aSOI. lUNBS 16 BE MÀYO DE 1855. núm
9.
EL ECO -
DE
U YITIRINARU.
PERIODICO DE INTERESES MORALES Y MATERIALES.
Sale à luz cada quince dias.
En Madrid 3rs.al mesy 12 enprovinciaspor Irisneslre remitiendo su importe sobre correos en caria franca à la
«rdendeladministrador.
ADVERTENCIAS.
1.*
Hallándose
d la conclusiondesu car¬reray
próximo
dsalir de
Madrid nuestroapreciable corredactor
yadministrador don Gabriel Martorell^
cesadesde 1.* de junio
ensu cargo,
dejando altamente satisfecha d la
redacción de sti celo ybuen desempeño. Con
tal motivo la
Administración
de El Eco pasa d la calle delDesengaño, número 18,
cwarío tercero, ddonde
sedirigirán
enadelante los
pedidos, reclamaciones
ytodo género de
cor¬respondencia
, dnombre
de D. Juan Tellez Hicen.2.*
Anhelando
constantementeintroducirennuestro
periódico
cuantasmejoras
nos seaposible
yatendida la abundancia
de materia¬les que nos
abruma, hemos
resuelto en bene¬ficio de
nuestros suscritoresduplicar desde
hoy la sección primera, siempre
quela falta
de
espacio lo exija,
envezde
ocupar con ar¬tículos la
entrega de la obra de Lafore,
comoal
principiar d darla hablamos pensado. Ni
elaumento
consiguiente de gastos, ni la
con¬siderable rebaja
queesperimenta la
corta re¬tribución que hubiera de obtener la redacción.)
ni la
perspectiva de
untrabajo improbo
conrelación
altiempo de
quepodemos disponer^
nada nos ha arredradoanteel deseode hacer este nuevo
esfuerzo
enobsequio de nuestra
tUncia.Qué
vean,ahorU) los detractores
deEl Eco
BE LAYetebinabla, si éste cumplesus
promesas.
¿QÜE NECESITA LA VETERINARIA?
Mucho
tiempo
hi quela
Yeterinariaestá claman-!.St!
Tellezcero,pe; litografia dosuscrihe
yVicen,en la libreríacalle delen
GarcíaMadrid
deDesengaño,yen
líaillyMega, callecasa.dd
Baillicre,nújuernadmioislrador
deAtocha, niim. 06.calle del18, coarto1». Juan
I'rinci--ter¬do á voces por una reformaradical, que, comple¬
tando el estudio de la ciencia, coloque al mismo
tiempo
ásus profesores en elrango y categoría que les pertenece. Desde la ciudad mas opulentahasta la aldea masruin, no se oysutimasque fos tristesecos de profesores veterinarios, que ven marchitas y destruidaslasjustas esperanzas que ai dedicarseá
tanútil ciencia concibieron. Todo, en la
práctica,
son sufiimientos, disgustos, sinrazones, arbitrarie¬
dades, atropellos. Se ha tratadode
inquirirla
causa de tantos males, y en laimposibilidaddeencontrar¬la,seha señalado
siempre
ai Gobierno de S. M.,comosi enél estuvieseintundidala ciencia, sus pro¬
gresos y suporvenir: seha procurado aconsejarle,
se le han propuesto varios medios para corregir aquellos; pero ¡cuán lejosestán esosconsejosy esos, medios de llenar elobjeto para que seemplean.'
Abandonando el verdadero punto de partida, se
ha marchado
siempre
ála ampliacionde losestudios veterinarios,alabrumamientode losalumnos,amon¬tonandoen su entendimiento enigmas sobre enig¬
mas; puestales son y no otra cosa losestudiosque
se pretende inculcar á unos
jóvenes,
que, deseosos de unailustración ilimitadayHoyados
de unaviva pasiónIiácla elestudio,sufren lastristes consecuen¬cias de pasiones miserables, cobijadas
siempre
en elcorazóndel hombreavaro.
Si sedesea saber cual es elenemigo capital dela
Veterinaria;«i
se trata deconocer la remora quela persigue; si se pretendebuscar lascausas desu ab¬yección, señálese tan solo á ella misma, no á los
tiempos,
no á laspreocupaciones,no á los gobier¬nos.Los
tiempos
descorren el veloqueoculta las verdades, laspreocupacionessedesvanecenásuvis¬ta, y los gobiernos obran
siempre,
con la verdad delante, porla senda de la ra^on y de la justicia. Si;laVeterinaria oprime ála Veterinaria; la Veterina- Tia antigua, la estacionaria,la casi inerteyapreten¬
deen su impotenciacortar las alas dela
naciente,
de laverdadera Veterinaria.Elcorazón
humano,
eserecipiente
de lo buenoy de lo malo de los sentimientos, esees puesla
causaEL ECO
innegable de la precaria situación deia Medicina de los
animalesdomésticos.
