APRISCOS Ó HABITACIONES ESPECIALES
PARA EL GANADO LANAR.
I.
uando solo se trata de encerrar un
pequeño
númerode cabezas
ovinas,
veinte porejemplo,
es evidenteque
la construcción
deun edificio especial paraaprisco
seria un gasto
supérfluo, ó
por loménos,
no repro¬ductivo,
circunstancia decisiva en toda explotaciónagrícola ó
industrial. En el caso concreto que nos ocupa, bastará destinará aquel
objeto
una parte de lacuadra,
delestablo,
elfondo
deuna
granja,
etc.; pero decualquier
modo que sea,débese
poner sumo cuidado en satisfacer á todas las condiciones de salubridad éhigiene,
ni más ni ménos quesi
se tratase de unaprisco
ó ha¬bitación de gran
importancia,
destinado á encerrar numerosascabezas.
Cualquiera
que sea el número deéstas,
lo mismo cuan¬do setrata de una explotación en
pequeña
que en grande escala,siempre
será elrégimen mejor
aquel quedé
mayoresresultados,
debiéndosetener presentes al construir elaprisco
lasdos siguien¬
tes condiciones; t." espacio suficiente en relación con la talla de las reses, para que
puedan
éstas á la vez moverse en todos sen¬tidos para satisfacer sus
múltiples necesidades; 2."
temperatura media yregular
con una atmósfera seca y constantemente reno¬vada,
condición tanto másrigorosa
cuanto que el tempera-Tomo VII 3o
466 GACETA AGRICOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
mento linfático del carnero
exige el
mayor consumoposible de
aire.
Si no
hay dificultades locales
que se oponená ello,
conven¬drá orientar el
aprisco de Norte
áMediodía
yadicionar
un par¬que á
la construcción, siendo también
muyconveniente abrigar
este parque
del Norte
pormedio de
un muro, ydividirlo ó dis¬
tribuirlo según
las diferentes clases de
reses,comunicando cada
division con la
correspondiente del aprisco. Independientemente
de las
ventajas
que presenta como parque permanenteindis¬
pensable con
la estabulación,
estadisposición
esútil cuando
los pastores
hacen salir las
reses para pastar, yfacilita el
ser¬vicio.
Lafachada
puede
estarindistintamente al Norte ó al Mediodía.
El
piso subirá sóbrelos
terrenosinmediatos o"i,3o
porlo ménos,
y se
procurará á todo
trance que seaimpermeable, precaución
sumamente favorable á la salud del
ganado,
paraevitar los
per¬niciosos efectos de la
capilaridad
enlas situaciones húmeda»,
y asegurarla buena confección de los estiércoles, oponiéndose á la^
pérdida de los líquidos
que entoncespueden
serabsorbidos
ven¬tajosamente
pormedio de tierra
seca.Para conseguir
estaimper¬
meabilidad,
puede recurrirse á
una capade asfalto, de
morteroó
arcilla bien
trabajada
concal,
que seaplicará sobre
unlecho de piedra machacada de
o™,01de
espesor.Con igual objeto,
es con¬veniente además que
dicho piso
tenga unainclinación ó
pen¬diente de 0^,01 por metro, pues
de
estemodo pueden
correrlas
aguas
cuando
seproceda á la limpia del aprisco.
Los diferentes sistemas de construcción
pueden
ser compren¬didos en las tres
siguientes categorías; i.°, abrigos bajo tinglado
ó sotechado,
cerrado
por unsencillo encañizado
quesirven de apriscos
temporeros parael engorde de
verano, yque pueden
servir, cuando
sedesee,
comodescanso durante el invierno; 2.",
apriscos cerrados
ysotechados; 3.°, apriscos cerrados y bajo
cielo raso ó suelo.
Siempre
que seaposible
sepreferirán los apriscos de la segunda categoría, admitiendo,
noobstante, enci¬
ma del
emplazamiento de los corderos,
unsuelo destinado á
procurarles
una temperaturamás elevada,
y quepuede en todo
caso utilizarse para
aprovisionamiento temporal Cualesquiera
que sean
las disposiciones adoptadas
parala ventilación, no serán
APRISCOS PARA EL GANADO LANAR
nunca tan eficaces comola aipsencia del cielo raso ó
suelo,
/¡6/por lo que, el gasto que ésteOcasiona,
puede aplicarse conmejor
provecho á la construcción de untinglado
donde se guarden losforrajes;
de suerte, que dicho cielo raso sólo tendrá razón de ser ante la falta de terrenopara el
emplazamiento
conve¬niente.
Por punto
general, podemos
decir que el número de los artifi¬cios deventilación estará en
razón inversa de la
altura,
ydirecta
de la anchura de los
edificios,
siendo materialmenteimposible
poder dar sobre este punto cifras ni cálculosrigorosamente
exac¬tos, porelsin número de causas que
dejan
sentir suinfluencia;
por cuyo motivo convendrá
siempre
pecar por exceso más que pordefecto,
Los puesto que el primero puede remediarse con facilidad.apriscos
que no tienen suelo ó cieloraso, no necesitan ni
chimeneas de
tiro,
ni gran número de aberturas ólíneas;
si su ancho no excede de 4 metros, bastará una abertura ó ventana deo"'^,75o
de sección por cada 5 metros delongitud
del períme¬tro, sobre todo si no suben los muros hasta el
tejado.
