calambres detercio ía cara,de las prejaSj.del

cueilu,

del

posterior, con .detención dq lay

espiración,

faumento dei pulsoy de los batimientos dylçoraznn, incontineqcia de.orina, etc.; siel. perro semantie¬

neenpie, aunquetriste; si de vez encuando.mani- flcsfa

apetito

y sed, y si, sobre todo,no

hay

un vio¬

lento trismo,vulgarmente se combate elemponzo¬

ñamientocon seguridad, porlaadministraciónde la lechedulce, y esterqiucdio está seguido de i\n éxi¬

tobrillanteá pesar

de:.t;qdaslaspreyisiones,terapéu-

tica.s de losprofesores.

Nosotrosposeemosahora unespecífico querepa-.

ra encorto espacio de

tiempo

los-efcctos de.structo-

resde todo alcaloidevenenoso,

d.éjando

enel orga¬

nismo las quecesvómicas quehan producidoya su

efecto; porque unemético,ademásdo que baceper¬

der un

liempoprecioso,

noarrastraconsigomasque

unaparte de lanuez.vómica, y jamás

destruye

los efectos ya

exigientes.

Puede intentarseuna sangría, siguiendo

la,regla

comúná casi todos losenvenena¬

mientos de nó practicarlasino entante que las vis¬

ceras dcí pecho ó del abdóracn,ó unasyotrasse ha¬

llen congestionadas. «Lóque hunca be observado yo, dice M. Kdeanke, en mis

numerósosespefiincn-

toS de

emponzoñaiñientos

conla nuez

vómica,

ha¬

biendo

ésperim.entado

constantemente que en este casó, como enlos demás, el efecto del veneno se

aumeutabaconsiderablemente porla sangría'. Decir quelas fuerzas digestivasseencuentran e.nestado de destruir uii veneno, esunanuevateoría: la

digestion nojiric'de;

destruir la potasa, ni la sosa, ni la cal, ni la

niag'néríai ni'la

éstrictina, ni la

byucina;

única-

mentéópera su disolución mecánicasin

alterarlas,

y'so hace así basta cierto

punto'la

causadosus efec¬

tos.Estonotiene necesidádde otro comentario.»

Plantadysustancias

vegetales

quecontienenun al¬

caloide venenoso.considerarsecomo talesla

(4)

EL ECO

cicuta mayor,

là cicuta acuática, la cicuta menor,

la

digital, la belladona, el beleño, el estramomo, el

acónito, la

yerba de Robert, elcólchico de otoño, eí

tabaco, la lechuga

virosa, los gérmenes de la patata,

la

yerba

mora,

la anémona pulsátil, las adormide¬

ras, elopio,

el garú, los eléboros, la nuez vómica,

el centeno atizonado,

el ranúnculo, el cnanto acuá¬

tico, la yerba

páris, la neguilla del trigo, las simien¬

tes decebádilla, los granos

de estaflsagra

y

dé .la

cocalevantina, asicomo otras

sustancias

queno son

empleadas ni

en

Veterinaria ni en los usos domés¬

ticos.

Todas estassustanciasobransegún

la especie, edad

yla

constitución de los animales; con relación á su

dosis,puedenser

mortales;

pero,

sobre todo, los

alcalóides puros que

de ellas provienen son los que

conmucha

prontitud ocasionan la completa aniqui¬

lación detodaslas

funciones^. Los esperimentos he¬

chosenperrosyotros

pequeños ahimales domésticos-

hanmanifestado quelas masveces

1{4 á 1 grano lo

masdeconicina, de dígitalina,

de solamina, de

es¬

tricnina,debrucina, de

vcratrina, etc., era sufi¬

ciente para

producir la muerte.

En todos estos casos de

emponzoñamiento, asi

como enlos determinadospor

la cicuta, el beleño,

elcólchico, los gérmenes de patata,

las

nueces

vó¬

micas, etc.. se

emplea

con

éxito

una

solución alco¬

hólica deácidotánnico ó do

tanino

puro.

Lassustanciasque tienen

tanino,

como

el café

y elté, han sido

empleadas hace mucho. tiempo con

buenosresultadosen elhombre, en

los mismos

ca¬

sos; la

química

nos

ha enseñado despues que las sus¬

tancias que

contienen

mayor

cantidad de tanino

eran losantídotos de los

alcalóides

venenosos.

