• Aucun résultat trouvé

B. Fase de operación

6. Análisis del estudio de caso

6.3 Visión general sobre el sistema

Entendemos por visión general del sistema a la mirada que los directores dan sobre el sistema escolar chileno. No hemos incluido al sistema de educación superior, puesto que consideramos que este merece un análisis aparte.

La visión general implica la opinión sobre la educación municipal, particular subvencionada y pagada, los actores de la comunidad educativa, el Ministerio de Educación, las políticas educativas, el SIMCE, entro otros aspectos relevantes.

Esta categoría se adentra en la mirada sobre el sistema chileno. A diferencia de la primera categoría, que se focaliza en dos conceptos, ahora pasamos a la realidad nacional.

Cuatro grandes líneas observamos en las respuestas de los directores. Estas son, el asistir a una crisis de la educación pública o si se quiere, una educación pública en problemas. A continuación, la presencia de un cambio de paradigma que se produjo en los años setenta-ochenta. Otro punto es la desatención del estado en los jóvenes y la educación. Por último, la brecha educativa que existe entre la enseñanza pública y privada.

Comenzaremos pues con la primera línea que hemos extraído de las entrevistas. Una educación pública en problemas o en crisis. En la primera intervención que subrayamos, el director 1 nos dice, «si hablamos de educación privada, colegios privados de

renombre, no hay donde perderse, por que preparan a los chicos para la PSU, tienen muchos recursos, generalmente las familias, tienen recursos que apoyan al chico, entonces hay algunos muy buenos, algunos, hay, yo diría un porcentaje de un 60% que no es bueno, que utiliza el sistema para sacar ganancias, ¿ ya? yo te estoy hablando de los colegios que se yo, la Maisonnette, San Gabriel, el Redland, todos porque son buenos, yo creo que vamos en camino a una educación pagada desgraciadamente». La impresión del entrevistado no es única, existen muchos investigadores y académicos que comparten este juicio. Dos consideraciones son necesarias para confirmar o desmentir esta proposición. En primer lugar, ¿Qué entendemos por educación pública?

Recordemos el texto Mons (2011) sobre la definición británica y francesa de educación pública. El criterio financiamiento y el de la gestión. Si queremos responder a esta interrogante desde el financiamiento, recaeríamos en la siguiente afirmación, si los

dineros que recibe un establecimiento son públicos, entonces la escuela lo es, en virtud de la procedencia del financiamiento. Por otro lado, si respondemos desde el criterio de quién otorga el servicio. ¿El establecimiento es administrado por una persona natural o jurídica de derecho privado? ¿Es el estado o alguno de sus órganos el encargado?

La tendencia al alza del particular subvencionado dice mucho sobre la respuesta del director 1. El entrevistado 5 apoya esta posición. «Yo encuentro que en estos momentos la educación pública, no encuentro, no visualizo de que vaya a tener un buen futuro así como vamos, porque el mismo sistema ha permitido vicios». Sobre la última parte de esta respuesta, podemos abrir la discusión en dos vertientes. El entrevistado nos dice que «el mismo sistema ha permitido vicios» ¿A qué apunta esta frase? Para intentar abordarla, hemos seleccionado dos posturas expuestas por dos directores. El director 4 afirma que con la municipalización de la educación básica y media, se entrego el mando de ésta personas sin la preparación necesaria para sumir este desafío. «...nunca fue gente idónea (los alcaldes) para asumir tal responsabilidad por lo general se tomaban gente que poco y nada sabía... y por lo tanto, comenzó como un aprendizaje por ensayo y error muchas veces y la gestión de los sistemas de la educación pública chilena». En este caso, el tema se traslada a la competencia de los alcaldes; Por otro lado, el director 5 nos dice que el problema pasa más por la política. «Se han implementado programas para ir mejorando el sistema, pero no tienen continuidad, y esta continuidad ha dañado el progreso y la toma de decisiones oportunas». La continuidad o más bien. La falta de continuidad perjudica al fortalecimiento de la educación pública. La responsabilidad recae en las autoridades políticas que no continúan con las medidas emprendidas por sus antecesores, así, cada vez se comienza con una nueva línea que no alcanza a terminarse.

Una suerte de mito de Sísifo.

Ahora bien, nos parece que la crisis de la educación pública va mucho más allá de la idoneidad de los alcaldes o de la falta de continuidad de las políticas educativas de un país, región o comuna.

El director 2 toma otro elemento para el análisis. «Una de las debilidades recae en el financiamiento, la distribución, si bien hay avances como la ley 20248 (SEP), esta no es aplicada, pues los sostenedores utilizan aquellos recursos en aspectos que no son destinados por ley. Depende de una subvención, este sistema es único, un funcionario

público no tiene su salario condicionado por las personas que atiende. Sin embargo un profesor si.»