En losapriscos que llevan graneros, sucede ya otra cosa: huecos ó aberturas deben ser en
mayor número y son
indispensables
las chimeneasde 4 metros,de-tiro; bastará,
pudiéndosepara un calcularmismoancho,
que, siaproximarla altura nohastaexcedeimetro lasventanas del
perímetro,
y colocar además un ventilador pbr cada 5 metros delongitud
sobre eleje,
dándole al orificio superioruna secciónequivalente
á o'",17de
diámetro(o™',227); lo
queda un ventiladorpor 20 rnetros cuadrados ó por 20
cabezas,
ósea, o™^,ii3
de sección de chimenea por metro ópor cabeza.
Cuando la anchura del aprisco es de 12 metros, se podrán aproxi¬
mar proporcionalmente huecos laterales y colocar tres ventila¬
dores por cada
cierre;
pero para dichaanchura,
los orificios de ventilación no remedian porcompleto
el defecto de laaltura,
y conviene en talcasoqueseaésta de 5 metrosbajo
techo.Encuanto álamanera derepartir losventiladores,
creemos conveniente lo si¬guiente; uno solo en el
eje,
para 4 metros; dos para 6 y8
me¬tros distantes del
eje
i™ yi™,5o;
tres para 12 metros, de los queuno irá al
eje
ylos
otros dos á 2 metros dedistancia,
etc. La forma de las ventanas esarbitraria;
surepisa
ciebe estar á una al¬tura tal que la corriente del aire se
verifique
por encima de las468
GACETAAGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
reses sin que
las
toquedirectamente, motivo por el cual deben ser
rechazadas las barbacanas
aconsejadas
poralgunos autcres. Cual¬
quiera
que seala forma de las ventanas, es indispensable proveer¬
las de un medio de
regularizar á voluntad la entrada del aire. En
este concepto se
recomiendan mucho las persianas de marco ten¬
dido y
hojas móviles, cuya disposición están indicando las figuras
loí) y
106.
Fig. io5.
-Persiana de hojas Fig. 106.—Detalle de la sujeción
móviles.
de una hoja.
Para las chimeneas
de tiro
sepuede emplear un tubo cilindrico
de
palastro ó de barro cocido, ó una caja de madera, de las que
las más sencillas
están formadas de tres planchas unidas en trián¬
gulo. Estas chimeneas terminan en sombrero, que las preserva de
la lluvia, y
llevan
ensu parte inferior un diafragma ó registro
para
regularizar el tiro. Débese tener muy presente que no con¬
viene exagerar
mucho la sección de las chimeneas, para evitar el
inconvenientede
la doble corriente de aire, una ascendente y otra
inversa, en una
misma chimenea.
Las puertas
de los apriscos son, de dos clases: interiores, ó de
dos diferentes
compartimientos, y las externas; estas últimas de-
APRISCOS PARA EL GANADO LANAR
4^9.
ben siempre
abrirse hácia fuera,
ysi
s-uancho
pasade
un metrose construyen
de dos hojas, siendo conveniente practicar dos,
una frente á laotra en el sentido de la
longitud,
parael
pasode
los carros que trasportan
el estiércol. Por
razónde
laviolencia
con que entrany
salen los
carneros,las
puertas queruedan
sobregoznes presentan
algun inconveniente, siendo preferibles las col¬
gadas sobre polea, de las
quela figura
107 representa una.Fig. "107.—Puertacolgada de poleas.
El
juego de las
puertasinteriores puede
serinterrumpido ó di¬
ficultado por
el amontonamiento del estiércol.. Para evitar
esto,se
aconsejan las disposiciones indicadas
enlas figuras 108
y 109.La
primera
forma partede
uncierre enverjado,
yestá colgada
porsus traviesas á una varilla de hierro a a
sujeta al
marcodel cierre
del que
excede
o™,75,próximamente, de
suerte queviene é
sercomo un
largo
gozne; suligereza permite levantarla
con granfa¬
cilidad. La
segunda
estácolocada
en un murode separación
entre dos
apriscos, siendo el sistema el mismo
queel anterior:
una varilla de hierro b b, en la que
ruedan
yresbalan los
goz¬nes de la puerta, va
sujeta
enel
murode la izquierda,
y en e de la derecha otra varilla c c recibe, en toda sualtura, el
cerro-470 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
jo
d\
porÚltimo,
una cadena dehierro, sujetad
suTisagraó
goz¬ne
superior,
pasa por unapolea,
y sesujeta
á ungancho fijo
en el muro, de suerte que se mantiene la puerta á la altura que se desea.Fig. io8.—Puerta interior colgada
de unavarilla.
Fig. 109.—Puerta interior col¬
gada de una polea.
El moviliario de los
apriscos lo constituyen los pesebres, abre¬
vaderos y cercas
portátiles. Prescindiremos del antiguo é imper¬
fecto
moviliario,
que, por otra parte, esdemasiado conocido,
para ocuparnossolamente,
y enobsequio de la brevedad, del más
mo¬derno y
perfeccionado.
Fig. 110.—Pesebre Perthuis.
