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Capítulo IV. Objetivos, modelo de análisis y metodología

4.3 Diseño metodológico .1 Opción metodológica .1 Opción metodológica

4.3.3 Ámbito territorial

El ámbito territorial en el que se desarrolló el trabajo de campo relativo a los niveles de análisis institucional e individual corresponde a las comunas 4 y 8 de la zona Sur40 de la CABA compuestas por los barrios de La Boca, Parque Patricios, Barracas, Nueva Pompeya, Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano (ver Figura 4.4.). Si bien estas comunas –y la ciudad en general– representan espacios sociourbanos heterogéneos de grandes contrastes, con zonas habitadas por familias de clase media y otras con poblaciones más pauperizadas, en su conjunto se caracterizan por ostentar, junto con la comuna 9, los peores indicadores sociodemográficos de la ciudad (Abelenda, Canevari, y Montes, 2016;

UEICEE, 2015). Así, estas comunas presentan, en comparación con las de las zonas Centro y Norte, menores ingresos per cápita familiar, una elevada proporción de hogares (mayor al 30%) con ingresos inferiores al valor de la canasta de consumo total mensual41 (ver Figura 4.5.), un alto porcentaje de hogares con hacinamiento, menor cobertura de salud, una elevada proporción de adultos sin nivel secundario completo, y las tasas de escolarización secundaria más bajas (Abelenda et al., 2016; Mazzeo, Lago, Rivero, y Zino, 2012). Por ejemplo, además, la tasa de mortalidad infantil en las comunas 4 y 8 llega a duplicar a aquella de las comunas de la zona Norte, y, en general, sus índices de vulnerabilidad social y educativa (IVS e IVE)42 se ubican en los niveles más altos de la ciudad (Pírez, 2011; UEICEE, 2015). Asimismo, los asentamientos habitacionales

40 Mazzeo et al. (2012) distinguen tres zonas o conglomerados (Norte, Centro y Sur) a partir del análisis de 35 indicadores referidos a diferentes dimensiones de las condiciones de vida de la población.

41 La canasta de consumo total mensual se compone de la sumatoria de los precios de un conjunto de bienes y servicios (alimentación, servicios básicos, residenciales, de transporte, educación, indumentaria, salud, etc.) considerados necesarios para el sostenimiento de una familia tipo. Constituye un valor de referencia para estimar el nivel de pobreza de una población en comparación con sus ingresos y para el cálculo del nivel general de precios al consumidor (DGEC, 2015).

42 El índice de vulnerabilidad social (IVS) es un índice que asigna a cada hogar un puntaje relacionado a sus características demográficas, económicas, habitacionales y de acceso a la educación y salud. El índice de vulnerabilidad educativa (IVE) es un índice que resume los niveles de repitencia, sobreedad y abandono (UEICEE, 2015). Los datos corresponden al último registro de 2010.

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informales y las denominadas ‘villas’43 de la ciudad se encuentran mayoritariamente concentrados dentro de los límites de las comunas 4, 8 y 9 (ver Figura 4.6.) (Cravino et al., 2008; Pírez, 2011).

Figura 4.4. Mapa de comunas y barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Detalle por zona (Norte, Centro y Sur)

Fuente: Dirección General de Estadística y Censos (2015)

43 Se denominan ‘villas’ (también ‘villas miseria’ o ‘villas de emergencia’) a las ‘urbanizaciones (o autourbanizaciones) informales producto de ocupaciones de tierra urbana vacante o de la afectación de tierras fiscales por el Estado para asentar familias provisoriamente’ (Cravino et al., 2008, p. 58). Algunas de sus características suelen ser: su trama urbana irregular, su localización próxima a los centros de consumo y producción, la precariedad de los materiales con que se encuentran construidas las viviendas, su alta densidad poblacional, y su falta de acceso total o parcial a los servicios básicos, entre otras (TECHO Argentina, 2013).

Algunos autores establecen algunas diferencias conceptuales entre ‘asentamientos’ y ‘villas’. Para una completa y rigurosa caracterización, ver Cravino et al. (2008).

Objetivos, modelo de análisis y metodología | 113 Figura 4.5. Mapa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires según porcentaje de hogares con ingresos inferiores al valor de la canasta de consumo total. Año 2014.

Fuente: Dirección General de Estadística y Censos (2015)

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Figura 4.6. Mapa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires según porcentaje de hogares con hacinamiento y localización de villas, asentamientos y núcleos habitacionales transitorios.

Año 2015.

