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La educación de los consumidores y su puesta en práctica

Dans le document Manual sobre protección del consumidor (Page 103-109)

CONSUMIDORES Y SU PUESTA EN PRÁCTICA

En la concepción que anteriormente se tenía de la educación de los consumidores se hacía hincapié HQ VX IXQFLÐQ GH IRUPDU D ORV FRQVXPLGRUHV SDUD TXH DFWXDUDQ GH PDQHUD HƄFD] HV GHFLU SDUD TXH salvaguardaran sus propios intereses y los de sus IDPLOLDV3RUHQWRQFHVHOSDUDGLJPDHUDE¾VLFDPHQWH HOGHqUHQWDELOLGDGr\VHFHQWUDEDIXQGDPHQWDOPHQWH HQ HO KRJDU (O HQIRTXH FXUULFXODU FRQVLVWÊD HQ integrarla como parte de la economía doméstica. En otros modelos de educación de los consumidores se incorporan sus conceptos en las materias existentes, HV GHFLU qLPSUHJQDQ ORV SODQHV GH HVWXGLRVr R VH LPSDUWHQ PDWHULDV R FXUVRV HVSHFÊƄFRV VREUH OD protección de los consumidores. En general, en OD HQVHÎDQ]D SULPDULD \ VHFXQGDULD HO HQIRTXH GH qLPSUHJQDFLÐQr VH KD DSOLFDGR D PDWHULDV FRPR

las habilidades para la vida o el comercio. En las instituciones de educación superior, se han introducido cursos de protección de los consumidores como PDWHULDVHVSHFÊƄFDVSRUHMHPSORHQODVIDFXOWDGHVGH Derecho, Ciencias Sociales o Estudios Empresariales.

Asimismo, además de integrarse en los planes de estudios, la educación de los consumidores ha SDVDGRDVHUXQDDFWLYLGDGFRFXUULFXODUSRUHMHPSOR a través de los clubes de consumidores. El vínculo con la economía doméstica es el origen de muchas

asociaciones de consumidores, en particular en Europa Oriental, tal y como se señala en el capítulo V.

En perspectiva, algunos de los materiales pedagógicos editados durante la década de 1990 parecen muy ambiciosos en la actualidad. Los “seis ámbitos de FRQWHQLGR GH OD HGXFDFLÐQ GH ORV FRQVXPLGRUHVr SURSXHVWRV SRU HO &RQVHMR 1ÐUGLFR GH 0LQLVWURV GXUDQWH OD GÆFDGD GH ƄMDQ XQD HVWUXFWXUD GH una claridad digna de admiración organizada en WRUQR D ODV ƄQDQ]DV SHUVRQDOHV ORV GHUHFKRV \ ODV Recuadro 9. Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna de la OMS y el UNICEF 6HJ×QHO)RQGRGHODV1DFLRQHV8QLGDVSDUDOD,QIDQFLD81,&()qODODFWDQFLDÐSWLPDGHORVQLÎRVPHQRUHVGH DÎRVHVODLQWHUYHQFLÐQSUHYHQWLYDFRQP¾VSRVLELOLGDGHVGHUHSHUFXWLUHQODVXSHUYLYHQFLDLQIDQWLOSXHVSXHGH HYLWDU P¾V GH PXHUWHV HO GH WRGDV ODV PXHUWHV HQ QLÎRV PHQRUHV GH DÎRV HQ HO PXQGR HQ desarrollo.

Los niños amamantados tienen como mínimo seis veces más probabilidades de sobrevivir en los primeros meses que los niños no amamantados. Los niños que se alimentan exclusivamente de leche materna tienen 14 veces menos probabilidades de morir en los primeros seis meses que un niño no amamantado y la lactancia materna UHGXFH GU¾VWLFDPHQWH HO Q×PHUR GH PXHUWHV SRU LQIHFFLÐQ UHVSLUDWRULD DJXGD \ GLDUUHD GRV GH ODV SULQFLSDOHV FDXVDVGHODPRUWDOLGDGLQIDQWLO(OSRWHQFLDOGHODVSU¾FWLFDVÐSWLPDVGHODODFWDQFLDPDWHUQDUHVXOWDGHHVSHFLDO LPSRUWDQFLDHQORVSDÊVHVHQGHVDUUROORFDUDFWHUL]DGRVSRUXQDHOHYDGDWDVDGHHQIHUPHGDG\XQDFFHVROLPLWDGR a agua limpia y saneamiento. Ahora bien, los niños no amamantados en los países industrializados también tienen más probabilidades de morir. En el estudio sobre los niños nacidos a principios del milenio en el Reino 8QLGRHO0LOOHQQLXP&RKRUW6WXG\VHDVRFLÐXQSHUÊRGRGHVHLVPHVHVGHODFWDQFLDPDWHUQDH[FOXVLYDDXQD UHGXFFLÐQGHOGHORVLQJUHVRVKRVSLWDODULRVSRUGLDUUHD\DXQGHVFHQVRGHOGHODVLQIHFFLRQHVGHODV YÊDVUHVSLUDWRULDVr

