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La higiene materno-infantil y las instituciones

3 Contexto social en el primer tercio del siglo XX

3.3 La higiene materno-infantil y las instituciones

A partir de los descubrimientos sobre la proliferación microbiana y los medios físicos y químicos para combatirlos, se establecieron por parte del establishment europeo diversas conductas a seguir a fin de divulgar el higienismo entre la sociedad.

Entre las normas más elementales nos podemos referir a los cuidados y alimentación del lactante, así como a los cuidados de la madre desde la gestación. Durante el primer tercio del siglo XX surgieron diversas iniciativas privadas y públicas encaminadas a divulgar y enseñar la higiene entre las mujeres. Se realizaron folletos divulgativos con imágenes para facilitar su mejor comprensión y se dictaron nuevas leyes y normas de concienciación higiénica a seguir por la sociedad en su conjunto. Además, se protegió tanto a madres como a niños trabajadores de los abusos de los patronos y se crearon instituciones públicas o privadas a fin de recogerlos por falta de cobijo y alimento482 así como una legislación protectora de la madre y el niño como hemos visto con anterioridad.

Estas leyes, en un régimen de asistencia liberal como el español, también contemplaron la creación de instituciones benéficas de carácter privado siempre y cuando tuvieran una financiación suficiente y la administración estuviese en manos de corporaciones autorizadas por el gobierno. Estas entidades debían dar protección a los niños y niñas abandonadas, huérfanos/as y a las mujeres en proceso de parto siendo las inclusas las instituciones que, en realidad, atendían a los niños abandonados en ellas procurándoles alimentación y cuidados.

La Casa de la Misericordia483 de Barcelona situada en el centro de esta ciudad, en la calle Ramelleres, fue una institución benéfica-social y asistencial que acogió a los niños pobres y abandonados en Barcelona. En esta institución persistió la acogida de niños expósitos procedentes de su abandono en el torno desde 1853 al igual que en resto de España. El procedimiento de abandonar niños en la Inclusa mediante el torno

482 En 1583, en la calle Ramelleres de Barcelona, se creó la Casa de Misericordia en donde se recogía a enfermos. Posteriormente fue denominada Casa de Maternitat que era atendida por las monjas

“Hermanas de la Caridad” y en ella se recogían niños abandonados. A una misma institución se la denominó Casa de Misericordia, Maternitat o Casa de Caridad. En 1853 se constituyó la Casa de Maternidad y Expósitos de Barcelona bajo el amparo de la Ley General de Beneficencia del 20 de junio de 1849 y cuyo reglamento fue publicado el 14 de mayo de 1852. García Molina (1999), p. 97.

483 Lacuesta Contreras (1992), p. 125.

persistió en Barcelona hasta 1931484. Según los datos recogidos por Julià Farré i Sostres, en esta época seguían los procedimientos siguientes con los niños, nodrizas y madres.

“Que els varons hi restaven fins als set anys i les dones fins a la seva completa educació. Les nenes externes hi feien estada fins als set anys.

Respecte a les dides, n’hi havien entre 50 i70 amb una soldada de 25 pessetes al mes. Les dides externes cobraven 20 pessetes, fins que el nen expòsit complia un any.”485.

La Casa de Maternitat de les Corts de Barcelona, ubicada en la zona de Mas Cavaller, fue construida durante el periodo de 1883 y 1890 como institución protectora de los niños y puso en funcionamiento una parte de las instalaciones a partir de 1884 con una parte de los niños expósitos procedentes de la Casa de Misericordia que, dado el incremento de niños enfermos y abandonados, ya no tenían cabida.

En 1913, durante el periodo de la Mancomunidad Catalana, se presentó el proyecto de una Institución Maternal Catalana elaborado por el médico y socio de la Casa de Maternitat i Expòsits de Barcelona el Dr. Miquel Fargas i Roca. El nuevo proyecto se llevó a cabo bajo la protección de Enric Prat de la Riba presidente de la Mancomunidad. Fargas, en la sesión del 31 de octubre, expuso la necesidad de crear una nueva institución con la vigilancia en obstetricia y pediatría conjunta llevada a cabo de forma científica, de manera que las mujeres más desfavorecidas de la sociedad pudieran acudir de forma abierta al recinto ya que según él la estructura de la inclusa construida en 1853 estaba anticuada y precisaría de nuevos cambios.

