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La Escuela de Montes de Villaviciosa de Odón y el Cuerpo de Ingenieros de

1. EL CONTEXTO INSTITUCIONAL

1.3 La construcción de una administración forestal

1.3.1 La Escuela de Montes de Villaviciosa de Odón y el Cuerpo de Ingenieros de

Uno de los pasos más importantes hacia la consolidación de la administración forestal fue la creación de la Escuela de Montes en 1846. La impulsó Agustín Pascual (1818-1884), junto con Bernardo de la Torre (1792-1875), después de haber sido el primer español en estudiar en la Escuela de Bosques y Economía Rural de Tharand (Sajonia), referencia europea de la época en materia de montes.

Fuente: Grupo de Hidrología y Conservació, Fuente: Fototeca Forestal, Ministerio de Universidad Católica de Avila8. Agricultura9.

7 Discurso del Diputado Lopo en el Congreso, durante la discusión del presupuesto 1920-1921.

8 http://ghidrologia.blogspot.com.es/2013/03/venta-de-montes-publicos.html

9 http://wwwx.inia.es/fototeca/

Fig. 3. Agustín Pascual, fundador de la Escuela de Montes de

Villaviciosa de Odón.

Fig. 4. Bernardo de la Torre Rojas (1792-1875). Fundador y primer Director de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes de Villaviciosa

de Odón.

La ciencia forestal europea nació en los estados alemanes en la primera mitad del siglo XVIII, con varias obras dedicadas a la gestión de los montes y su economía.

Los montes alemanes habían llegado a un punto de deforestación y abandono preocupante y para enfrentarse a este problema la ciencia forestal se especializó e integró progresivamente cátedras universitarias: Berlin en 1770, Kaiserslautern en 1778, Freiburg en 1887. En esta época se crearon también varias escuelas forestales, y una de ellas en particular tuvo una amplía y reconocida proyección internacional: la de Heinrich Cotta (1763-1844), que atrajo a numerosos estudiantes extranjeros y sirvió de modelo para otras escuelas creadas en Francia y Rusia. Fue en esta escuela que estudió Pascual.

Fig. 5. Castillo de Villaviciosa de Odón, vista aérea.

Fuente: Universidad Politécnica de Madrid10.

La primera promoción de 29 jóvenes ingenieros de Villaviciosa de Odón se graduó en el año 1852, después de unos estudios de cuatro años donde las enseñanzas principales eran las matemáticas, dibujo, topografía, ordenación del territorio, ciencias naturales y ciencias forestales. También se impartía la lengua alemana. Pascual escribió incluso un Himno Forestal, en reconocimiento a las aportaciones de aquellos ingenieros:

Sabio Cotta, tus hijos de España Invocando tu nombre inmortal A su patria los frutos prometen Que tu genio produjo en Tharand.

Compañeros, sigamos la senda Que la mano de Cotta trazó;

10 http://www.upm.es/ETSIMontes/LaEscuela/Historia

Nuestra ciencia dirá nuestros hechos, Nuestra fuerza será nuestra unión.

Una vez en funcionamiento la Escuela de Montes, Pascual y de la Torre empezaron a luchar para el reconocimiento y la creación de un Cuerpo de Ingenieros Forestales. Mientras de la Torre mantuvo contactos políticos al más alto nivel y luchó con diplomacia contra los intereses y las visiones diferentes de las administraciones agrícola e industrial, Pascual publicó una serie de artículos en el periódico “La España”, para fomentar en la opinión pública la consciencia de la importante labor social que podían realizar los ingenieros de montes para la nación, y del potencial enorme de riqueza que representan los montes españoles. Sus esfuerzos se vieron recompensados por el Real Decreto de 18 de octubre de 1853, en el que se creó el Cuerpo de Ingenieros de Montes, y un año después con la asignación de 45 plazas. De la Escuela, saldrían así los ingenieros que integraron entonces las comisiones de trabajo de la Dirección General de Agricultura (luego de Montes), asumiendo tareas de reconocimiento de los montes en las provincias. El 1 de mayo de 1855, cuando se publicó la ley de desamortización, fueron también los miembros de la Junta Consultiva de la Escuela de Montes, los que, haciendo uso de todas sus relaciones y gracias a la sensibilidad del Ministro de Gobernación, lograron integrar en el texto final, la salvaguarda que exceptuaba de la venta general, los montes que podían ser de interés para el Estado (Gil, 2009, p. 187). El desconocimiento general de los montes españoles, hizo no obstante necesario una primera etapa de inventariado extensivo de cada monte, antes de poder aplicar la ley de desamortización. Los ingenieros se habían hecho ya indispensables, y la semilla de la futura administración forestal estaba pues consolidada.

En 1870, la Escuela se dotó de un nuevo reglamento interior basado en el de las Escuelas de Ingenieros de Caminos y Minas, y entre 1870 y 1914, la Escuela se trasladó a “El Escorial”. Otro paso importante en su historia fue la creación del Instituto de Experiencias Técnico-Forestales, por Real Decreto del 15 de marzo de 1907, que tenía como objetivo completar la formación de los alumnos y proveer a la Escuela de profesores. Éste centro cambió más adelante de nombre por el de Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias. En 1914, la Escuela de Montes se trasladó a Madrid, y tras peregrinar por distintos establecimientos, se asentó en la Ciudad Universitaria en 1939. La enseñanza de los idiomas siempre fue importante en la formación de los

ingenieros de Montes, con el alemán y el francés obligatorios en un principio, y más tarde el francés y el inglés, y el alemán optativo. La ciencia forestal en sus orígenes fue primero alemana y luego francesa, y estos dos países siempre fueron una fuente importante de inspiración para los forestales españoles.

Fig. 6. Axometría de la Escuela de Montes realizada por Bidagor y Villanueva en 1945.

Fuente: Museos UPM11.

Siempre ha existido la figura de ayudante del ingeniero o responsable forestal, pero fue en 1905 que se puso en marcha el Cuerpo de Auxiliares Facultativos de Montes, tras su creación en 1903. Este nuevo organismo, cuya misión era ayudar y ejecutar las órdenes de los Ingenieros de Montes, fue el precursor de los ingenieros técnicos forestales. La Guardería de Montes siguió un proceso similar. Heredera de los guardamontes reales encargados de proteger el patrimonio forestal de la Casa Real, pasó progresivamente a depender de los municipios en la primera mitad del siglo XIX. Fue un oficio poco reconocido, muy mal pagado y sujeto a todo tipo de presiones locales, que resultó poco eficaz cuando llegó el momento de proteger los montes. Los ochocientos guardas censados en 1870 (Bauer, 1991, p. 267) desaparecieron o pasaron a depender de la Guardia Civil en 187612, donde quedaron vinculados hasta la creación

11 http://www.upm.es/institucional/UPM/MuseosUPM/Arboreto

12 Lo que empezó como la solución a la poca efectividad de la guardería, no fue del todo satisfactorio; la nueva misión de protección de los montes de la Guardia Civil pasando después de sus iniciales tareas, prioritarias de control del orden público (Rafael Puig y Valls, en La Vanguardia, 21 de setiembre de 1890).

del Cuerpo de la Guardería Forestal en 1907, dirigido primero por el ejército y a partir de 1912, por los ingenieros jefes forestales.