Co¬

mo enunamultitud de

circunstancias, lo

mas segu¬

ro, lomas eficazy

lo

mas

simple

es

consultar á la

naturaleza que

ha respondido afirmativamente mil

ymilveces.

El ácidotánnico obra, como

específico,

contra

todos los envenenamientos por

los alcalóides

vege¬

tales; formaconellos

combinaciones (sales) insolu¬

bles, lo.mismo en

los líquidos del intestino y del

estómago queen

élagua,

ífYo me he

convencido

muy

frecuentemente,

dice M.Kœhnke, de la

eficacia marcada

y segura

de

esteácido entodos los casos

semejantes de

envene¬

namiento.

»E1 ácidotánnico líquido se prepara

de prefe¬

rencia conbuenasnuecesde

agalla,

que por

lo

co¬

mún mehrndadola mitad desu peso

próximamen-

todetaninopuro.»

Se hacehervirunaparte

de

nuez

de agalla bien pulverizada

conunas

veinte y cuatro partes de agua,

hastareducir la cantidad á un

tercioj la decocción

se cuelaá través de uhlienzo,y se

añaden dos ó

tres partes

de aguardienlíe ó de' espíritu de vino y de

agua

(de cada

cosa

í Ti2 parte), ó bien se disuelve

unaparte

de tanino

en

ocho ó nueve de aguardiente

y se

mezcla

esia

solución con cuarenta y ocho à cin¬

cuentapartes

de

agua.

Si en el campo, noseencontrase

tanino, ni

nuez

de

agallas, puede provisionalmente echarse mano de

ladecocciónde otra sustancia

tannífera

en

cantidad

cuatro á seis veces mayor; por

ejemplo, de coci¬

mientodela corteza deencina, de la

del

sauce,

del olmo,

delálamo ó del

castaño

,

del palo del Brasil raspado

, del

pericarpio

carnoso

de la

nuez,

de la

r?iz de tórmentila, etc.; el mejor

succedáneo séria,

si

pudiera proporcionarse,

una

salsa de corteza de

roble, tresca, mezclada con

aguardiente.

Se administra el cocimiento denuez de

agallas ó

la disolución detaninopor dósis de

18 á 20

onzas

enintervalos deun cuartode hora ádos horaspara, los animales grandes,

guiándose,

para

la fijación

de estos intervalos, ó para cesar en

la adminis¬

tración del brebage por

la gravedad de los sín¬

tomas.

Si hubieseunaviolenta

congestion del estómago ó

de los intestinos, se

podrá

, pero

solo eti este

caso,

hacer una media

sangría

;

administrando

en

los in¬

tervalos del antidoto,

grandes.-dósis de

un

aceite

ve¬

getal

(aceite

de

nabos,

aceite

crudo)

conun

mucíla-

go vegetal.

Losanimales

pequeños (cerdos,

perros,

gatos y volátiles),

que se envenenan con

los cebos de nuez

•vómicadestinados á losratones,óconlas

decocciones

de eléboro, de tabaco, de

cebadilla,

etc,,

ó bien

sea

conlospolvos que

mezclados á la

grasa,

sirven para

dar fricciones contralospiojos

(mezcla de

granos

de'

cebadilla-,de anís, de estaflsagray

de

coca

levan¬

tina); estos

animales

se

tratan

con un

éxito rápido

y seguro poruna

solución alcohólica de tanino.

Paralos volátiles ladósis razonablees de

cinco á

seis granos de taninopuro,

disueltos

en

media onza

de

aguardiente debilitado

y

dadas á intervalos de

cincoá veinte minutos.

Encuantoá los cerdosy perros, según

la edad, la

raza,el estado aparentede

plenitud ó .de vacuidad

del estómago (la

vacuidad

aumenta

el efecto del ve¬

neno)

y según

el daño,

se

les da, por intervalos de

cinco á veinte minutos, de 10 á

20

granos

de tanino

disueltos enunadracma ó dracma y

media de espí¬

ritu devino, y en

los intermedios, cuando el trismo

nolo impide, y aun

despues leche dulce. Igual tra¬

tamientoseemplea para

los gatos.

