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B. Fase de operación

7. Síntesis general

7.2 Sobre el estudio de caso

El estudio de caso nos ha aportado muchos elementos que nos permiten comprender con mayor detención algunas realidades particulares, las implicancias de las políticas de privatización. A continuación citaremos los aspectos que nos han parecido los más interesantes de destacar.

En primer lugar, la importancia que tiene la gestión para los entrevistados. Éstos la describen asociándola a una serie de conceptos, tales como, la autonomía del director.

La autonomía pasa por un mayor control y atribuciones sobre el personal del establecimiento.

Otro concepto convocado dice relación con la gestión dentro de la sala de clases por parte del profesor. Los entrevistados, en su mayoría, comparten la opinión de que las metodologías y manera de ser del profesor, define un alto porcentaje del éxito o fracaso de los alumnos.

Otro aspecto que enunciaron los directores se refiere a la mirada sobre la educación, en especial la pública. En líneas generales, se habla de una crisis de la educación

municipal, se precisa adoptar la gestión de las escuelas particulares pagadas.

A continuación, el cambio de paradigma que se produjo en los años setenta-ochenta, el paso del estado docente al estado subsidiario. Otro punto es la desatención del estado en los jóvenes y la educación. Por último, la brecha educativa que existe entre la enseñanza pública y privada.

Unos de los entrevistados se refirieron a esta crisis con un parecer sobre lo que se avecina, de manera lapidaria, «vamos en camino a una educación pagada

desgraciadamente».

Se apela también a la falta de preparación que poseen los alcaldes, ellos son finalmente quienes conducen la educación pública.

Un director nos menciona a su vez que el problema pasa no tanto por las competencias de las autoridades, sino por la manera como se distribuyen los recursos. La política de subvenciones otorga los dineros, en función al público que accede al servicio educativo.

Este mecanismo es único y casi se puede comparar a la manera como un vendedor obtiene su remuneración: En base a la cantidad de productos que vendió.

De acuerdo a la mayoría de las respuestas de los entrevistados, nos parece que existe una sensación general sobre el estado de la educación chilena, sin embargo, al momento de profundizar en los componentes del sistema, no hay un análisis más detallado. Sólo la opinión del director que hemos evocado en el párrafo anterior.

Las subvenciones, si bien es cierto, poseen muchas variantes que buscan englobar a todos los establecimientos subvencionados, atendiendo a las diversas realidades existentes (Subvención a internados, escuelas rurales, indígenas, subvención especial, entre otros. Ver el capítulo IV), no existe una mirada más particular, una mirada a cada establecimientos y a las necesidades locales. Sin ir más lejos, existen muchos

partidarios de otorgar presupuestos basales a cada institución y que sean las comunidades educativas las que definan las áreas en que se gastarán los recursos.

Este punto nos conduce a una idea de fondo, la relación entre descentralización y participación real de las comunidades locales, como también, si la colaboración privada es el reflejo verdadero de la sociedad.

Un aspecto que nos parece muy importante en esta investigación fue denunciado por uno de los entrevistado, al decirnos que existe una desatención del estado para con los jóvenes. Esta reflexión la hemos corroborado con un reciente estudio que habla de muchos barrios pobres de Santiago donde se aprecia un abandono de las políticas públicas y una captura por parte de un mal que aqueja a muchos países, el narcotráfico.

Esta constatación convoca a la reflexión sobre la situación de las familias. Uno de los pilares de las políticas de privatización pone el acento en el rol de los padres en el derecho y deber de educar a sus hijos. Con tasas de nupcialidad muy bajas (Las más bajas de la historia de Chile) y un altísimo porcentaje de divorcios, el concepto de familia debiera, por lo menos, ser reexaminado.

A su vez, estos problemas descritos, más otros, conforman la ya conocida lista de

situaciones que encarnan muchos chilenos y que alimenta la gran brecha que existe en el país y que se ve expresada en el nivel de ingresos (Una diferencia de 15 ingresos

autónomos entre el quintil más alto y el más bajo, según la encuesta CASEN 2009). La mirada común de los directores es que la educación reproduce finalmente esta brecha.

Los resultados del SIMCE por quintiles muestran claramente de lo que hablamos.

A nivel de las soluciones a esta situación, el consenso de los directores pasa por la adopción del modelo de gestión privada para la educación municipal. Lo cual introduce una privatización en la educación o endógena.

Otro punto de consenso, se refiere a la valoración que posee el SIMCE. Para la mayoría de los directores se trata de un instrumento fidedigno que monitorea verdaderamente los aprendizajes de los alumnos. Para uno de los entrevistados, sin embargo, se trata de una sobredimensión que el test ha cobrado y no puede ser que éste dirija unívocamente al sistema educativo chileno.

Otro punto que podemos destacar es el relativo precisamente con el carácter evaluativo del sistema. Para la mayoría de los directores, nuestra educación se fortalecerá en calidad si éste se mide constantemente. La evaluación del profesorado, de los alumnos, de los establecimientos y de las políticas educativas, aportarán claves para reorientar constantemente la dirección que se lleva y los objetivos que se quieren alcanzar.

Este punto toca varios elementos, por un lado, el criterio de rendición de cuentas que citan los directores; La evaluación de los profesores y la posterior redefinición de los cuerpos docentes mediante los resultados de su desempeño.

Finalmente, el consenso de los directores no apunta a una postura categórica sobre lo público o lo privado. Lo expresado por algunos de los entrevistados pasa por un

eclecticismo de las posturas: se debe privilegiar una educación pública, pero adoptando la gestión y manera de proceder que tienen los privados. Entre estos puntos se destacan, la autonomía del director, más atribuciones, el monitoreo constante, entre otros.