APRISCOS PARA EL GANADO LANAR
471 Uno de los pesebres de que
debemos
ocuparnos es el del señor dePerthuis,
que representa lafigura
i lo, que secompone: de un caballete de madera M N PO,
cuyos montantes O P llevan los collares decharnela Sdehierro,
destinado á contenerá la debida distancia los rodillos superiores del rastrillo R R\ de doscajas,
ó pesebres
propiamente dichos,
QQ; de
lasclavijas de
hierroT T. A pesar de lo mucho que se han
ponderado
lasventajas
deeste sistema de
pesebres,
sudisposición
dista hiucho de ser inme¬jorable,
y más bien es de uso incómodo.El sencillo pesebre representado en la
figura
m, estádestina-
rig. u1.—Pesebre sencillo.'
do,
como la mismaindica,
á apoyarse contra lapared,
á las queseaseguran los maderos B-, á éstos se
sujetan
á su vez las tablas^ bc
d,
merced á los travesaños A reforzados con tornapuntas.En
algunos
apriscos hanadoptado
los pesebrescolgantes del
techo por medio de
poleas,
tal como se ve en lafigura
112. Suconstrucción es
ligera; despues de
haber comido elganado,
se su-fien,
quedando así másespacio libre;
pero presentan el inconve¬niente, sobre todo para las
ovejas preñadas,
de su inestabilidad.El modelo conocidoconel nombrede pesebre de
Grignon,
que representan lasfiguras
ii3 y 114, se considera como uno délosmejores
conocidos hasta el dia.472 GACETA AGRÍCOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
í'ig. 112.—Pesebre colgado de polea.
Fig. ii3.
Fíg.
114.Vista defrente delpesebre Vista de costado
del mismo
de Grignon. pesebre.
En ciertas
explotaciones, la clase de pienso
que sedá á las
re¬ses ovinas redama una forma
especial de pesebre. Así,
porejem-' pío, cuando
estepienso
se compongade forrajes picados
yfer¬
mentados con residuos de industrias
agrícolas
,débese dar al
comedero las mayores
dimensiones posibles,
yel rastrillero,
pro¬visto de
charnelas, baja recubriendo cada comedero, formando
uncompartimento
entrecada hueco. Constrúyense también, espe?
APRISCOS PARA EL GANADO LAÑAR 473
cialmente para los
compartimientos
de corderos, pesebres circula¬res, en cuyo centro un cono truncado divide el
forraje;
el rastri-llero. es vertical.
Los pesebres
dobles pueden servir
paraformarlas separaciones,
siendo, en la generalidad delos casos,preferible
ácualquier
otro cierre. Losencaóizados, verjas,
etc.,desempeñan igualmente
dicho
objeto. Los
muros son costosos, ocupan terreno,intercep¬
tan el paso
del aire
y nopermiten ninguna de
lasmodificaciones
tan frecuentementereclamadas por el
movimiento
delaprisco.
En el momento de la cria, sucede á menudo que las
madres
reclaman el aislamiento y
cuidados particulares.
Para estecaso se recomienda el cierre de charnela, uno de'los cuales está indicadoen la
figura
ii5.Fig. ii5.—Cierre de charnela.
Compónese
este cierre de dospequeños enverjados ligeros de
varillas B A C
E, BADE, de
i™,75de longitud cada
uno por I™,10 dealtura,
ensamblados ácharnela ó visagra,
segúnAB
por una de sus
varillas,
y secolocan, abiertos
enángulo
recto ysucesivamente,
ápartir de
unángulo del
muro,formando
comounasérie de
pequeñas celdas, de las
quecada
unapuede
conteneruna madre y uno ó
dos corderos.
En la
época de
los pastos, enlas
comarcas quetienen
aguas^474 gaceta agrícola del uimisierio de komento
el pastor
lleva
susganados
á beber ántes del encierro; pero en invierno lascharcas,
yhasta las corrientes
de agua, sesuelen
he¬lar, y no
conviene
á las reses beber el agua á temperaturadema¬
siado
baja.
Deaquí
la necesidad de proveer losapriscos de
abre¬vaderos con los medios necesarios para alimentarlos. Con fre¬
cuencia se limita todo á colocar de trecho en trecho
pilas
ó ar¬quetas
de madera
que sellenan de
agua y que se trasportan alexterior para
va'ciarlas
ylimpiarlas;
pero esteservicio,
un tantoFig. ii6.—Abrevadero fijo.
I penoso,
puede simplificarse.
El aguasucia
se altera éinfecta;
es,pues,
preciso
nodejarla llegar
á este caso,ni mucho
ménos; para ello debe correrá lolargo de
la hilera de abrevaderos un conduc¬to ó tubería subterránea que
conduce las
aguassucias
al exterior.En cuanto á la alimentación de estos
abrevaderos, puede hacerse
por
medio de
un tubosuperior provisto
de las suficientes deriva¬ciones con sus
llaves,
cuyotubo recibirá el
agua para beber,de
undepósito superior,
con ó sin el auxilio de una bomba, según se necesite. Lafigura
ii6 representa un abrevaderofijo,
y conelk
se vé que
el tubo
que conduce el aguaviene
algeneral de limpia
ó
expulsion al exterior, lleva
unarejilla
para que nopuedan
pe¬netrar en este último materias
extrañas,
comopajas, forrajes,
etc., yle obstruyan.