Se han llegado à

salvar animales, sobre todo per¬

ros, que

bajo la influencia del envenenamiento por

la nuez vómica, tenían un

tétano

y un

trismo ape¬

nasinterrumpidospor

algunos instantes; estos ani¬

males que,

plegados hácia atrás, rígidos y sin respi¬

ración. conlasestremidadés fríasy sin que se

pudie¬

secontar los batimientosdesucorazón, que

arroja¬

ban porla

boca

una espumamuy

espesa y cuya len¬

gua

presentaba

una

tinta violácea pronunciada, en

un estadotanpenoso con

dificultad estrema podían

tragar

el tanino El efecto bienhechor del remedio se

nianifestó, no obstante,

casi siempre despues de la

segunday tercera

dósis.

{Se

continuará,)

PATOLOGIA Y TERAPEUTICA.

CLINICA.

{Continuación.)

«Unavez comprendido bien

lo

que

precede

, sereco¬

nocerá, quelascondiciones

desfavorables á la contracción

de los mellizos y del

perforado deberán encontrarse no

solo enelcaso quehemosya

examinado, sino también

entodosaquellos en que

la proporcionalidad

en

la flexion

de lapiernasobre

el muslo comparada á la flexion del cor¬

vejón,no mantenga una

distancia invariable éntrelos dos

puntosfijos

de

su

implantación al fémur y al calcáneo; es¬

toeslo que se observaen

el

paso

de andadura, y de un

modonotable y muydistintamente en

el

paso

natural. La

•Observación atentademuestra enefecto,que

al tiempo de

alzar loé miembros posteriores-,

la flexion de la articula¬

ción fémoro-fibiales mas

considerable

que

la de la tibio-

(5)

DE LA VETÉRINARIA.

metatarsiana, Je donde resulta unencogimiento en ladis¬

tancia que separalos dospuntos fijos precitados , cuyo encogimientose manifiestapor un cierto gradó de relaja¬

ciónenlosdos músculos, quereclama y exige la acción desviatrizdelperoneo-calcanóideo. Aplicandolamanodu¬

rantela marcha ó el paso sobreel medio deldoble cordon tendinoso del corvejón,-seperciben al tactoalternativas de tension y derelajación, al mismo tienápo quesead¬

vierten tracciones sucesivasejercidas porelpequeflomús¬

culoperoneo-calcandideo.

nDespues de laesposicion de los hechosy de lascon¬

sideraciones que acabo de desarrollar, necesariamente hay que concluir: que el ptroneo-calcandideono es mas

que unaccesorio del aparatomuscular, considerabley muy complexo, formado del bifdmoro-calcandideo y del fdmoro-falangiano, y quetiene por usoevidente elsuplir

el estado de relajación producido en esteaparato porla desigualdadde flexionenlos diversos radios delosmiem¬

bros abdominales, desigualdad queaproxima los puntos de inserción de Insmúsculos quelacomponenyles damo¬

mentáneamente,un csceso delongitud.

))Siá pesar delo espuesto, existiesentodavía algunas dudas relativamenteá los usos de lapequefia producción

muscular que nos ocupa, serán prontamente disipadas

porlosresultados de los siguientes esperimentos:En se¬

tiembre de 1836, y poco tiempo despuesque porla au^

topsiaanteriormente citada, mehabia cerciorado deque laroturadel peroúco-calcanóidcoproducía losfenómenos patológicostan intensoscomoesfraños, quequedan con¬

signados, practiquú lasección deeste músculoen un ca¬

ballo que debiaser sacrificado, y al instante determinó ios síntomas notablesque hemosespuesto, éntreloscua¬

les elhecho dominante consisteenlarelajación delacuer¬

da tendinosa delcorvejón, al levantar el miembro. A fi¬

nesde noviembre de 1838repetílamisma secciónenotro caballo, igualmente destinadoá morir casi inmadiatamen- tedespues, obteniendo absolutamenteelmismo resultados

»Lacuestión fisiológica concerniente al peroneo-calca¬

nóideo, que incidentalmente debo tratar, estápues del todo resuelta. Parallenarcompletamenteelobjeto queme propuse, no. mequeda yamasquevolverá lahistoria de la rotura de esteórgano y terminarla.

»En el único casocitadoanteriormente, que me fué dado elreconocer porla necroscopia la solucióndecon¬

tinuidad de que se trata, lalesion se manifestaba enla

porción tendinosacontenida enel canalligamentosoabier¬

to al pasodel bifcmoro-calcanóideo: estecanal hablatam¬

biénsidodesgarradoporlaviolencia delascontracciones,

en unalongitud de una pulgaday mediapoco masó me¬

nos; desuerte que, en su porciónsuperior, no formaba

mas qué una ranuraprofunda de poco diámetro y algo irregular enla parte que mira al tibia. El desgarramiento deestedelgado cordontendinoso era ademas trasversal, y se distinguía á una distancia decercacincolíneas de la terminación de las fibrascarnosasdel músculo.

