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Madera para embalajes y envases

3. CONSUMO Y MERCADOS DE LA MADERA EN CATALUÑA

3.4 Estimación del consumo de madera en Cataluña

3.4.3 Madera para embalajes y envases

Veamos ahora cuanta madera podía utilizarse para la fabricación de envases y embalajes. Las estimaciones que hizo Robert se basaban en la producción española de cítricos (Robert, 1957, pp. 49-50; 101-102). Zapata (2001) siguió a Robert en su estimación para los quinquenios 1900-1904, 1931-1935 y 1951-1955. Iriarte (2006) utilizó la misma estimación como base, pero también consideró la producción del sector vinícola, y de las industrias de construcción metálica. Por este motivo su estimación fue superior a la de Zapata.

No obstante, es muy difícil hacer una estimación fiable para Cataluña partiendo de los anteriores resultados. Es probable que el consumo de madera de esta categoría fuera alto, debido a que Cataluña era una gran región productora, tanto a nivel agrícola como industrial, y que era la principal región exportadora de España de ambos sectores.

En base a la estimación del consumo de esta partida de Robert (1957), Zapata (2001) e Iriarte (2006), realizaremos nuestra estimación, utilizando como referencias el peso de relativo de los sectores agrario e industrial de Cataluña en el total de España.

A. Estimación del consumo de madera en Cataluña para envases y embalajes, en base al producto agrario total.

Cuadro 31. Producto agrario total, Cataluña y España.

(miles de pesetas corrientes)

Cataluña España Proporción

1900 401.381.000 (a) 4.369.000.000 (b) 9,19%

1930 1.199.224.000 (c) 12.432.000.000 (d) 9,65%

Notas: a) p. 344, b) p. 343, c) p. 345, d) 1931; p. 343 Fuente: Carreras y Tafunell (2005).

Aplicando las aproximaciones de Zapata, obtenemos la siguiente estimación:

Cuadro 32. Consumo de madera para Cataluña.

(m3 de madera con corteza, promedios anuales)

1900-1904 1931-1935 1951-1955

A. España 419.000 1.256.000 1.256.000

B. Cataluña 38.494 121.157 121.157

Notas: 1. B=A*9,19% para el primero quinquenio, y A*9,65% para los demás.

Fuente: Elaboración propia.

Zapata (2001, p. 334), refiriéndose a Robert (1957, p.50) y considerando que la partida de naranjas representa el 30,74% del total en volumen de la madera utilizada para envases y embalajes agroalimentarios, basa su estimación principalmente en la producción de cítricos. Como la cosecha de naranjas fue similar en los dos últimos quinquenios, y a pesar de reconocer los límites de tal aproximación, Zapata considera que el consumo de madera para toda la partida de envases y embalajes fue también el mismo. La aproximación de Zapata, no obstante, no parece del todo fiable. Arbós (1935) estima 20 años antes de Robert, que de los 23 millones de cajas, envases y jaulas necesarios anualmente para los productos agrícolas, las cajas de naranja representaban 12 millones, o sea casi el 50% en número de embalajes64. Asimismo, las seguían las mermeladas y conservas (3 millones), pasas para la exportación (1,8 millones), uvas frescas (1,75 millones), ajos destinados a América (1,4 millones), y pasas para el mercado interior (1 millón). Por último: albaricoques, ciruelas, limones, melocotones, patatas, tomates y melones, ajos, granadas y uvas pequeñas (2,2 millones en total).

Arbós reconoce al mismo tiempo que los barriles para pescados y olivas, también representaban un consumo importante de madera, pero no lo estimó. Robert (1957), nos da una estimación del volumen medio de madera utilizada para cada tipo de embalajes.

Según este autor, en torno a 1955, se utilizaban 19,33 m³ por cada 1.000 cajas de cítricos. Si aplicamos esta cifra a los 12 millones de cajas para cítricos de Arbós para 1935, resulta que en aquel momento, la partida de cítricos constituía el 57,17% en volumen de los embalajes agrícolas, contra el 30,74% en 195565. No obstante, el coeficiente de 30% utilizado por Zapata merecería más atención en futuras investigaciones, para ver si fue estable a lo largo del siglo XX.

