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Educación de convenio

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LA GESTIÓN EDUCATIVA EN SITUACIÓN DE CONFINAMIENTO EN BOLIVIA

1.3. Actuaciones específicas en los centros educativos

1.3.2. Educación de convenio

La educación de convenio implica:

• Acuerdos internacionales con colegios privados que se rigen por los calendarios y contenidos de los países de origen. Las medidas no les afectaron, pues ya mantenían una educación con el uso de plataformas, por lo que no fue compleja su migración. Por otro lado, se caracterizan por ser colegios dirigidos a una población de altos recursos económicos y con acceso sin dificultad a internet y a dispositivos electrónicos, además de contar con padres profesionales y con acceso a educación, lo que facilitó el acompañamiento a los niños, niñas y adolescentes.

• Iglesia Católica. Estas unidades constituyen la segunda mayoría después de la educación fiscal en todo el país. Cuenta con 1.614 centros educativos católicos. En ellos se educan 555.915 estudiantes con la participación de 26.446 maestros y maestras. Ello supone el 12%

del total del sistema educativo, lo que la convierte en la organización más representativa de este sector. Se cuenta con organizaciones como Fe y Alegría, Escuelas Populares Don Bosco (EPDB), Escuelas de Cristo (EECC) y algunas escuelas parroquiales (Conferencia Episcopal Boliviana. Área de Educación, 2020).

• Otras iglesias que tienen algunas escuelas, como la iglesia adventista y la iglesia judía. Sin embargo, se rigen totalmente con la normativa del Ministerio de Educación.

• Otros convenios con instituciones u organismos nacionales como universidades. Sin embargo, estos colegios entran dentro de lo que es educación pública, por lo que no se tomarán en cuenta para el análisis.

En general, las unidades pertenecientes a la Iglesia Católica trabajaron sosteniendo la educación a partir de ciertas plataformas virtuales u otras herramientas. Específicamente se logró mantener el proceso de enseñanza aprendizaje de manera ininterrumpida con un 30% de sus unidades hasta la clausura de la gestión en agosto; para noviembre sólo habían logrado continuar 8%, en función de varios contextos y circunstancias diversas, pero tratando de alcanzar las metas de aprendizaje definidas en la planificación curricular (Zeballos, 2020).

Se tomaron acciones específicas en tres campos: relevamiento de información, ámbito académico y en el ámbito jurídico.

1.3.2.1. Relevamiento de información

En el primer caso, se llevó a cabo un diagnóstico específico sobre acceso digital, infraestructura tecnológica y requerimientos específicos, especialmente en el sector rural. Este diagnóstico se llevó a cabo entre marzo y junio y permitió identificar las potencialidades y debilidades de los tres grandes organismos que conforman la red de educación católica: Fe y Alegría, Escuelas Populares Don Bosco y Escuelas de Cristo. De las tres, la que mayores debilidades presentó fue justamente Escuelas de Cristo, dado que la mayor parte de sus unidades se encuentra en el área rural en la región occidental del País, tanto a nivel de sus profesores, como de la población meta a la que deben ofrecer sus servicios.

Los resultados muestran que sólo el 16% de las unidades educativas rurales lejanas y sólo el 22% de las rurales cercanas están haciendo algún tipo de intervención pedagógica. Este porcentaje va en aumento conforme las unidades se acercan al contexto urbano. Es así como el 66% de las unidades urbanas periféricas y el 95% las urbanas centrales están realizando algún tipo de trabajo pedagógico con los estudiantes. Esta situación se justifica en relación con el acceso a internet y la posibilidad de contar con un dispositivo móvil o una computadora para realizar en alguna medida algún tipo de intervención pedagógica. Sin embargo, la gran preocupación es el avance de contenidos en los distintos niveles. El desarrollo de habilidades queda relegado a un 25% en el mejor de los casos. El avance de contenidos se está realizando a través de clases virtuales, con apoyo de Zoom o WhatsApp. Algunos no realizan clases virtuales, pero envían tarea priorizando el avance de contenidos, lo que va ligado a una educación individualista, memorística, que privilegia el

“aprendizaje” de datos, a la tan criticada educación bancaria. Tampoco considera los perjuicios de estar en frente de una pantalla durante varias horas al día, por la mañana en el desarrollo de contenidos y por la tarde, haciendo las tareas; y la ausencia de algunos elementos importantes del proceso de comunicación en la situación de aislamiento (Escuelas Populares Don Bosco, 2020).

Por otra parte, esta educación con énfasis en el desarrollo de contenidos desaprovecha las posibilidades que ofrece la tecnología, en pro de formar al ciudadano del siglo XXI. Las TIC promueven el trabajo colaborativo y en equipo entre personas que se pueden encontrar muy lejos unas de otras, promueven el espíritu investigativo, pero hace falta saber buscar, leer comprensivamente y ser crítico, sintetizar la información en textos que se comprendan y compartir lo investigado.