Hubo
untiempo en que la cien¬
cia
pareció estancada en manos de un reducido núme¬
rodehombres,hasta
tal estremo, que un pensamiento
nacido de otro queno
fuese
unade aquellas Veteri¬
nariasambulantes se
desechaba,
seponia en ridícu¬
lo, se
escarnecia
; ynocontentos aun con dominar
ia escena del progreso
científico durante un período
tan dilatado,
quisieran
aunhoy encerrar de nuevo
el
pensamiento
que,al través de las puertas de su
egoísmo,
ha volado presuroso á la esfera que le es¬
tabareservada¡Ah!por
qué
nosehan de borrar de
nuestra
imaginación ciertos acontecimientos, que á
noverlos tantas^eces
reproducidos
sepodrían creer
fascinacionesdealgunos
cerebros! Por desgracia el
tiempo
viene á demostrar su triste realidad
Dejemosya estas
consideraciones que ni siquiera
deberíamostocarlas, aun
cuando
sonla piedra de
toque de
la Veterinaria. A esta le queda mucho que
desear; muchísimoque
pedir. La civilización moder¬
na yla
cultura de nuestro pais reclaman imperiosa¬
menteunareforma
veterinaria, sin ia cual la riqueza pública
seaminora,
ylos profesores no pueden lle¬
narla altamisiónpara queson
llamados.
Lareforma por
qué clamamos¿ cual ha de ser?—
Si no hubiésemos
abordado
ya estepunto, tal
vez retrocediéramos antelacuestión
queacabamos de
plantear.; pero
ahora ya nos es imposible : además
de que
siendo nuestro ideal el perfeccionamiento.de
laciencia, no vacilamos
(sin
quepor esotengamos
tantas
pretensiones
como sepodrá suponer) en emi¬
tir nuestro humilde juicio.
La Veterinaria necesitauna
reforma radical
porcuyo
medio
se procurecrear alumnos y profesores
contodaslascualidades quesu
elevado fin requiere
Los
priineros
conbuenos preliminares, los segun-
xlos conbuenos
manantiales científicos
que,vayan á
fecundarsurazón. Es
indudable
queel joven
que va.á
emprender
una carreracientífica, ha de presentar¬
se,yacomo
aquellas tierras
enque practicadas las
labores
preparatorias
yabonadas,convenientemente,
están deseando conviva
ansia albergar
en su. senolas semillas
germinadoras,
que mastarde con sus productos las embellecerán. Todo Iqque no.sea mar-
char
bajo
estepié,
esperder tiempo y trabajo, es
sembraren tjera
estéril
Que en
algun tiempo
secreyeraque podian curar¬
selosaninaales, sinmas
estudios
quelos puramente
veterinarios, nada,de
particular ofrece, puesto.que
,,eljampirisroo.habia así marchado, siempre, puesto
queno se
conpcia.otríi
çosa ;,p,eco queen -nuestros
dias.pued?un
hopibre,
unotan solo,
quehaya lle¬
gado á abrirsus,
ojos á la
razón,persistir:
entan:<ie-^
.jplprable id,ea,
es unacosainconcfibible.
¿Creeis acaso que la
Veterinaria,,'al diy.i.dir§e¡ Jos
ramos del
sabep, fué lanzado á:imlóbre^o.y .solitario
•desierto por
baja,'
porhumilde?—Os crigainais: ,,int~
radia tan solouna vez,
contempladla bien, y la ve¬
réisservida porlas
ciencias físicas
ynaturales; ob¬
servadlamejor, y
vereisla descollar entre la Medici¬
nahumana,la
Agricultura, la Industria, el Comer¬
cio y las
Artes representando con ellas la riqueza
nacional, lafelicidad
de los pueblos.
Lasciencias físicasy
naturales sirven á la Veteri¬
naria ápesar
de todas las preocupaciones tan honda¬
mentearraigadasen
algunos ánimos. Sí
,con dolor
loconfesamos, ennuestros
diás
secreeaunque las
Matemáticas, la Física, la
Química
no son encon¬
junto mas que un
arte de prestidigitacion
,que solo
sirve para
embaucar á los crédulos, que ninguna
utilidad
pueden reportarnos.—Ah ! callad, callad los
que
tal creyéreis,
novengáis á avergonzar á las ge¬
neraciones presentes, que se
prosternan ante esas
cienciasy las
tributan
sumerecido culto.
¿
Queréis dar al siglo presente un espíritu de imi¬
tación servil?
queréis encerrarlo
enlos estrechos
límites enque
ha girado
portanto tiempo?—Os enga¬
ñáis: el espíritu
filosófico actual
esalgo mas que imi¬
tador, algo mas que
delirante;
esinvestigador, es
analizador, es la
espresion de la verdad. ¿Lo dudáis?
Poned en parangon
los tiempos modernos con los
antiguos:
comparad siglo
consiglo, ia barbarie con
ia civilización, y
estudiad
ybuscad el elemento de
tantas reacciones, de tanta
contraposición de ideas
yde
acontecimientos,
yle hallareis indudablemen¬
teen Bacon, en susistema
analítico.
Puesbien,
¿queréis hombres científicos?-Ense¬
ñadles áestudiar, noá creer
de buena fé. Esta sola
circunstancia ha parado
mil
vecesen sucarrera á
la.Volerinaria. Oye el
alumno
enlas cátedras á su
maestro, la atención que
á
su vozguarda háce que
penetren y se
fijen
ensuentendimiento las idfeas de
este; y
sin
masexámen ni raciocinio que la consi¬
deraciónde «e/ maestro
lo ha dicho», acoge á veces
por una
verdad evidente un pensamiento abaurfio,
nacido delsénode los
sistemas,
queconmengua de
íasedades, hantenido sus"
adalides y
suséquito de
adoradores.