En otro artículo daremos
disposiciones generales
ydetalles de
varios
apriscos modelos.
Francisco Balaguer.
LOS AGRICULTORES
EN LA REDACCION DE LA «GACETA
ACRÍCOLA.,»
La
agricultura
enOalicia.; Recibimos una carta del Sr. D. José
Guerra,
residente en la provincia deLugo,
que ofrece indudable interés y que recomen¬damos á los
agrónomos
de dicha zona, para que con el necesario conocimientopráctico puedan
ilustrar mejor que nosotrosfa
re¬solución de ciertas cuestiones que
plantea
el Sr. Guerra. Nos li¬mitaremos államarla atención sobre dos hechos culminantes. Es el uno referente al
pensamiento
de instituir en lospueblos
queson cabeza de partido ciertos centros de propaganda
agronómica,
con un pequeño museo de
máquinas agrícolas.
Es una idea su¬mamente fecunda en resultados
provechosos,
que desde muchotiempo
tieneàmplia
representación enFrancia,
en casi todos losdepartamentos.
El Gobierno francés envia cuantos instrumentos y semillas permiten los recursos generales delEstado,
ylos
con¬sejos departamentales
destinan fondos suficientes en sus presu¬puestos para
adquirir
el materialagrícola
queofrece
mayorinte¬
rés á su respectiva
region.
Con el auxilio de este material de enseñanza prácticasefacilita notablemente lainfluenciadelmagis¬
terio
ambulante,
recorriendo losprofesores
en cada estación másadecuada los diferentes
pueblos
en que sus lecciones ofrecen ma¬yor interés. Es el mismo
pensamiento
del Sr.Guerra,
llevado á lascondiciones deejecución práctica,
y es seguro quesi
ya no se476 gageta agrícola del ministerio de fomento
ha
emprendido
en nuestropaís
es porel invencible obstáculo de-
la falta de recursos, que
esteriliza los
másloables deseos. Pero
es- indudable que enlos bien demostrados de los señores conde de
Toreno y
D. José de Cárdenas,
estaidea
seagita, está solamente aplazada
porcircunstancias invencibles,
enel
momentoactual,
yencuantolo permitan las
atenciones del ministerio Fomento
seirá completando
con talesmedios el provechoso objeto de las confe¬
rencias
agrícolas.
Entretanto,mucho pueden hacer
enfavor de
su realización lasdiputaciones provinciales, destinando alguna
pe¬queña cantidad todos los años
paraadquirir útiles perfeccionados
de labranza.
Otro hechode interés que
indica el Sr. Guerra
esel relaciona¬
do conlos
heléchos,
cuyoconsiderable desarrollo les perjudica
no¬tablemente. Dice el comunicante que
dicha planta
esla llamada
helécho macho-, difícil es clasificar con acierto un
vegetal
porel
nombre vulgar
ó corriente;
pues á veces seaplica
unomismo á especies distintas
endiversas
comarcas.El verdadero helécho
ma¬cho es el
Nephrodium Filix-mas (Rich) ó Lastrea Filix-mas
(Presl),planta de rizoma fuerte
y cuyofronde ó penacho de
ra¬mas foliáceas
llega
á un metrode altura, presentando cada
una de ellas una formaoblongo-lanceolada. Es
un caso pocofre¬
cuente en las condiciones usuales de la
mayoría de climas de la
Península el
perjudicar
tannotablemente los heléchos
como una malayerba. En las Provincias Vascongadas aprovechan los helé¬
chos para
hacer
unexcelente abono, convenientemente alterados
ó
podridos los
vástagos.¿Podrán éstos
encontrar unautilización
más
provechosa
comomateria tintorante? Es
asunto que mereceestudios y ensayos.
Pero consignada
estaligera digresión, veamos
el caso dedestruir tan resistente
planta;
nosotrospodemos
asegu¬rar que
las yerbas vivaces más resistentes
perecencuando
seso¬
mete el terreno á oportunas y
continuadas labores hechas
conlos
arados de vertedera. En el arado
simplex,
quevenimos anunciando
en el
lugar correspondiente de la Gaceta, pueden encontrar los
agricultores gallegos
uninstrumento de
pocoprecio (180 reales)
que,
sin embargo,
esde
muybuen efecto
y nodudamos en re¬
comendar. A todos los heléchos les
perjudica notablemente la
acción del calor y
déla luz-solar,
cuantola falta de cierto estado
de frescura en el suelo. Para este caso están indicadas
de
un, consultas 477 modo evidente las labores deverano,
bien hechas
y enlas condi¬
ciones adecuadas, para
ir destruyendo las raíces de la planta. Sin
conocerel
país,
como nolo
conocemos, no esposible
quepoda¬
mos dar otros
consejos. Muchas plantas útiles pueden vivir
y prosperardonde
creenlos heléchos:
esto esincuestionable. No puede juzgarse
como muyingrata
unaregion donde
crecenplan¬
tasque con tantoesmero
cultivan
enlos jardines muchos aficiona¬
dos,
y que áfuerza de afanes logran
verfrondosas
ydesarrolla¬
das. Poresto
repetimos
quela cuestión
esde estudio local,
en que los llamados á decidirson los agrónomosresidentes
enel pinto¬
resco reino de Galicia. Hé
aquí ahora lo
queel Sr.
