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“Sociedad Informacional”

3. Una nueva forma en la organización del trabajo: El teletrabajo o “e-work” trabajo: El teletrabajo o “e-work”

3.3. El teletrabajo, un fenómeno de ambiguas e imprecisas definiciones. imprecisas definiciones

3.3.1. Modalidades de teletrabajo

El teletrabajo cubre un abanico de formas de trabajo que se sitúan fuera del entorno de la oficina tradicional (CEFRIO, 2001b), por ello en este apartado nos centraremos en analizar las diferentes modalidades de teletrabajo que hemos identificado.

Las clasificaciones son innumerables, pero se coincide en la existencia de unos tipos mayoritarios. Como nos muestra la clasificación que en 1994 propuso la revista “Entreprises et carrières”, existe una tipología heterogénea de formas y situaciones de teletrabajo (como se puede ver resumido en la Tabla 3.1, página 120 “Tipologías de teletrabajo”):

Así, podemos denominar teletrabajo a domicilio, a tiempo parcial o total, al que ejercen principalmente los autónomos o aquellos empleados asalariados que cuentan con la posibilidad de regresar a su forma anterior de trabajo. En este caso, si lo comparamos con otros tipos de trabajo a domicilio (elaboración de prendas de vestir, pequeños juguetes, etc...) no dista mucho del trabajo a domicilio tradicional. La novedad reside en el hecho de que numerosas personas que ejercen este tipo de trabajo lo realizan gracias al ordenador y las TIC, relacionándose a distancia con la empresa o cliente.

Paralelamente, el teletrabajo telependular, seminómada o mixto, sería, según Vandercammen (1996), el más extendido en este momento a pesar de no ser contabilizado como tal por las empresas. En él, la persona contratada reparte su tiempo entre la oficina, el domicilio y el trabajo en el terreno, teniendo siempre

como referencia, en última instancia, la oficina. Suele tratarse de un acuerdo informal entre el trabajador y los superiores, lo que dificulta determinar la amplitud del fenómeno en sí mismo.

El teletrabajo nómada, no es un fenómeno nuevo, actualmente se ha dado en denominarlo de este modo pero se podría decir que ha existido siempre en las relaciones comerciales. Lo realizan principalmente comerciales, técnicos de empresas, que ejercen una relación directa con el cliente al que ofrecen el servicio. A pesar de todo las TIC han facilitado su trabajo y actualmente hacen que sus desplazamientos sean más eficaces, aspecto que puede favorecer el crecimiento de esta modalidad de teletrabajo.

El telecentro o “telecottage”, es una modalidad de teletrabajo desarrollada principalmente en Europa, dentro de las iniciativas europeas impulsadas por la Comisión Europea. Se presenta bajo formas diversas entre las que se podría destacar:

¾ El “business center”, oficinas equipadas que pueden acoger a empleados

de diferentes empresas en un mismo espacio.

¾ El “telecottage” o telecentro propiamente dicho, en el cual las

infraestructuras necesarias para ejercer el teletrabajo son puestas al servicio de trabajadores asalariados, en régimen de teletrabajo, y para teletrabajadores autónomos, “freelances”, que ofrecen sus servicios a sus clientes particulares. En estos espacios se ofrece igualmente posibilidad de formación, y ponen sus instalaciones al servicio de la población local en la que se encuentran.

¾ El “call center” o centro de llamadas, desarrollado por las empresas para

gestionar los contactos telefónicos con sus clientes. En estos casos, puede tratarse de centros particulares de una empresa o centros que ponen sus servicios a disposición de diferentes empresas gestionando sus buzones de voz, agendas profesionales, reservas turísticas, agencias de seguros, telebanca, reclamaciones, reserva de citas de consultas médicas, veterinarias, hospitalarias, etc. Esta modalidad, a diferencia de las dos anteriores, se ha desarrollado principalmente en Estados Unidos y Canadá (sector del comercio al detalle o la banca), aunque podemos encontrar ejemplos importantes en zonas de Europa, principalmente en la gestión de las agendas de médicos y hospitales.

Las características de estos trabajos con necesidad de una mano de obra medianamente formada, pero a costes reducidos, con tareas que podían ser trasladadas a zonas rurales o periurbanas ha hecho que estos centros se desarrollasen principalmente en aquellas áreas en las que se ha producido un proceso de innovación tecnológica, asegurando la existencia de una infraestructura de TICs básica e infraestructuras de accesibilidad mínimas.

Finalmente el “group-ware”, se trata más bien de una forma de organización que de una ubicación especial. Así, hablamos de un grupo de profesionales que, trabajando en un mismo proyecto, utilizan las TIC para mantenerse en contacto y trabajar de manera simultánea (o aprovechando los husos horarios mundiales) en un mismo producto. En su mayoría se trata de personas que permanecen en su domicilio, aunque también se da el caso de empleados de empresas multinacionales distribuidos por oficinas en diferentes países.

Tabla 3.1. TIPOLOGÍAS DE TELETRABAJO

Tipo Definición Tipo de trabajo

Teletrabajo a domicilio

El trabajador trabaja en su domicilio, en un espacio habilitado para ello.

Esencialmente trabajos de oficina con poca responsabilidad: secretariado, contabilidad,...

Telependular seminómada o

mixto

Repartición del trabajo entre el domicilio y la sede de la empresa Teletrabajo

nómada En continuo desplazamiento, trabajando en cualquier lugar donde se encuentren.

Representantes comerciales managers internacionales

Telecentro o

telecottage A proximidad del domicilio, en un local profesional, con otros trabajadores, compartiendo recursos.

Ídem

Group-ware Diferentes profesionales trabajan a distancia en un mismo proyecto.

Investigadores, dirección de proyectos, universidades

Autónomos (e-lancers)

Personas por cuenta propia, que en su mayoría trabajan en el domicilio, para empresas clientes de sus servicios.

En general profesiones liberales como:

traductores, cuadros intermedios, informáticos, consultantes, periodista, etc.

Fuente: Elaboración propia a partir de “Entreprises et carrières” nº 229, (1994).

Dentro de esta compleja heterogeneidad de situaciones, podemos apuntar dos condiciones de teletrabajadores, los teletrabajadores asalariados por cuenta ajena (casi inexistentes en España, excepto en casos como el de IBM), y los teletrabajadores autónomos o por cuenta propia (en algunos casos denominados independientes, “freelance” o actualmente “e-lancers”). La progresiva tendencia a aligerar las plantillas de las empresas está impulsando la aparición de los “e-lancers”, trabajadores autónomos “on-line” que utilizan las tecnologías para brindar sus servicios a empresas sin vincularse a ellas laboralmente66.

66 Comín, (2002). Estados Unidos y los países nórdicos, a la cabeza del teletrabajo autónomo. Expansión. 19 de abril 2002. www.ebcenter.org

El análisis de recientes investigaciones muestra que es en la categoría de autónomos donde encontramos un número considerable de posibilidades de creación de empleo y donde se concentra un colectivo femenino muy importante.

Las tendencias de los más optimistas defienden que esta opción del teletrabajo

"se encuentra en perfecta armonía con algunas de las tendencias más significativas de la evolución del mundo del trabajo" (Perret, 1995, p. 133), pero para ello son necesarias nuevas aptitudes como la autogestión del trabajo, la autonomía, la toma de iniciativas, etc. Una evolución de este tipo facilitará el desarrollo del trabajo a tiempo parcial, compartido, no asalariado, así como la evolución en la organización de las empresas y la naturaleza misma del trabajo en la economía post-industrial.

3.3.2. Los telelocales, los telecentros y los centros de servicios