Notablees el movimiento científicoagrícola que se observa en los actuales tiempos yde quedan noticia frecuente las publica¬
ciones periódicas consagradas alprogreso agronómico. Todas las
naciones cultas caminan áporfíapor la senda trazadaporla cien¬
cia, crean escuelas,granjas modelo, cátedras fijas y ambulantesy laboratorios quedifundan los principios de la ciencia de los cam¬
pos, publican obras y periódicos que ponen al alcancede las in¬
teligencias menoscultivadas las prácticas racionales del .cultivo, impulsando grandemente á susrespectivos paísespara quesalgan
del estado de atraso mayor ó menor en que seencuentren. Espa¬
ñano hapermanecido indiferente ante este movimiento, y los encargados del mejoramiento agrícola procuran, por cuantos me¬
dios les sugiere su buen deseo, ponerla al nivel de las demásna¬
ciones europeas, para lo quela enseñanza agrícola es atendida principalmente, así como la organización de granjas-modelo, es¬
taciones vitícolas, filoxéricasy agronómicas.
Las estaciones agronómicas son centros de experimentación
dedicados al estudio de los problemas que se relacionan con la producción vegetal y animal. Deben contar: con laboratorio quí¬
mico y gabinete micrográfico, puesto que sin tal concm-so,
el
mé¬todo experimental, aplicado ai conocimiento de los fenómenos biológicos, no sería fácil de llenar, con arreglo álas exigencias
de
la moderna agronomía; campo de ensayos,dedicado á
observacio¬
nes esencialmente científicas, en que se cultiven, no sólo las plantas comunes en lalocalidad, sino también las que
pudieran
sustituirlas con ventaja; yunobservatoriometeorológico,
provisto
de los modernos aparatos registradores, sin cuyos
datos
nohay
posibilidad de libraral agricultor del empirismo que en
la
actua¬lidadinforma toda clase de prácticas.
Según Mr. Grandeau, las estaciones agronómicas, independien¬
temente de los estudios científicos, cuyos resultados son la base de las prácticas racionales del cultivo, deben proporcionar á los agricultoreslos servicios siguientes: 1."Asegurar por el ensayoy elanálisis los abonos comerciales contra el fraude. 2."Ponerante los ojos de todos las experiencias comparativas derendimiento de
un suelo diversamente abonado. 3.° Demostrarigualmente en el
campo experimental el rendimiento, en relación con la cantidad de semilla empleada; y el estudio comparativo entre las diversas
clases de semillas.4.° Ensayarlos instrumentos nuevosó antiguos
que aún no se hayan vulgarizado en la comarca, indicando las ventajas de las máquinasy lamanerade funcionar. Y 5."Organi¬
zar sindicatos entrelos agricultores de la región para la compra de abonos, semillas é instrumentos, y fundar sociedadesde labra¬
dores destinadas ála defensade sus intereses comunes,á la venta de productos yá la ilustración colectiva.
Además, las estaciones agronómicas deben estar á disposición
de los agricultores para efectuar ensayos yanálisis de productos ' agrícolas, aguas, abonos, tierras, alimentos para los animales, indicando, según lanaturalezay la cantidad disponible de fon'a-je, las raciones apropiadas á los diversos animales de la casa de labor.
Tales establecimientos, de tan reconocida importancia, se en¬
cuentran funcionando con aplauso general en todos los países
adelantados. En algunos tienen carácter oficial, cual ocurre en la mayoríade los de Alemania, Francia, Italia, Suiza, Austriay
Suecia, ó están costeadospor completoen otros con fondos parti¬
culares, como en Inglaterra, que poseeel magnífico laboratorio agi-ícola de Lawesy Gilbert, en el que se han llevado á cabolos
másnotablestrabajos modernos sobre fisiología animal yvegetal.
La prioridad de creación de las estaciones agronómicas sela disputan alemanesyfranceses. Estosla atribuyenáBoussingault,
el cual hace algún tiempo organizó en sunotable finca de
Bechel-broun (Alsacia)un laboratorio y campodeensayos, consagrados á investigacionesde los fenómenos biológicos. Los alemanes citan
en apoyode su aserto el establecimiento en 1852 de la estación Muokern, que sedirigía á la experimentación de las cuestiones agrícolas. Pero pertenezca la idea á unos ó á otros,,lo cierto es
LAS ESTACIONES AGRONÓMICAS 543 que Alemania cuenta hoy con 38 estaciones agronómicas más ó
menos completas; Francia ha organizado 22, desde que en 1868
creólaprimera en Nancy, bajo la dirección de Mr. Louis Gran-deau; Bélgicaposee 5, siendo la másimportantela de Gembloux,
creadabajo los auspicios de Mr. Petermann; Italia tiene unas 20,
Siguen lamisma tendencia los Estados Unidos, Suiza, Austria, Rusia, Sueciayel Brasil, que cuentancon algunas. En unapala¬
bra, todas las nacionescomprenden el papel importante quelle¬
nan estos centrosdepropaganda agrícola para reformar los pro¬
cedimientosde cultivo y de las industrias rurales, pues donde
falta elcapital y una sólidainstrucción, sólo sii-ven las enseñan¬
zas palmarias, además de que estos establecimientos cooperan al
adelantode la cienciaagronómica, allegando valiosos materiales
paraelprogreso de la biología vegetalyanimal.
Pero del mismo modo quela división del trabajo caracteriza á
laindustriamoderna, que especializando sus funciones produce objetos másperfeccionados, la tendenciaque seobserva en laac¬
tualidad enel mundo agrícola, es á especializar laesfera de acción
de las estacionesagronómicas, limitándolas álaresolución depro¬
blemas determinados, en consonancia con el elemento piúncipal
de lalocalidad en queestén establecidas. Así es como Italia cuen¬
taconestaciones sericícolas, apícolas y vitícolas, que se dedican
tan sólo á estos ramos de los conocimientos agrícolas; Francia,
Alemania y Bélgicano carecen de establecimientosanálogos, des¬
tinados á laexperimentación de la cantidad alimenticia racional de los animales, los cualeshan cambiado la antigua opinión sobre
este punto, contribuyendo poderosamente á abaratar laproduc¬
ción de carnes, leches y demás sustancias zoógenas utilizables
porel hombre.
En España,en dondetan difícilmente se arraiganlas mejoras
que á la agricultura se refieren, apesarde los buenos deseos de
üustrespatricios, existentan sólo dos estaciones agronómicas;una que fué creadaen 1876 en el InstitutoAgrícola de Alfonso XII, y que se está reorganizando, yla creada bajo la iniciativa de la So¬
ciedad ValencianadeAgricultura. Escasos trabajos han realizado
unay otra, debido notanto al nivel científicoenque se encuentra
nuestra población rural, comoála organización quehan tenido y lafaltade constancia en su conservación y fomento; siendo esto
tantomásde sentir cuanto quenos falta mucho que estudiar para
poder con base sólida plantear sistemas
racionales de cultivo.
Desconocemos porcompleto, pues nohay datos á que se pue¬
da prestar alguna fe, respecto á la cantidad
de gluten
que po¬seen las diferentes variedades de nuestios trigos, la riqueza exac¬
taalcohólica ó azucarada de los vinos que se producen en las re¬
giones vitícolas más importantes, así como