Enseñaji á
los hombres á estudiar, repetimos; á
darse unarazóndel por
qué de las cosas, á demos¬
trarlos hechosó
comparaciones, basadas sobre jin principio exacto é inmutable ; y entonces hallarán
laverdad,entonces
las ciencias abandonarán él mun¬
do
hipotético,
paracampear ' én un círfÁilo de
TcalUad^
,
Aprendan,
pues,j esostiernos retónos de.ia Vete-
rinarií;áser,a,lnu.inps, que
cuando esto consigan, coie
poco
trabajo aprenderán á ser buenos profesoye.s ; y
entoncesserá
cuando la g^anadéría, la agricultura, la
indústria,el
còmetclò 'y,
enu'ua palábra, là áocíe-
dadentera,
podrán obtener de ellos las ntilidádes^e
se
prometen, entonces será también la. Veterinaria
reconocida.
i , , i
{^ continuará.)
mifidelVinasy Marti.
. ■ ■ 1 , iima,«ai,rr« I
BE LA VETEBIEARIA.
Medidas qtte
debiera adoptar el Gobierno
para
perfeccionar la Veterinaria.
Be todos los estudios queel siglo presente
seSala
como
indispensables
paraseguir la marcha
progre¬sivade las ciencias, ninguno merece mas protec¬
ción por parle
del Gobierno de
S.M.
que la Vete- Tinaria; porqueningunareúnetampocomascircuns¬tancias favorables para
derramar
utilidades prove¬chosas alpais.
£n
efecto,ninguna
comoel la difundesus profesores por todas partes, colocándolos
asi
entre la opulencia de las
ciudades,
como en el hu¬milde retiro de las aldeas: en todas partesestá en familiar relacióncon lasclases todas de lasociedad, porque de todas estambién el prolector real desus Intereses. Asi es que elmagnate, en medio de su
lujo
ypoderío, recurreá los conocimientos delve¬terinario parala conservación desuganado,que re¬
presenta interesesmuy considerables: las autorida¬
des le reconocen eomo el salvaguardia de la salud
pública,
coufíándoie ai efecto la vigilancia de lasa¬lubridad de loscomestibles, yacatan las
providen¬
cias que aquel dicta para poner coto á los estragos de lasepidemias: las sociedades de agricultura [ta- gan tributo á susluces, tomando en consideración
susconsejospara la mejora yperfecciónde las crias de las diferentesespecies de ganado doméstico: el ganadero le considera comosu mejor amigo, con¬
sultándolopara «1 cultivo de sus camposdestinados alalimentoyconservación desu ganado: el carro¬
matero,el arrieroy todos losque necesitan ganado
para acarreo, carga,labores agronómicasópara sus
comodidades,
recurrenásusconsejos, ásuciencia,y
conflan á suprobidad la comprade 61. Enestosmo¬
mentos, verdaderosactosdeprueba quelasociedad exige desu ministerio,escuando frente á frentecon
chalanes quenada ignoranpara saber ocultardefec¬
tos, imprimir vigor, dar lozanía, aparentar nervio, mejorar los aires desuganado ycautivar la confian¬
za con su
parlería,
saben hacer triunfar á laciencia yhonor facultativo de tantasmañasy elogios fingi¬dos, marchando conel amparodesusestudiosporla
senda que les traza suconciencia; y en fin, el infe¬
liz que no tiene otrocaudalque sujumento,le llama parala conservación deeste tesoro que constituye
todo supatrimonio y del cual depende el sustente desufamilia.
Por eso, sin
duda,
elGobiernode S. M. ha dis¬puesto el planteamientode nuevas escuelas veteri¬
narias, yhaensanchado el círculode los estudiosen lasuperior, conel fin de establecer armoníaentre las muchas yvariadasatenciones querodean al ve¬
terinarioconrespectoálas exigenciasde lasociedad,
con los conocimientos científicos, teóricosy prácti¬
cosadquiridos enellas. Ynosotros, al paso que re¬
conocemosyestamoscomo el que mas agradecidos i losdesvelosyparticular atención del Gobiernode S. M, para el adelanto deesta tan útil ciencia, qui¬
siéramos encontrar ecopara queampliando laense¬
ñanza,
recibiera masperfecciónydejára
vislumbrarunporvenirmas
lisonjero
á susprofesores.Entre las varias medidas que podrian
adoptarse
para obtener estos fines, se presentan, á nuestro modo de ver, en primera línea dos disposiciones,
con las cualesquedaria llenado cumplidamente el
objeto,
sin que por ello sealterase en lo mas míni¬mola armonía que elGobierno sepropuso;sino que por el contrarioseiria afianzando mas y mas. Ro¬
bustecerlasesplicaciones hechas en algunas cáte¬
drascon esperímentos verificadosante losalumnos;
ydar entrada á los profesores paralas
inspecciones
de carnes, vasto campo de observaciones que re- dundarian en provecho de la sociedad, tales son en nuestro concepto las medidas,que con masurgencia
debenadoptarse.
Asi, pues, pasandoá las aplicaciones prácticas d&
los estudios botánicos y agronómicos, veríamos á los alumnos veterinariosen unagranja-modelo dedicar¬
seá herborizaciones para el conocimiento de árbo¬
les, arbustosy plantas para pastos naturalesy arti¬
ficiales: estudiar las calidades delterreno, roturarlo ydistribuirlo para laadquisición de cosechas alter¬
nativas: aprenderian áconocerla épocade lasemen¬
tera, de los abonos, riegos, labores, recolección de los frutos y el modo de conservarlos, Al propio tiempo harian uso de los instrumentos aratoriosy demás que, ahorrando jornales, revuel^^cn la tierra á mayor profundidad para hacerla mas porosa y
permeable, alpaso qne sedestruyenlas malas yer¬
bas. Y finalmente, con un libro de contabilidad sa¬
brían el modo de darserazón de los beneficiosy ga¬
nancias, como también délaspérdidas.