(O&ÐGLJR,QWHUQDFLRQDOGH&RPHUFLDOL]DFLÐQGH6XFHG¾QHRVGHOD/HFKH0DWHUQDGHOD206\HO81,&()IXH HODERUDGRFRQHOREMHWLYRGHKDFHUIUHQWHDODSXEOLFLGDGGHHVWRVVXFHG¾QHRVTXHDOSDUHFHUGHVDFRQVHMDED DODVPXMHUHVGDUHOSHFKRSUHVHQWDQGRODDOWHUQDWLYDFRPHUFLDOL]DGDFRPRXQDRSFLÐQP¾VVHJXUDTXHODOHFKH PDWHUQDLJXDOPHQWHQXWULWLYDRLQFOXVRP¾V\KDVWDqHTXLYDOHQWHrDHVWD/DVSUXHEDVLQGLFDQVLQGXGDTXHQR es verdad, y así se explicó claramente en el Código y en las directrices posteriores.

(O&ÐGLJRIXHDSUREDGRHQOD$VDPEOHD0XQGLDOGHOD6DOXGHQPD\RGH\VLJXHVLHQGRPX\SHUWLQHQWH Desde 1981, muchos países han aprobado una legislación que pone en práctica todas sus disposiciones o muchas de ellas. El alcance del Código abarca los sucedáneos de la leche materna, incluidas las preparaciones para lactantes; otros productos de origen lácteo, alimentos y bebidas, incluidos los alimentos complementarios comercializados para sustituir parcial o totalmente a la leche materna; los biberones, y las tetinas. Las principales disposiciones del Código versan sobre la protección y la promoción de la lactancia materna y la comercialización

\ GLVWULEXFLÐQ DSURSLDGDV GH ORV VXFHG¾QHRV GH OD OHFKH PDWHUQD 3RU HMHPSOR HO &ÐGLJR SURKÊEH TXH VH anuncien estos productos al público, que se entreguen muestras gratuitas a las madres, que se promocionen en FHQWURVGHVDOXGTXHODVHQIHUPHUDVORVDFRQVHMHQDODVPDGUHVTXHVHKDJDQUHJDORVRVHHQWUHJXHQPXHVWUDV SHUVRQDOPHQWHDORVSURIHVLRQDOHVGHODVDOXG\TXHVHXWLOLFHQWH[WRVRLP¾JHQHVTXHLGHDOLFHQODDOLPHQWDFLÐQ con sucedáneos.

6LHPSUHHVGLIÊFLOPHGLUFRQSUHFLVLÐQORVHIHFWRVGHORVFÐGLJRV\ODVSROÆPLFDVPHGL¾WLFDVHQWRUQRDHOORVSXHGHQ FRQWULEXLU D GDU FRQRFHU OD FXHVWLÐQ /DV WHQGHQFLDV UHFLHQWHV VRQ VLJQLƄFDWLYDV WDQWR SDUD ORV RSWLPLVWDV FRPR para los pesimistas. Así pues, mientras que las tasas de lactancia materna ya no caen a nivel mundial (de hecho, HQPXFKRVSDÊVHVVHKDQUHJLVWUDGRDXPHQWRVLPSRUWDQWHVHQOD×OWLPDGÆFDGD×QLFDPHQWHHOGHORVQLÎRV PHQRUHVGHPHVHVGHOPXQGRHQGHVDUUROORVHDOLPHQWDH[FOXVLYDPHQWHGHOHFKHPDWHUQD\WDQVRORHOGH ORVQLÎRVGHHQWUH\PHVHVVHEHQHƄFLDGHODSU¾FWLFDGHODODFWDQFLDFRQVWDQWHa.

