de los pequeños regantes.
VIH.
Derechos arancelarios sobre los aceites.
Al fin ha sido votada en el Consejo superior de
Agricultura,
despues de largos y luminosos debates,
la cuestión relativa á los
derechos de introducción que han de gravar al
aceite de semillas
478 gaceta agrícola del ministerio de fomento
del algodonero. Veintidós consejeros, contra cinco, han estima¬
do que el aceite de algodón debe pagar la cantidad establecida para los comestibles,puesto que seintroduce en España condesti¬
noá la alimentación en escala considerable y enproporciónascen¬
dente. Según los datos que se tienen, la importación del último
año ha ascendido áunos 15 millones dekilogramos.
Ya hemos expuesto nuestra opinion en números anteriores.
IX.
Ecos de la prensa.
Nuestro estimado colega La Política ha publicado un notable
artículo con elepígrafe La Langosta, debido al ingeniero agróno¬
mo D. José de Robles.
Lamentándose de queden demasiada importancia á sus decla¬
maciones muchos que no conocen más langosta que la que han
comidoen algunafonda, ó que ignoran que la plaga lleva desar¬
rollándoseennuestro país tantos años, y que fomentan su inten¬
sidad acciones meteorológicas en las regiones donde existe, y mu¬
chas veces la apatía de los mismos pueblos, manifiesta la creencia
de que no esfácil extinguirla en breve plazo, porque no hay solu¬
ción científica ni medidas administrativas capaces de conseguir el objeto.
Entrando despues en el exámen de los medios que se hanpues¬
toen juegopor laquímica, la mecánica y los inventores de secre¬
tos especiales, tan ineficaces como destituidos de fundamento
serio, condensa su opinion en los siguientes párrafos, y llama en
su auxilio datos que creemos deinterés:
«Hánse propuesto multitud de medios para aniquilar tan terri¬
ble ortóptero-, la química y la mecánica han puesto en juego todos
los elementos de que disponen; la química sus ácidos minerales;
la mecánicasus aparatos; pero todo en balde.
Laciencia, pues, se ha confesado derrotada, y el hombre prác¬
tico, el labriego, ha recurrido á los buitrones ó mantas, á loscor¬
rales defuego, á las :{anjas, y á otros mil procedimientos que si
no son todo lo eficaces que fuera de desear, sirven ai ménos para que el malse atenúe en lo posible.
La administración, por su parte, ha demostrado una
actividad
CRÓNICA NACIONAL
479 inusitada en épocasrecientes; el Tesoroallega recursos parahacer
frente á la plaga,y las diputaciones provinciales hacen lo propio;
elejército que dias antes salvaba muchos intereses sociales en el campo de batalla, defiendepoco despues en los camposde laMan¬
cha, Extremadura y Andalucía, los intereses materiales de los
pueblos; se dictan instrucciones comola de 27 de Marzo, se reco¬
mienda mástarde á las provincias el cumplimiento de éstas, se
giran visitas facultativasy se llevan, por último, á cabo medidas sincuento que seria prolijo enumerar, todas encaminadas á redu¬
cirel mal á su expresión mínima.
Si se consiguió ó no tal extremo, si del resultado de tantas
gestiones surgió el efecto apetecido, pruébanlo más que todo, los datos que se refieren á la provincia de Ciudad-Real,por ser enella
donde la plaga se presentó en proporciones más alarmantes.
Acusan las estadísticas oficiales y corroboran las particulares
que en lacampaña de 1875 á 76 la superficie infestada de canuto ascendiaá la enorme cantidad de 117.855 hectáreas;más tarde,
esto es, en la campañaactual, la cifra se reduce de una manera
considerable, puesto que la extension invadida es sólode 87.483 hectáreas, ó sean 30.372 ménos.
Al poner en parangon estos resultados, no es nuestro objeto quitar importancia alguna á la gravedad que reviste el mal en la
épocapresente; nada más lejos de nuestro ánimo; pero sí
paréce-nos oportuno consignar la diferencia tan notable que se observa,
una vez que ella nos pruebade un modo evidente que no en vano
sepusieronen práctica las medidasde que ánteshicimosmención.
Al llegar á este punto, creemos conveniente dará conocer á
nuestros lectores una reseña delos trabajosllevados á efecto en la provincia aludida durante la campaña anterior, trabajos que pa¬
tentizan lo mismo la intensidad de la plaga que los esfuerzos he¬
chos para dominarla;
Peonadas invertidas en amojonar los terrenos infes¬
tados
4-701 Otras invertidas en remover estos terrenos 96.902
Peonadas con igual objeto 20.528
Fanegas decanuto recogidas 23.684
Kilógramos de mosquito 2.202.265
Estoen cuanto altiempo pasado; en cuanto al presente, sabe¬
mos que en 40 pueblos de la localidad citada, donde la langosta
se ha desarrollado, recógense grandes cantidades demosquito, as¬
cendiendoen algunos, como Almagro, áqoo arrobas diarias.
Hoy la parte más infestada en la provincia de Ciudad-Real es el Valle deAlcudia, que se halla situado al S. O. de la misma, pro¬
cediendoel insecto, que sin cesar se aviva, de las bandasque de
480 gaceta agricola del ministerio de fomento
Badajoz entraron de vuelo y que en el referido valle aovaron en el año anterior.
Como se ve, grande esel celo demostradoenla mayoría de los
casos por las corporaciones encargadas de hacer
frente á
tan fu¬nesto enemigo, y digna de aplauso su conducta; pero creemos no estarlademás el descenderá ciertosdetalles que hablan de condu¬
cirnos á corregir abusos si existiesen y á conocerverdaderas nece¬
sidades.
Las juntas provinciales de extinción deben nombrar inspectores
querecorran sin cesar los pueblos
más
castigados,dándoles al
pro¬pio tiempo atribuciones para poderusar
de medios coercitivos
conlas juntas municipales que no cumplan lo que
las reales instruc¬
ciones de 27 de Marzo ordenan.
Si esto sehace, sise fiscalizan los actos de los encargadosdepo¬
ner en práctica las disposiciones emanadas
de
losaltos
centros, yseimponen enérgicos castigosdonde exista
la más ligera falta,
te¬nemos la convicción de que en brevedesaparecerá de nuestro sue¬
lo lacalamidad.»
Lasapreciaciones del Sr. Robles
están
muyconformes
conlo
que venimos exponiendo en la Gaceta
Agrícola desde
que se anunció la aovacion en lasprovincias de Ciudad-Real, Badajozy Jaén.
No esobra del momento hacerla desaparecer, pero podrá con¬
seguirseextinguirla, al menos por algun tiempo,
si
no seperdona
medio para perseguirla y hay después
constancia
para tomarlas
medidas preventivas quepueden evitar la