Sí, segurosestamos que nadie desconoce lo muy litil que es el estudio de la economía rural agrícola;
la mismaopinion abrigamos conrespecto à la eco¬
nomía rural veterinaria ó Zoonomología; porque paranosotros se completala
enseñanza
deunacien¬cia, cuando se le
imprime
el sello de lapráctica.
Así, debiera formarparte del establecimiento de la escuela, una casa rural destinadapara laperfección
de razas, pues que formandosuestudio parteinte¬
grantede la Veterinaria, sus profesores deberían
estar esclusivamente encargados de esta mejora.
Poresto insistimosen aconsejaral Gobierno,elque establezca unayeguada compuestade individuoses¬
cogidos deentre las mejores razasnacionales y es- tranjeras, para entrar en cruzamientosy obtener tipos derazas, quereunirán la belleza ála solidezy nervio: unavacada dereses de pura raza, para for¬
mar ganado apto yapara leche, ya para cebo: una manadacompuesta enparte de ovejas
españolas
de lanarizada, y parte de ovejas estranjeras de lanarecta ylisa, para dar origen á productos cuyo fo¬
mentopodria satisfacer
cumplidamente
las exigen¬cias de la industriamanufacturera: un hato de ga¬
nado cabríocompuestoen su mayor número de re¬
ses deorigen exótico,pues lo que se buscaen estfr ganado, no es tantola buena calidad de lacarneyla abundanciade la leche, como el poder aclimatar cabras de vello sedosocomo las de Cachemira, del Thibet y de Angora; enfin, el ganadomorenodebe figurar en una casarural, para ensayar cruzamien¬
tos entre individuos de talla altaconotrosde pierna corta, ypresenciarel modo de cebarlos económica¬
mentey como porvia deespeculación.
De intento pasamos en silencio la cria del gusano deseda, la delas avesde corral, la de las palomas, la de las abejas, etc.,yotras que sirven como ali¬
mentos, ó ya dando productospara
lasartesyque
noestán menoscomprendidosenlazona de los es¬
tudios veterinarios. Tampoco nos ocupamos de la aclimatación delllama, alpacay vicuña, ganado de¬
carga muy útil para eltrasporte enlas altasmonta¬
ñas,
y muyimportante por su carne yleche el pri¬mero, por su pelo tanfino comoel délas cabrasdel Thibet la segunda, y por su lana tan preciosayde
finura igual ála de laseda la tercera. Nada diremos,
en fin, de otrosrumiantes,por exigir terrenos es¬
peciales, si
bien
esverdad que por fortunano faltanen el variado clima de
España.
Lorepetimos, nobasta alalumno veterinario es¬
cucharlas leccionesde unAteneoó deunaAcademia;
BL EGO
dehistorianatural; sino
puede observar á la n-tura-
leza en sulaboratorio rejetai,
sino puede verla fun¬
cionar para
la reproducción de sus obrasl Necesita
para su
complemento estar presente en la elección
de los
padres parala cópula, no perder de vista â la
yeguadurante
la
prenez,el parto y la lactancia, se¬
guirel
desarrollo del lechon para conocer las razas;
distinguir sus
calidades
ysaber de antemano los re¬
sultados de las cópulas y
cruzamiento de razas, y
asistiràsusproductoscon
el cuidado que requieren
en ladistribución,cantidad y
calidad de piensos y
faerbajes, paraconocer
la alimentación mas barata
y
provechosa;
porquesolo con estos datos perfec¬
ciona y
profundiza el estudio de la ciencia, y está en
elcaso, vueltoalseno
de la sociedad, con su ejem¬
ploy
resultados satisfactorios, de hacer cambiar al¬
gunos usos
fr/Êy perjudiciales, hondamente arraiga¬
dosentre loslabradoresy
ganaderos.
Vamosahora á ocuparnos
de la segunda disposi¬
ción,que
consiste
ennombrar un veterinario para
inspector
de
carnes,à fin de asegurar un porvenir á
los que se
dedican al estudio de esta ciencia tan vas¬
tacomo
dispendiosa, colocando á sus profesores en
unaposición
favorable, para coger con fruto datos
prácticos. En efecto, obligar á los ayuntamientos á
que
nombren
unfacultativo para celar la salubridad
de las carnesydemás
comesiibles, es dar cumpli¬
miento áunadesus mas
pi'edilectas atenciones cual
eselvigilarpor
la salud públi'a. Y no se diga que la
retribución que
alcanzaria
parael desempeño de
esta
plaza seria
unacarga para los ayuntamientos de
poblaciones
de primer órden, ni tampoco paralas
demás
(supuesto
quepodria ejercer su ministerio en
masde
una); si
seatiende á los servicios que pres¬
taria á aquellos,
dilucidando cuestiones de economía
rural y
pecuaria,
ylas referentes á los casos de en¬
zootias, bagajes,
lerias
yde transaciones mercantiles
•y
judiciales.
