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3 LAS NARCOTELENOVELAS

3.4 Resultado del análisis de los estereotipos femeninos en las narcotelenovelas

3.4.1 Mujeres objeto del narco

3.4.1.2 Las mujeres objeto, su ingreso y su final

3.4.1.2.3 Consecuencias y destino final en el mundo del narco para

consecuencias de sus irresponsables actos las ven mucho antes de lo que se pueden imaginar. Estas mujeres, en algún momento pensaron que su incursión en el narco solo les iba a traer beneficios económicos, pero en ninguno de los casos fue así.

Una de las cualidades que podemos rescatar de estas narcotelenovelas, y a nuestro parecer la más loable, es que, hasta cierto punto, nos muestran casi todas las historias a partir de las consecuencias que conlleva introducirse en este peligroso negocio, sobre todo en lo que se refiere a estos personajes femeninos, a quienes sus sueños de riqueza y lujo les duran muy poco.

Al contrario de lo que se pueda pensar a simple vista, las chicas prepago retratadas en esta ficción quedan lejos de disfrutar de la vida desahogada que consiguen a base de ofrecer su cuerpo al mejor postor. Durante la mayor parte de la historia son presentadas sufriendo las terribles consecuencias de sus actos. Aunque pueda pensarse que estas narcotelenovelas enaltecen un modo de vida fácil, lo cierto es que lo que hacen es una labor, hasta cierto punto, educativa. Muestran el lado más inhumano y terrible de las vivencias de las mujeres que deciden involucrarse con gente que vive del narcotráfico.

Los únicos personajes que en la telenovela clásica reciben un castigo paralelo al de estas mujeres son las villanas que suelen terminar sus vidas encerradas en un manicomio, o bien, muertas. La gran diferencia radica, en el caso de las narcochicas, que su castigo no tiene ninguna concomitancia religiosa mientras que el que reciben las villanas tradicionales, a menudo parece perpetrado por la justicia divina.

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Tabla 16: destino final de las chicas prepago del narco (Sin tetas no hay paraíso, 2006)

CATALINA PAOLA, JIMENA Y VANESSA

Se realiza la cirugía, por problemas de insalubridad, al final se las retiran

Dejan de ser prepagos cuando los narcos para los que trabajan se van de la ciudad al sentirse perseguidos por la policía

Logra casarse con un narco, pero cuando le quitan las prótesis, la deja.

Terminan trabajando en un burdel de ínfima categoría con clientes vulgares y corrientes.

No logra sus objetivos económicos y muere Ninguna logra sus objetivos económicos.

Otra de las cuestiones que condicionan la vida sentimental de las muñecas es que el hecho de haberse relacionado con narcotraficantes, aunque se haya roto la relación, les ha dejado marcadas por la sociedad y le es muy difícil rehacer su vida. Los hombres que quieren acercarse a ellas, tienen miedo de represalias por parte de sus poderosos exnovios.

Pueden salirse del entorno relacional de los narcotraficantes, pero eso no implica que la sociedad las vea fuera de él. Sus círculos de opciones sentimentales en lugar de ampliarse se reducen ya que no encuentran pareja que acepte la naturaleza de sus anteriores novios.

No tanto por moral sino por miedo a posibles represalias.

Aun valiéndose de sus atractivos físicos para atraer a los maleantes del narco, el resultado para todas estas chicas es el contrario al que se fijaron. Utilizaron el sexo como arma para conquistarlos y finalmente terminaron en la calle, muertas o en la cárcel. Un final por un lado muy alejado al de las chicas de las telenovelas, que se casan con el príncipe azul y viven felices para siempre, pero por otro muy cercano a los desenlaces de aquellos personajes femeninos clásicos que viven su sexualidad libremente y acaban pagándolo contrayendo enfermedades o quedando eternamente solteras y solas.

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Tabla 17: destino final de las reinas de belleza del narco (La diosa coronada, 2013)

RAQUEL SANTAMARÍA

Se convierte, sin planearlo, en narcotraficante de pastillas desde Colombia hacia México.

Es capturada por la policía y sentenciada de tres a cinco años de prisión.

Cuando sale de la cárcel, su novio de la infancia le propone matrimonio.

Estas ficciones en ningún momento enaltecen un modo de vida fácil, sin esfuerzos, sino que remarcan constantemente el difícil camino que estas mujeres tienen que cruzar para tener dinero, las desagradables situaciones que han que vivir y, sobre todo, los terribles finales que tienen todas y cada una de ellas. Porque, aunque en algunas ocasiones las vemos disfrutando de un modo de vida desahogado (económicamente hablando), son mayoría los momentos en los que observamos sufriendo en el camino a la meta, acostándose con hombres por los que no sienten ni el más mínimo afecto o atracción, sufriendo el sentirse etiquetadas de cara a la sociedad por ser, o por haber sido novias de un narcotraficante, huyendo cuando las cosas no les salen como quisieran y hasta sacrificando su propia vida en el camino.

Cabe en todo caso preguntarse hasta qué punto el triste destino final de estas mujeres no es sino un castigo de guionistas y productores por haber osado abandonar el rol clásico de las protagonistas de telenovelas. Mientras que los personajes que se comportan según parámetros derivados de La cenicienta y similares son premiados con hijos, estabilidad y amor verdadero (lo que a menudo es complementado con el acceso – esta vez definitivo- a los mismos bienes materiales a los que aspiran nuestras narcochicas), los caracteres de las narcotelenovelas analizadas solo consiguen caer y caer. Social, personal y económicamente. Como si el único camino posible para llegar a la felicidad en la vida de una mujer fuera el establecido por la moral católica. Fuera de eso, sólo tiroteos y burdeles.

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Tabla 18: destino final de las muñecas de los narcos (Las muñecas de la mafia, 2009)

OLIVIA PAMELA

En principio pensó que se había casado con un narco, pero la boda fue una farsa.

Aunque si consigue ser pareja de algunos narcos, al final la dejan y se queda sola, pobre y huérfana de madre.

Termina pobre y en la cárcel, presa por testaferrato por culpa de su supuesto marido.

Termina trabajando como sirvienta en USA

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