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2. MARCO TEÓRICO-REFERENCIAL

2.2. Protagonismo social

2.2.1. Participación juvenil

Como acabamos de desarrollar cuando hablamos de protagonismo juvenil estamos hablando, sobre todo, de participación. El joven asume su papel de responsable por su realidad y de poder cambiarla a través de la participación.

En un estudio de caso sobre la participación juvenil a partir del trabajo de técnicos municipales que se desempeñan en el desarrollo local en la comarca de Els Ports (Castellón, España), Aguirre, Moliner y Traver (2017) identificaron en los resultados de su investigación el liderazgo como uno de los elementos educativos apuntados por los entrevistados como posibilitador de la participación juvenil. Los autores hablan de participación comunitaria como algo horizontal, no jerárquico –lo que nos recuerda mucho a Paulo Freire– y que crea un espacio donde las personas puedan compartir,

dialogar y actuar de forma crítica sobre la propia realidad. “De ese modo, se potencian los aprendizajes de toda la comunidad para posibilitar el empoderamiento de la población y la autonomía como camino de la reflexión crítica” (p.239).

Así como Souza (2006) demuestra una preocupación en que los proyectos de liderazgo juvenil pueden representar un artificio para controlar la voz (opinión) de los jóvenes, los autores apuntan que muchas veces los proyectos de participación juvenil son planificados y ejecutados sin la participación de uno mismo.

“En demasiadas ocasiones la participación de los jóvenes en el desarrollo local de los municipios se lleva a cabo sin tener en cuenta su voz. La toma de decisiones se hace de manera indirecta, por parte de personal técnico, sin contar con su participación.” (Aguirre, Moliner & Traver, 2017, p.239)

Para su estudio, los autores eligieron cinco elementos educativos como los posibilitadores de la dinamización de la participación juvenil.

Gráfico 1 - Elementos que permiten dinamizar

Fuente:

(Íbid., p.245)

Como vemos, los elementos mapeados a través de informaciones recolectadas con los participantes y facilitadores del programa están muy alineados con los conceptos que venimos trabajando hasta el momento.

Para definir los tipos posibles de liderazgo, los autores utilizan la siguiente figura:

Gráfico 2 - Tipos de liderazgo

Fuente: (Íbid., p.245)

En el caso del estudio, fueron experimentados los liderazgos compartido y participativo.

El primer tipo se evidenció al principio por promover un reparto equitativo de tareas, responsabilidades grupales e implicaciones igualitarias. El segundo, “posibilita la ayuda mutua, pero favorece que exista menos cercanía con el proyecto y diferentes tipos de implicaciones” (Íbid, p.246).

Gráfico 3 - Tipos de relaciones

Para el elemento de relaciones, los autores presentan dos tipos de relaciones presentes en el proyecto, la vertical y la horizontal. Una vez más los conceptos presentados por los autores corroboran con nuestros estudios, delimitando que, para que un proyecto tenga éxito en cuanto al fomento del protagonismo juvenil, debe haber una relación horizontal que posibilite una distribución de tareas y responsabilidades e incentive la autonomía

Fuente: (Íbid, p.248)

en los jóvenes.

Desde el elemento de Organización, los autores observan en el discurso de los participantes si la dinámica de trabajo se organiza desde valores cooperativos, manteniendo objetivos comunes, necesidades compartidas, compromisos personales y reparto distribuido de las tareas.

Gráfico 4 - Tipos de organización en proyectos de participación

Fuente: (Íbid., p.249)

Para el elemento comunicación, los autores presentan dos categorías, la unidireccional – donde los expertos emiten mensajes y los participantes “los reciben”, y la dialógica –

“que dinamiza la participación, promueve el intercambio de experiencias, se basa en el argumento y en el consenso.” (Íbid. p.251)

Gráfico 5 - Tipos de comunicación

Fuente: (Íbid., p. 251)

También otros actores ven la comunicación como esencial para el ejercicio del protagonismo como es el caso de Costa (2000): “Participar, para o adolescente, é influir, através de palavras e atos nos acontecimentos que afetam sua vida e a vida de todos aqueles em relação aos quais ele assumiu uma atitude de não indiferença, uma atitude de valoração positiva” (p. 176).