Porotra parte,
el matadero
espara el veterinario
ellaboratorio mascompletoy
variado
paraperfec¬
cionarse en los estudios
anatómico-patológicos: en
ellos
aprende á
conocerlos rastros que imprimen
enlosórganos
las enfermedades en sus diversos pe¬
ríodos,yá
distinguir
concerteza el sitio y natura¬
lezadeellas enlas
diversas especies de ganados va¬
cuno, lanar,
cabrío
yde cerda,
yconociendo su pro¬
cedencia, deduce
el influjo
queejercen en su desar¬
rollo la
topografía, el estado atmosférico y los pastos
deun
pais,
comoigualmente sobre la buena ó mala
calidadde suscarnes,grasas y
lanas. Y enriqueci¬
dosconestosdatos
prácticos ¿quién mejor
queellos
sabráindicará las
autoridades los medios
parame¬
jorar
las
razas,reformando su constitución para ha¬
cerlas aptas como
ganado de labor, de cebo y de
lana?
¿quién
mejor queellos sabrá señalar las cau¬
sas de lasenfermedades
ordinarias
yde las conta¬
giosas,
cuando las
resestanto en vida como despues
dela muerteno escapan
al ojo atento
yobservador
delveterinario?
Haymas aun:
enfermedades de mal carácter pué-
denpresentarse
epidémicamente
enla especie hu¬
mana, cuya causa
queda ignorada
yde la que se
vendria las masveces en
conocimiento
conios datos
suministradospor
los veterinarios inspectores, evi¬
tando deeste modosudesarrollo óá lo menos
mi¬
norando laintensidad de sus estragos, pues
nadie
dada que eluso
continuado de
carnesde mala cali¬
dad minando paulatinamente una
organización
ro¬busta, daráorigen à
enfermedades incurables,
y que bastaráparaindividuosendebles, usarla
unas pocasveces. Pues si todos estos inconvenientesseevitan
conla soia
inspección facultativa, las utilidades
re¬muneran sobradamente elimpuesto que
los
ayunta¬mientos cargan á la
población
conla creación de
esta plaza.
Por eso
quisiéramos
verá los alumnos,en la
casa matadero de lacórtcinspeccionando' las
carnes.phé-
senciandosus operaciones,
enterándose del reglá-
mentoque en ella sé
observa, haciéndose
capaces de lasdecisiones de losfacultativos sobre la calidady
bondad de las leches
yde otro comestible,
yaqueson deberes que le
impone el cumpliraierito de
su ministerio, de todo locual sale airosoconel ausilio
delasciencias quéabraza
la facultad veterinaria.
^ Gerónimo Darder,Aplaudimos sobremanera el pensamiento del
se–orDarder, y,
sin perjuicio de
que masadelante le
demostoda laestension que semerece, nos
lisonjea¬
mos en tanto deabundar en las mismas ideas, que
quisiéramos fueran tomadas
enconsideración por quien corresponda,
conlo cual la ciencia se consti¬
tuiriaen elverdaderofoco de accióny sus
profesa¬
res en él lugar que en
la sociedad les
correspon¬de.—M. V.y M.
El Exorno.Sr. Gobernador déla
provincia de Bar¬
celona, D. Manuel
Lassala,
enconsecuencia de los
estragosque
la perineumonía epizoótica ha produ¬
cida en los animales deaquel
pais,
y envista de los
singularestrabajos
queaquellos profesores veterina¬
riosestán
desempeñando, ha tenido á bien dictarlas
disposiciones queá continuación insertamos:
«GobiernoDE LAPROVINCIA DÈ
Barcelona.—Sa¬
nidad.—Según con-itade un parte
dado á esta
supe¬rioridad
porelsubdelegado de veterinaria del
segun¬dodistrito de esta
capital,
haaparecido
enel ganado
vacuno delasinmediaciones de la misma
procedente
de Gaicufia,una epizootia,
al
parecer,contagiosa
conocida por
perineumonia. En
suconsecuencia he adoptado
entreotras las medidas siguientes jiara pre¬
caver los males que
pudiera ocasionar dicha enfer¬
medad.
«Primera. Siempre que
llegue algun ganado
va¬cuno procedente
de Francia, á cualquiera pueblo de
la
provincia, será reconocido
porperitos en la ma¬
teria, y
secuestradas aquellas
reses queinspiren al¬
gun
recelo de
no gozarde perfecta salud.
«Segunda.
Los subdelegados de veterinaria y al¬
caldes de los pueblos
de
estaprovincia tendrán
espe¬cialcuidado deque en
las vaquerías de
sus respec¬tivas
jurisdiceionesse observen las reglas higiénicas
dictadasendiferentes
ocasiones
paralas vaquerías de
estaciudad.
«Y tercera. Los
subdelegados de veterinaria de
esta
provincia
medarán parte de las vacas'enfermas
que
existan
enlos distritos de sus cargos, obligand»
á losveterinarios deios
mismos á
queles den
cuen¬ta delas vacas que
existan,
conespresion bien cir¬
cunstanciada de las
enfermedades de
queadolecen.
»Losalcaldes de esta
provincia
ylos subdelegados
de veterinaria de la misma
serán responsables de cualquiera emisión ó descuido que advierta en el
cumplimiento de cuanto llevo dispueslo.—Bdfcelo-
na23defebrerode
1853.—Manuel Latsala.
»«Eneltítulo3.°, articulo 17
del real decreto de IB
deagosto
de 1847 reformando el estudio y ejercici»
DE LA. VETERINARIA.
de la veterinaria seprevienequelos
peritos (?e los
ayuntamientos parael
reconocimiento de
carnes y pastos seanlosque ejerzandicha facultad. En
su con¬secuencia he resuelto
prevenir á los señores alcal les
y ayuntamientos de esta proyincia en
donde exista
matadero público,
nombren desde luego inspector
decarnes á un veterinariocon tílulo que resida en lapoblación, cesando de ejercer
dicho
cargo lospas¬toresú otraspersonas
legas
que enlaactualidad los desempeñan.