Para este entrevistado, un gran problema tiene que ver con la manera como se entregan los recursos. El modelo de las subvenciones crea un mecanismo de entrega de recursos, en función del público atendido y no necesariamente en función de las necesidades particulares que un establecimiento posee. Esta última respuesta, creemos, se acerca a un diagnostico más completo, puesto que es una visión al sistema como tal, y no a componentes particulares que muchas veces obstruyen una mirada al modelo, centrándose en las singularidades que en ocasiones no consideran su contexto.

Pasamos a continuación, al cambio de paradigma. Para el director 4 este componente es de vital importancia para mirar el sistema educativo chileno. La primera constatación que nos da es proponer el cambio de la siguiente manera. «...con ello la

descentralización del sistema, y se terminó definitivamente, el estado docente». Esta frase supone ante todo un cambio doctrinal. Como lo veremos en nuestro capítulo IV sobre el marco legal de nuestra educación, el paso de un paradigma del estado fuerte, benefactor o nana que aseguraba a sus ciudadanos se modifica por una

desfragmentación del poder hacía los gobiernos locales y las organizaciones de la sociedad civil (Entendiendo por estas, a aquellas que agrupan a cuerpos organizados, con poder, por ejemplo, los gremios empresariales, gremios que concentran estamentos caves, los transportistas; Otras organizaciones de poder, tales como la iglesia, la prensa, etc.). Este cambio de modelo deja a las realidades locales la atribución de decidir una serie de medidas. La contratación del personal, remuneraciones, currículo escolar, selección del alumnado, el efectuar cobros por concepto de matrícula, definir el uniforme escolar, entre otras.

Ahora bien, este cambio no se produjo solamente en materia educativa con la

municipalización de la educación pública y la entrega de los liceos técnicos fiscales a los gremios empresariales. Este cambio se efectuó en todo el estado. Se fundó una nueva base del estado. El director 4 dice en este sentido, «el año del golpe militar, vino otra situación importante en el sistema educativo chileno, y es que en el año 74, con la regionalización del sistema geopolítico, vino junto con ello la descentralización del sistema, y se terminó definitivamente, el estado docente, y por lo tanto, cosa que podríamos estar de acuerdo o no, que me parece que la globalización, verdad mundial, tendía a la descentralización de los sistemas porque ya en realidad ya se estaban

produciendo problemas administrativo en el sistema importantes». Tal cual lo dice la entrevistada, la regionalización del país forma parte de esta reorganización del estado.

Ya no hablamos de un estado que concentra las decisiones, sino de instituciones del estado que gozan de autonomía. Podemos mencionar como ejemplo, a las

municipalidades, el Banco Central o el Tribunal Constitucional. Destacable es también la unión con el contexto global: para el entrevistado, la descentralización es,

paradójicamente, un lineamiento global.

El gran tema pendiente que nace de esta descentralización tiene que ver con la

participación democrática. Dar más autonomía a las realidades locales no significa que la gente que vive en esos contextos podrá formar parte de las determinaciones. El poder se concentra en la autoridad local. La misma entrevistada nos lo dice, «la educación municipal, es entre comillas, la educación pública, y para mi gusto, es igual a la educación privada, porque no es una educación estatal, es educación privada en manos de un municipio y ese alcalde delega». Lo que plantea la directora es decir que aun cuando hablemos de educación pública, ésta se rige con criterios privados. Esto quiere decir que las decisiones son privadas o privativas de la máxima autoridad comunal, el alcalde. Podríamos decir que la educación pública no es municipal sino más bien alcaldicia. Este tema pude suscitar una larga discusión.

El siguiente punto que trataremos, es la desatención del estado con la educación y en particular con los jóvenes. Este tema es un tanto delicado. En el debate político desde los noventa ha planteado un tema, no siempre muy considerado, pero no por eso menos importante. Se dice que el sistema político se concentra mucho más en quienes votan (Aunque ahora la inscripción es automática y el voto voluntario, antes era lo contrario, inscripción voluntaria, voto obligatorio). Muchos jóvenes nunca se inscribieron y el porcentaje de no inscritos era muy alto en este segmento de la población, por lo cual, las políticas públicas no miraban mucho a este grupo que en ningún momento hubiese podido premiar o castigar en las urnas. A partir de estas consideraciones, se produjo un abandono del estado hacía los jóvenes.