Fuente: Dirección General de Estadística y Censos (2015)

En cuanto a la cobertura territorial de la oferta educativa de nivel primario en la ciudad, la cantidad de establecimientos tanto públicos como privados se ha mantenido prácticamente inalterada en las últimas décadas. Si bien la oferta es amplia y cubre todo el territorio de la ciudad en general, existen diferencias importantes entre comunas al relacionar los datos de cantidad de escuelas y población en edad escolar primaria o alumnos matriculados (Di Pietro, Tófalo, Medela, y Pitton, 2014). Así, por ejemplo, las comunas 4, 7 y 8 reúnen cerca de un tercio de la población en edad escolar primaria de la ciudad, pero albergan solo el 20% de los establecimientos de ese nivel, sumando estatales y privados (UEICEE, 2015).

El caso es particularmente extremo en la comuna 8, que cuenta con cerca del doble de alumnos que la comuna 6, por ejemplo, pero con aproximadamente la misma cantidad de

Objetivos, modelo de análisis y metodología | 115 escuelas. Estos datos reflejan las desigualdades existentes entre comunas en relación con la cantidad de alumnos por establecimiento y el grado de disponibilidad de escuelas de jornada completa o, por el contrario, de jornada simple. En efecto, dos de los rasgos distintivos de las comunas de la zona Sur, y en particular de las comunas 4 y 8, son (1) el déficit de oferta educativa en general, y (2) la baja proporción de establecimientos de jornada completa. Algunos estudios e informes de agencias estatales de control han evidenciado estos déficits tanto en los datos de superpoblación de alumnos en aulas y escuelas de estas comunas, como en la necesidad a menudo expresada por algunas familias de trasladarse hacia otras comunas en búsqueda de plazas vacantes (Martínez, 2012; Musa, 2013). Asimismo, mientras que en algunas comunas de las zonas Norte y Centro la jornada escolar completa se encuentra virtualmente universalizada, en las comunas 4 y 8 los alumnos matriculados en escuelas de esta modalidad no superan el 30% (UEICEE, 2015).

En cuanto a la distribución de la oferta educativa de nivel primario según su titularidad, la zona Sur cuenta con la mayor proporción de escuelas estatales de la ciudad. En contraposición, las escuelas privadas representan en promedio un 35% del total frente al 48% que representan para el total de la ciudad. Con todo, los datos de la evolución de matriculación muestran como tendencia global en los últimos 20 años un crecimiento en escuelas privadas y una reducción en el sector estatal (UEICEE, 2015). Este crecimiento en la matriculación en el sector privado ha sido especialmente relevante en las comunas de la zona Sur, donde la cantidad de alumnos en escuelas privadas aumentó un 26% entre 1996 y 2015 (ver Tabla 4.1.). Este dato resulta llamativo no solo porque el crecimiento se ha dado en comunas cuya población enfrenta situaciones de pobreza y vulnerabilidad social, sino porque, como advierten Di Pietro et al. (2014) ‘la cantidad de escuelas privadas prácticamente se mantuvo estable, lo que indica que el crecimiento registrado en la matrícula se ha concentrado en las instituciones ya existentes’ (p. 16).

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Tabla 4.1. Alumnos por sector de gestión y variación relativa según zona. Ciudad de Buenos Aires. 1996-2015.

1996 2015 Var

Estatal Privado Total Estatal Privado Total Estatal Privado Total

Zona Norte

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de UEICEE (2015)

En las comunas de la zona Sur, el sector privado de nivel primario tiene, por su parte, características singulares en comparación con el del resto de la ciudad. Así, mientras que en las zonas Norte y Centro, la mayoría de las escuelas privadas corresponden a establecimientos no subvencionados o subvencionados parcialmente hasta menos del 60%

del gasto en salarios docentes, las comunas 4, 8 y 9 albergan el mayor porcentaje relativo de escuelas privadas fuertemente subvencionadas –o S-LFPS, según la denominación que adoptamos en este estudio. Así, en estas comunas entre el 85% y el 95% de las escuelas primarias privadas existentes corresponden a esta modalidad, frente al 40% que representan en promedio en comunas de mayor nivel socioeconómico (DGEGP-CABA, 2016). De este modo, como señalan algunos estudios, la distribución de subvenciones respetaría en general los principios de equidad y justicia distributiva expresados en la norma por cuanto las comunas con población más vulnerable reciben consecuentemente mayores fondos estatales (Montoya y Frugoni, 2016; Moschetti, 2015).