• Aucun résultat trouvé

La escuela secundaria en el contexto legal de los Lineamientos Curriculares Nacionales para la Educación Básica (2013)

RELACIÓN DE LOS CENTROS EDUCATIVOS DE ENSEÑANZA SECUNDARIA CON SU ENTORNO

II. LA ESCUELA SECUNDARIA Y LOS GRUPOS DIFERENCIALES

II.2.2. La escuela secundaria en el contexto legal de los Lineamientos Curriculares Nacionales para la Educación Básica (2013)

La educación secundaria en Brasil pasó a tener su propia identificación desde la promulgación de la Ley de Lineamientos y Bases de la Educación Nacional (Lei de Diretrizes e Bases da Educação Nacional LDBN) 9394/1996.

En este documento, el segmento en cuestión pasa a ser la última etapa de la educación básica, con la posibili-dad de articulación con la educación profesional, teniendo en cuenta lo que está previsto en el artículo 36 - “La escuela secundaria, una vez realizada la formación general de los alumnos, podrá prepararlos para el ejercicio de profesiones técnicas”.

Teniendo en cuenta los últimos 20 años, se puede afirmar que hubo un aumento considerable del acceso de los jóvenes a esta etapa de la educación básica, en particular en lo que respecta a las escuelas públicas, en su gran mayoría hijos de trabajadores de la clase popular brasileña. En esta realidad, los sistemas educativos de enseñanza están enfocados a cumplir con la educación de estos jóvenes y con las peculiaridades exigidas para las distintas situaciones, alejándose del concepto de educación tradicional y socialmente legitimada.

A pesar de las intenciones educativas de los gobiernos estatales, responsables por la oferta de la enseñanza secundaria pública brasileña, aún no se han logrado las modificaciones necesarias para un cambio efectivo en el contexto educativo, con miras a un proyecto que abarque las nuevas demandas de la escuela secundaria.

Según el documento “Síntese dos Indicadores Sociais do IBGE: Uma análise das condições de vida da população brasileira“ (Síntesis de Indicadores Sociales del IBGE: Un análisis de las condiciones de vida de la población bra-sileña, IBGE, 2010), se observa que la tasa bruta de asistencia a la escuela de los adolescentes de 15-17 años es de 85,2%. Y la tasa líquida de escolarización en el mismo grupo de edad es de 50,9%. Los datos estadísticos presentados indican que la mitad de los adolescentes (15-17 años) todavía no están matriculados en la escuela secundaria en Brasil. Teniendo en cuenta también los datos presentados por el IBGE, las tasas de escolaridad observadas en el Noreste brasileño son significativamente más bajas, con un promedio de 39,1%.

El Plan Nacional de Educación (Plano Nacional da Educação, PNE) correspondiente al período 2001-2010 se ha elaborado con el fin de presentar el diagnóstico y establecer directrices, objetivos y metas para todos los niveles y modalidades de enseñanza, para la formación y la valorización de la docencia así como para la finan-ciación y gestión de la educación. En cuanto a la escuela secundaria, se estableció el objetivo de alcanzar el 100% de la población de 15 a 17 años en 2011. Teniendo en cuenta los resultados presentados por el IBGE en 2010, la meta del 100% de atención a los grupos de edad correspondientes a la escuela secundaria estaba muy lejos de lo establecido.

A partir de 2007, tomando como base los resultados identificados hasta esa fecha, el gobierno brasileño im-plementó el Plan de Desarrollo de la Educación (Plano de Desenvolvimento da Educação, PDE). Esta acción fue una estrategia asociada al PNE. La acción prioritaria del PDE se ha centrado en la educación básica, hacia una concepción sistémica de la educación y la obligación de atender a los niños y jóvenes discriminados por la des-igualdad educativa con miras a realizar acciones que contribuyan al éxito y a la prosecución de los estudios.

En diciembre de 2010, con la creación del nuevo PNE, fue establecido por el gobierno federal un proyecto de ley que establece 20 metas a alcanzar por el país de 2011 a 2020. Las metas específicas de la educación secun-daria fueron las siguientes:

Meta: 03

Universalizar, hasta 2016, la asistencia escolar para toda la población de 15-17 años y aumentar, hasta 2020, la tasa neta de matriculación en la escuela secundaria en este grupo de edad para el 85%.

Meta: 08

Elevar el promedio de educación de la población de 18 a 24 años con el fin de lograr un mínimo de 12 años de estudio de las poblaciones rurales, de la región con el menor nivel educativo en el país y de los 25% más pobres, así como igualar el nivel promedio de educación entre los negros y no negros, con el fin de reducir la desigualdad educativa.

44

Relación de los Centros Educativos de Enseñanza Secundaria con su entorno en Brasil

Meta: 10

Proporcionar al menos el 25% de las matrículas de la Educación para Jóvenes y Adultos de manera in-tegrada a la formación profesional en los últimos años de la escuela primaria y de la escuela secundaria.

Meta: 11

Duplicar las matrículas de la educación técnica de nivel secundario, garantizando la calidad del sumi-nistro.

(BRASIL. Ministerio de Educación. Proyecto de Ley del Plan Nacional de Educación - PNE 2011/2020).