Finalmente, para el elemento de cohesión social, los autores hablan de la importancia del “hacer parte de un grupo”, y reconocerse como tal, para que los jóvenes puedan participar efectivamente.

“A la hora de trabajar con jóvenes en espacios municipales, se dan cinco elementos fundamentales: el tipo de liderazgo que se asuma, las relaciones entre los participantes, el modelo de organización seleccionado, la influencia de la comunicación y la importancia de la cohesión grupal, y también cómo pueden llegar a facilitar o dificultar la participación juvenil”. (Íbid., p.253)

En Brasil, Costa (2000) defiende la importancia de estimular la participación juvenil como ejercicio de la ciudadanía, involucrando al joven en la discusión y resolución de problemas concretos individuales y/o colectivos. El autor afirma que la ciudadanía, sobre todo en trabajos en grupo, se construye para el

“reconocimiento y respeto a las diferencias individuales, por el combate a los prejuicios, a las discriminaciones (económica, política, sexual, cultural, etc.) y a los privilegios, por la participación en el proceso del grupo, por la ampliación de la consciencia con relación a los derechos y deberes y por la confianza en el potencial de transformación de cada uno.” (p.144)

Vemos también en Costa los elementos presentados por Aguirre, Moliner y Traver (2017), donde la participación, el respeto, la confianza, la igualdad, etc. son fundamentales. Costa propone una “escalera” de la participación donde con el proceso participativo los jóvenes van conquistando un escalón a la vez. Según los aprendizajes de cada experiencia.

Gráfico 6 - Los escalones de la participación juvenil

Elaboración propia según Costa (2000, pp.180-181)

1. Participación manipulada – Los adultos determinan y controlan que los jóvenes hagan una determinada actuación.

2. Participación decorativa – Los jóvenes tan solo están presentes en una acción, sin influir en su ejecución y sin transmitir ningún mensaje especial a los adultos.

3. Participación simbólica – La presencia de los jóvenes en una actividad o evento sirve nada más para señalar o recordar a los adultos que ellos existen y que son considerados importantes. La participación es, ella misma, un mensaje.

4. Participación operacional – Los jóvenes participan apenas de la ejecución de una acción.

5. Participación planeadora y operacional (P&O) – Los jóvenes participan de la ejecución y planteamiento de una acción.

6. Participación decisoria, planeadora y operacional – Los jóvenes participan de la decisión de hacer algo o no, del planeamiento y de la ejecución de una acción.

7. Participación decisoria, planeadora, operacional y evaluadora - Los jóvenes participan de la decisión, planeamiento, ejecución y evaluación de una acción.

8. Participación colaborativa plena – Los jóvenes participan de la decisión, planeamiento, ejecución, evaluación y apropiación de los resultados.

9. Participación plenamente autónoma – Los jóvenes ejecutan todas

Participación

las etapas.

10. Participación conductora – Los jóvenes, además de realizar todas las etapas, orientan la participación de los adultos. (Íbid, pp.180-181)

El autor sugiere que, cuando existe compromiso del educador con la participación efectiva del joven, que aquí se representaría como los puntos 9 y 10 de la escalera, el ambiente está preparado para el ejercicio de acciones protagonistas. Y cuando ese ambiente se presenta, existen algunos pasos que debemos seguir:

- Presentación de la situación problema - Propuesta de alternativas o soluciones

- Discusión de las alternativas de solución presentadas - Toma de decisión

“Desenvolvendo essas quadro etapas, o grupo estará apto a elaborar um projeto para responder a um problema real ou satisfazer uma necessidade sentida em sua comunidade. Com isso, a equipe juvenil, adquire mais confiança em si mesma e amplia seu desejo e capacidade de intervir em seu entorno social.” (Íbid., p.220)