«Aunque dó unhechoúnicoy aisladono pueda dedu¬

cirse lógicamente ningunaconsecuencia general; con to¬

do, si por unaparte seconsidera que, durante lavida, las libras carnosas esperimentaii unaresistencia infinita¬

mentemas considerable quelas fibras tendinosas, confa¬

cilidad áeadmitirá, que, como en el precedentecaso,el sitio de todas las roturas accidéntales del peroneo-calca¬

nóideose encontrará en la poicion tendinosa de estemús¬

culo; y sipor otra parte seatiendeá queestaproducción

tendinosa está adheridacadavez masá las fibrasdelbifé-

morocalcanóideo,á medidaqueseintroducemas enel tubo-- quela sirvedevaina,habrá queconcluirnecesariamente,

que estarotura debe referirsedeun modoesclusivo á la parte deeste tendonquesecontinúainmediatamenteá las

fibras'carnosas del pequeílomúsculo.

«Deallí debemosinferir, que enlos es¡lerimentos deï.

género delos quebemos citadoenotrolugary enlosque-

setrataba deproducir artificialmente la claudicación que

nos ocupa, el punto de sección del peroneo-calcanóideo

no esindiferente, sobre todosi, como mi anciano amigo Jager, mariscal delquinto regimiento decoraceros, yyo,

sequisiese completarel esperimenio observandosus efec¬

tosbastala curaciónradical: entonces seráindispensable

operar lasolución de continuidaden laregion del tendon anteriormente señalada, á fin de que baya paridadentre los efectosde la rotura artificialcomparados conlos de la rotura accidental. El procedimientooperatorioes porlo demás muysencillo.-basta colocarymantenerelmiembro abdominal en la misma posición que sele da al herrarlo:

el pequeño músculo aparece entoncestenso, y del volû-

mende un canon depluma de escribir: se incidelapiel

porencima desupuntodeinmersióneneltendondeAqui- les, y una vezpuestoaldescubierto,se divideen una es- tension decerca quincelíneasel canal fibroso quelo en¬

vuelve, yporfin se corta irasversalmente eltendoncillO por cuyomedio elperoneo-calcanóideo trasmitesu acción.

«Independientemente dela lesionprincipaly

especia^

á la claudicación objeto de estadisertación, es posible,y

aun verosímil,quelascausas quela originan, determi¬

nen comoefectos secundariosymuyaccesorios, disten¬

siones ódislaceracionesen los diversos vínculos tendino¬

sosy ligamentosos, quesujetan la articulacióndelcor¬

vejón. Con todo, en la únicaautopsia quellevo hecha, nada beballado qnejustificase esta suposición; peroel sacrificio del animal bahíaseguido muydecercaalacci¬

dente,para quelos fenómenosinflamatoriospudieran de¬

jar señales visibles en lostejidosblancos:lo quepodria

inducirnos áadmitirestaopinion es, que enunprincipio

la sección esperimental del peroneo-calcanóideo desen¬

vuelve una claudicación, qne sibienes algo parecidaá la de larotura accidental del mismo músculo,es sinembar¬

go muchomenosintensaque estaen un principio, y por consecuencia sucede, que en ciertascircunstancias los síntomas peculiares ála solución de continuidad del mús¬

culoen cue.stion, vienenacompañados de una estensioa

tan considerable del corvejón, quela articulación está completamenterecta; lo queseria imposible sin unarela¬

jaciónanterior ybastanteconsiderable en los ligamentos deestadiartrosis. Mas adelantetralarcmos , en unade las observaciones quedebenterminar éste trabajo, conmas estension de estaparticularidad. (Se

co?itintuird.)

aquí dos trabajos

notables que copiamos de la Revista delos progresos

de

las ciencias.

FISIOLOGIA.

Ve la estension de lasuperficie del cerebro,y desus re¬

laciones.vaneldesarrollo de la inteligencia'; por Mb.

Baillabcek, médicodelhospitalde

Salitreria.

(Ann. med.-psicol., enero 1853.)

Mo propongo eu este trabajo:

1. ° Determinar la estension de la superficie do los hemisferioscerebrales.