Fuente: UNCTAD, basándose en el UNICEF.

a UNICEF, op. cit.

obligaciones de los consumidores, la persuasión comercial (publicidad en particular), el consumo, el medio ambiente y la ética y la inocuidad de los alimentos172 $KRUD ELHQ ORV REMHWLYRV GHWDOODGRV HQ la sección relativa a “los derechos y las obligaciones GHO FRQVXPLGRUr FRPR VRQ qFRQRFHU HO FRQWHQLGR de las leyes y demás disposiciones legislativas más importantes en materia de derechos y obligaciones del FRQVXPLGRUr\qWHQHUSUHVHQWHFÐPRXQOLEUHFRPHUFLR FRQFDGDYH]PHQRVEDUUHUDVDIHFWDU¾DVXVGHUHFKRV FRPRFRQVXPLGRUHVrVRQDVXQWRVTXHRFXSDQDORV DFDGÆPLFRV\MXULVWDVP¾VEULOODQWHV(QFDPELRORV REMHWLYRVƄMDGRVHQODVHFFLÐQUHODWLYDDODSHUVXDVLÐQ comercial parecen en la actualidad visionarios dada la SURSHQVLÐQGHORVMÐYHQHVDDGDSWDUVHDODVQXHYDV WHFQRORJÊDV \ VX IDVFLQDFLÐQ FRQ ODV UHGHV VRFLDOHV

\ OD SXEOLFLGDG LJXDOPHQWH IXHQWH GH YXOQHUDELOLGDG (VWRVVRQORVREMHWLYRVƄMDGRV

• $SUHQGHU D LGHQWLƄFDU OD SXEOLFLGDG \ D FRPSUHQGHU OD GLIHUHQFLD HQWUH LQIRUPDFLÐQ \ publicidad y ser capaz de analizar, interpretar y examinar de manera crítica el contenido de las imágenes y las comunicaciones comerciales y HOXVRGHOOHQJXDMH

• (VWDUIDPLOLDUL]DGRVFRQHOXVRGHORVGLVSRVLWLYRV electrónicos como la televisión, el vídeo, los RUGHQDGRUHV ORV PÐGHPV ORV &'520 \ otros sistemas tecnológicos importantes de FRPXQLFDFLÐQGHLQIRUPDFLÐQ\HQWUHWHQLPLHQWR destinados a los consumidores.

• Comprender la importancia de la publicidad desde una perspectiva comercial y social.

• Ser capaz como consumidor de utilizar los VHUYLFLRV HOHFWUÐQLFRV GH LQIRUPDFLÐQ GH manera crítica y con criterio.

• Aprender a entender cómo los medios de comunicación crean estilos de vida que tienen VXUHƅHMRHQWUHRWURVDVSHFWRVHQORVSDSHOHV

\ORVLGHDOHVIÊVLFRVDWULEXLGRVDFDGDVH[R (OUHFXDGURSUHVHQWDXQFRQMXQWRGHFRQWHQLGRVGH ODHGXFDFLÐQGHORVFRQVXPLGRUHV\ƄMDXQDDJHQGD amplia en ese ámbito.

7DPELÆQ VH KD HGXFDGR LQIRUPDOPHQWH D ORV FRQVXPLGRUHVPHGLDQWHDFWRVHVSHFÊƄFRVGLULJLGRVD FROHFWLYRVFRQFUHWRVFRPRODVPXMHUHVGHORVPHGLRV rurales, los miembros de las organizaciones de consumidores, los clubes de consumidores escolares, las cooperativas de consumidores y las asociaciones de vecinos, entre otros. Estas iniciativas han corrido

172 +HOOPDQ7XLWHUW*Promoting Consumer Education in Schools.

a cargo de los organismos públicos de protección de los consumidores, las asociaciones de consumidores y las empresas como parte del empeño en educar a los consumidores que, de otro modo, no tendrían la posibilidad de adquirir esas competencias.

$VÊ SXHV ORV HVIXHU]RV UHDOL]DGRV HQ OD HGXFDFLÐQ de los consumidores han sido notables y no han SURYHQLGR×QLFDPHQWHGHORVGLVWLQWRV0LQLVWHULRVGH Educación. Con todo, existen visiones contrapuestas sobre quién tiene la responsabilidad de la educación GH ORV FRQVXPLGRUHV (O ,QIRUPH VREUH OD DSOLFDFLÐQ elaborado por la UNCTAD173 concluyó que:

/DHMHFXFLÐQGHSURJUDPDVGHHGXFDFLÐQHLQ IRUPDFLÐQGHORVFRQVXPLGRUHVHVXQDGHODV UHVSRQVDELOLGDGHVIXQGDPHQWDOHVGHORVRUJD nismos de protección del consumidor. La ma yoría de los Estados miembros de la UNCTAD KDQ DGRSWDGR WDOHV SURJUDPDV FRQ HO REMHWR GHFRQWDUFRQFRQVXPLGRUHVLQIRUPDGRV+D\