«Barcelona "26 de marzo de l^^Z.—Manuei Las- sala.^t
Nosotros desdenuestra humilde posición, eleva¬
mos al Sr. Lassala un voto de gracias, como espre- sion sincera de los sentimientos que nos animan
liá-
cia el hombre que tan dignamente premia el
mérito
de los profesoresveterinarios.
€on(estacion al remitido de D. Blas
Cubells, in¬
seria enel número 6.° de El Albeitar,
Gouvsncidos comoestamosdequetoda polémicaperio¬
dística, ymayormente si lleva el sello de la personalidad, ningúnprovechoreportaá la ciencia ni á sus profesores, propósito hicimos denodar pábulo á semejantes cuestio¬
nes, no soloporquelas columnasde Iül Eco están reser¬
vadasparamaterias demayor interds, siquetambién por
SLTelcomún deseoysentido denuestros suscritores:pero hoy habrán estos de dispensarnos el que sacrifiquemos
unapágina delperiódico, paracontestará un artículo re¬
mitido por D. Blas Cubells á El Albeilar del 27 de Abril, y que
viene
ensi mismo contestado.
Elsoriorliubells, por masquebaya querido defenderen suartículo elretroceso científico, nohapodido conseguir¬
lo; porqueni así losiente, ni tampoco susconocimientos
en Matemáticas, Física, Química é Historia natural, cono¬
cimientosquenadie (y ranchomenosnosotros queconoce¬
mosla via científicaqueha seguido) puedeponer enduda,
selo hubieran permitido.
Ea contestación,pues, al remitidoque nos ocupa d¡-
áremos:
1. ° Que toda facultad, toda profesión, tiene su cien¬
ciay suarte; siendoesto último el que, bajo el nombre
aleAlbeitería, hapertenecido á la medicinadel caballoy
•susespecies, ósealahipiatría, consideraciónque no cree¬
mospuede .haber pasado desapercibida para el autordel
remitido.
2.° Que de la agregación del RealProto-albeiteratoá la Real escuela de Veterinaria no se sigue, como supone :
•elseñorCubells, elquela Veterinaria yla Albeiteríafue¬
senidénticas yconsideradasconel epíteto común de fa¬
cultad veterinaria; sinó quelaquea.sí debió llamarse,fué laboy dia Escuelasuperior,loqueviene justificado ade¬
másporjos títulos deambas clases,pues quede seresac- toelasertode dichoseñor,nohubiera así sucedido.
3. ° Queel señorCubellsadmitecon nosotroslane¬
cesidad de estudios preliminaresá la ciencia do curar, es¬
tudios quenadie ha exigido, nisupuesto, nihapodidosu¬
poner en unalbéitar, motivo muy poderosoparaque se
^ogietandigno trabajoenquien lo haya hecho; pero no para quepueda dar masconsideración, nimas atribucio-
aiesáuntituloprofesional quelas tiene ensí marcadas.
á-® Quenoporencontrarse entre los albéitares al¬
gunoque, porsusestudios enotrasciencias, y enparti¬
cularenla medicinahumana, pueda llevar el dictadode hombrecientífico, çe deduce que la Albciterfa sea una
ciencia,
5. ® Quesi la Veterinariaespañola fué cu su arigeu
untrasunto de la-Veterinariafrancesa,como nopodiame¬
nos deserasí,,puestoque Malats.y Estevez, á pesar de
seralbéitarcs, no fundaron la Escuela de Madrid hasta haberpasado porel tamiz dedosexámenesen la Escuela deAlfort, de dondenosimportaronelgérmen delacien¬
cia queprofesamos; quesiestaseha ido después enrique¬
ciendo porsí mismay conlos tributosrecibidos de otras ciencias, como afirma elseñorCubells,quedapor conse¬
cuencianegada la hipótesis deque la Albeitería la haya amamantado, comomanifiesta también'dichoseñor.
6. ° Quesi el-mayor número de los albéitares actua¬
les lo sonporlas doctrinasde losastrosluminosos deco¬
legio(palabras del señor Cubells), jcómo comprender et quela Albeiteríaseala madre de la Veterinaria!
7.° Que si ios albéitares han aprendidolas nociones delartedocurar,'queposeen, al lado de los veterinarios,,
estosnohanpodido, ni han tenido espacio, ni mediosparz enseñarlesmasquela parteartística de la facultad;y no
sepretenda impugnarnos deque noesasí, porque esta¬
mosfirmemente persuadidos de ello, y porquetampoco puedeestoocultarse algrancriterio del señor Cubells.
8.°' Queuntítulo p ofesional solo da al hoinbre fa¬
cultadesparaobrar dentro de límitesmarcados,y de nin¬
guna maneramasconsideración social,porqueestasolose
crea conun buenproceder, ni le da nobleza, ni lo deni¬
gra, porquela noblezanacede la rectitud del corazón,y ladenigración solo eshija del porto inicuo y miserable.
Esteesel motivo porqué el célebre Lafossc ¡'aunque na sabemos decual de ellossetrata, pero que se suponesea.
elautordola Nuevapráctica de herrar, ele.), con ser albéitar, no se desdeñase en llamarse hipiatra, cama no
nosdcsdcfiamos tampoco nosotrosdo llamarnos veterina—
rio.sentrelos médicos,abogados, arquitectos, iagenieros, etc.,títulos, alparecer, mas distinguidos.
