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La multimodalidad en la literatura infantil

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Educación literaria y TIC’s en la formación inicial del profesorado en el contexto educativo chileno

2. La multimodalidad en la literatura infantil

La literatura infantil impresa siempre ha hecho uso de las posibilidades de la imagen y de los recursos no verbales para ampliar los significados de los textos y crear otras formas de promover el placer estético. En los límites de este esfuerzo por usar la

multimodalidad para ampliar la experiencia de la lectura en papel, emergió una nueva forma literaria (para algunos, un nuevo género), el álbum o “Picturebook”, como se le conoce en los países de lengua inglesa. Estos libros requieren que el lector haga una articulación entre el texto y la imagen para la construcción de significado (Van der Linden 2011). En ellos, la imagen se interpreta con la ayuda del texto escrito y viceversa. Según Celia Turrión, las posibilidades de experimentación que esta articulación imagen-texto permite al álbum, lo convierten en un punto de referencia de la asimilación de la cultura posmoderna en la literatura infantil (Turrión 2012 y 2014)

La hegemonía de lo verbal con respecto a otros modos de representación, así como su superación, está relacionadas con el desarrollo tecnológico. Hoy en día, con la tecnología digital, las posibilidades de sobreponer texto, imagen, imagen en movimiento y sonido son infinitamente más grandes, ya que permite convertir los datos de diferentes naturalezas en una sola materia prima, el píxel (Cope y Kalantzis 2009). La facilidad de manipulación de estos recursos en forma de bits y bytes ha dado lugar a importantes cambios en la producción y en el disfrute de la literatura, aunque se trata de un fenómeno que da sus primeros pasos.

El carácter incipiente de la literatura digital se revela principalmente por ser, en su mayoría, obras de baja calidad, es decir, la escasez de producciones que integran recursos multimodales con el fin de promover una experiencia estética que libera al lector de los usos ordinarios y encasillados del lenguaje de cualquier naturaleza semiótica. Esta dificultad tiene que ver no sólo con los altos costes de producción, sino también con el escenario de hiperconsumo vinculado a la tecnología digital y del que el sistema literario no está libre, pues sufre los impactos de un nuevo orden cultural en el que la producción y circulación literarias son sometidas al hipercapitalismo y la mercantilización de todas las áreas (Serroy y Lipovetsky 2011).

Bajo esta perspectiva, las iniciativas que logran producir contenido para la que constituyen un corpus de valor reconocido y que, incluso antes que la tecnología digital, han delegado a los recursos no verbales gran parte de la tarea de narrar una historia. En consecuencia, la transformación de los álbumes en aplicaciones de literatura para niños es una estrategia que busca garantizar una cierta calidad literaria, que quiere verse incrementada por la adición de sonidos, movimiento e interactividad.

En este trabajo se analiza la aplicación (app) de literatura infantil para dispositivos táctiles, Es Así, producida por la Editorial Fondo de Cultura Económica, a partir del álbum del mismo título, de la autora chilena Paloma Valdivia. La aplicación está

disponible para iPad y es comercializada por Apple en su tienda virtual, mientras que el libro impreso está agotado en España. En este trabajo, vamos a tratar sólo de la aplicación, ya que no tuvimos acceso a la obra impresa.

En esta obra, la voz enunciativa principal no trata de contar una historia, sino de explicar, desde una perspectiva fantástica, lo que pasa entre la vida y la muerte. La ilustración, hecha de dibujos no realistas, informa que hay un lector implícito que es un niño más pequeño, que ya se interroga sobre estos temas. La obra no cuenta una historia, más su discurso reflexivo se construye con la ayuda de dos narrativas paralelas: la primera, de la niña que espera un hermanito y que ha perdido alguien de su familia y por eso busca respuestas sobre estos hechos. La segunda enseña la persecución de un gato a un pájaro desde la cubierta hasta la pantalla que corresponde a la hoja de guardia, al final de la aplicación.

Por estar basada en una obra impresa, la aplicación mantiene alguno de los aspectos de la estructura original, por lo que podemos hacer, en algunos momentos, una analogía entre la pantalla y las partes de un libro. De esta manera, la pantalla de apertura de Es Así, que correspondería a la portada de la obra impresa, es de color rosa con el título escrito en letras blancas y, abajo, el nombre de la autora. Las ilustraciones que aparecen en esta pantalla inicial (un huevo en un nido, un pájaro posado en las letras del título y un gato al acecho debajo), anuncian el tema a tratar en la historia: el nacimiento y la muerte.

Después de unos segundos de espera, una nueva pantalla en la que hay tres enlaces, surge. El primer enlace permite el acceso a todo el contenido de la obra, y se puede elegir la versión automática (en la que todos los recursos se presentan sin la participación del lector) o manual (donde el lector necesita tocar la pantalla para pasar las páginas, o para mover elementos de la ilustración, haciendo una regulación del tiempo de lectura y el descubrimiento de los efectos de animación y sonido). El segundo enlace permite ajustes como cambiar el idioma o silenciar la narración grabada y efectos de sonido. El tercer enlace da acceso a la información técnica sobre la aplicación. Ahí nos dimos cuenta de que hay una gran cantidad de profesionales de diferentes campos artísticos y técnicos involucrados en la producción de la aplicación, tales como la música, la dirección de arte, programación, efectos de sonido, entre otros.

Según lo anunciamos, nuestro propósito es identificar rasgos del lector implícito en la obra literaria, teniendo en cuenta la multimodalidad en la constitución de la estructura y de los vacíos. Lo que nos interesa descubrir es cómo la obra proyecta su lector, cuyo potencial de lectura se presupone en el proceso de creación.

Para Iser (1976), la creación de una obra literaria parte de la reacción de un autor frente al mundo, que también es quién ofrece las palabras, mientras que el lector da el significado. Esta declaración supone un problema para el análisis de los efectos potenciales de una aplicación de la literatura, en primer lugar, porque no podemos hablar de una autoría convencional centrada en la reacción de un solo sujeto a las

experiencias del mundo, teniendo en cuenta la cantidad de personas que han participado de la construcción de la app, como nos informa la fija técnica. En segundo lugar, porque esta producción artística va mucho más allá de las palabras.

El hecho de añadir sonido a una obra que tiene existencia en la forma impresa hace cambiar las estructuras y, por tanto, la experiencia sensorial también. En la aplicación Es Así, la voz enunciativa, que en la versión impresa es indeterminada en cuanto al género, es presentada a través de la grabación de una voz masculina. Esto hace que el lector atribuya un sentido a este nuevo signo. Se puede, por ejemplo, especular con la idea de que la voz masculina añade una sensación de seguridad o de autoridad para hablar de temas tan graves como la muerte.

Aunque no tenemos la intención de profundizar en esta cuestión, hacemos hincapié en que debemos de tener en cuenta que el conjunto de estrategias que conforman la estructura de la apelación de una obra literaria, digital o no, es imposible de ser completamente explicada, porque, de lo contrario, algo imposible pasaría, según la teoría del efecto estético, que es dominar todos los códigos conocidos por el autor. En el caso de la literatura digital, la cantidad de personas involucradas en su creación y la diversidad de lenguajes de los que se compone, al tiempo que aumenta exponencialmente el potencial de significado, aumenta la imposibilidad de operar la totalidad de su estructura y aún más la compleja tarea de señalar las lagunas que constituyen algunas de estas estrategias.

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