multitud de iniciativas interesantes, como sitios GH LQIRUPDFLÐQ HQ ,QWHUQHW FXUVRV HQ OÊQHD asesoramiento en línea (Reino Unido), talleres (República Dominicana, El Salvador) e inclu so educación del consumidor en el programa educativo de los ministerios de educación (di rectriz 36). Los Estados Unidos destacan por su amplio programa educativo que abarca todas las áreas mencionadas, especialmen WH DFWLYR HQ ORV PHGLRV VRFLDOHV )DFHERRN 7ZLWWHU <RX7XEH \ ORV EORJV $OJXQRV SDÊVHV tienen unidades especializadas que cumplen HVDVIXQFLRQHV&DGDSDÊVKDHVWDEOHFLGRGLIH UHQWHVSULRULGDGHVTXHHQVXPD\RUÊDIRUPDQ SDUWHGHODVUHFRPHQGDFLRQHVTXHƄJXUDQHQ la directriz 37.

(Q HO LQIRUPH VH DƄUPD DGHP¾V TXH qKD\ WDPELÆQ HMHPSORV GH FDPSDÎDV GH HGXFDFLÐQ H LQIRUPDFLÐQ realizadas por organizaciones de consumidores, HPSUHVDV\PHGLRVGHFRPXQLFDFLÐQr(QFDPELRHO estudio de Consumers International concluye que:

(O DQ¾OLVLV FRQMXQWR GH ODV FLIUDV VREUH OD integración por parte de la administración de la educación de los consumidores en los planes de estudio y la prevalencia de la ƄQDQFLDFLÐQ S×EOLFD HQ OD HGXFDFLÐQ GH ORV FRQVXPLGRUHV\ODHGXFDFLÐQLPSDUWLGD SRUORVJUXSRVGHFRQVXPLGRUHVDUURMD un panorama interesante. Parecería que, a pesar de que muchos Gobiernos estiman

173 UNCTAD, 2013, Informe sobre la aplicación de las Directrices de las Naciones Unidas para la Protección del Consumidor (1985-2013), nota de la secretaría de la 81&7$'7'%&,&/3

que la educación de los consumidores es el componente esencial, en realidad patrocinan este tipo de actividades en apenas la mitad de ORV SDÊVHV H[DPLQDGRV >@ \ VH TXHGDQ OHMRV de la labor realizada por las organizaciones de consumidores174.

1. La educación de los consumidores y la crisis financiera

A pesar de la evolución anterior, positiva en general HQORTXHVHUHƄHUHDOUHFRQRFLPLHQWRGHODHGXFDFLÐQ

174 Consumers International, 2013, op. cit.

de los consumidores, con el paso del tiempo se KDQ HMHUFLGR QXHYDV SUHVLRQHV VREUH HO PRGHOR GH HGXFDFLÐQGHORVFRQVXPLGRUHVIXQGDPHQWDOPHQWHD UDÊ]GHODFULVLVƄQDQFLHUDPXQGLDO

Esta situación ha llevado a hacerse preguntas cada vez más incisivas sobre el papel de la educación de ORVFRQVXPLGRUHVGXUDQWHODIDVHGHGHVUHJXODUL]DFLÐQ que precedió a la crisis. ¿Cómo era posible que, pese al creciente reconocimiento de la educación de los FRQVXPLGRUHV ORV DFRQWHFLPLHQWRV FDWDVWUÐƄFRV que tuvieron lugar durante la mitad de la primera GÆFDGDGHOVLJOR;;,KXELHUDWHQLGRHVRVHIHFWRVWDQ Recuadro 10. Un conjunto de contenidos para la educación de los consumidores

1. La vida en familia

/D IDPLOLD \ HO KRJDU ODV IXQFLRQHV \ ODV HVWUXFWXUDV ORV YDORUHV \ ORV FRPSRUWDPLHQWRV ODV QHFHVLGDGHV \ ODV carencias, los estilos de vida y los ciclos de vida, los recursos y las limitaciones, la resolución de problemas y la toma de decisiones, la producción de bienes y servicios.

2. La búsqueda de información y asesoramiento

/RV PHGLRV GH FRPXQLFDFLÐQ \ ORV DQXQFLRV OD SXEOLFLGDG \ OD LQIRUPDFLÐQ LQGHSHQGLHQWH GHVWLQDGD D ORV FRQVXPLGRUHVODVSUXHEDV\ODVUHFRPHQGDFLRQHVODVWHFQRORJÊDVGHODLQIRUPDFLÐQ\GHODVFRPXQLFDFLRQHVODV YDORUDFLRQHV\ORVMXLFLRVHOXVRGHODLQIRUPDFLÐQ\ODVLQVWLWXFLRQHV

3. La gestión del dinero

El dinero y las divisas, los planes y los presupuestos, los gastos y los ahorros, los créditos y las deudas, los LPSXHVWRV\ODVFRQWULEXFLRQHVVRFLDOHVORVVHJXURVSULYDGRV\ODIRUPDFLÐQGHODULTXH]DORVEDQFRV\ORVVHUYLFLRV ƄQDQFLHURV

4. La compra de bienes y servicios

(O SUHFLR \ OD FDOLGDG OD RIHUWD \ OD GHPDQGD OD FRPSHWHQFLD \ HO SRGHU HQ HO PHUFDGR ODV WLHQGDV \ ORV establecimientos, las ventas y la comercialización.