Guerra nosdice, dando ocasión
álas reflexiones
queanteceden:
«Antas
(Lugo) Mayo
iide 1878.—Exento, señor director déla
Gaceta Agrícola.
Muy señor mió: Estos términos
que sehallan
muyaltos
y que son el centrodel reinó de Galicia, montañosos,
por másque en su
mayoría
crecen muybien el roble, el castaño
yel tojo,
son sumamenteareniscos, sin casi
barroó arcilla,
te¬niendo la tierra en su mayor parte poco
fondo
yéste
se com¬pone de
peñascos, losas ó tierras
muyduras llamadas jarales.
Es el
país del
centeno porexcelencia, habie.ndo miles de
años que no se
cultivó
otraplanta,
pormás
quehoy principia¬
mos á cubrir algo
de los barbechos
connabos, maíz
y pata¬tas. Creo deber decir también que
las estaciones
son muy ex¬tremadas á causa de ser poco
accidentado el
terreno y muyseco en su
mayoría. Tenemos la tierra cansada de dar
cen¬teno, la que
solo estercolamos
contojos, hojas
ypaja, mal
curtidos y
frios. El único instrumento
que usamos es unmal
arado que debe ser
el primero del mundo; el
quetiene
enla
punta de la
reja
unpedacito de hierro
conel cual arañamos
la tierra á unos tres decímetros de fondo. Este
instrumento,
que solo obra como cuña, es
tirado
por unamala
yunta;la¬
bra diez
fanegas de tierra cada hombre,
yá
pesarde todo,
co¬gemos, gracias á ser
la tierra
muysuelta,
centeno, pormás
que las cosechas decaen á causa de los malos
estiércoles, del
cansancio y
de la alternativa de maíz
y patatas.Pintada á
grandes rasgos esta
situación,
nopuedo
porménos de
pregun¬tar á esa dirección de qué
estiércoles, arados é instrumentos
deberá valerse esta comarca para
salir de
suesclavitud.
Como este
país
repugnatoda modificación
yadelanto,
creo qAie debiaobligársele,
pormedio de los alcaldes, á
que sele-
47^
gaceta agrícola del ministerio de fomentoyera la Gaceta y otras obras de
agricultura,
al ménos en las escuelas deprimera enseñanza;
puesaquí
ni se conocen li¬bros de esta
clase,
ni ménos las conferenciasagrícolas.
Creo que para modificar el arado debia el Gobierno man¬
dar á cada
Ayuntamiento
media docena de los más á propó¬sito, para que exponiéndolos en la
consistorial,
los ensayasequien quisiese,
en losprimeros dias,
y en lossegundos
los al¬quilase
por su cuenta ellabrador,
señalando una cantidad módica para cubrir los gastosde la adquisición
alAyuntamiento,
y que en las
capitales
deprovincia,
al ménos en la deLugo,
debe existir un
depósito
de estosinstrumentos;
pues estos la¬bradores son pobres y no
tienen
caudal para aperos costosos, ni conocimientos para pedirlos.Creo, señor director,
haberle molestado demasiado con es¬tos desaliñados
renglones;
pero quedo persuadido que le ha¬bré dado
márgen
á escribir en su Gacetaalgo
bueno paraeste
desgraciado país;
yahora
que tengo la pluma en la manoconcluyo
porhacerle
una pregunta. ¿Cómo y con quédestruire¬
mos los heléchos
(vulgo fentos)
que nosdestruyen los frutos
de los terrenos fondos? Se dice que echándoles cal, arándolos
profundamente, variándoles
en ciertas lunas, sedestruyen,
pero á pesar de todo se
multiplican
de una maneraprodigiosa.
De Vd. afectísimo seguro
servidor
Q. B. S. M., José Guerra.Sobre el Teosinté.
«Vespella
(Tarragona),
17de Mayo de 1878.—Sr.
D. EduardoAbelay Sai^ de Andino.
Madrid.Muy
señor mió; Lector constante de la Gaceta Agrícola, nome ha
pasado desapercibida
la contestación dada por Vd. á las preguntas hechas sobre el Teosinté-, actoseguido
mandépedir la semilla,
y ya obraen mipoder;
perosiendo
yoagricultor
más bienteórico que
práctico
yteniendo
queluchar
cada dia con las inve¬teradas y
rancias
costumbres delpaís,
ruego áVd.
mesignifique
en
qué
épocadel año
he de hacer la siembrayqué cultivo exige la planta.
Aprovechoesta ocasión para ofrecerme á susórdenes afectísimo seguro servidor Q. B. S. M., AntonioBlas.^
Satisfaciendo los deseos del Sr. Blas, le hemoscontestado
priva¬
damente haciendo referencia á lo que
manifestábamos
en lapági¬
na
339,
conmotivo
de otra consultaanáloga. Las primeras siem¬
bras del Teosinté deben hacerse en
pequeña escala,
comopermite
consultas
479 la corta cantidad de semilla que
puede
obtenerse del extranjero, á fin de propagar laplanta.
Siembras en maceras, paratrasladar ótrasplantar los pies
que nazcan cuandohayan adquirido suficiente desarrollo,
ydejándolos espaciados
lo suficiente alponerlos
deasiento en el terreno, con cuidados enteramente
jardineros.
