• Aucun résultat trouvé

EL AGRÍCOLA

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2022

Partager "EL AGRÍCOLA"

Copied!
145
0
0

Texte intégral

(1)

EL

CRÉDITO AGRÍCOLA

Consagrada esta Revista al estudio de todos los problemas que directa ó indirectamente se refieren al progresivo desarrollo de la agricultura española, principal fuente de prosperidad yde riqueza de

lanación, consideramos muyútil, por no decir necesario, examinar

conalguna detención lacuestión del crédito agrícola, asunto que preocupahoy á todos los economistas de Europa y sobre el cual

hanprincipiado á fijar muyespecialmente su atención los Gobier

nos de los diversos países de Europa, incluso el nuestro.

Laagricultura, que auncuandotenga sucarácter peculiary espe¬

cífico, es una verdadera industria, yestá, por lo tanto, regida pol¬

las leyes que regulantodaproducción, utiliza comoinstrumentos de producción el capitaly el trabajo.

El elemento trabajo, principal factor de toda producción, necesita

para ser fecundo en resultados y para que la industria progrese y

seextienda, del auxilio poderosísimo del capital.

Reviste éste en la agricultura dos formas completamente distin

tas: lo que pudiéramos llamar el capital-tierra 6 sea el fundo con todas las mejoras acumuladasporlas generaciones pasadas, y elca¬

pital mobiliario.

Elprimero claro estáque esla base y el fundamentode la agri

culturayconstituye su taller y la primera materia de que se vale;

perono es menos cierto que el segundo concurre á la obra de la

producción deuna manera eficacísima, tan eficaz como puedanser las mismas fuerzas naturales, puestoque comprende los instrumen¬

tosdel trabajo agrícolay aquellos medios auxiliares que la ciencia aconsejaparapoder, en igualdad de esfuerzo, hacer producir

á

la

tierrauna mayor cantidad de frutos, como son los abonos, asína¬

turales como artificiales, elganado,las semillas, aperosde labranza,

metálico para subvenir aljornaldel bracero, etc., etc.

(2)

Este capital mobiliario, que unabuena explotación agrícolanece¬

sita, es detanta entidad, que se calcula en una tercera partedel

valor del fundo que se cultiva. Desgraciadamente, entre nosotros y

en la mayor parte de los países de Europa, dista mucho ellabrador

de poseer estos poderosos medios auxiliares, y realiza su explota¬

ción con capital insuficiente y de una manera rudimentaria porlo

tanto, lo cual le colocaen condiciones desventajosísimasparapoder

luchar en baratura y en bondad con otroscultivadores de tierras privilegiadas por su fertilidad 6 que cuentancon gran capital mo¬

biliarioparacultivarlas y hacerlas producir el máximum de frutos

de que sonsusceptibles.

La importanciade estos poderosos medios ha sido reconocidaen

todo tiempo por los hombres pensadores y que se preocupande

estas cuestiones;pero en la actualidad, el interés que inspiranes mucho mayor por los peligros que para los agricultores del viejo

continente encierra la concurrencia que en sus propios mercados

les hacen los productores agrícolas de los Estados Unidos y-de la

Australia principalmente,concurrencia que exige, si no han de su¬

cumbir en la lucha, que ésta se entable en circunstancias ycondi¬

ciones más iguales que lo son en la actualidad, lo cualno puede

obtenerse sino facilitando allabrador los medios deadquirir el capi¬

tal que para su explotación necesita con baratura y facilidad.

Cuando el cultivo de las tierras se hace directamente porelpropie¬

tario, existenya formas jurídicasy mecanismos económicospara fa¬

cilitarle, utilizandoparaello el crédito territorial, los capitales necesa¬

rios parala explotación desufinca. Este constituye un problemaya resuelto, que aunque las solucionesqueha recibidosean susceptibles

de perfeccionamiento y mejora, como toda obra humana, puede

afirmarseque en todaslas legislaciones de los pueblos cultos están

echadas las raíces del que ha sido llamado crédito territorial ó hi¬

potecario, y rara es la nación en laque conregularidadno funciona

un banco de esta naturaleza más ó menosperfeccionado.