5. Expresión de la satisfacción y la insatisfacción en la comunicación

Las críticas y las reclamaciones, las protestas y los boicots, los derechos y las obligaciones de los consumidores, el acceso a la ley y a los tribunales, la protección de los consumidores.

6. La vivienda

Comprar y alquilar, ser propietario y compartir, el tamaño y los muebles, los costos y las responsabilidades, los contratos y la protección de los arrendatarios.

7. El cuidado de la salud

La nutrición y la alimentación, los seguros médicos públicos y privados, los pagos y los reembolsos, los deportes y ODVDFWLYLGDGHVIÊVLFDVODVGLHWDV\ORVI¾UPDFRVODVLP¾JHQHVFRUSRUDOHV\ODFRQƄDQ]DHQXQRPLVPR

8. La gestión de los problemas

/DSREUH]D\HOGHVHPSOHRHOVREUHHQGHXGDPLHQWR\ODLQVROYHQFLDODVHSDUDFLÐQ\HOGLYRUFLRODHQIHUPHGDG\OD discapacidad, la discriminación sexual y racial.

,QƅXHQFLD\SDUWLFLSDFLÐQ

,PSOLFDFLÐQ HQ ORV ÐUJDQRV YROXQWDULRV RƄFLDOHV \ FRPXQLWDULRV \ ORV SDUWLGRV SROÊWLFRV DFWLYRV HQ ORV DVXQWRV relacionados con los consumidores.

10. Pensar en el futuro

/RVHIHFWRVGHOFRQVXPRHQORVUHFXUVRVQDWXUDOHV\HOPHGLRDPELHQWHHOFRQVXPRVRVWHQLEOH\ODFHVWDGHELHQHV básicos ecológicos, los balances ecológicos y los análisis de las gamas de productos, las etiquetas ecológicas y RWURVVLVWHPDVGHLQIRUPDFLÐQORVFRVWRV\ORVEHQHƄFLRV

Fuente: Profesor Heiko Steffens, Universidad Técnica de Berlín.

GHYDVWDGRUHV SDUD ORV KRJDUHV" 6HJ×Q OD WHVLV GHO qFRQVXPLGRU HPSRGHUDGRr QR WHQÊD TXH KDEHU VLGR así.

(QUHDOLGDGODFULVLVƄQDQFLHUDOOHYÐDFXHVWLRQDUVHOD idea de que la educación de los consumidores es un medio para garantizar su protección e ilustró los límites de la educación y la necesidad de ser realista, pues TXHGÐFODURTXHPXFKRVGHORVSURGXFWRVƄQDQFLHURV HUDQWDQFRPSOHMRVTXHORVUHJXODGRUHV\HQRFDVLRQHV hasta los agentes que los comercializaban no los HQWHQGÊDQ<ORSHRUGHWRGRDOJXQRVSURGXFWRVHUDQ prácticamente incomprensibles, ya que habían sido FRQFHELGRV SDUD REWHQHU EHQHƄFLRV D FRUWR SOD]R \ soslayar las limitaciones impuestas por la regulación.

Un estudio sobre los servicios bancarios encargado por la Comisión Europea llegó a la conclusión de que, en dos de cada tres casos, un grupo de expertos QR IXH FDSD] GH GHVHQPDUDÎDU OD HVWUXFWXUD GH ODV FRPLVLRQHV EDQFDULDV D ƄQ GH GHWHUPLQDU HO verdadero costo de un servicio. Tal y como declaró en 2009 la entonces Comisaria de Protección de los

&RQVXPLGRUHVGHOD8QLÐQ(XURSHDOD6UD0HJOHQD .XOHYDqVLORVH[SHUWRVVRQLQFDSDFHVGHHQWHQGHUOD estructura de las comisiones, ¿cómo van a hacerlo los FRQVXPLGRUHVRUGLQDULRV"175r

En algunos aspectos, no es algo nuevo ni sorprendente.