Es buena época de sembrarcon'riego
en el mes actual y entodo
Ju¬nio para muchas zonas. Tenemos también sembradoel Teosinté, desde el mes de Marzo; han nacido bastantes
plantas
y másade¬
lante iremos dando cuenta del
desarrollo, estimando
á los nume¬rosos
experimentadores
queasí mismi
nosparticipen el fruto de
sus observaciones. El
primer año
de cultivo en todos los vegeta¬les, es
período
de ensayo, ydespues de las experiencias prácticas
en cada zona, es cuando corresponde
determinar
el método de cultivo másprovechoso.
Sobre viñas en la Mancha.
Aunque no
podemos
aceptar en absolutoalgunas de
las indi¬caciones que se
hacen
en la carta que ácontinuación
trascribi¬mos, porque
ni
es buen método de marcar viñas el uso de asur¬car con el
arado, sin
otrostrabajos topográficos preliminares,
ni es
posible generalizar ciertos principios de las prácticas vití¬
colas usadas en la Mancha, recibimos é insertamoscon gusto el escrito del Sr.
Llobres,
porqueacredita
un carácter estudiosoquees sumamente
plausible
yademás tienen interés
en las con¬diciones de uncultivo puramente
local
las advertencias que con¬signa.
Hecha esta salvedadindispensable, hé aquí lo
que nos es¬cribe el referido
agricultor;
«Inco 20
Mayo de 1878.—Exctno,
Sr. D.Miguel Lope\
Martine^.
Muy señor
mió yde mi
mayorconsideración: Como lector
de la Gaceta Agrícola, la que me
facilitan
los secretarios de Bi- nisalen yde Lloseto, he visto
en el núm. i5 de Febrero del pre¬sente año la consulta que
hace D. J.
A.Rico
yGarjon desde
el Caserío del Salado én el castillo de Locabin.Respecto
á laplantación,
supuestoquedista
una cepade la
otra dos varas, debeejecutar el plantío del modo siguiente:
i se.480
gaceta agrícola del ministerio de fomentoseñala la viña por
medio de arado haciendo
unos surcossumamen¬te someros, pues basta que
señalen la tierra nada más;
peroéstos
se han de hacer de Norte á Este, dos varas uno
de
otro, por unmozo de muías ó bueyes que sepan
labrar
muy recto, pues esde
sumo interés, y
despues
seseñala del mismo modo de Sur á
Oeste, demodo
queforme
uncuadro exactísimo; 2.", verificado
esto, seabren
los hoyos de Norte á Este, del modo siguiente:
envez de abrir los
hoyos
para unsarmiento solo,
sele da al hoyo
la longitud
de las dos
varas,dejando perfectamente, al ménos
en las cabeceras, el cortedel hoyo
áplomo; 3.°, verificado
esto, seplantan dos sarmientos
encada hoyo,
esdecir,
uno encada
ca¬becera, de
modo
queresulten las patillas de los sarmientos
una mirando al Norte yla
otraal Este; colocados los sarmientos así
en el
hoyo,
quedeberá
teneryS centímetros al ménos de profun¬
didad en vez de los 55 que expresa
el Sr. Rico, á fin de
quela
viña
produzca
más y tengadoble vida
queplantándola
somera;puestos ó
colocados los sarmientos,
secubren
cosade palmo
y medio con tierra de la capalaborable, teniendo
grancuidado al
hacer esta
operación
que nocaiga
enel hoyo algun nudo dé
gra¬ma;
4." verificado
estoasí,
se ponendespues
encada hoyo dos ó
cuatro sarmientos que
servirán al año siguiente
parareplantar
marras, y
los
restantes seinvertirán én la plantación del año si¬
guiente;
estemétodo
es másconveniente
paraobtener planto¬
nes que no
enterrarlos
enacequias donde la tierra
tengamucha
humedad, porqueasí
secrian regalados
y conmucho vicio,
y despues seresienten al trasplantarlos,
yponiendo
comollevo di¬
cho en- los hoyos,
los sarmientos
que sehan de trasplantar al
año
siguiente, si
no son tanlozanos,
sonmás fuertes
yresistentes
á losterrenosinferiorespor estar ya
aclimatados; los sarmientos de
que se trata
deben
estararrimados á las paredes de los hoyos,
y así los peoneslos distinguen de la verdadera
cepa queestá
enel
centro. 5." Plantando de Norte á Estey
viceversa, resulta
quelue¬
go que la
viña
yatiene 5 ó más años, los sarmietitos
se atan yrecogen con un esparto
largo, haciendo
estaligadura floja á fin
de no dañar los
sarmientos,
y másadelante, cuando los sarmien¬
tos ya son
más largos,
seforma
un arcouniendo los sarmientos
de dos cepas
ligándolos del modo dicho;
perosobre la primera ligadura
espreciso
que este arcode follaje caiga precisamente
sobre el
hoyo
endonde están plantadas las dos
cepas, esdecir,
se ha de formar el arco de follaje de las dos cepas
plantadas
enun mismo hoyo, y
de
estemodo
caela sombra del
arcosobre
las
patillas de las dos
cepas, porlo
que no Seresienten
tantodel
calor ni de la
sequedad; ligando así los sarmientos
reportan otrasdos
ventajas: la
una, quela madera
sedirige hácia arriba