El documento está estructurado en metas y estrategias que deben ser desarrolladas para lograr los objetivos propuestos. En este trabajo, no será posible ofrecer un claro desglose de todas las intenciones indicadas ante-riormente. Sin embargo, se entiende que la meta 08, que se relaciona con el aumento de la tasa del “prome-dio de educación de la población de 18 a 24 años con el fin de lograr un mínimo de 12 años de estu“prome-dio de las poblaciones rurales, de la región con el menor nivel educativo en el país y de los 25% más pobres, así como igualar el nivel promedio de educación entre los negros y no negros, con el fin de reducir la desigualdad edu-cativa”, también constituye uno de los grandes retos del sistema educativo brasileño.

Según el documento, se observa que, en un análisis de los datos actuales de escolarización, es plausible supo-ner la necesidad de compromiso con la búsqueda de mejorar la cantidad y la calidad de la educación ofrecida hasta el momento, y esas acciones deben ocurrir con mayor énfasis para los grupos donde se observa una gran desventaja en comparación con el promedio nacional. En este sentido, cuando se miden los resultados de la educación a nivel nacional y de los diferentes grupos, las personas de clases sociales populares (más pobres), la población rural, los negros (los que se declararon como negros y pardos), los pueblos indígenas y las personas que viven en la región noreste, como se observa en la siguiente tabla, ilustran el alejamiento resultante entre las acciones efectivas para estos jóvenes y el discurso presentado en los documentos oficiales.

Tabla 1 - Promedio de escolaridad de los subgrupos de la población brasileña y promedio nacional (18-24 años) De lo anterior, se puede inferir que en el grupo de edad de 18-24 años, el promedio de escolaridad a nivel na-cional en 2008 fue de 9,3 años de estudio. La realidad representada en la Tabla 2 se diferencia de los subcon-juntos que se muestran en la Tabla 1, llegando a alcanzar 7,4 en la zona rural, o 7,3 entre el 25% de los jóvenes de clases populares en este rango de edad.

45

Tabla 2 - Índice de Asistencia - 2008

Tabla 3 - Promedio de Escolaridad por nivel de ingreso (18 a 24 años - 2008)

Las desigualdades en los niveles de escolaridad de los diferentes grupos están directamente relacionadas con los aspectos económicos, étnicos y geográficos. Otro aspecto crucial es la extensión territorial de Brasil, que es un elemento fundamental de la necesidad de políticas educativas efectivas que presenten posibles estrate-gias desde una perspectiva inclusiva.

En este sentido, la meta de número 08 del PNE 2011-2020 apunta a la necesidad de una proyección de edu-cación mínima de 12 años de estudios, como el promedio mínimo a ser obtenido en los grupos que presentan el mayor índice de desigualdad. La figura abajo muestra el camino que debe ser seguido para aproximarse al mínimo de escolarización que se pretende alcanzar hasta el año 2020.

46

Relación de los Centros Educativos de Enseñanza Secundaria con su entorno en Brasil

Figura 1: Proyección para alcanzar la meta de un mínimo de 12 años de escolarización entre los 18 a los 24 años

Teniendo en cuenta la proyección estimada, la región con el menor nivel de escolaridad, el noreste, podría alcanzar los 12 años de escolarización del grupo de los 18 a los 24 años, con un crecimiento gradual del 3,3%

cada año. En el mismo grupo de edad, los jóvenes del campo deberán aumentar la escolarización en velocidad ligeramente superior al 5,3 por año. Con respecto a los negros, el porcentaje de aumento en la escolaridad podría alcanzar el 3% para este grupo de edad por años de estudios completados. En los grupos de menores ingresos, el grado de elevación de la escolaridad va a ocurrir en el 4,5%.

Para hacer posible un acercamiento a la meta número 8, se entiende que es necesario realizar un análisis de las brechas que separan a los jóvenes de las instituciones educativas. En este sentido, es necesario reconocer los cambios estructurales de una sociedad dinámica y en constante movimiento. Comprender cómo se con-stituye la juventud actual, pues hasta hace poco los jóvenes eran predominantemente influenciados por la familia y por instituciones como la escuela y la iglesia, y la mayoría de los valores que se presentaban a los jóvenes estaba relacionada con el apego moral y homogéneo. La diversidad era poco o nada discutida en la mayoría de las veces. En la actualidad, existen diferentes elementos y creencias que influyen en estos jóvenes, con diferentes formas de ser, hacer y vivir. En esta nueva configuración, los valores, las creencias y las verdades son heterogéneos.

Los jóvenes de hoy día pertenecen a diferentes tipos de juventud, llevando a las escuelas contradicciones que se manifiestan de distintas maneras. La sociedad ha evolucionado en el proceso de inclusión, especialmente en el discurso del sistema educativo. Sin embargo, la composición social sigue siendo desigual, con escaso ac-ceso a la salud, a la cultura, al ocio, al transporte y al trabajo. Estas desigualdades se manifiestan en conflictos dentro de la institución escolar.

Es esencial comprender cómo las instituciones educativas, especialmente en la escuela secundaria, se rela-cionan con los elementos externos de una sociedad en movimiento. En este sentido, es urgente cuestionar la estructura de su organización, con el fin de identificar las singularidades de los jóvenes insertados en ella. Por lo tanto, se hace necesario analizar los principios y las prácticas inclusivas que tengan en cuenta la diversidad étnica, social, cultural y social, así como todos los temas que se encuentran en situaciones de exclusión. La institución escolar tiene el desafío central de reinventar y redefinir su propia estructura, contribuyendo a la formación de los jóvenes, de manera cooperativa, inventiva, participativa y conectada con un contexto socio-cultural en constante cambio.

47