¿Es razonable esperar que los consumidores RUGLQDULRV VH FRQYLHUWDQ HQ H[SHUWRV ƄQDQFLHURV"

Después de todo, no es necesario ser ingeniero para comprar o conducir un coche. Algunos estudios académicos han concluido que la educación de los consumidores puede incluso agravar la situación al crear la ilusión de que se comprenden las cosas.

/D SURIHVRUD /DXUHQ :LOOLV GHVFULELÐ HORFXHQWHPHQWH OD qYLVLÐQ WUDGLFLRQDOr SXHVWD HQ HQWUHGLFKR SRU HVWD conclusión y habló de una visión en la que los agentes del mercado responsables y empoderados tienen la motivación y las competencias para tomar decisiones ƄQDQFLHUDVTXHDXPHQWDQVXSURSLRELHQHVWDU'LMRTXH se piensa que los consumidores educados gestionan los asuntos relacionados con sus créditos, seguros

\ SODQHV GH MXELODFLÐQ QDYHJDQGR FRQ FRQƄDQ]D SRU XQPHUFDGRVLQOLPLWDFLRQHVTXHRIUHFHLQQXPHUDEOHV SRVLELOLGDGHV /D SURIHVRUD :LOOLV DGYLUWLÐ GH TXH esta creencia no es plausible, dada la velocidad de ORV FDPELRV HQ ORV PHUFDGRV ƄQDQFLHURV OD HQRUPH distancia que separa las competencias actuales de los consumidores de las que son necesarias para FRPSUHQGHU ORV DFWXDOHV SURGXFWRV ƄQDQFLHURV FRPSOHMRV QR HVWDQGDUL]DGRV OD SHUVLVWHQFLD GH

175 .XQHYD 0 q5HVWRULQJ FRQVXPHU WUXVW LQ UHWDLO ƄQDQFLDOVHUYLFHVrVHPLQDULRVREUHORVVHUYLFLRVƄQDQFLHURV y los intereses de los consumidores con ocasión del 35º aniversario de DECO (Lisboa, 27 de abril).

SUHMXLFLRV HQ OD WRPD GH GHFLVLRQHV ƄQDQFLHUDV y la disparidad de recursos con que cuentan los HGXFDGRUHV \ ODV HPSUHVDV GH VHUYLFLRV ƄQDQFLHURV para llegar a los consumidores176.

(VWHGLDJQÐVWLFRVHYHUHIRU]DGRSRUXQPHWDDQ¾OLVLV GH 'DQLHO )HUQDQGHV -RKQ /\QFK \ 5LFKDUG Netemeyer publicado en 2014, que trazó la relación GHODHGXFDFLÐQƄQDQFLHUDFRQORVFRPSRUWDPLHQWRV ƄQDQFLHURVHQWUDEDMRVDFDGÆPLFRVTXHFXEUÊDQ 201 estudios anteriores. Los autores concluyeron que ODV LQWHUYHQFLRQHV SDUD PHMRUDU ORV FRQRFLPLHQWRV ƄQDQFLHURVE¾VLFRVH[SOLFDEDQ×QLFDPHQWHXQ GH OD YDULDFLÐQ GH ORV FRPSRUWDPLHQWRV ƄQDQFLHURV HVWXGLDGRV \ VXUWÊDQ D×Q PHQRV HIHFWRV HQ ODV PXHVWUDVIRUPDGDVSRUSHUVRQDVGHLQJUHVRVEDMRV Llegaron a la conclusión de que, como cualquier otro WLSRGHHGXFDFLÐQODHGXFDFLÐQƄQDQFLHUDVHGHSUHFLD con el paso del tiempo; incluso las intervenciones GH FDODGR FRQ PXFKDV KRUDV GH IRUPDFLÐQ WLHQHQ HIHFWRV LQVLJQLƄFDQWHV VREUH HO FRPSRUWDPLHQWR pasados más de 20 meses desde la intervención177. 3DUDVHUMXVWRVVRQSRFRVORVH[SHUWRVHQƄQDQ]DVTXH KDQGHIHQGLGRTXHODHGXFDFLÐQGHORVFRQVXPLGRUHV KDEUÊD HYLWDGR OD FULVLV ƄQDQFLHUD VL ELHQ DOJXQRV IXQFLRQDULRV\EDQTXHURVKDQKHFKRGHFODUDFLRQHVHQ esa línea. Siempre ha habido visiones contrapuestas.