Considerando la intensa actividad industrial en Cataluña, esta primera aproximación basada únicamente en la producción agrícola, subestima sin duda el consumo regional de forma significativa. Conviene por lo tanto considerar también el consumo de madera para envases y embalajes en el sector industrial.

64p. 179 sobre la utilización de envases para la exportación de productos agrícolas, con datos procedentes de la Unión Nacional de Exportación Agrícola para 1934.

65 Esta diferencia podría, no obstante, reflejar el hecho de que, en 1935, la estadística recogiera únicamente la utilización de madera para los principales productos agrarios.

B. Estimación del consumo de madera en Cataluña para envases y embalajes, en base al valor añadido bruto industrial.

Para nuestra aproximación, seguiremos a Iriarte, proponiendo ampliar a otros sectores industriales el consumo de madera para embalajes. No obstante, la aplicación de sus resultados a Cataluña nos obligará a una revisión de su metodología, para garantir la fiabilidad de nuestra estimación. Cataluña concentró entre 1850 y 1950, entre el 20% y el 40% del valor añadido industrial español (Cuadro 33), por lo que su consumo de madera para el embalaje y manejo de productos manufacturados, debía ser elevado. Zapata e Iriarte no entraron a valorar las diferencias entre regiones en sus estimaciones, y no disponemos de otra referencia que sus series nacionales. Robert (1957, p. 49) incluye en la lista de productos embalados con madera, “cerámica, mosaicos y baldosas, útiles y maquinaria, productos químicos y otros más”, pero no valora este consumo de madera en su estimación. Sería razonable pensar pues, que la anterior estimación de Zapata, basada únicamente en la producción agrícola, subestima el consumo de la partida de envases y embalajes.

Cuadro 33. Peso relativo de Cataluña en el valor añadido bruto de la industria fabril de España (%).

1856 1900 1930 1950

25,60 (a) 38,58 (b) 28,01 (c) 24,14 (c)

Notas: a) Participación regional en la industria fabril de España, 1856 y 1900. Carreras y Tafunell p. 401.

b) A partir del índice de producción industrial de Parejo, base 100 en 1929, en Carreras y Tafunell, p. 397 c) Valor añadido bruto industrial, millones de pesetas. Carreras y Tafunell p. 404.

Fuente: Carreras y Tafunell (2005).

Siguiendo a Robert y a la diferencia de Iriarte, hemos considerado, además de las construcciones metálicas, otras actividades fabriles utilizaban madera para el transporte, la protección o la conservación de sus productos. En este sentido, estimamos que para 1856 y 1900, las industrias metalúrgicas, de la cerámica y del vidrio usaban madera por un valor equivalente al 4% del Valor Agregado Bruto (VAB)66. En cambio, para las industrias del papel, y diversas, estimamos que la madera utilizada representaba el 1% de su VAB. Todas las industrias agroalimentarias han sido incluidas ya en la

66 Iriarte calcula este 4% en base a la contabilidad de una empresa concreta de construcciones metálicas.

(2006, p. 6).

primera parte de la estimación (A) y por tanto no las consideramos ahora. También hemos supuesto que la industria textil no utilizaba madera (si lo hacía para la fabricación y reparación de su maquinaria, partida que en nuestra aproximación, queda recogida en el apartado anterior de madera para construcción), ni tampoco la industria química, de la madera-corcho, y del cuero. Con estos supuestos, hemos construido nuestra estimación de la siguiente manera: hemos aplicado al VAB total de Cataluña, el peso relativo de cada sector industrial, para obtener un VAB para cada uno (Cuadro 34);

hemos luego aplicado el coeficiente de 1% o 4% al VAB de los 4 sectores industriales considerados, para obtener un “VAB Madera” que representa el volumen económico dedicado por estas empresas a comprar madera (Cuadro 35); hemos entonces dividido por el precio estándar del pino (especie mas utilizada para embalajes) en cada momento (1856, 1900, 1930 i 1950), para obtener el volumen en metros cúbicos de estas compras de madera.