“No cal que es molestin: l’edifici de la Maternitat no cal tornar-lo a veure, és impossible de fer-hi res, puix el seu estat és pèssim, precisant, per tant, tirar-lo a terra i fer-ne un de nou. “[...] el desig de la Junta -a més de veure una instal·lació material digna- hauria d’ésser modificar l’organització actual per la de porta oberta, excepció feta dels casos en que la reserva continuï essent necessària.”486.

Así pues, al cabo de dos meses, Miquel Fargas presentó el esquema de un proyecto que él bautizó como de Institució Maternal Catalana. Pasados cuatro meses presentó los planos al Ayuntamiento de Barcelona con la carta siguiente:

“En una carta dirigida a l’Ajuntament de Barcelona, el 24 d’abril de 1914, pocs dies després de la constitució de la Mancomunitat, digué: ‘...

que la Institució Maternal Catalana sigui, a l’ensems que un refugi que com a obra benèfica existeix ja ara en forma rudimentària, una escola

484 Farré i Sostres (2003), p. 100.

485Ibid., p. 28.

486 Cassasas Simó (1999), p. 16.

d’estudis superiors a semblança d’algunes existents en capitals semblants a Barcelona, i sobretot una fundació que, amb porta oberta, pugui servir perquè en ella trobin, principalment les classes humils de la societat, totes aquelles garanties que la ciència pot donar avui per a aminorar els perills de l’infantament.”487.

En el recinto de La Maternitat de les Corts en 1913 tuvo lugar la unificación de los espacios en las cuales se acogieron a madres y niños desde finales del siglo XIX. A partir de 1914 la Junta de gobierno de la institución de conformidad con el dictamen del Consell d’investigació Pedagògica de la Diputació de Barcelona acordaron implantar el sistema de educación infantil de Montessori como una forma de pedagogía que consideraba fundamental la espontaneidad del niño en el sistema educativo de la época488.

Sin embargo, en una conferencia que impartió el Dr. Palanca en la Escuela Nacional de Puericultura de Madrid, en 1927, sobre la Higiene Infantil en los Estados Unidos489, destacó las carencias existentes en España en relación a la Maternología y Puericultura si se comparaba con aquel país. Afirmó que en 1910 la educación prenatal estaba más atrasada que en España. Sin embargo, en 1927 eran dignos de admiración ya que habían llevado a cabo medidas de divulgación desde las escuelas. Explicó que en ese país perseguían cuatro fines fundamentales:

“El primero es preparar a las futuras madres. Llevan un registro de matrimonio y a los dos o tres meses de casada comienza el acoso con folletos, que decide a muchas a ponerse en relación con el Centro Puericultor; si se hacen las sordas va a convencerlas verbalmente una enfermera. Mucha propaganda resulta perdida por la facilidad que tienen para divorciarse. 2º Hacer fácil y llevadero el embarazo; 3º reducir la mortalidad infantil (era de 190 por 1000 y ha bajado a 85); 4º Comenzar la educación higiénica del niño.” 490

Prosiguió argumentando sobre la falta de instituciones españolas que ofreciesen lugar de cobijo a las mujeres embarazadas como las que ya existían en Estados Unidos:

“En España no hay casas de prenatal y para colmo de desdichas están unidas la represión de la Mendicidad y la Protección a la Infancia, y tienen a su frente personas incompetentes; los médicos y maestros que

487Ibidem.

488 Farré i Sostres (2003), p. 65.

489 Palanca (1927), pp. 156-158.

490Ibid., p. 156.

debieran ser los constituyentes exclusivos de estas juntas, están en minoría” 491

Algunas publicaciones además de divulgar las normas elementales de higiene maternal a la mujer solicitaron ayudas económicas para sufragar los gastos que representaron la labor social. Así pues, en la revista La Caridad apareció un artículo del Dr. Molleda cuyo título fue “El día del Recién Nacido” cuyo fin principal fue solicitar ayuda económica para las Instituciones de beneficencia de la ciudad492. Además, se pretendió divulgar el trabajo realizado por numerosas personas que, de forma desinteresada y anónima, desearon combatir la ignorancia de las madres en temas de higiene infantil y a la vez disminuir la mortalidad infantil mediante la divulgación de la puericultura. En esta época, Barcelona, que era una tumultuosa población muy necesitada, precisó de instituciones con consultorios gratuitos, financiados de los donativos ciudadanos, en dónde diversos facultativos difundían la Puericultura y atendían de forma altruista, tanto a gestantes como a los niños, en la campaña de “Lucha contra la Mortalidad Infantil”. Molleda, en su artículo argumentó su solicitud de soporte económico a las Instituciones de Beneficencia y, además, explicó el empeño docente hacia las “mujeres ignorantes” y el estímulo que podía proporcionarles la donación de alimentos y leches a las madres lactantes en un estado de mayor precariedad. También resaltó los concursos infantiles realizados a fin de que las madres incorporasen en sus conocimientos unas correctas conductas higiénico-alimentarias para con los hijos:

La “Lucha contra la Mortalidad Infantil tiene por objeto defender la vida del niño, principalmente en su aspecto físico, hasta la edad de dos años.

