una lista de losvidueños deJerez de los Caballeros; en la 26
del
tomo IXtrascribe lasdescripcionesde la Leña; citaen la 57
algu¬
nas variedades de SanlúcardeBarrameda, y enla 392 del tomo X,
secaracterizan ligeramenteocho castas, cultivadas en
Medina del
Campo. Por último, enel tomo
XVIII dio á luz D. Esteban
Boute-loulas descripciones de quince vidueños de Ocaña y
Andalucía
tan completasyacabadas, que elgranR.Clemente dice
«quesi
sehu¬
biesenpublicado tres años antes,seríanmenos
imperfectas las
suyas,porquehubiera atendido áalgunos caracteres que
descubrió
Boute-lou, queá suj'uicio, fuéel primeroque
examinó las variedades de la
vid con todos los conocimientos botánicos y agronómicos nece¬
sarios.»
Poco antes de hacerse esta última publicación, dió á la estampa
nuestro inmortalRojas Clemente su «Ensayo sobre
las variedades
de laVid común quevegetan en Andalucía, con un
índice etimoló¬
gico y tres listas de plantas en que se
caracterizan varias especies
nuevas.» Su obra, modelo de esta clase detratados, describe
cien¬
to diez y nuevevariedades, que agrupa endos
secciones
ysubdivide
ásu vez entribus, á fin defacilitar la aplicación de sus
conocimien¬
tos,y conseguirqueel menos versadoen
la nomenclatura botánica,
pudieradescribir lasvariedades de sus
viñedos,, ó
convencersede
que se encontrabafrente de una no
descrita, si los caracteres varia¬
bande los presentados porla vid que
examinara.
La obra de Clementeno estan importante por el número
de
va¬riedades quedescribió, como por
el método
queinventó
paradarle
carácter didáctico, yseñalar el rumbo que debe
seguirse
parallegar
áconocerlos vidueños que vegetanen España. Las
variedades
queélllamó aisladas, por no parecerse á ninguna
de las tribus
quefor¬
mó, ni presentar uncuadro de caracteres capaces
de constituir otro
grupo, son base para ulteriores
estudios,
que aunno seemprendie¬
ron, pues que, despuésdel gran
esfuerzo realizado
portan insigne
botánicoy agrónomo, parece que la
tensión ampelográfica descansa
yaglomera fuerzas para continuar tan
útil empeño.
Por esto, losautores que de este ramo
de la ciencia agronómica
han escrito posteriormente, hánse
referido á las variedades descritas
por Clemente, sin que se haya
adelantado
un paso entan difícil
camino.
El interés quedespertó la
Exposición vinícola celebrada en
Ma-drid en 1877, con ocasión de la cual se analizaron cerca de tres mil
tiposde vinos, y se hizo unatiradalujosa é ilustrada de laobra de Clemente, restableciendola parte iconográfica que se habíaperdi¬
do, parecía inaugurar una época de regeneración en este ramo del saber; pero bien pronto se vieron por los baratillos de libros ejemplares de la reimpresa obra, que debía ocuparel primer lugar
en labibliotecade toda persona ilustrada y amante de su país, y
volvió al seno del olvido su autor, que debieraser objeto de la ad¬
miración pública en monumentos yaniversarios.
Ejemplos hay que imitar, ya comprobados en los excelentes re¬
sultados que la práctica demostró paraorganizar los trabajos
ampe-lográficos, sin los cuales,comohemos dicho al principio, repitiendo conceptos del gran Rojas Clemente, no hay que esperargrandes
adelantamientos enla industria vinícola. El rápido desarrollo dela
ciencia y el arteindustrialvitícola enItalia, acredita suadministra¬
ciónagraria y su organización ampelográfica.
Con estas indicaciones, bastapara que, repúblicos tan celosos de
laprosperidad de la agricultura, como lo son los Sres. Ministró de Fomento y Director general de Agricultura, pongan en acción los
elementos de que disponen paracompletar la gran obra de nuestro insigne ampelógrafo.
Z. Espejo.
CRIA DE CORDEROS POR
VIVERON
Todos saben la gran importancia que tiene la lactancia en el desarrollo ybuen estado de salud de losanimales. La leche, en los primeros tiempos de la vida, notiene sustitución ni reemplazo. En
ellaexisten dos condiciones de primer ofden, á saber: ser alimento
de fácil digestión, y contener los elementos constitutivos de los huesos.He aquíla razón de que cuantomás abundanteyregularsea laalimentación láctea, tanto más prontosefortificará el e.squeletoy
adquirirávigor el animal.
En Aragón hay ganaderos que crían corderos con dos madres;
lospástores trashumantes doblan la cría cuando las madres, por falta de pastos, no tienen bastante leche para satisfacer el hambre
de loscorderos; en Inglaterra es frecuente poner á los potros,
ade-Fig. 46.—Viverónpara los corderos.
más de lamadre, una yegua nodriza, á finde quedesde muy tem¬
prano serobustezcan. Por el contrario, cuando un animal desde el
nacer carecedel alimento necesario, se cría endeble, se llena de malos'humores, y es difícil que cuando adultos, por mucho quese les cuide, ganen lo perdido.
Fundados enestas observaciones, y teniendo en cuenta que en muchos casos, parala especie humana, el viverón es un recursode
buenresultado, muchos ganaderos aplicanen la actualidad el mis¬
mo sistemacon éxito lisonjero.
Como se ve en lafigura 46, el aparato consisteen un gran arte¬
sónforrado dehoja de lata, á la cual se adaptan cinco tubos defor¬
madecuellode cisne, terminados por unpezón de cautchuc,imitado
al dela oveja.
Alprincipio es preciso llevar á mano á los corderos para que cojan elviverón; después ellos se dirigen espontáneamente á
lac-tarse, y verifican la operación con tanto gusto comosise dirigiesen
á la misma madre.
Parece que se halla establecido el aparato enla Escuela de Agri¬
cultura de Grignón. Los corderos son amamantados cuatro veces aldía, y se críantan sanos y robustos como los que selactan con lapropia madre.
En Grignón se usa elviverón para los corderos que la han perdi¬
do, para unode los mellizos cuandohaypartos doblesy paraaque¬
llos que necesitan más alimento que el que le suministran las ma¬
dres.
Angel Sotomayor.