Otra mirada sobre este tema se ubica desde una mirada de clases sociales. Se habla más bien de un abandono del estado a los quintiles más pobres de la sociedad. Y dentro de este segmento, la juventud (Y la mujer) son los más desatendidos por el estado. Una reciente investigación del Centro de Investigación e Información Periodística, CIPER

Chile, mostró que existen ochenta y tres poblaciones solamente en Santiago que se encuentran tomadas por bandas de narcotráfico y abandonadas por el estado. Este reportaje fue corroborado por una emisión televisiva efectuada por el canal público de Chile. El director 1 es muy enfático en señalar el abandono del estado. «..Al gobierno no le interesa la educación, o sea y yo soy muy dura, mientras menos educado tienes a un pueblo, menos problemas hay, ¿ya?». Esta opinión es fuerte. Pues supone que el interés se encuentra en otra parte. Es muy difícil encontrar datos que fundamenten esta postura. El historiador Gabriel Salazar ha centrado su trabajo en la historicidad de los sujetos sociales, por lo tanto sus trabajo sitúan la historia desde abajo más que desde las instituciones. Sin embargo, el hecho que no existan tantos trabajos que confirmen o desmientan un abandono del estado para con la juventud y/o los sectores más pobres de la población, no impide que exista una sensación al respecto. Es necesaria una mayor focalización sobre esta materia.

El mismo director 1 continúa, «al gobierno no le interesa la educación, o sea y yo soy muy dura, mientras menos educado tienes a un pueblo, menos problemas hay, ¿ya?

Entonces no hay preocupación por los jóvenes, no tienen un objetivo, entonces hay están todas las garras blancas, las garras rojas, las garras negras, ese problema de las protestas». El abandono del estado generaría, siguiendo esta lógica, una población marginal que se expresa en el nacimiento de grupos anti-sistema, grupos de delincuentes o, como lo dice el director 1, barrabrava.

Otro punto que es necesario mencionar al respecto es el rol de los padres. Todos los directores convergen en este tema. Nos señalan que los padres (O la familia) se han distanciado notablemente de la formación de sus hijos. En primer lugar, los

entrevistados señalan que el rol de la familia es primordial. El director 1 nos lo asevera,

«La familia juega un rol importante, en hábitos, en valores, en apoyo, en participar en la educación de sus hijos, no en la parte curricular sino que. Enseñarle que debe tener un hábito de estudio». La formación comienza en el hogar, nos dice este entrevistado. Por lo tanto, se sitúa a la familia como el centro de la sociedad. El director 4 va más allá y se ubica en el plano de principios políticos-ideológicos. «...creo en la libertad de

enseñanza, creo en la libertad que tienen los padres para elegir que sus hijos deban adquirir». Estas dos aseveraciones suponen de una familia fuerte o que se le quiere fortalecer. Por lo tanto implica una concepción clara de lo que es. El historiador Gabriel Salazar nos habla que en primer lugar, es necesario hablar de las familias, en plural,

puesto que se debe tomar en cuenta su composición en función de los quintiles de la población. Las familias de los quintiles más pobres se ven afectadas por situaciones que no ocurren en los sectores más ricos. (Salazar, 2008). Problemas, tales como la cesantía masculina, explotación femenina, violencia contra la mujer, madres solteras, padres ausentes, entre otros, dificultan mucho el ejercer el rol de co-formador o de elegir con la suficiente atención y medios económicos la educación de los hijos.

Por otro lado, todos los entrevistados se quejan de los padres y apoderados. En director 4 nos dice, «cada día, hay menos participación de los padres, en el proceso educativo de los niños». En este punto volvemos a la participación de la comunidad. Claramente se produce un divorcio, según el director 4, entre el establecimiento educativo y la familia.

El director 3 va más allá, «es difícil el rol del apoderado el apoyar, siempre está

criticando, siempre está criticando al colegio, pero después nosotros estamos, nos queda la satisfacción cuando nuestros alumnos de octavo, vuelven y nos piden». Existe a su vez un apoderado que exige y se queja por el servicio educativo. Podríamos asociarlo a una conducta un tanto de consumidor del sistema que no se encuentra satisfecho con la institución. Por otro lado, podemos apreciar que la exigencia al colegio ha crecido, dada la falta de tiempo que los padres disponen para con sus hijos. El concepto de escuela-guardería también forma parte de la opinión pública.

En este punto, resulta importante mencionar la idea de Friedman sobre dejar en los padres, la decisión del tipo de educación para sus hijos, esta se enfoca en dos elementos:

la elección efectiva del establecimiento, y en asumir los costos de esta. Al existir

familias que no disponen de los recursos para hacer frente a este servicio, el mecanismo a adoptar podría ser que el estado asuma los costos de escolarización, sin que ello implique que éste decida por los padres.