(6)

EL.ÇCO.

2. ° Investigar siexiste, como se

ha dicho,

una

rela¬

ción entrela estension de esta superficiey elgrado de

desarrollo de lainteligencia.

PRIMER PONTO.

BeJaestension de la

superficie del perebro.

Sabemosqueelcerebro

está cubierto

por

dos membra¬

nas; las aracnoidesyla

pia-madre. Laaracnóides

no

pe¬

netra en elintervalode las circunvoluciones, y

solo tapi¬

zalasuperficie, por

decirlo asi, aparente de los bemisl'e-

rioscerebrales. Lapia-madre, porel contrario, se mete

en todaslasanlractuosidades, y su

superficie

es

igual

en estension á lasuperficie realdel cerebro.

Si pudiera des

plegarse esta

membrana', tendríamos

un

medio muy senci¬

llo ymuyexacto

de medir las superficies cerebriíes; pero

no pudiéndose hacer esto, tenemos que

buscar otro

medio.

Laprimeraideaque sepresentaes

desdoblar el

cere¬

bro mismo. ' :

Se refiéró enèfecto,queGallhizoesto con

los hemis¬

ferioscerebrales, y que era, entre sus

descubrimientos

anatómicos, al que dabaacaso mas

importancia.

Nadamas fácilquemedirlas

superficies cerebrales si

sepudieraobtenerporeste

medio

una

membrana unida á

lacara de lasanfractuosidades

desiguales,

cuya

estension

escasi imposible de

determinar exactamente.

Desgraciadamente

el desdoblamiento del cerebro, co¬

molohacia Gall, llevaconsigouna

altjccion

muy grave.

Lasustanciacerebralesestensiblf, y

las tracciones

que

se ejercencon los

dedos,pueden

§er causa

de un error.

Estaconsideraciónha(lebidii detenerá

los anatómicos'

que

hubieran pensadoen

medir eí cerebro

por

este medio,

y

del cualnohetratadode servirme.

Elproceder que empleo

consiste

cu

desdoblar el cere¬

bro, sustituyendoá la acción

de los dedos

una

disección

minuciosaylarga, quetienepor

objeto evitar toda espe¬

cie deestiramienlo. Levanto pocoá poco

la

ínayor

canti¬

dadposible de

sustancia blanca,

y

reduzco asi gradual-

meato ámuy poco elespesor

del hemisferio. Cuando be.

separado casi completamente

la sustancia medular, la

membrana hemisféi'icase

desplega,

por

decirlo así,

por

sí'

sola, si no en totalidad, almenos

suficiénteméntepara que

sepuedaestendery

moldearla

con

yeso. ;

Despuesdesacar

del molde

esta

membrana,, se puede

obtenerlaestensiondesusuperficie

del modo siguiente:

se llena elmolde pocoápoco con

arcilla, interponiendo

untejido delgado, cuya

superficie plana

es

entonces muy

fácil dem dirmatcmáticamónte.

En resiímcn; paraobtener

la estension de las superfi¬

ciescerebralesesnecesario:

1. ° Desdoblar'lomas completamenteque

séá posible

Idshemisferios, separandopoco á poco

casftodá la

sus¬

tanciablancainterior.

2.® Moldearcon arcilla la meaibrana cerehi'al obte¬

nida deestemoilq.

5.° Medir estemddecon un tejidomuydelgado, to¬

mandolasprecaucionesconvenientes:

Véanselos resultados que he obtenidoporestopro¬

ceder.

Encincocerebrosheencontrado unasuperficie media de Í7Ü0centímetroscuadraduS.

Lnicamenteen dos he medido comparativamente los

doshemisferios,y he hallado: En el primercerebro.-

La superficie delhemisferioderecho

igual

á

7t)4

centí¬

metros cuadrados.

Ladel hemisferio izquierdo igual .á

789 centímelros

cuadrados.

En elsegundo cerebro:

La estensiondelhemisfexip.derecho erade853 centí¬

metroscuadrados.

La delhemisferio izquierdo era de 857 centímetros cuadrados.

De modo queladiferencia deunhemisferio á otro'es solo de itSO á Ifiâ, lo cual prueba la exactitud de la medida.

Veamosahora la estension del cerebro de algunosani¬

males. . °

Elcerebrodelconejo tirue

unasuperficie igualá. . .

Eldel gato.

Eldelperro El delcarnero El del puerco

centímetros cuadrados.