9. ° Que si bienpor razónde nuestrosestudios, pi¬
diéramos invadirotrasfacultadesconlasquetienolanues¬
trauncontacto muyíntimo;nos contentamos erapmro,coi recorrerlos límites mareadosen nuestros títulos, porque delo contrario seriaatacarelprincipio capital de todaslas sociedades, cualeslapropiedad.—Aprendan los albéita¬
resde nosotros, si leses posible;recorran suesfera sola¬
mente;y noseintrusen enterreno vedado por las leyes vigentesy porotras que sedictaron alnacerla Veterioa- ria, con elobjeto de establecer undiquequedividieralas dos clases deprofesores; diquequehemos dado áconocer
en otro lugar, y que creemos cscusado reprodacrtÍ0
eneste.
10.® Que si no estuviesen prejuzgadas las demás cuestiones, yresueltasyterminadas porlas leyes, ledi¬
ríamos alseñor Cubells, cuantohacealcaso,yle proba¬
ríamos,que, parallegarála condusion qneël emite,sao.
necesariostalescambiosenciencias, que, para alcanzar¬
los,nuestravida, ápesarde que somosjóvenes, esdema¬
siada corta.
Y porúltimo,quesiennnestroPáratelo, apoyados ea.
las leyesydiscutiendoenelterrenode la lógica,llegamos
ádeducir denuestrasproposicioaesunaconsecuencia le«
gítima, ¿se nos podrá llamarporestacansa osados, se nos
podráacusar de vilipeadiadeies? óenelcase contrario.
EL EGO
cstarilaosadía departedequienno
atiende á las leyes
y«Itraja laraxon yla
rerdad? Si nuestros juicios son csac-
tos yemanadosdeunserero
raciocinio
yde un yerdadero
análisis ló(;ico¿Dónde
está el rilipendio? ¿Dónde la deni¬
gración?—Cadauno en
el mundo
eshijo de sus obras; y
a» esciertamente el ánimode El Eco ceñir
laureles
porcuestionescomolaqueestamos
concluyendo,
y queno
Tolreremos á tocar,auncuando el señor
Cubells pusiera
«1 gritoenelcielo,por
erigirlo asi nuestro propósito y
por serelsentimiento
unánime de nuestros suscritores.
MiguebViSastMartí.
PERINEÜMOHIA
EPIZOÓTICA.
(Continuación.)
Elfenómenodel depósito de la
fibrina
yde la albúmina
solidificadasenelinterior de las
ramificaciones de la
vena pulmonar,observado cuando la dolencia ha hecho algun
progreso, principiapor
las venillas
mastenues, invadien¬
doólasdo mascalibre, hastaque enlos
últimos períodos
del mal, lasangresigne
coagulándose
enlos tioncos
ma¬yores.
Laobstrucciónde lasviascirculatoriasvenosas,
si hien
«triaen r.izonde laépocaen quela
abertura
sepractica,
essiempre considerable. Desde
el momento
queunaparto
deunsulopulmón está
acometida, lo
menos ijiiese encuen¬tra eslacuartapartedo las
divisiones de la
venaobstrui¬
das,masad<lante eltercio, la
mitad
,troscuartos, cinco
«estos,nuevedécimosyenfin,
casi la totalidad de la
vena pulmonar, segúnlosprogresosdel mal.
Mientrasnoseestablecenlascomunicaciones
del
coágu¬loconlasparedes delvaso, estas no
sufren cambios nota¬
blesen suOrganización;pero
desde el momento
en queeste
trabajo tiene lugar, la
lámina interna del vaso pierde su
diafaniiladytersura, secubre
de
numerosasrugosidades,
es masdesigual, adquiereespesor y parecemenos
resis¬
tente: lacapacelulosa, quela une
á la tiínica media,
seinfiltrayadquiere
con-istencia
y grueso.Esta membraua asícomola envoltura
laminoía
quela
rodea, participande lasmismas
alteraciones, resultando
quelas tánicasqueentran en
la formación de las paredes
venosasseconfunden entresiy por giadoscon
los tejidos
vecinos; de modo quesepierdetotalmente
la diferencia de
testaradelestadofisiológico,sinqueeste
cambio deje
ras¬tro decoloraciónenningún punto de las parles
constitu¬
tivas delvaso.
Asiesque,modificadaspor
el trabajo morboso las pare¬
des delas venaspulmonares, presentan masespesor,
fir¬
meza, elasticidad,opacidad,y adquieren
el aspecto délas
arterias,conlascualesá primeravista
pueden coníundirse,
quedando comoestas
abiertas ri
secortan al través. Estas
ramificacionesvenosas sonlasque, obstruidasy
alteradas
en suOrganización, forman
las manchas amarillas, que
resultan reilondas óelípticas,según que
el
cortequedivi¬
de el parénquimadel
pulmón
estransversal ü oblicuo, y
délas cualeshemoshecho menciónmasarriba.
Ho sepuedeconfundiresta
lesion de la pleuroneumonía
conlaflebitis;pues en elprimer caso es
debida á la soli-
diScaciOB de algunoselementos
de la
sangre, ysolo des¬
puésqueelvaso
sufre cambios morbo.sos
;mientras que en
lainflamación de la túnica internado lavena, lo
primero
que seobservaes
la producción do
unalámina seudo mem¬
branosa, que, por su
acrecentamiento, acaba
porobstruir
la capacidad delvaso.