La idea del voucher parece a primera vista con una lógica bastante coherente, sin embargo, el economista no observó que la situación de las familias o de ciertos países donde se implementó esta medida, tenía una serie de situaciones que complejizaban enormemente la elección de los padres.

Friedman no visualizó la brecha social que existe en el país, la presencia de establecimientos para las clases más pudientes y otros para los más pobres.

Tampoco observó la situación de muchas familias, en especial en los sectores populares, la falta de escolaridad de los padres, familias disfuncionales (El consabido

madresolterismo) o la poca presencia en el proceso educativo de los niños. El director 4 habla desde la experiencia y no miran, a la luz de sus respuestas, el ideal de Friedman sobre la libertad de los padres para escoger el establecimiento o el empowerment de la sociedad civil.

El último punto que destacamos es la brecha educativa que existe entre la educación pública y privada. El primer punto que se trata por los entrevistados es constatar que existen dos sistemas educativos que corren por distintas vías. El sistema municipal por un lado y el privado por otro.

El director 5 señala, «la educación particular tiene sus propios lineamientos, tiene los mejores alumnos en la parte académica, hace selección, la escuela subvencionada también hace una selección de sus alumnos ¿ya? Y tienen la posibilidad de sacar a un profesor cuando hace mal las clases». Este director pertenece a una institución municipal. Su queja apunta que no existe igualdad de condiciones, puesto que la

selección de alumnos, a su juicio, condiciona demasiado. El otro punto es el despido de profesores que no cumplen con su deber. La crítica se dirige en este punto al estatuto docente.

El director 6 es mucho más categórico. «No me parece justo por la diferencia de oportunidades. Creo que existe una brecha insalvable (actualmente), entre la educación gratuita o de bajo costo y la educación pagada; encontrándose con muchísimas

posibilidades los alumnos que acceden a esta última, de integrarse a la sociedad de forma exitosa». Esta distancia insuperable se explicaría o sería el reflejo de una

sociedad injusta. Esto hace pensar en que se necesita para superar esta brecha educativa,

¿Un cambio completo al modelo o centrarse solo en la educación, como una parte del todo?

Si nos remitimos a los puntajes SIMCE, la tendencia muestra que los primeros lugares del país lo ocupan ampliamente los colegios particulares pagados. Instituciones con mucha tradición y de alto costo de matricula encabezan en ranking. Los primeros establecimientos públicos que asoman es el Instituto Nacional (Que selecciona a sus alumnos). Sin embargo, si vamos al puntaje por comuna, apreciaremos otra tendencia:

en los sectores más pobres los resultados entre los municipales y particulares subvencionados son muy similares. Por lo tanto se necesita observar estos puntajes, teniendo en cuenta en factor socio-económico.

El director 2 revisa esta brecha de otra manera, no habla de las escuelas públicas y privadas, sino que toma al sistema en su totalidad. «Desafortunadamente un sistema poco integrador, inclusivo, que segrega y discrimina negativamente. Una educación que prepara más para la competencia que para desarrollarse como persona.». Una educación, sostiene, que busca la competencia, se desentiende de la integración de las personas. Por lo tanto, el desarrollo personal quedaría de lado. Este punto es importante, ya que traslada la discusión a un plano de la estructura macro y no lo separa entre público y privado. De tomar en cuenta el análisis del sistema, se lo cuestiona como un total; en cambio el otro planteamiento puede suponer la siguiente premisa, si la educación privada es buena y la pública es mala, lo que hay que hacer es mejorar la última y dejar a la privada tal como está. Este debate debe continuar.

Si retomamos la reflexión sobre el sistema público y privado, el director 3 nos señala,

«nosotros te digo, todo lo que entra es para beneficios de los alumnos. Yo sé cuando el colegio tiene recursos económicos y sé cuanto hay que pagarle a los profesores, toda la planta, a todo el personal del colegio, sé cuanto tengo que gastar en luz, agua, etc., por lo tanto, tengo una cantidad que puede ser, a favor, ¿cierto? A favor una vez, que yo puedo distribuirla, en capacitación para los profesores, en recursos didácticos, entonces yo por eso te digo que es muy particular educación municipal de Ñuñoa que es muy

«nosotros te digo, todo lo que entra es para beneficios de los alumnos. Yo sé cuando el colegio tiene recursos económicos y sé cuanto hay que pagarle a los profesores, toda la planta, a todo el personal del colegio, sé cuanto tengo que gastar en luz, agua, etc., por lo tanto, tengo una cantidad que puede ser, a favor, ¿cierto? A favor una vez, que yo puedo distribuirla, en capacitación para los profesores, en recursos didácticos, entonces yo por eso te digo que es muy particular educación municipal de Ñuñoa que es muy