En las recomendaciones sobre principios y buenas prácticas para la educación y la concienciación ƄQDQFLHUDTXHHODERUÐHQOD2&'(DYLVÐGHTXH qODSURPRFLÐQGHODHGXFDFLÐQƄQDQFLHUDQRGHEHVHU XQVXVWLWXWRGHODUHJXODFLÐQƄQDQFLHUDTXHHVHVHQFLDO SDUDSURWHJHUDORVFRQVXPLGRUHVSRUHMHPSORIUHQWH DOIUDXGHVLQRTXHGHEHVHUXQFRPSOHPHQWRr178. Un HVWXGLRGHO%DQFR0XQGLDOUHIRU]ÐHVDLGHDHQ especialmente en el contexto de las economías en WUDQVLFLÐQqODHGXFDFLÐQƄQDQFLHUDQRSXHGHVXVWLWXLU ODDGHFXDGDUHJXODFLÐQƄQDQFLHUDr179.

0¾V UHFLHQWHPHQWH OD 2&'( OOHJÐ D OD VLJXLHQWH FRQFOXVLÐQHQVXHVWXGLRVREUHODHGXFDFLÐQƄQDQFLHUD

\ODFULVLVqODIDOWDGHFRQRFLPLHQWRVƄQDQFLHURVE¾VLFRV KDFRQWULEXLGRFLHUWDPHQWHMXQWRFRQRWURVIDFWRUHVD desencadenar la crisis y a agravar sus consecuencias.

176 :LOOLV / ( q$JDLQVW )LQDQFLDO /LWHUDF\ (GXFDWLRQr 3XEOLF Law and Legal Theory Research Paper Series 8/10.

177 )HUQDQGHV ' \ RWURV q)LQDQFLDO OLWHUDF\ ƄQDQFLDO HGXFDWLRQ DQG GRZQVWUHDP ƄQDQFLDO EHKDYLRXUVr Management Science 60(8): págs. 1861 a 1883. Los casos procedían predominantemente, aunque no exclusivamente, de países miembros de la OCDE.

178OCDE, 2005, Recommendations on Principles and

*RRG 3UDFWLFHV IRU )LQDQFLDO (GXFDWLRQ DQG $ZDUHQHVV C(2005)55/REV1.

179 Rutledge S. y otros, 2010, Good Practices for Consumer Protection and Financial Literacy in Europe and Central Asia:

A Diagnostic Tool%DQFR0XQGLDO

&RQ WRGR OD HGXFDFLÐQ ƄQDQFLHUD QR HV OD SDQDFHD y no puede por sí sola impedir que estallen crisis SURIXQGDV FRPR OD TXH HVWDPRV DWUDYHVDQGR (Q OR TXHDHVWDFULVLVVHUHƄHUHSRUXQDSDUWHD×QUHVXOWD GLIÊFLOGHOLPLWDU\SRQGHUDUVXVFDXVDVUHDOHV\SRURWUD SDUWH OD IDOWD GH FRQRFLPLHQWRV ƄQDQFLHURV E¾VLFRV HV WDQ VROR XQR GH ORV IDFWRUHV TXH FRQWULEX\HURQ D HOOD SHUR QR HO SULQFLSDOr180. Estas dos citas pueden parecer contradictorias y, pese a ello, pueden ser correctas, puesto que ninguna de ellas es absoluta.

De hecho, el metaanálisis citado anteriormente SHUPLWHFRQFLOLDUHQSDUWHORVGLIHUHQWHVÆQIDVLVHQOD medida en que sugiere un papel real pero más limitado GH OD HGXFDFLÐQ ƄQDQFLHUD LPSDUWLGD qD WLHPSRr \ YLQFXODGDDFRPSRUWDPLHQWRVHVSHFÊƄFRVHQORVTXH SUHWHQGHD\XGDU(VP¾VI¾FLOFHQWUDUODDWHQFLÐQGHO consumidor cuando está considerando una actividad HVSHFÊƄFD(VWHSDUDGLJPDDVXYH]YDHQFRQWUDGH la suposición de que la educación previa prepara a ORVFRQVXPLGRUHVSDUDORVUHWRVIXWXURV\SODQWHDHQ cambio, una especialización de la educación de los consumidores.

H. CONCLUSIÓN

A menudo los teóricos de la “maximización racional de ODXWLOLGDGrKDQHQPDUFDGRHOFRPSOHMRGHEDWHVREUH ODLQIRUPDFLÐQODHGXFDFLÐQ\ODWRPDGHGHFLVLRQHV mientras que recientemente los economistas del comportamiento han señalado que lo que las personas realmente hacen puede no coincidir con sus LQWHUHVHV qREMHWLYRVr (O GHEDWH SXHGH VHU D×Q P¾V condescendiente si se lamenta que los consumidores no inviertan su tiempo en actividades que ahorran dinero como cambiar de suministrador de combustible o examinar con detenimiento sitios de comparación de precios. Se trata de una visión muy estrecha del comportamiento real de los consumidores por varios motivos.