Pero el créditoterritorial, basado en la garantíaque ofrecelapro¬

piedad inmueble, no resuelve la dificultad ni destruye losobstáculos

que encuentra la agriculturapara sudesarrollo y perfeccionamiento, primero porquela inmensa mayoría de las tierras no son cultivadas

directamente por susdueños, ysegundo, porque el cultivo intenso

que la concurrencia de los productores de comarcas privilegiadísi-

(3)

EL CRÉDITO AGRÍCOLA 303

maspor su fertilidad imponen alagricultor, si ha de poder compe¬

tircon aquéllosen la baratura de los productos, el auxilio de un ca¬

pitalmóvil de explotación de las fincas muy superior al que hasta

hace pocosaños erasuficiente, puesla baratura y buena calidad de

los frutos sólo pueden obtenerse con el empleo del riego, de los

abonos sabia y prudentemente utilizados, del uso de las máquinas,

y engeneral, de todos los medios y procedimientos de cultivo más

adelantados y perfeccionados.

Si, porlo tanto,ha sido siempre necesario facilitar al agricultor

como á todo industrial el capital necesario para poder producir en buenas condiciones económicas, en las actuales circunstancias, por

las condiciones especialesen que seencuentra la producción agríco¬

la, porla crisis que atraviesay porla mayor quela amenaza en un

porvenirno lejano, aquella necesidad se hace más apremiante, y estoexplica la preocupación general que el problema del crédito agrícolaproduce en elánimo de todos los Gobiernos y de cuantas personas sededican al estudio de estos asuntos.

Ennuestrapatria, además delas causas generales que influyen

poridéntico modo en todas las naciones de Europa, existen circuns¬

tanciasespeciales que danalasunto un excepcional interés. El re¬

conocido ylamentableatrasode nuestrosprocedimientos de cultivo,

laescasez delriego, y por lo tanto, el poco extendido uso de los

abonos naturales y artificiales, lapobreza de nuestros agricultores,

ysobre todo, la odiosa é increible usurade que son víctimas, cuan¬

dopor causa de cosechas insuficientes, ópor otros motivos, seven

enla necesidad deacudir alpréstamo, el cual no consiguen sin ga¬

rantíashipotecarias, que en la mayorparte de los casos no pueden ofrecer, á un interés menor de un 20 por 100 anual, que llegaen

algunos pueblos al 50, hacen indispensable y urgenteel tratar de

removerlos obstáculos que hoy se oponen al desarrollo del crédito

entre las clases dedicadas á la agricultura, si ésta ha de adquirir el

desarrollo de que es susceptible, dadas las favorables condiciones

delsuelo y del clima, fomento que ha de producir como consecuen¬

ciainmediata el mayor bienestar de los habitantes de la nación, en

sumayoría dedicadosá las faenas del campo, y que ha de influir poderosamenteen el incremento y desarrollo de las industrias ma¬

nufacturerasydel comercio, aumentandopor consiguiente la riqueza

nacionaly el poder delEstado.

(4)

Nuestros Gobiernos, como antes he indicado, no han permaneci¬

do alejados de la opinión de las personas ilustradas que, con una¬

nimidad impropia de nuestro modo de ser, pedían el estudio y la

resolución de este problema, y antes bien, tomando una poderosa iniciativa,, han abierto informaciones y reunido datos sobreeste asunto, habiendo, por fin, el distinguido jurisconsulto y eminente

estadista que hasta hace pocos días ha desempeñadola carterade Fomento, formulado con todos los antecedentes ála vista, unmedi¬

tadoproyectode ley sobreelparticular, queexaminaremos después

con todo detenimiento para dar-áestos modestos artículos un ca¬

rácter eminentemente práctico.

Aun cuando la índole de este trabajo no consienta un estudio

filosófico del concepto y de las funciones económicas del crédito, no

podemos excusarnos, por exigirloasí la claridad de la exposicióny el método que nos proponemos seguir, de dar algunas nociones so¬

bre elcrédito en general, así como de haceruna brevísima ysucin¬

ta indicación de los diversos sistemas yBancos agrícolasestablecidos

ó propuestos en las principales naciones, paracon estos indispensa¬

bles antecedentes poder examinar la cuestión, considerada ya bajo

elpunto de vista concreto de su aplicación á España, analizando

para ello las instituciones económicas más ó menos relacionadascon el crédito agrícola que contamos, para venir áparar á la solución práctica del problema.

I

DEL CRÉDITO EN GENERAL: SUS CLASES: CARACTERES DIFERENCIALES DEL AGRÍCOLA

El créditoen general es la confianza que inspira una persona de

quecumplirá las obligaciones que libremente haya pactado.

