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MUNICIPALES

© Mariana Nascimento

Un documento elaborado por Gracias al apoyo de

3.1 ALUMBRADO PÚBLICO

98

3.1.A Antecedentes y soluciones SMART

98

3.1.B Lecciones aprendidas

99

Enfoque en la experiencia de una red de ciudades.

SMART Cloud: soluciones para una gestión SMART de las ciudades.

Federación Colombiana de Municipios. 102

3.2 MEDIFICIOS PÚBLICOS

104

3.2.A Antecedentes

104

3.2.B Herramientas y soluciones SMART

105

Enfoque en una solución SMART: Q.rad: radiadores digitales. Paris, Francia. 107

3.2.C Lecciones aprendidas

109

Enfoque en la experiencia de una ciudad. Programa

de rehabilitación de edificios. Seúl, Corea. 114

3.3 SMART GRIDS

116

3.3.A Antecedentes

116

3.3.B Herramientas y soluciones SMART

117

3.3.C Lecciones aprendidas

122

Enfoque en la experiencia de una ciudad. Piloto SMART grid. Pondicherry, India. 124

Enfoque en el punto de vista de un actor.

Entrevista con Victor Gancel, gerente de programas.

Climate Kic, Low Carbon City Lab. 129

EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LOS ACTIVOS MUNICIPALES

3

La energía1 es un servicio básico y crucial para el bienestar de la población y para el desarrollo económico de un país. Sin embargo, una importante porción de la población mundial sigue sin tener acceso a la electricidad. La Agencia Internacional para la Energía (IEA) estimó que 1,200 millones de personas en el mundo no contaban con acceso a electricidad en 2013, lo que corresponde al 17% de la población mundial. Esto está caracterizado por una fuerte desigualdad entre regiones, más del 95% de la población sin acceso a electricidad se encuentra en el África subsahariana y en países asiáticos, entre zonas rurales y urbanas, donde el 80% de esa población se concentra exclusivamente en zonas rurales. Aunque desde el año 2000 ha habido un progreso en el acceso al suministro eléctrico en zonas urbanas el doble de rápido que, en zonas rurales, sigue habiendo grandes desigualdades en las ciudades de todo el mundo. En muchas de las ciudades africanas más importantes, menos del 60% de las viviendas tienen acceso a electricidad y los que pueden acceder a ella lo hacen con frecuentes interrupciones en el servicio2.

El ritmo acelerado de urbanización y la mala gestión de las actividades económicas, de vivienda, industrias e infraestructuras en áreas urbanas han conducido a múltiples retos, incluyendo un crecimiento exponencial en el consumo de energía. Según la IEA, las ciudades son el mayor consumidor de energía eléctrica y generan dos terceras partes del consumo mundial. Las ciudades son responsables de un 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. En este sentido se proyecta que el consumo mundial de energía se incremente en un 40% para el 2030 en comparación con 2015, y que dos tercios del aumento en la demanda energética vendrán de ciudades en economías emergentes y en desarrollo para el año 2050.

Tomando en cuenta este contexto, los gobiernos locales tienen que enfrentar el satisfacer la necesidad de proveer acceso universal a los servicios energéticos para una población creciente y la urgencia de reducir el consumo de energía para propósitos medioambientales. Esta no es una tarea fácil para los gobiernos locales, los cuales a menudo carecen de capacidades técnicas y financieras para adoptar las medidas e inversiones necesarias. Desde un punto de vista financiero, la gestión energética forma una parte importante del gasto municipal:

la factura energética frecuentemente se encuentra en segundo plano después del pago de los salarios y puede representar hasta un 40% del presupuesto de las ciudades, incluyendo el alumbrado público, edificios públicos, suministro de agua y gestión de residuos. La gestión energética es un reto particularmente en ciudades de países en vías de desarrollo donde existe la necesidad de planificar la sostenibilidad de las inversiones y mantener el costo de los servicios futuros. Teniendo en cuenta que el precio de la energía tiende a subir y a ser volátil, es aún más difícil para las ciudades planificar los costes necesarios para el suministro de viviendas, industrias y mantenimiento de las infraestructuras municipales.

En consecuencia, ciudades de todo el mundo están buscando soluciones innovadoras que les permitan reducir el consumo energético, la factura del costo de la energía y al mismo tiempo mejorar la calidad del servicio y garantizar el acceso a la creciente población; así como proteger el medio ambiente. Las tecnologías SMART representan una gran oportunidad para las ciudades para mejorar su gestión energética, haciéndola más eficiente y logrando así reducir gastos. Aunque la gestión energética no siempre está bajo responsabilidad de los gobiernos locales, es posible trabajar en cooperación con distintos niveles de gobierno y servicios públicos de energía en las diferentes etapas de la cadena

1 Los datos mencionados en este capítulo provienen de: https://www.iea.org/

2 Fuente: UN Habitat World Cities Report 2016

El 17% de la población mundial

no tiene acceso a electricidad.

Un 95% está localizado en países de África sub-sahariana y de Asia, y

un 80%

en áreas rurales.

EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LOS ACTIVOS MUNICIPALES

3

de valor energética: producción, distribución y consumo.

A nivel de la producción energética, los gobiernos locales pueden fortalecer la generación de energías renovables con nuevas tecnologías incluyendo paneles solares, turbinas de viento, plantas de energía a partir de residuos, etc. La COP21 realizada en París en diciembre de 2015 estableció el ambicioso objetivo de producir a través de energías renovables dos tercios de la electricidad generada para el año 2050. De acuerdo a la IEA, las energías renovables proporcionan alrededor del 23% del consumo mundial de energía actualmente.

A nivel de suministro y distribución, los gobiernos locales pueden aprovechar el uso de las tecnologías SMART, como los medidores inteligentes y redes de sensores, para construir redes inteligentes. Estas tecnologías se basan en herramientas TIC que permiten una gestión más eficiente gracias al análisis de datos.

A nivel de consumo de energía, los gobiernos locales pueden tender a reducir el consumo con ayuda de las tecnologías SMART en activos municipales (alumbrado público, edificios municipales, transporte, servicios de basura, agua, etc.). Lo mismo pueden hacer los hogares y la industria gracias a la sensibilización para cambiar los patrones de consumo de energía (con aplicaciones que puedan proporcionar información y con programas de demanda-respuesta).

En esta sección nos centraremos principalmente en los niveles de consumo y distribución, donde los gobiernos locales tienen la capacidad de utilizar cada vez más las tecnologías SMART para reducir sus gastos - y al mismo tiempo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar el acceso y la calidad de los servicios públicos. Particularmente nos centraremos en tres temas: alumbrado público, edificios municipales y redes inteligentes.

Las ciudades son responsables

del 75% del