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Capítulo 4. Financiamiento por desempeño en la educación superior

4.1. Tipos de financiamiento por desempeño

Los modelos de financiamiento por desempeño varían enormemente entre los sistemas de educación superior existentes alrededor del mundo (de Boer et al., 2015; Kivistö y Kohtamäki, 2016). Estas diferencias radican en el tipo de actividades que son financiadas, la proporción de los recursos recibidos por vía del desempeño, los indicadores utilizados y la importancia que se le da a los mismos (de Boer et al., 2015). Estas variaciones están estrechamente vinculadas a las consideraciones de cada Estado.

En Nueva Zelanda, desde mediados de los noventa, se implementó la Nueva Gestión Pública consistente en el uso de incentivos para mejorar el desempeño tanto individual, como institucional. Por medio de contratos se especifica el desempeño requerido, respecto a las obligaciones de Principal y Agente (por ejemplo, entre ministerios y departamentos), con la especificación de rendimiento ex ante además de contar con un seguimiento más exigente y con sistemas de reportes (Peters, 2013).

Los contratos por desempeño se llevan a cabo entre el gobierno y una institución de educación superior, especifican los objetivos a lograr en un determinado período, por cuyo cumplimiento reciben financiamiento (de Boer y Jongbloed, 2015; Jonbloed et al., 2018). Estos contratos permiten a las instituciones de educación superior seleccionar y negociar sus objetivos, de acuerdo con su propio contexto, fortalezas y partes interesadas (Jongbloed et al., 2018).

En la actualidad es posible encontrar este tipo contratos por desempeño bajo diferentes etiquetas y encabezados. Además de los acuerdos o contratos de desempeño, existen acuerdos (Australia e Irlanda), acuerdos de resultados (Escocia) o planes de desarrollo (Hong Kong, Dinamarca) (de Boer y Jongbloed, 2015).

Burke (2002) identifica una variedad de formas de financiamiento. El autor explica que hay dos diferentes formas de vincular el presupuesto de las universidades con el desempeño; sin embargo, establece que no existe una definición clara que diferencie los programas por su efecto directo o indirecto sobre la financiación. A menudo utilizan el presupuesto por rendimiento o el financiamiento de desempeño como sinónimos que cubren tanto el impacto directo como el indirecto.

Continuando con la diferenciación establecida por Burke (2002), se pueden identificar dos aproximaciones de financiamiento:

• Financiamiento por desempeño, que vincula recursos específicos con los resultados institucionales en cada uno de los indicadores establecidos. El vínculo se establece automáticamente y por medio de fórmulas. Si un campus logra un objetivo establecido en un indicador determinado recibe una cantidad de dinero por desempeño para esa medida. La financiación del rendimiento ocurre en la fase de distribución del proceso presupuestario. La vinculación entre resultados y recursos es clara, pero inflexible.

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• Presupuesto por desempeño, permite a las autoridades, legisladores y coordinadores considerar el desempeño del campus respecto a indicadores, como un factor para determinar la asignación total para una universidad. El vínculo en este caso es discrecional y flexible. Este enfoque se concentra en la preparación y presentación del presupuesto y minimiza, o incluso ignora la distribución de éste.

En esta forma de financiamiento, el vínculo entre los resultados y los recursos es flexible pero poco claro, como se observa en la figura 6.

Figura 6. Tipos de financiamiento por desempeño.

Fuente: Elaboración propia.

El financiamiento basado en desempeño varía según el desempeño de la institución de educación superior, siendo, por lo tanto, un concepto clave. En muchos países, las fórmulas para el financiamiento se utilizan para determinar el presupuesto público que recibirán las instituciones de educación superior. El rendimiento de la institución se incorpora en una fórmula para calcular el presupuesto. En la mayoría de los casos, la fórmula funciona sobre la base de los resultados alcanzados en el pasado reciente (de Boer et al., 2015).

59 En el enfoque ex post, el sistema de financiamiento recompensa a las organizaciones de acuerdo con el desempeño que una institución espera entregar en el futuro cercano. Los acuerdos por desempeño se aplican con menos frecuencia para el financiamiento de las instituciones, no obstante, hay experiencias donde la entrega de recursos se hace sobre la base de financiamiento futuro con fórmulas ex post (de Boer et al., 2015). En esta línea se encuentra la experiencia de Chile donde se llevó a cabo el programa denominado Convenio de Desempeño. Este mecanismo corresponde a un acuerdo basado en desempeño, firmado por un período de tres años, donde acuerdan los objetivos medibles entre instituciones de educación superior y el gobierno (Reich et al., 2011). De acuerdo con esto, las universidades recibieron el financiamiento con el compromiso de cumplir con los resultados acordados mediante convenio entre la institución y el Estado.

En la educación secundaria también se aplica el financiamiento basado en desempeño bajo la modalidad de compensación basada en desempeño que, históricamente, era empleada para compensar el logro docente a fin de atraer a los mejores profesores. Las críticas hacia este mecanismo se deben a la dificultad para evaluar a los profesores, disminución de la moral del maestro, y problemas políticos al interior de las escuelas (Solmon y Podgursky, 2000).

En el ámbito de la investigación, también se aplica este mecanismo, que surge como parte de la Nueva Gestión Pública, y aplica métodos para evaluar los desempeños en esta área.

Este mecanismo pretende decidir la distribución de un conjunto de subvenciones a las universidades, donde la cantidad de los recursos asignados depende de la evaluación de la investigación que se realiza a través de una fórmula (Hicks, 2012). El sistema de financiamiento y su proporción varía en relación con las actividades de investigación evaluadas, los tipos de resultados e indicadores considerados, por ejemplo, algunos casos incluyen los graduados de doctorado, en otros las patentes o citaciones. Existen también diferencias en la proporción y el tipo de financiamiento asociado a este mecanismo (Woelert y McKenzie, 2018).

La financiación por proyectos también se encuentra al interior de una política de investigación, donde los recursos son asignados directamente a un individuo o a un grupo de acuerdo con los criterios y procesos de selección definidos por la agencia de gestión para que realicen las actividades de investigación (Lepori et al., 2007). Estas propuestas de proyectos de investigación son en algunos casos evaluados por pares una vez que son enviados por los investigadores. Desde el año 1990, los sistemas de financiamiento público en la mayoría de los países han pasado desde asignaciones de presupuestos basados en condiciones históricas y de entrada hacia una asignación basada en el desempeño (Jongbloed y Lepori, 2015).

Por consiguiente, existe evidencia de la aplicación del financiamiento por desempeño en la esfera de la educación superior en distintas áreas (de Boer et al., 2014). Sin dudas a nivel macro el mecanismo tiene sentido, sin embargo, a medida que se aproxima a las realidades particulares de cada institución, se observa que su aplicación no puede ser equivalente, debido a la diversidad de instituciones existentes en los sistemas de educación superior en cuanto a matrícula, estudiantes, calidad, volumen y capacidad

60 investigadora; por lo tanto su implementación no puede ser reducida solo a recursos contra resultados, sino que más bien se debería considerar las particularidades que marcan la diferencia y que resultan claves para el desempeño de las universidades.

De acuerdo con establecido por de Boer et al (2015) los convenios de desempeño han llegado para quedarse, no obstante, los gobiernos frecuentemente implementan modificaciones significativas al sistema de una generación a otra.