Riesgos y oportunidades a largo plazo. Sistema integral de riesgos

El grupo Iberdrola se encuentra sometido a diversos riesgos inherentes a los distintos países, sectores y mercados en los que opera, y a las actividades que desarrolla, que podrían impedirle alcanzar sus objetivos y ejecutar su estrategia con éxito.

El Consejo de Administración de la Sociedad, consciente de la importancia de este aspecto, se com-promete a desarrollar todas sus capacidades para que los riesgos relevantes de todas las actividades y negocios del grupo se encuentren adecuadamente identificados, medidos, gestionados y contro-lados, y a establecer, a través de la Política general de control y gestión de riesgos, los mecanismos y principios básicos para una adecuada gestión del binomio riesgo-oportunidad.

Toda actuación dirigida a controlar y mitigar los riesgos atenderá a, entre otros, los siguientes principios básicos de actuación:

a) Segregar, a nivel operativo, las funciones entre las áreas tomadoras de riesgos y las áreas res-ponsables de su análisis, control y supervisión.

b) Actuar en todo momento al amparo de la ley y del Sistema de gobierno corporativo de la Socie-dad y, en particular, de los valores y estándares de conducta reflejados en el Código ético y de los principios y buenas prácticas reflejados en la Política fiscal corporativa, bajo el principio de “tolerancia cero” hacia la comisión de actos ilícitos y situaciones de fraude recogido en la Política de prevención de delitos y contra el fraude.

La Política general de control y gestión de riesgos y sus principios básicos se materializan a través de un Sistema integral de control y gestión de riesgos, apoyado en un Comité de Riesgos del grupo y soportado en una adecuada definición y asignación de funciones y responsabilidades a nivel ope-rativo y en unos procedimientos, metodologías y herramientas de soporte adecuados a las distintas etapas y actividades del sistema, y que incluye entre otros:

a) El establecimiento de una estructura de políticas, directrices y límites e indicadores de riesgo, así como de los correspondientes mecanismos para su aprobación y despliegue.

b) La identificación y análisis de forma continuada de los riesgos y amenazas relevantes (incluyen-do pasivos contingentes y otros riesgos fuera de balance), tanto en cada uno de los negocios o funciones corporativas como atendiendo a su efecto integrado sobre el conjunto del grupo. La medición de los riesgos se hará, en la medida de lo posible, siguiendo procedimientos y están-dares homogéneos y comunes a todo el grupo.

c) El análisis de los riesgos asociados a las nuevas inversiones, como elemento esencial en la toma de decisiones en clave de rentabilidad-riesgo.

d) La auditoría del sistema por la Dirección de Auditoría Interna.

Los factores de riesgo a los que está sometido el grupo son, con carácter general, los agrupados

– Regulatorios y políticos

– Operacionales, tecnológicos, medioambientales, climáticos, sociales y legales – Reputacionales

Una descripción más detallada se puede encontrar en los siguientes documentos públicos, dispo-nibles en la web:

– La Política general de control y gestión de riesgos.

– El apartado “E” del Informe anual de gobierno corporativo correspondiente al ejercicio 2017.

– El apartado “Principales riesgos e incertidumbres” del Informe de gestión consolidado corres-pondiente al ejercicio 2017.

– El Informe Integrado. Febrero 2018.

En su conjunto, el sistema integral de control y gestión de riesgos del grupo permite abordar los riesgos asociados a las dimensiones económica, ambiental y social, así como el impacto que la mate-rialización de cualquiera de ellos pudiera tener en la percepción pública de la compañía.

En relación al cambio climático, el grupo reconoce la gravedad de la amenaza que supone el calentamiento global, a la que necesariamente deben hacer frente, de forma conjunta y coordinada, los gobiernos, los organismos multilaterales, el sector privado y la sociedad en su conjunto. En este sentido, la Sociedad se compromete a asumir una posición de liderazgo en la lucha contra el cambio climático y desarrollar, entre otros, los siguientes principios de actuación: i) prevenir la contamina-ción reduciendo gradualmente la intensidad de emisiones, ii) fomentar la electrificacontamina-ción, la eficiencia energética y las redes inteligentes, iii) apoyar los procesos de negociaciones internacionales y la par-ticipación significativa del sector privado para cumplir los objetivos 7 y 13 de los ODS aprobados por la ONU y el objetivo climático incluido en la Cumbre del Clima de París, iv) abogar por un mercado de emisiones que genere una señal de precio fuerte y sostenible y v) apoyar un sistema fiscal que incorpore como principio básico el principio “quien contamina paga” y que incluya no solo al sector de producción de electricidad.

El cambio climático podría traducirse en los siguientes riesgos en el medio plazo:

– Situaciones climatológicas más extremas con impacto en los activos de generación y distribu-ción, tales como mayores costes de operación y mantenimiento y primas de seguros.

– Variaciones de los recursos eólico e hidráulico.

– Variación de los niveles de demanda de gas y electricidad (por efecto de las temperaturas).

– Rentabilidad inferior a la prevista de plantas térmicas existentes (por restricciones regulatorias, precios del CO2, eventos operacionales....).

– Impacto en los mercados mayoristas de electricidad por desarrollo masivo de renovables.

– Cambios legislativos y regulatorios.

Por otro lado, aunque representan un enorme desafío, el cambio climático y la necesaria transición hacia la descarbonización del modelo energético también son una oportunidad compatible con el crecimiento y la rentabilidad para la Sociedad. En este sentido, Iberdrola ha llevado a cabo una pro-funda transformación en los últimos 15 años, anticipándose claramente a la transición energética para hacer frente a los retos del cambio climático y a la necesidad de electricidad limpia. Hoy en día, el grupo está perfectamente posicionado para aprovechar, entre otras, las siguientes oportunidades

– Oportunidades de inversión y mejora de ventaja competitiva. Cambios legislativos y regulatorios que impulsen la descarbonización a través del desarrollo de las energías renovables, una mayor electrificación, redes inteligentes, integración de las energías renovables en el sistema eléctrico y capacidad de respaldo, la innovación tecnológica, etc.

– Nuevos servicios y mercados. Demanda de nuevos servicios y productos energéticos asociados a la transición energética (ej. movilidad eléctrica, gestión de la demanda, redes inteligentes, almacenamiento de energía, etc.), así como a los impactos del cambio climático (ej. incrementos de demanda energética asociados a variaciones de patrones de temperatura).

– Ventajas en la captación de financiación. Creciente presión del sector financiero y mercados de capital, que favorece a aquellas empresas con una estrategia ambiciosa de descarbonización, baja exposición a activos ligados con el cambio climático y buen posicionamiento en los índices de sostenibilidad y transparencia.

– Fortalecimiento de la reputación corporativa, consecuencia de una posición de liderazgo en la transición energética.

– Creación de valor sostenible y maximización del Dividendo Social para todos los Grupos de interés.