Ganglioslinfáticos
bronquiales. Estos ganglios siem
fire
nlarestán
quenotablemente
los rodea,constituye alterados:
conasí ellos es que
unael
masatejido tumé- ce-
factadel volumen dé! puñoómas aun,de
consistencia fir¬
me.de color agrisado,
mezclado
á vecesde puntos colo
aad(»derojo masómenospálido. En otros casos
la
tume-laccionestámasómenosendurecida, resisteal iustrumen
t»quela incideydejaver una
superficie blanca, de la cual
Tesadapore.spr«sion una materiaespesa
agrisada ó
ama¬rilla. Enotrascircunstancias lusgáuglius est.in
penetrados I
dennasustanciatuberculosa, ya sea porinfiltración
óper
d^ósitogránulehto,
ó rennidaencavidades enquistadas
enmediodetumoresduros, ó masó menosreblandecidos,,
de un tamañoestraordiitario,de modoque so han encoa-- trado del peso detres á cuatrolibras, compuestos
distin~
tamente devasosapelotonados,
entrecruzados
cinyectados
deunamateriapurulenta. Gomoque
la tumefacción de los gánglios maxilares préexisté à la pleuroneumonía
,y que
hay
identidad
entresusalteraciones
ylas
queacabamos
deseñalarconrespectoá los de los
bronquios,
esde
creer queestosdesórdenessonestraños á la enfermedad que nos
ocupa,ócuandomas
le pertenecerá la primera forma
qa»liemosdescrito.
Nose poseennoticias
circunstanciadas de las alteracio¬
nesdeestosvasos,porla muclia dificultad de distinguir¬
los en suorigenpor su pequenez.
Asi
es quesolo
soha
podido notar
la obliteración de algunas
ramas,sin haber
podido penetraren
el mecanismo patológico que la iiabia
dadoorigen.
Corazón ysusanejos. El
pericardio generalmente
seencuentrasin lesion: con todo, puede babor
hidropc.sía
y formacióndefalsasmembranas, f.ltejidomuscular del
co¬razónes pálido,
descolorido, blando
y sedesgarra fácil¬
mente; á veces seencuentran,cuando la
enfermedad ha
sidorápida, manchas
de
unrojo subido
enlas cavidades
deesteórgano,
particularmente
enel ventrículo derecho.
Observándolas con detenciónse descubre, que son
debi¬
dasá lainyecciónde
la red sub
-serosa,apercibidas al tra¬
vés dolatrasparencianatural
de la membrana
, quetapiza
lascavidadesdelcorazón.Semejantes
manchas
seobservan igualmente
enel interior dolos gruesos troncos arteriales,
sin penetrar
mucho
enellos,
y sondebidas como aijuellas
áinyecciones
sub-serosas.
Abdomen. Enlas visceras
abdominales
se encuentraná menudolesiones muydiferentes, y
á
veces nose en¬cuentra ninguna: abscesosy
producciones tuberculosas
en elhígadoybazo yen otros
órganos: tumores, indu¬
raciones,tumefacciones
varias
yflogosis
enel tubo
gas- tro-intestinal, y, áveces,ulceraciones
comoaftas
enla
terraioacion deesteconducto.
Pero
como estasalteracio¬
nesmorbosasson circunscritasyno son constantes; por
esoseconsideran como accidentales.
Cráneo. Nadasehaobservado
de
importanteenel crá¬
neo,medulay cordones
nerviosos.
Deduccionesde las lesiones
nccroscópicas precedentes.
Enesta sériedefenómenos
patológicos, tan
numerosos;como complejos,
resaltan dos hechos: el uno es la oblite¬
racióndeuna porción
considerable de las divisiones de la
vena pulmonar por
l.is concreciones fibrino-albuminosas,
que presentan
ciertos aspectos constantes ; y el otro la in¬
filtración edematosa,
ó
masbien la hidropesía del tejid»
celular interlobular
acompañado de producciones mem¬
branosas.
La Observación directa
demuestra,
quela totalidad de-
las alteraciones morbosas
propias de la pleuroneumonía
epizoótica
está subordinada y va siempre precedida del do¬
bletrabajo patgénico, que
acabamos de citar, siguiendo
•en suapariciónycurso
el orden sucesivo que se le ha seña¬
lado. A mas estoscaracteres
anatómico-patológicos son
tansueltos, que permiten
colocar esta cnfermeda'd en si¬
tioaisladoydiferente
de todas las demás enferraed.idesque
afectanlos órganos
torácicos. En electo dése la denomina¬
ción quesequiera
á estas, siempre el punto inicial de la
acciónmorbosaestaráen
ios bronquios
.parénquima pul¬
monar,pleuras óen
las envoltura.sde tejidos accidenialest
luego esta
acción
por masdiversidad que baya en el sitio,
siempre se
traducirá
porfenómenos pro|iios de la inflama¬
ciónde estaspartes; pero
jamás será primitivamente enlas
divisiones venosas ytejido
celular,
paraproducir las coa—
lacioncs sanguíneas, la
infiltración serosa, y las concre¬
ciones fibrino-albuminusas, como
sucede en la pleura-
neumonía.
Examinando simultáneamente
las invasiones y compa¬
rando la marchaprogresiva
de
estasdos alteraciones
,se
hacreídoreconocerquelas
coagulaciones venosas prece¬
den ála infiltración serosa, y que son
el origen primor¬
dialdedonde dimanantodoslos otros
feu^mcuos morbo¬
sos; loque porotra
parte viene confirmado por los cono¬
cimientos
fisiologo-patü'égicos
que seposeen.
Enefecto,supóngaseun
obstáculo mecánico (jue detie¬
neó estorbala circulación