52 id. " id.

104 id. id.

IGO id. id.

220 id. id.

Tales elresultado delas medidasque he

practicado;

No ledoy comoexactamentematemático, perocreo

poder

garantizar la exactitud casi de.1(13.

l'üNTO SEG13NU0.

Be lasrelaciones entrela estension de la

superficie,del

cerebro, y el grado dedéSarròUo de

la inteíigenóia.

Eq unamemorialerda en el

Instituto

en

18'22, Des-

moulins(ratodo demonstrar queelnúmeio y

la perfección

delas facultades inteléctuidcsenla sériede lasespeciesy

enlosindividuos douna misma, estabanenproporción de

la estension delassuperficiescerebrales.

Creoinútilreproducir los argumentos

presentados

en

apoyo deestaproposición, y me

limitaré á hacerlo de los

dosmasnotables. Se dicequetal animal,

ínuy inteligen¬

te, tiene unaestension de la superficiedel

cerebro

mayor quo.lfjloiro de inteligencia menos

desarrollada:

es

evi¬

dente que aqui so trata

dp

la

estension relativa al

vo¬

lumen.

DBuna manera absoluta,' enefecto, el cerebro

de

un perro, porejemplo,tiene menos

superficie

que

el de un

buey,y sin embargo, el perro

tiene mucha

mas

inteli¬

gencia.

Si, pues, secomparala

estension de las superficies,

esteniendoencuenta el volumenrelativode los cerebros.

Asies, sindudaninguna, como se

han comprendido las

casas; pero es,necesario

esplicarbis

con mas

claridad.

Añadiréuna segunda observación.

Debmouli'ns,lo mismo quelos

fisiólogos'

que

han ad¬

mitido opinion,nohandado nuiíca

inas

que

medidas

aproximadas de lassuperficies

cerebrales;

y

sin embargo,

éii cuestionesestanaturaleza, sobre

todo cuando

se

tratade apreciar el gradode

desarrollo .de IpinteLgencia,

esñécesariotéher'datos algomas exactos queponer en

la

balanza.

Es, pues, indispensableparala

solución del problema,

por unapartedeterminar

el volûmcn exacto de cada cere¬

bro, y.porotra medir la

e.stçusipu de

su

superficie.

Sfèhdò' la densidad

íosdiferentes cerebros

casi la

misma, el volumen es proporcional al peso, que

puede

entonces estar sustituidoisin inconveniente por

el

vo¬

lumen. . . .

i'o

bh,pesado,

con

cuidado el cerebro de un hombre, y

.

despees,entré'

los'

de. los

animales, el del carnero, del

puerco,delperro ,

del

gatoy

del conejo. Me he dedicado

despuesá medir la

estension de

sus

superficies.

Parahacerrpa.sfácilde

comprender los resultados

que

heobtenido,tomaré primerolos

dos

estremos;

el cerebro

del bórábrey

'él'di

1

¿b'nejoi

He halladoquelos

hemisferios cerebrales del hombre,

despuesdeseparar

las membranas, los cuerpos estriados,

los,tálamos óplacos y

el

cuerpo

calloso, pesaban 9ü()

gramas.

Silsuperficie,

niedida

por

el proceder

que

he indicado

antes, traiVOOcentimctros

cuadrados.

Loshemisferios cerebrales del conejo pesaban

3

gra¬

mas.

Su superficieera de

24 centímetros cuadrados.

Sisecomparó

el

peá'o

éStos

dos cerebros,

se en¬

cuentraqueel delhombre pesa

180

vecesmas que

el del

conejo.Larelación da pesoes : :

1

:

180.

Éncuantoá las superficies, soveque

el cerebro del

hombre tiene 70vecesmasestension que el

del conejo.

La relación desuperficies es : : 1 : 70.

Do modoque.el cerebrodel hombrees

180

veces mas pesadoque el del

conejo,

y

solo

es

70

veces

mas estenso.

Deestodeduce quelos hemisferios

cerebrales del

co¬

nejotienen

proporcionalmente à

supeso,

ó si

se

quiere á

su voliímen, dos vecesymedia mas

superficie

que

los del

hombre. Creo, porotraparte,

deber recordar

que

el

cere¬

bro delconejo, comoel delos otros

mamíferos inferiores,

no tienecircunvoluciones, yque su

superficie

e.s

exacta¬

menteigualá la

superficie interna del cráneo.

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