yal
año
siguiente
no están tandesparramados iqs pulgares,
porlo
CONSULTAS
que no es
fácil,
al labrar lasviñas,
estropearlascon el arado;y
la
otra, que en caso de granizo ópiedra,
los racimos están másresguardados
de ésta y no arrastran con tanta facilidad por el suelo, como cuando están sin atar. Lamadera,
así es más cortay más gruesa, y las yemastienen
más ensanche.La labor
mejor
es la delazadón;
yo poseoalgunos
viñedos enCriptana, proindiviso
con mihermano,
aunque en poca escala porque poseemos pocosbienes,
los que todos están plantados deviña;
mi hermano los cuida ycultiva todo
con el azadón, puessi el cultivo así es más caro al parecer, no es
así;
es más barato, porque produce unatercera parte más.AÍ señor de
Sisante,
cuyo nombre norecuerdo,
en la consulta sobre qué arado es el más litil, deseoso de usar este medio por lacarestía de los
jornales, cúmpleme
asegurarle que el azadón es más barato que el arado, pues labrando bien la madera es dobleen las
viñas,
y esto en la Mancha vale dinero á causa de la esca¬sez de leña. El arado estropea las cepas; pues por
inteligente
quesea el
labrador,
no puede evitar desmanes ydestrozos
ocurridos,ya por
descuido,
ya pordesvío,
ya por no estar bien alineadas.Esto es de sumo
interés,
cuantoel acodar ó desjarretar alsegundoaño las cepas, es cosa reconocida que no
conviene,
porque poste¬riormente esmás mala de armar,si bien desjarretando sale un vás- tago
pujante
y poderoso, ylos primeros
años nosemeje
tanto lacepa, con el
tiempo
ésta se afirma aunque no sedesjarrete
y es más redonda que lade
lodesjarretado;
lo queinteresa
es, al ha¬cer las
alberquillas,
cortar las raicillassuperiores,
ylas inferio¬
res se robustecen y
dan fuerza
á la cepa. En cuanto al terreno, todos son buenos exceptolos
de mal saborygredoso;
en éste es inútil todo esfuerzo humano para tener buenasviñas,
yasí
éstelo aplicarla á plantación de perales; este arbusto es muy
produc¬
tivo,
y máxime si elproducto
está en sitiode fácil extracción para elmercado,
y se buscan castas excelentes en sabor yde
gran ta¬maño;
este arbusto suele vivir unsiglo;
debe sembrarse el peralen línea recta, los
liños,
y ádistancia de
12 varas depiéá pié,
álos quince años ya
produce bastante,
álos
25 estádesarrollado,
y
despues
vive unsiglo;
el fruto vale mucho y sumadera
cuandose arranca; para sembrar
viña,
viéndonos corno nos vemos ame¬nazados por la parte
de
Francia yPortugal de la filoxera,
el me¬jor
terreno son los arenales sueltos, con tal que retengan en el subsuelo lahumedad;
en estos terrenos el insecto nopuede
vi¬vir,
porque á su movimiento la arena se mueve yle priva de
tra¬bajar,
y leahoga 'ó
muerede
cansado. En cierta ocasión en¬tré en el
despacho de
unprocurador amigo mió,
yle vi
que sobre un canto de la mesa dedespacho tenia
un montoncito dearena con un
hoyo
enmedio,
y quemiraba
esteobjeto
yreia;
Tomo VII 3i
482
gacetaagrícola
del ministerio de fomentole
pregunté qué hacia,
y mehizo
ver quetenia
enel hoyo
una:pulga,
yque pormás esfuerzos
quehacia,
nopodia salir;
puesal
ir á hacer fuerza para
brincar movia la
arena y nopodia li¬
brarse" de su
prisión,
enla
quemurió fatigada ántes de las vein¬
ticuatro
horas,
yteniendo
esto presentedesde
que sedeclaró la plaga de
que se trata,he hecho la prueba de la
arena conmil insectillos,
ytodos
mueren pronto, creomás de cansados
que de hambre,sin poder salir del hoyo de la
arena, comosucedió
ála
pulga;
pues essabido
que esteinsecto vive mucho tiempo sin
comer.
El
peral
apeteceel
terrenogredoso;
yohe visto varios perales
colosales en estos terrenos, en
particular
enVillanueva del Cárde¬
te, cuya
clase llaman allí á
sufruto
perasmigueleñas, sin duda
porque se cogen en esta
época de últimos de Setiembre
y soncolo¬
sales, habiendo
oido decir
quehabia peral
quetenia
unacarretada;
el frutoesmuy
sabroso,
suave y muygrande; el peral
nodesestima
este terreno, porque su
raíz central
esfusiforme
y seinterna al¬
gunas varas
de profundidad
ylas laterales
crecenbastante
entre la capalaborable
ysubsuelo.
Perdone Vd. mi atrevimiento en molestar su atencióncon estas mal
pergeñadas líneas,
pues no soyescritor,
yle agradeceré si
sedigna darla
ála
estampa enla Gaceta Agrícola,
quetairacertada¬
mente
dirige, corrija las repeticiones
yla redacte
enla forma
conveniente,de lo
quequedaré
sumamenteagradecido,
y enlo-
sucesivo le
participaré lo
poco que sepasobre agricultura. Dé todo
lo cual le
doy
poranticipado las más repetidas gracias.
