para el riego.
Cuando el agua ylatierra constituyen una
propiedad única é
indivisible, sin quepuedan enajenarse ni la rma
ni la
otra sepa¬radamente, como sucedeen lasvegas deGranada, de
Murcia
yenlahuerta valenciana, el agua parael riego se reparte
proporcio-nalmente al caudal disponible, y entonces
la comunidad de los
regantes sufre las alternativas
de abundancia ó
escasez enpropor-eión álos intereses comprometidosenla
sociedad establecida
paralos riegos. La distribución se
hace
en e.ste casode
unamanera
DISTRIBUCIÓN DEL AGUA PARA EL RIEGO 547 muj"-sencilla; las acequias "principales de derivación tomanuna
parte alícuotadel caudal de los ríos ó de loscanales, la cual se
distribuye á su vez por acequias secundarias y brazales, en can¬
tidadesproporcionadas á la zona quecadauna ha deregar.
Este sistemapresenta el carácter distintivo de exigiruna inter¬
vención continua del personal administrativoque es el encargado
de decidirlas contiendas quepuedan suscitarse acerca de las ne¬
cesidades de lasdiversas plantaciones yde la preferenciaquepara el riego debe darse á unas en perjuicio de otras menosnecesita¬
das ó privilegiadas. Esto da lugar á instituciones yderechos ya tradicionales en nuestro país que respetany acatan los regantes
de tal modo que los veedm-es delTuria ó el acequieroreal del Júcar
i4onlos que regulan el riego de cadazona en losperíodos de sequía
y escasez, sin quehaya lugar á reclamacionesjudiciales porparte de los asociados.
En el sistema de distribución proporcional se utilizan unas construcciones denominadaspartidores, cuyo objeto es dividirlas aguas de una corriente en partes alícuotasde la totalidad del vo¬
lumen queaquélla suministre, de modo que permanezca constan¬
telarelación entrelos volúmenes variables, como también la de cadauno de éstos con el total. La impoidancia de esta clase de obras varíamucho, según los casos. Si el problema fueratansen¬
cillo como dividir un canal en dospartes iguales, bastaría que
el canalprincipal presenteunasección y pendiente uniformes en
untrayecto de 100 á 150 metros, en cuyo caso la máxima veloci¬
dad estaráen el medio del cauce, para ir decreciendo paulatina¬
mente hasta las orillas. Entonces se establece, comoindicala figu¬
ra47,untabique longitudinal ó tajamar en el medio de laco¬
rriente,yésta quedaría así divididaen dos porciones iguales, que
podrán circular por dos canales de igual inclinación respecto ai primero, teniendo idéntica sección y la misma pendiente. Cada
una de estasderivacionespodrá á su vez dividirse de igualmodo
en dos partes iguales, y así tendremos la corriente dividida
en dos, cuatro, ocho, diez y seis, treinta y dos, etc., y en general
en 2° partes iguales.
Lacuestiónvaría, sin embargo, cuando el número de partesen que haya de dividirse el canal no sea una potenciaexacta de 2;.
entonces, como no seconoce la leyque determina el
decrecimien-548
to develocidad desde elcentro hasta das márgenes, el problema
nopuede resolverse exactamente. Asi, si dividiéramos un canal cualquieraentres derivaciones iguales, la del centro llevaría más
agua que las laterales, y nohabría otroremedio sino procederpor tanteos para compensar conla sección ó la pendiente de las late¬
rales elgasto de la central, producido por el aumento de velo¬
cidad.
Tambiénpuede recurrirse á otroprocedimiento bastante exacto,
cuales construir,aguas arriba del partidor, undepósito donde el
aguapierdasuvelocidad. El problema queda así reducido á esta¬
blecerunvertedero de superficie, divididopor medio de tabiques longitudinales, separados entre sí por distancias queguardenen¬
tresí lamisma relación quela de las partes en que baya de di¬
vidirse el volumen total. Elgasto de cadauno de estos vertederos
Fig, 47,—Partidorsencillo.
seráproporcional al ancho del orificio de salida, ypodrá entodo
caso calcularse por la fórmula:
Q=
mLHV2gH
siendo Q el gasto; ^ un coeficiente de corrección que tiene diver¬
sos valores, término medio, 0,386; Lel ancho del vertedero, ffel
nivel del agua arriba delorificio de saliday medido sobre la
sole¬
ra del vertedero y
\/2
gH, el valor de la veloddad que, segúnel
teorema de Torricelli, corresponderíaála altura ITde caída.
Como ejemplo de este sistema de partidores, puede citarse
el
querepresentan las figuras 48 y 49, que se refieren á una cons¬
trucción existente en unpequeño canal. Para partir el agua entre
larama-4 yla otra derivación B en unarelacióndeterminadapor çlos,vertederos ajb,basta bajar lacompuertade entradadelagua
DISTRIBUCIÓN DEL AGUA PARA EL RIEGO 549 y obligarla á salir por encima de los vertederos. Levantando la compuerta, toda el agua sale por el canal A. Este procedimiento
es, sinembargo, poco usado, porla dificultad de encontrar condi¬
ciones propicias para su establecimiento.
En Italia se usantambién mucho los partidores en los canales
Fig. 48.—Plano deun partidorcondepósitoyvertedero.
delPiamonte yde la Lombardía parala distribución de lasaguas
entrelos canales secundarios; sin embargo, no se utilizan para lasderivaciones de las acequias enhijuelas ó brazales por la difi¬
cultadde establecerlos, atendiendo á la diversa inclinación con
respecto ála directriz del canal principal. En nuestro país se aplicantambién al surtido de las acequias secundarias, como su¬
cede enBarcelona, donde se ve un partidor sencillo en el
arran-Fig. 49—Corte de la figura48,segúnla línea C D.
que de la acequia condal, que tiene por
objeto
separarel ter¬
cio de la dotación de las minas de Moneada para el abasteci¬
miento de lacapital. También contamos con
partidores de impor¬
tancia, como elde Elche, usado ya desde la