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4. PRODUCCIÓN FORESTAL E INDUSTRIA TRANSFORMADORA EN

4.4 Superficie y producción forestal

4.4.1 Punto de partida 1860-1866

Las primeras estadísticas forestales españolas completas empiezan en los años 1859 y 1860. Podemos pensar razonablemente que la situación entre 1850 y 1860 evolucionó poco. Si lo hizo, fue en un sentido de reducción de la superficie forestal, tanto pública por las desamortizaciones, como privadas por la ausencia de regulación en cuanto a la explotación forestal en montes particulares.

83 AAVV, Memoria sobre los productos de la agricultura española reunidos en la Exposición General de 1857.

Cuadro 47. Superficies forestales y totales de Cataluña y España en 1860.

Fuente: Elaboración propia en base a Carreras y Tafunell 2005, e INE 1859-1861.

En esta época, Cataluña no era una de las regiones más forestales, siendo superada por las regiones atlánticas, Castilla y León y Andalucía. En 1860, solo concentraba el 6,06% de la superficie forestal española, el 3,61% de los montes públicos, y el 1,43% de la producción de estas superficies84. Desde el punto de vista de la administración forestal nacional, la situación de los montes de Cataluña no podía ser por tanto una prioridad ni un motivo particular de preocupación.

Al mismo tiempo, en cambio, el terreno forestal (arbolado o no) representaba el 61,38% de la superficie total, con una relativa homogeneidad entre las provincias.

Tarragona era la provincia con menor importancia de la superficie forestal de Cataluña (48,03%), seguramente por ser la más seca del territorio. La seguía Barcelona con un 58,51%, y Gerona y Lérida con 66,61% y 67,62% respectivamente. Cataluña se encontraba muy cerca de la media española (65,07%).

Tenemos, sin embargo, que hacer una consideración importante: en la clasificación de superficie forestal, no solamente se incluían bosques con árboles (monte alto), sino también montes bajos (matorrales, árboles pequeños o dispersos, dehesas muy abiertas) y pastos. En 1860, a escala nacional, la parte arbolada ocupaba 12,5 millones de los 32,52 millones de hectáreas de superficie forestal total (el 38,44%) (SECF, 2010, p. 20). Esta superficie aumentó gracias a la política pública de repoblaciones forestales, hasta llegar al 43% en 193185. Para el mismo año forestal, a escala de Cataluña y de las provincias de Barcelona, Gerona y Lérida86, la proporción de

84 INE 1861, rendimiento en metálico de los montes públicos (escudos): Barcelona (31.945), Gerona (7.834), Lérida (268.782), Tarragona (24.963), España (23.260.863).

85 INE, 1932-1933.

86 Los datos de las provincias de Barcelona y Gerona están agregados, mientras Tarragona lo está con Castellón.

monte alto era inferior a la media nacional (30% de la superficie forestal total). Hay que recordar la importancia de los pastos, aunque no sean objetos de este trabajo, y de la cabaña ganadera de la época, principal presión sobre los bosques.

La mayor parte de la superficie forestal estaba pues constituida por pastos y montes bajos, cuyo valor era nulo para la industria maderera. La extensión de monte alto útil para la industria maderera era extremadamente reducida y limitada a partes del territorio poco accesibles. En cambio, para las industrias de la leña, carboneo, tinturas o destilación de maderas, había abundante material vegetal. Esto explica en parte, la razón por la cual las importaciones de maderas extranjeras representaban una partida muy grande en esta época, en particular para la construcción.

En del conjunto español, Cataluña tenía un peso forestal muy reducido. Si bien es cierto que representaba el 6,42% del territorio español y el 6,06% de su superficie forestal, si miramos la proporción de montes públicos, cuya conservación y gestión era responsabilidad de la administración central, Cataluña solamente concentraba el 3,6%

de los montes públicos españoles. De nuevo, únicamente la provincia de Lérida tenía importancia desde este punto de vista, por tener el 39,6% de sus montes con titularidad pública. Esta circunstancia fue un elemento recurrente entre 1850 y 1950, y se vio reflejada, por ejemplo, en la agregación de las estadísticas de producción forestal e industrial maderera de las provincias de Barcelona, Gerona y Baleares entre los años 1920 y 1930, y en la agregación de las estadísticas de las provincias de Tarragona y Castellón durante parte de la década 1930. Las de Lérida siempre tuvieron, en cambio, un apartado propio.

A nivel de la gestión administrativa de los montes públicos, el Distrito Forestal con sede en Lérida siempre fue el más activo e importante. Las otras tres provincias, con una proporción de montes públicos de entre el 1 y 5%, no alcanzaron un nivel de prioridad relevante para la administración forestal, y siguieron dinámicas de producción marcadas esencialmente por la iniciativa privada. En Cataluña, los montes públicos representaban una parte muy reducida del territorio, excepto en la provincia de Lérida, donde representaban el 39,6%. Esta proporción no varió mucho entre 1850 y 1950, por lo que encontraremos una dicotomía muy clara: producción pública en Lérida, y producción privada en las demás provincias.

Sin embargo, el potencial productivo de la provincia de Lérida no se desarrolló hasta muy avanzado el siglo XX. Como hemos visto, las comarcas pirenaicas de esta provincia fueron las últimas conectadas a la red de carreteras principales, y este retraso ocasionó que la madera producida en sus montes no llegara hasta muy tarde hasta los centros urbanos e industriales de Cataluña.

Lérida mantuvo una cuota en valor de la producción forestal pública catalana de alrededor del 60%, mientras Tarragona se situó alrededor del 25%, Gerona del 8% y Barcelona del 6% (Fig. 40). Las variaciones anuales pueden ser importantes debido a una corta excepcional, a las condiciones del mercado (necesidad puntual de la industria, precios relativos de otros combustibles o materiales), o a los desastres naturales (incendio o ventada).

Fuente: Elaboración propia en base a INE 1860-1867.

Fig. 40. Participación de las provincias en la producción (valor en escudos) de los montes públicos de Cataluña para el sexenio 1860-1866.

Cuadro 48. Producción forestal por provincia de los montes públicos de Cataluña en valor (escudos) y porcentaje, de 1860 a 1866.

1860 1861 1862 1863 1864 1865 1866

Barcelona 31.945 13.051 11.670 11.938 9.407 13.369 5.626

Gerona 7.834 16.730 15.051 14.860 16.378 15.020 15.820

Lérida 268.782 115.183 124.080 117.724 114.530 113.814 58.464

Tarragona 24.963 50.005 51.989 56.214 73.199 48.748 22.566

Total 335.384 196.830 204.652 202.599 215.378 192.816 104.342

% % % % % % %

Barcelona 9,58 6,69 5,75 5,95 4,41 7,00 5,49

Gerona 2,35 8,58 7,42 7,40 7,67 7,87 15,44

Lérida 80,59 59,08 61,19 58,65 53,64 59,60 57,05

Tarragona 7,48 25,65 25,64 28,00 34,28 25,53 22,02

TOTAL 100 100 100 100 100 100 100

Fuente: Elaboración propia en base a INE 1860-1867.

Es difícil estimar el volumen y valor de la producción de los montes privados.

Únicamente a partir de la década 1940, la estadística empezó a incluir los montes privados de manera sistemática.