El crédito fecuniario ó económico, único del que nosotrosdebe¬

mos ocuparnos, podemos definirlo siguiendo á Cossa, diciendo que

es la cesión de capital ó riqueza bajo promesa de futuro pago, ce¬

sión que descansa siempre en la confianza que alacreedor merezca el deudor.

Esta confianza nace de las condiciones dehonradez, laboriosidad

(5)

EL CRÉDITO AGRÍCOLA

305 é inteligencia del deudor, en cuyo caso el créditosellama personal, ó está basado en la garantía á favor del acreedor constituida por el

deudor sobre una cosa afecta al pago, en cuyo caso el crédito

es real.

Pero esta división, como observa muy atinadamente Díaz de

Rábago (i), no estátan profundamentemarcada queestablezca una

verdadera solución de continuidad entreelcréditopersonalyel real.

El primero no se dispensa, en general, más que al que poseebienes suficientes para cumpliren su díacon la obligación contraída, ó al que se le suponen condiciones tales de laboriosidad éinteligencia

quevienen á constituir un verdadero capital; por manera, que la idea de que el deudor posee medios suficientes para pagar, domina

porcompleto en el crédito personal, y tras la persona del deudor

se ve siempreuna cosa con la que espera cobrar el acreedor. A la

inversa, en el crédito real entra como elemento muyimportante la moralidad del deudor, es decir, la voluntad de pagar, pues de no existir ésta, con dificultad habrá quien lepreste en regulares condi¬

ciones.

Existe, sinembargo, dentrode la condición comúndel créditoper¬

sonal y delreal, que es la confianza en la buena fe deldeudor, una

diferencia importantísima, bastante para justificar esta fundamental

división, y es la de que en el crédito personal lagarantíanoconsiste

en una cosa determinada y existente como en el real, sino que concede por la confianza que inspira el deudor6 las personas quele abonan, y la garantía, más que en bienes existentes, está en la ri¬

quezafuturaó á crearpor medio de la industriadel deudor vivifica¬

da porel capital que le cede temporalmente el acreedor.

El crédito real se subdivide en inmuebleó hipotecarioy enpren¬

dario ó mobiliario, según que la cosa dada en garantía sea unobje¬

to mueble óinmueble.

Veamos ahoraqué clase de crédito utiliza y puede utilizar la

agricultura, ó mejor dicho, á qué clase corresponde de las indicadas

elcrédito agrícola.

Para limitar y circunscribir la pregunta,debemos recordar que

aun cuando el crédito agrícola comprende el hipotecario ó territo¬

rial, que emplea yde que se utiliza el,propietario, que es á la vez

(i) El CréditoAgrícola.—Santiago, 1883.

Terceraépoca,—i."Noviembre1886.—TOMO VIII. 20

(6)

cultivador, no es deesta clase de crédito del que nos ocupamos, sino del agrícola mobiliario, es decir, del

á

que

puede aspirar el la¬

brador que noposeabienesraíces ó queestos sean

insuficientes

pa¬

raservir de garantíaal préstamo que sus

necesidades le obliguen á

buscar. Pormanera, que al hablar de crédito agrícola

entiéndase

que hablamos, siguiendo el uso

admitido, de crédito agrícola mobi¬

liario.

Con esto queda ya descartado el hipotecario ó

inmueble.

El agricultor, comotoda

industrial

y

todo comerciante, utiliza

en

primer término su crédito personal; es

más,

por

mucho

que se per¬

feccionenlas instituciones de crédito y por grandes que sean lasga¬

rantíasreales quelaagricultura pueda ofrecer algún

día

á

los capi¬

talistas, siempreel crédito personal, la

confianza

que

la honradez,

lalaboriosidad ylainteligenciadel labrador inspire,

será la fuente

principal del crédito que se

le conceda. Pero

este

crédito común á

todas las clasesde la sociedad y que crece y desarrolla á

medida

que aumentala moralidady la

laboriosidad de los pueblos, hasta el

punto deque pudieraservir de

barómetro

para

calcular el grado de

cultura y moralidad de un país, la

importancia

y

el alcance de los

préstamoshechossin másgarantíasque

la confianza personal

que

los

deudores merezcan, y el hábito en éstos de cumplir

puntualmente

sus compromisos, no constituye

especialidad alguna de la agricultura

ni entra por lo tanto en la índole peculiar

de

este

estudio.

