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La alta montaña alpino-pirenaica

2.1.5 V EGETACIÓN DEL P IRINEO AXIAL CENTRAL

2.1.5.1 F ORMACIONES VEGETALES POTENCIALES

Estas características orográficas condicionan el desarrollo de los pisos bioclimáticos altitudinales, de manera que en la zona más atlántica de la cordillera encontramos bosques de caducifolias (Quercus caduciofolia, Fagus sylvatica) hasta el piso basal o pie de monte, mientras que en las sierras prepirenaicas se encuentran bosques de tipo submediterráneo, adaptados a condiciones más áridas (Quercus perennifolia, Pinus sylvestris). Las zonas bioclimáticas altimontana y especialmente subalpina presentan en todo el territorio pirenaico condiciones bioclimáticas oceánicas, por lo que las especies dominantes son siempre eurosiberianas (Rivas-Martínez, 1987 y 2007; Ninot et al., 2007). No obstante, la mayor humedad y menor insolación de la vertiente norte condiciona algunas asociaciones vegetales también en zonas de alta montaña, como podemos observar en el siguiente esquema (Figura 2.10).

Figura 2.10. Desarrollo de las asociaciones florísticas características de cada piso altitudinal del Pirineo axial central. Se observan las diferentes asociaciones vegetales en función de la orientación de la cordillera, atlántica en la vertiente noroccidental y mediterránea en la suroriental (modificado de Ninot et al., 2017b).

70 Las plantas caducifolias son más frecuentes en la vertiente atlántica de la cordillera, y en las zonas de umbría orientadas al norte. También en el piso altimontano y subalpino, donde la asociación de hayas o de abedules, con serbales, suele sustituir a los típicos pinares de montaña asociados con ericáceas como gayubas (Arctostaphylos uva-ursi) o rododendros (Rhododendron ferruginum). Los abedales (Abies alba) con rododendros son típicos de fondos de valle y umbrías del piso altimontano superior o subalpino inferior a ambos lados de la cordillera, aunque más frecuentes en cara norte, mientras que los pinares de montaña (Pinus mugo ssp. uncinata) semiabiertos con sotobosque de rododendros, arándanos (Vaccinoum myrtillus) y enebros (Juniperus communis ssp. nana) son típicos de la transición entre el piso subalpino superior y alpino en toda la cordillera, entre los 2200 y los 2400 m snm, formando en muchos casos brezales de ericáceas en lugar de bosques. Entre los 2400 y los 2700 m snm, es el óptimo de piso alpino, donde si los suelos lo permiten, suelen dominar las praderas alpinas, de festucáceas (Festuca eskia o Festuca aroides), cárices (Carex nigra o Carex curvula) y cervunales (Nardus stricta), principalemente (Rivas-Martínez, 1987; Carrillo y Ninot, 1992; Gómez-García, 2008; Ninot et al., 2017b).

Figura 2.11. Representación geobotánica del típico paisaje de alta montaña del Pirineo axial central.

Corte altitudinal que incluye los pisos: subalpino (1700 – 2400 m snm), alpino (2400 – 2800 m snm) y subnival (2800 - 3000). Los números representan las siguientes series catenales o asociaciones fitosociológicas: Bosques subalpinos: 1) Rhododendro - Abietetum; 2) Rhododendro – Pinetum uncinatae; 3) Arctostaphylo - Pinetum uncinatae. Brezales de ericáceas: 4) Rhododendro - Vaccinion; Enebrales: 5) Juniperion nanae; 6) Alchemillo-Nardetum. Humedales y turberas: 7) Caricion fuscae. Praderas alpinas: 8) Selino-Festucetum eskiae; 9) Festucion eskiae; 10) Festucion airoidis; 11) Salicion herbaceae. Vegetación subnival: 12) Dryado-Salicetum pyrenaicae; 13) Oxytropido foucadii-Kobresietum myosuroidis; 14) Senecionion leucophylli. Roquedos: 15) Androsacion vandellii (modificado de Ninot et al., 2017b).

71 Nuestro caso de estudio, el valle de Sant Nicolau, discurre entre 1300 y 3000 m de altitud, aproximadamente, por lo que comprende los pisos bioclimáticos altimontano, subalpino inferior, subalpino superior, alpino y subnival (Figuras 2.11 y 2.12) (Carrillo y Ninot 1992, Ninot et al., 2007).

En función de las condiciones de los suelos y de la insolación se desarrollan las diversas formaciones vegetales potenciales asociadas a cada piso bioclimático:

a) Subnival: situado por encima de los 2700/2800 m snm, se caracteriza por una escasa vegetación vascular, salvo por la presencia ocasional de praderas poco desarrolladas de Artemisia y Festuca eskia, si hay algo de suelo (Ninot et al., 2007).