Y entre tanto reciba el más cordial
aprecio de
estesuafectísimo
S. S. Q. B. S.
M.—Juan Bautista Llobresy Berenguillo.
P. D. El
plantío debe hacerse
enDiciembre,
porquedisfru¬
ta más de laslluvias y agarra
mejor el Sarniento;
esprobado.»
Arboles taladrados.
Acerca de la consulta hecha por
el Ayuntamiento de Valbuena
de
Pisuerga,
nosescribe el digno secretario del municipio de Marquinez
una cartade interés
porlas observaciones
queconsig¬
na. Recomendamos su lectura,.
hallándonos conformes
con sus atinadas advertencias.«Marquinez 23 de
Mayo de 1878.—Exmo. Sr. Director de la
G/ceta Agrícola.
Muy señor mió: En el número 3." del
tomoVII del periódico
CONSULTAS 483
que
Vd.
tan acertadamentedirige,
y en lapágina
340, he leidouna consulta hecha á Vd. por el secretario del
Ayuntamiento
deValbuena de
Pisuerga
sobre si existealgun
preservativo para queno muera un árbolfrutal taladrado á
barreno,
según parece, conaquel objeto.
No voy á dar yo
solución
á la consulta, pues me reconozco muyincapaz
deello;
pero sí áexplicar
un casoigual
ocurrido enesta villa.
En Setiembre último y á
tiempo
quela
sávia volvía á tener granmovimiento,
observé quealgunos chopos
y cerezos de lapropiedad
de misparientes
ycontiguos
á una fincamia destilabancon gran abundancia por determinados puntos, y como esconsi¬
guiente,
se iba al suelo la dichasávia quedebia
circularpor entre el liber yla
albura ó falsa madera para nutrirlos sin ser vista.Ignorando
cuál podia ser su causa, me aproximé más y más á dichos árboles, yvi
que en los indicados puntos(que
todos eranen la parte más gruesa de los tallos ó tronco é inmediato á la su¬
perficie
de latierra),
existia arcilla; empecé á quitarla yquedé sorprendido
al ver que estaban taladrados á barreno y recubiertala entrada con dicha tierra para más disimulo. Pero si esto me
causó sorpresa, fué todavía mucho mayor
la
que experimenté al observar quequitada
laarcilla,
salia un fuerte olor que conocí almomento era de
ajos;
y enefecto,
todos los huecos estaban relle¬nos de
aquellos
granos machacados. Que fué hecho con el fin de que se secaran no me cabia la menorduda, atendidas
las circuns¬tancias que
mediaban.
Un casosemejante
nohabiaoido,
y porlo mismo tampoco el i^medio quepodria
aplicarse para contrares¬tar la idea del criminal. Concebí la de tomar otro barreno de mayor
diámetro
é introducirlo en los árboles por los mismospuntos que
los
otros para de este modo sacar toda la sustancia nociva que existiera yáun la madera
queestaba yainficionada
deella,
rellenarlo todocon un trozo de madera del mismo diámetro queajustara bien,
á excepciónde
la corteza, que nopodriá
salir ó sacarse fácilmente y
luego
taparlo todo con arcilla, como ustedaconseja, de
modoque tampocoésta pudieracaerse. Lo hiceasí,
y en laprimavera
actual todos los árboles en cuestión han echado lahoja
como otros años yal tiempo
quelos de
suespecie,
continuando en perfecto estado de lozanía.
No creo que por sólo el hecho de dar taladros de barreno á los árboles éstos mueran, pues
he visto
á muchos quelo han
hechoparaver si tenianbuen
material,
y noresultandosegún susdeseos,
los
dejaron
enpié,
ycontinúan
prosperando sin novedaddespues
de varios
años;
massi
les introducen sustancias fuertes comola indicada úotrasmás ó ménosperjudiciales, también
creo morirán si pronto no se les poneremedio,
por cuanto dichas sustancias484 GACETA
AGRÍCOLA
DEL MINISTERIO DE FOMENTOreconcentrarán hácia el hueco doñee existen todo el
jugo vital,
yno
dejándolo ascender,
sevolverá á la tierra
porla
parteexterior,
como sucedia en los árboles á que
mè refiero,
y noles quedará
otro recurso que
el de sucumbir
enbreve tiempo.
No
pretendo
queel medio indicado
seade aplicación general
ysegura, pues no
lo he practicado más
que enel
casoexpresado, y
en el que como se
vé
mesurtió el efecto deseado,
aunque enár¬
boles de distinta
especie. Lo digo únicamente á fin de
quesi
pordesgracia ocurriera
otroigual ó parecido, el interesado si lo tiene
por
conveniente pueda hacerlo,
puesto queni
senecesita gastar
cosa alguna ni es
de difícil ejecución.
Dispénseme,
señor director, el
quele dirija
estasdesaliñadas
líneas, las que
si conceptúa de alguna utilidad puede disponer
sean puestas en
el lugar correspondiente del periódico,
y porello
le
quedaré
muyagradecido,
comosecretario de la corporación
municipal,
yque comotal leo
con gustotodos los números del
mismo;
ofreciéndome
con estemotivo
suafectísimo
seguroservi¬
dor Q. S. M. B., Toribio