Cuadro 34. Estimación del VAB Industrial de Cataluña, por sectores y total.

1856 1900 1930 1950

VAB CAT (%) 25,60 38,58 28,01 24,14

VAB CAT (millones Ptas) 280,37 (a) 1.115,78 (a) 2.374 (b) 16.073 (b) Notas: a) A partir del índice de producción industrial de Parejo, base 100 en 1929, en Carreras y Tafunell 2005, p. 397. b) Carreras y Tafunell, 2005, p.404.

Industrias - 1856 VAB (%) VAB

(M Pts)

Alimenticias 21,9 61,40

Textiles 61,28 171,81

Metalúrgicas 2,66 7,46

Químicas 2,39 6,70

Papel 2,89 8,10

Cerám./vidrio/cal 3,28 9,20

Madera-corcho 2,22 6,22

Cuero 1,99 5,58

Diversas 1,39 3,90

TOTAL 100 280,37

Fuente: Elaboración propia en base a Carreras y Tafunell, 2005.

Cuadro 35. Estimación del consumo de madera para envases y embalajes industriales.

Notas: a) Carreras y Tafunell, 2005, p. 400, millones de pesetas. b) Estimación en base a Iriarte. c) c=a*b, en millones de pesetas. d) Se supuso que el uso de madera en la industria se mantuvo al mismo nivel durante la segunda parte del siglo XX (VAB Madera = 0,4640% del VAB Industrial de Cataluña). e).

Para 1856, hemos considerado que los precios de la madera se han mantenido estables entre 1856 y 1900 al igual que los del trigo y la cebada al por mayor (Carreras y Tafunell p. 336). Para 1900, son los precios de 1901 en la plaza de Barcelona para pino en rollo con corteza, de Zapata (1998, p. 121). Para 1930, hemos utilizado el índice de precios del pino a nivel español, de la estadística de precios de materiales de la construcción al por mayor (INE 1933), con base 100 en 1920 y le hemos aplicado al precio de 45 Ptas/m3 para 1920 dado por Zapata (1998, p. 121). Y para 1950, hemos utilizado el mismo índice de precios del pino, con base 100 en 1930 (3,78 Ptas), y 14,58 Ptas en 1946 (INE 1950).

Fuente: elaboración propia.

Obtenemos así un consumo de madera considerable en relación con las demás partidas, que probablemente esté sobre-estimado. Difícilmente Cataluña podía consumir en 1950 cerca de 625.000 metros cúbicos de madera para embalajes y procesos industriales, pues representaría, según Robert, Zapata e Iriarte casi el 50% del consumo total nacional de esta partida. Esto nos lleva a pensar que el 4% que Iriarte aplicó a las industrias metálicas, o bien fuera poco representativo, o fuera menor en las demás industrias. Es evidente, no obstante, que había un cierto consumo de madera para envases y embalajes en otros segmentos que el agroalimentario, y que éste está poco considerado en las estimaciones existentes. Futuras investigaciones deberían indagar, en la contabilidad de empresas representativas de los principales sectores económicos, la importancia de la madera en los procesos de producción y distribución. Para ajustar nuestra estimación, fijaremos el uso de la madera en un 2% del valor de las industrias metalúrgicas, de la cerámica, y vidrio, y en un 1% del valor de industrias diversas y del papel.

Cuadro 36. Estimación ajustada del consumo de madera para envases y embalajes industriales.

1930 1950

Industrias VAB Indus % madera VAB madera VAB Indus % madera VAB madera

Metalúrgicas 7,46 2,00% 0,15 78,66 2,00% 1,57

Nota: a) Se ha supuesto que las compras de madera representaron el mismo peso durante la segunda mitad del siglo XX, que en 1900. Con este supuesto, para obtener el VAB Madera en valor de 1930 y 1950 se ha aplicado al VAB industrial de Cataluña (Cuadro 34) un coeficiente de 0,2712%, correspondiente al VAB Madera del año 1900 (3,026 millones de pesetas, por un VAB industrial de 1.115,78 millones).

Fuente: elaboración propia.