Domina la vegetación no vascular, líquenes y musgos. Está caracterizado por paisajes de roquedo y canchales de bloques inestables, conformadas por morrenas rocosas, carenas y conos de deyección (Martínez-Rius et al., 2011).

b) Alpino: situado entre 2300/2400 y 2700/2800 m snm, aproximadamente, se caracteriza por el desarrollo de praderas de herbáceas (Festuca eskia, Nardux stricta, Carex) con presencia de ericáceas, que pueden conformar zonas de matorral (Rhododendron ferrugineum) y algunas coníferas dispersas, que en ningún caso forman verdaderos bosques (Juniperus communis ssp. nana, Pinus mugo ssp.

uncinata) (Carrillo y Ninot 1992, Gómez García et al., 2008).

c) Subalpino superior: situado entre los 1900/2000 y los 2300/2400 m snm, es el piso bioclimático altitudinal más elevado donde dominan las formaciones boscosas boreoalpinas. Se trata de bosques, más o menos abiertos, de pino negro (Pinus mugo ssp. uncinata) con presencia de abedules (Betula pendula), enebrales (Juniperus communis ssp. nana) y matorrales de ericáreas, principalmente rododendro (Rhododendron ferrugineum). En este piso de transición al alpino son frecuentes en zonas de suelos nitrófilos e hidrófilos el desarrollo de turberas, humedales y pastizales de juncáceas (Cares, Juncus, Luzula) y poáceas (Festuca, Nardus) (Carrillo y Ninot 1992, Cañellas Boltà et al., 2008).

d) Subalpino inferior: se desarrolla entre los 1600/1700 y los 1900/2000 m snm. Se caracteriza por presentar bosques mixtos con dominio de las coníferas (Abies alba, Pinus mugo ssp. uncinata y Pinus sylvestris) con abundancia de abedules (Betula pendula), avellanos (Corylus avellana) y presencia de otras caducifolias (Fagus sylvestris, Sorbus aucuparia, Salix, Tilia, Fraxinus y Alnus). En zonas de sotobosque o

72 roquedo también se desarrollan enebrales (Juniperus communis ssp. nana) matorrales de diversas ericáceas (Rhododendron ferrugineum, Vaccinum myrtillus, Arctostaphylos uva-ursi). Las poáceas (Festuca, Nardus, Agrostis) y juncáceas (Carex, Juncus, Luzula) se desarrollan en zonas soleadas y humedales, respectivamente, y donde lo permite la vegetación leñosa, dominante (Carrillo y Ninot 1992, Cañellas Boltà et al., 2008).

e) Altimontano superior: Entre los 1700/1600 y los 1400/1300 m snm, hasta la desembocadura del valle se encuentra el piso altimontano superior. Este piso bioclimático es muy variable en los Pirineos (Rivas-Martínez 1987), estando dominado en el valle de Sant Nicolau por los pinares albares o de pino rojo (Pinus sylvestris), que pueblan las laderas abruptas de la parte baja del valle. No obstante, hay un importante desarrollo del bosque de ribera de caducifolias en el fondo del valle, con una destacada presencia de avellanos (Corylus avellana), abedules (Betula pendula), robles (Quercus caducifolia) y otras caducifolias (Populus, Salix, Fagus, Prunus, etc.) (Carrillo y Ninot 1992, Cañellas-Boltà et al., 2009). En algunas zonas superiores del piso altimontano también pueden encontrarse abetos (Abies alba), enebros (Juniperus communis ssp. nana) y ericáceas (Rhododendron ferrugineum, Vaccinum myrtillus, Arctostaphylos uva-ursi).

Figura 2.12. Desarrollo de los pisos bioclimáticos altitudinales en el PNAESM. Se observa un dominio de las coníferas en todos los pisos altitudinales arbóreos, acompañadas siempre por caducifolias, especialmente de la familia Betulaceae y plantas arbustivas de la familia Ericaceae. Por encima del límite superior del bosque se desarrollan praderas alpinas (adaptado de Cañellas Boltà et al., 2008).

73 En síntesis, los paisajes naturales o potenciales del valle de Sant Nicolau podríamos simplificarlos en dos categorías ecológicas básicas:

Bosques: generalmente de coníferas, con presencia de arbustos y alguna caducifolia.

Su extensión es variable, pero suelen dominar las umbrías, fondos de valle y zonas marginales entre 1300 y 2300 m snm (Figura 2.13 (c,d)).

Praderas y brezales: zonas no arboladas (aunque la presencia de plantas arborescentes es frecuente), formadas por las praderas, roquedos, humedales y brezales de ericáceas, landas o enebrales. Dominan las tierras más altas, entre 2300 y 3000 m snm (Figura 2.13 (a,b)).

Figura 2.13. Fotografías de los dos tipos de paisaje potencial característicos de la alta montaña: bosques subalpinos y praderas alpinas. Las fotografías superiores muestran praderas alpinas situadas en la Serra de Casesnoves (b) y Vall de Llacs (a), en torno a 2600 m snm. Las imágenes inferiores ilustran el abetal mixto del Bosc de la Cremada, situado a unos 1850 m snm (c) y el Bosc de Llacs, sobre el Estany de la Llebreta, en torno a 1780 m snm (d): un bosque mixto de avellanos, abedules y otras caducifolias. Ambos bosques se encuentran en el piso subalpino inferior.

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