En cuanto a las herramientas utilizadas, el WhatsaApp es la aplicación generalizada en educación inicial (envío de videos, fotografías, textos y audios que explican los temas y controlan el envío y recepción de tareas). En primaria aparece el uso del Google Classroom y, también se empieza a utilizar el Zoom, combinado a la primera herramienta. En secundaria, el WhatsApp como única

herramienta pierde espacio, hasta casi desaparecer, y aumenta el uso del Google Classroom y el Zoom. Asimismo, las y los maestros, en todos los niveles sostienen que elaboraron recursos didácticos virtuales. Entre éstos se encuentran los videotutoriales o las video clases haciendo uso de distintas herramientas, desde el Camtasia hasta las filmaciones con la cámara del celular, también presentaciones de Powerpoint, audios, evaluaciones virtuales con el uso, principalmente, de Formularios de Google y Kahoot, algunos también han elaborado mapas conceptuales, crucigramas, sopas de palabras, guías didácticas, fichas, esquemas, etc. que envían a sus estudiantes por WhatsApp o alguna plataforma educativa, con la finalidad de apoyar la comprensión de los contenidos que vienen desarrollando.

Como conclusión, sólo el 56% de los estudiantes tuvieron algún tipo de intervención pedagógica durante la emergencia sanitaria y el resto no tuvo ninguna por no contar con una conexión de internet o el dispositivo idóneo, gran parte de los profesores señaló que tiene un conocimiento básico del mundo digital, y que el medio más utilizado fue el WhatsApp. Asimismo, la preocupación general es que los que llevaron adelante el proceso de enseñanza-aprendizaje, pusieron énfasis únicamente en el desarrollo de contenidos conceptuales y/o factuales. Esto está ligado a una concepción, predominantemente conductista del aprendizaje, tanto en profesores como padres de familia y sociedad, en general. La gran mayoría piensa que avanzar los temas planificados en cada una de las áreas es de vital importancia en la educación de los niños y jóvenes; y que, a la enseñanza de un contenido, le sigue, automáticamente, el aprendizaje de aquel (Escuelas Populares Don Bosco, 2020).

Si los resultados de este tipo de educación eran preocupantes, antes de la pandemia, lo es mucho más ahora, ya que es menor la probabilidad de que los niños y estudiantes estén aprendiendo algo.

Esto debido a dos factores: en primer lugar, a la retroalimentación; es decir, los maestros no tienen la posibilidad de validar, su explicación, como lo pueden hacer cuando se encuentran frente a sus estudiantes en el aula, más aún cuando las clases virtuales se realizan en la modalidad fuera de línea, - que es la más utilizada en las unidades educativas - donde el docente y los estudiantes no concurren en forma simultánea para desarrollar las actividades educativas. Por otra parte, si los estudiantes estaban cansados y aburridos con las copias, resúmenes, dibujos, oraciones, preguntas y respuestas, antes de la pandemia, donde lo que más valoraban eran los procesos de socialización con sus compañeros, mucho más ahora, cuando están lejos de ellos y carecen las clases carecen de motivación y emoción, se hacen las actividades y tareas solo por cumplir, por tener una nota, pero no por aprender.

1.3.2.2. En cuanto a lo académico

Se desarrollaron procesos formativos tanto de manera institucional como a través de esfuerzos personales. Inicialmente se había comenzado la gestión con un Diplomado en Gerencia de Instituciones Educativa dirigido únicamente a unidades educativas pertenecientes a la Iglesia Católica y bajo la administración de la Conferencia Episcopal de Bolivia. Este diplomado se desarrolló de enero a septiembre de manera virtual, por lo que sirvió de base para muchos de los procesos que se adoptaron durante la pandemia para impartir las clases virtuales (Conferencia Episcopal Boliviana:

Área de Educación, enero 2020).

También se llegó a la formación de más de 3.000 maestros y maestras bajo convenios internacionales, especialmente para el manejo de todas las herramientas de Google Educativo.

Lastimosamente todos estos procesos se suspendieron con la clausura del año escolar.

Paralelamente cada congregación gestionó procesos de capacitación particular con universidades del país y otras opciones extranjeras. Por ejemplo, 1101 maestros y maestras se formaron en los cursos de Gestión del Aprendizaje a través de Tecnologías de la Información y la Comunicación ofrecido por la UCB bajo el auspicio de USAID (2020, p.7).

Asimismo y en este ámbito, se trabajó con la dosificación curricular a través de un equipo de trabajo conformado por los responsables pedagógicos de cada institución (Fe y Alegría, EPDB y EECC). Se presentaron diversas propuestas con cartillas que ya tenían lista una plataforma que, en base a los 20.000 temas identificados en el Currículum Base del Ministerio de Educación para los diferentes grados y áreas de conocimiento, plantearon temas que debían ser priorizados en base a criterios técnicos, especialmente en cuanto a saber leer comprensivamente, expresarse correctamente de modo escrito, resolver distintos problemas matemáticos utilizando los conocimientos previos e integrándolos a nueva información de manera significativa, saber tomar decisiones y planificar utilizando distintas técnicas, saber buscar información en el internet de manera crítica, ser creativos, etc. Se logró integrar una plataforma a partir de la editorial Bienaventuranzas con todos estos contenidos y las orientaciones didácticas correspondientes tomando en cuenta las diversas realidades y contextos de las familias bolivianas. Lastimosamente, todos estos aspectos fueron desestimados con el cambio de gobierno (Escuelas Populares Don Bosco, 2020).

1.3.2.3. Ámbito jurídico

Este trabajó se dirigió a la firma de un convenio de acuerdo interinstitucional Estado – Iglesia, aun tratándose de un gobierno transitorio, se logró garantizar un trabajo conjunto y el respecto a la institucionalidad por el siguiente quinquenio. Este acuerdo permitirá a todas las obras educativas de la Iglesia aportar desde su identidad y trabajo pedagógico a la educación en Bolivia (Zeballos, 2020).

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