La elevada tasa de error que se ha registrado en los FRQVXPLGRUHV TXH KDFHQ HO FDPELR SRU HMHPSOR puede indicar que en realidad el conservadurismo de los consumidores es el modo de proceder más qUDFLRQDOr HVWH SXQWR HV REMHWR GH DQ¾OLVLV HQ ORV capítulos VII y XV). Asimismo, el hecho aparentemente lamentable de que los consumidores no procedan de HVWH PRGR SXHGH RFXOWDU XQD SUHIHUHQFLD PX\ VDQD por actividades que pueden no conllevar ningún EHQHƄFLR ƄQDQFLHUR D FRUWR SOD]R SHUR TXH QR obstante, son en realidad sumamente meritorias y XQD IRUPD GH LQYHUVLÐQ D ODUJR SOD]R FRPR D\XGDU

180 OCDE, 2009, Financial Education and the Crisis, '$)&0)

D ORV KLMRV FRQ ORV GHEHUHV /D UHVSXHVWD VLQ GXGD es que todas estas actividades tan variadas no son incompatibles entre sí. Sin embargo, en realidad no todos los consumidores disponen de acceso a Internet y a los sitios de comparación de precios ni ODVXƄFLHQWHHGXFDFLÐQniODFRQƄDQ]DSDUDHOHJLU(V importante tener presente que en la actualidad se espera que los consumidores tomen decisiones en PXFKRVP¾V¾PELWRVTXHDQWHV(QVXFRQMXQWRHVDV decisiones exigen dedicar un tiempo considerable, HVSHFLDOPHQWH FXDQGR OD HOHFFLÐQ qDFHUWDGDr QR HV REYLD'HKHFKRODVGHFLVLRQHVqHFRQÐPLFDVrSXHGHQ HQWUDUHQFRQWUDGLFFLÐQFRQODVGHFLVLRQHVqÆWLFDVr 3RU HMHPSOR FXDQGR H[LVWHQ GLYHUVRV VLVWHPDV GH HWLTXHWDGR \ FHUWLƄFDFLÐQ TXH SXHGHQ DSOLFDUVH DO PLVPRSURGXFWRSRUHMHPSORHOWÆVLQHWLTXHWDVFRQ las etiquetas de su propia marca o las etiquetas de qQDWXUDOr GH UHVSHWR SRU ORV ERVTXHV GH FRPHUFLR MXVWR X qRUJ¾QLFRr VH SXHGH JHQHUDU XQD HQRUPH FRQIXVLÐQ HQWUH ORV FRQVXPLGRUHV (VWDV FDWHJRUÊDV GLƄHUHQEDVWDQWHHQHOIRQGR\DOJXQDVQRWLHQHQJUDQ VLJQLƄFDGR (Q YLVWD GH TXH D PHQXGR ORV FRVWRV sociales, medioambientales y sanitarios no están UHƅHMDGRVHQHOSUHFLRGHORVSURGXFWRVTXHGDSRFR margen para que el consumidor haga una valoración UDFLRQDO \ MX]JXH GLFKDV UHSHUFXVLRQHV HQ FDGD compra. Por tanto, muchos consumidores pueden gastar su dinero inconscientemente en un producto con cuyos métodos de producción no están de acuerdo. También puede suceder que, ante tanta FRQIXVLÐQVHGHFDQWHQSRUORP¾VEDUDWR

œ4XÆ FDQWLGDG GH LQIRUPDFLÐQ SXHGH KDFHU TXH XQ consumidor de un país desarrollado comprenda la relación entre las decisiones aparentemente triviales de optar por una energía o una cesta de la compra semanal más baratas y el aumento del riesgo de inundaciones en regiones situadas al otro lado del SODQHWD"'DGDODHVFDODGHOUHWRPXQGLDOTXHVXSRQH el cambio climático, esperar que el consumidor pueda OOHYDUDFDERYDORUDFLRQHVqH[KDXVWLYDV\UDFLRQDOHVr GHHVWHPHUFDGRH[WUHPDGDPHQWHFRPSOHMRQRHVVROR improbable, sino que podría equivaler a transmitirle la responsabilidad.

Los consumidores tienen ante sí múltiples actividades que compiten por recibir su atención, al margen de OD GH LQIRUPDUVH SDUD SRGHU WRPDU GHFLVLRQHV /D LQIRUPDFLÐQ \ OD HGXFDFLÐQ GH ORV FRQVXPLGRUHV tienen un importante papel que desempeñar, pero también es necesario reconocer sus límites.

A. LA SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS

Dans le document Manual sobre protección del consumidor (Page 103-109)