Esta obra la realiza no sólo proporcionando socorros y limosnas a las madres pobres y a los niños desvalidos, sino de una manera más fructífera y práctica todavía: curando y enseñando. Sí, amigos míos, la asociación de que os hablo, acoge a las mujeres pobres y las dirige, les enseña, las cuida, les proporciona medicinas y alimentos, les da ropitas para sus pequeñuelos. Y acoge también a estos pequeñuelos y los atiende y estudia con esmero, vigilando su desarrollo, su alimentación, sus enfermedades…Para ello tiene establecidos tres consultorios gratuitos con diferentes secciones, donde un grupo de altruistas e inteligentes facultativos realizan una fecunda y concienzuda labor de Puericultura.

Las mujeres son atendidas desde los comienzos de su embarazo y dirigidas convenientemente para que aquel llegue a feliz término…En el trance del parto son atendidas por comadronas subvencionadas por esta benéfica institución y atendidas si desgraciadamente el caso lo requiere por médicos especializados. Después siguen las madres yendo a los consultorios, donde el desarrollo del niño es vigilado, donde se combaten

491Ibid., p. 157.

492 Molleda (1926a), pp. 7-8.

con constancia y paciencia sin límites tantos y tantos errores producto de la ignorancia, que causan a diario la muerte de millares de criaturas; se educa a las madres, se les aconseja, se les enseña, se les explica, se las convence… y- lo que aún es más positivo al decir de muchos- se les auxilia con harinas, leches, alimentos, reconstituyentes, etc. Para estimular y atraer a las pobres mujeres que también necesitan constancia y asiduidad, se organiza todos los años un “Concurso de Bebés” donde reciben premios aquellas madres que mejor han cumplido las instrucciones recibidas, las que más se han desvelado por hacer higiénica y racional la vida de sus pequeños, que, por cierto, no son muchas veces las más favorecidas por la naturaleza con la salud de sus hijos.”

La lucha contra la mortalidad infantil se centró en las mujeres de las clases más desfavorecidas creando consultorios de beneficencia para estos casos. Sin embargo, se pensaba que la acción debía llevarse también a las madres de la clase media. Así pues, en la revista La Caridad apareció un artículo en el cual se informó de “Un consultorio para la clase media”493 que bajo la iniciativa del Dr. Molleda se creó en 1926. La finalidad de esta institución fue la protección del niño de pecho y de la madre embarazada.

“Nuestros pobres, gracias a las múltiples instituciones fundadas, véanse ayudados la mayor parte en sus necesidades, porque nuestras obras de beneficencia se han encaminado siempre a socorrerlos. En cambio, nuestra clase media sufre las contrariedades de la vida por no disponer de asociaciones mutuales y por considerar que no les es lícito servirse de las instituciones beneficiadoras de los más humildes. Es, por tanto, que la clase media necesitada la que sufre en el silencio y llora en la obscuridad en que el azar la ha abandonado. Para beneficiarla, pues, la infatigable

“Lucha contra la Mortalidad Infantil” hace extensivos sus consultorios que con éxito creciente vienen funcionando, con la fundación de otros que no serán gratuitos. De estos consultorios retribuidos podrán beneficiarse las familias a las que corresponda cédula desde sexta clase en adelante, estando aquellos dirigidos por la misma Junta Directiva y en todo, sujetos a reglamentación. Las madres inscritas a dichos consultorios que abonen la cuota mínima de 3 pesetas mensualmente a satisfacer por trimestres y por tiempo ilimitado, tendrán el carácter de socias agregadas y permanentes. Además, habrá las socias agregadas transitorias, que será las que se inscriban durante el embarazo, satisfaciendo la cuota de cinco pesetas. También tendrán carácter de socias agregadas aquellas que sin haberse inscrito durante el embarazo, deseen inscribir los niños para su dirección puerícola… Realmente parecía que en la sociedad sólo hubieran ricos que puedan pagar onerosos honorarios y pobres de solemnidad.”494

493 Molleda (1926b), p. 11.

494Ibidem.