El créditoagrícola queda, pues, reducido, en lo que

tiene de

es¬

pecífico al real mobiliario, es

decir, al

que

tiene

por

fin

procurar

al

labrador elcapital necesario para el cultivoy

mejora de las tierras

quelabra yseconcede

ó

presta con

garantía de las cosechas alma¬

cenadas, pendientes ó veniderasy de

los ganados, semillas, abonos

yaperos de labranza.

Doscircunstancias, nacidas de la índole peculiar de la

industria

agrícola, dificultan el

desarrollo del crédito propiamente llamado

agrícola. Es el primero el largo

plazo á

que

los préstamos han de

tenerlugar, dado el tiempo

necesario

para que

las impensas

y

bene¬

ficios hechos en el cultivo, produzcan los resultados

buscados

y

con elaumento deproducción pueda el

labrador satisfacer la deuda

contraída.

Esel segundo la imposibilidad en que

éste

se encuentra

de po,

derentregar al acreedor enprenda y como garantía

del préstamo

(7)

el crédito agrícola 307 los efectos muebles de su propiedad, pues consistiendo en la gene¬

ralidad de los casos en cosechas pendientes ó en ganados, abonos y aperosde labranza, es decir, en instrumentos indispensables para su

industria, no puede desprenderse de ellossin menoscabar, ó mejor dicho, sin imposibilitar la misma producción que por medio del préstamotrata de fomentar.

Estas dos circunstancias constituyen lo que pudiéramos llamar

la índoleespecífica del préstamoagrícola, y son, pordecirlo así, los

datos de que es forzoso partirparadar solución alproblema.

Desdeluego los descuentos de letrasypagarés á plazocorto,que

constituyen el modo peculiary más usual del crédito comercial, es

preciso desecharlospor imposibles; y como, por otro lado, ningún

establecimiento de crédito, ni banquero alguno particular, puede prescindir, como elemento indispensable de su prosperidadyde su mismo crédito, de la fácily cómoda realización desu cartera á un

plazo corto, parapoderél responder del papel que emita, reembol¬

sándoloá su presentación, han resultado ineficaces los Bancos de

circulación yemisión existentespara este objeto, siendo necesario

acudir ánuevos organismos basados en distintos moldes, de loscua¬

les más adelante daremosuna sucinta idea.

Por la imposibilidad de desprenderse el labrador de la posesión

de losútiles yefectos muebles que ofrezca en garantía del préstamo

que solicite,resulta asimismo inaplicable elcontrato de prenda tal

comohoy lo establece nuestro derecho, haciéndosenecesario intro¬

ducirenél las reformasnecesarias, áfin de que pueda lacosa conti¬

nuar en poderdel deudorsin menoscabar la garantía real que el

acreedor necesita, reformasquehan de combinarsecon unsistemade enjuiciamiento para hacer efectivas las obligaciones rapidísimoy

todo lo más económico posible. Todo ello está estudiado muy con¬

cienzudamenteen elnotable proyecto de ley presentado al Congre¬

so por elExcrao. Sr. Ministro de Fomento D. Eugenio Montero Ríos, del que nos hemos de ocupar después, y que ya conocen

nuestroslectorespor haberlo publicado íntegroesta Gaceta (i).

Ademásdelas enumeradas dificultades que ofrece el desarrollo

del créditoagrícola, existen los obstáculos que al fomento de todo

(l) Véanselos númeroscorrespondientes á i." y 16 de Agosto yi.° de Setiem

bre deeste año.

(8)

crédito ofrece el estado general de la nación, y dela agricultura en

particular, obstáculos que pueden clasificarse en tres grupos: mo¬

rales, legalesyeconómicos.

Son obstáculos morales aquellos queafectan al crédito personal

del agricultor, ála confianzaque éste inspira yque tanta influencia ejerce enel crédito real que al mismo se concede, como antes he¬

mosmanifestado, entre los cuales pueden señalarse: a) la falta de

cultura é instrucciónagrícola deque por lo general adolecen nues¬

tros labradores; ¿>) la poca costumbre de cumplir puntualmentesus compromisos, efecto de no comprender la importancia de la pun¬

tualidad de los pagos, como lo comprende el comerciante que cifra

suhonor profesional en no dilatar niun solo momento el pago

de

una deuda vencida(i).

Los obstáculos legales sonaquellos que nacen de un defecto en la organización políticajudicial ó administrativa del país, y que si

directamente no atacan como los morales el crédito personal del deudor, indirectamenteinfluyen deuna manerapoderosa en lacon¬

fianza queel acreedor necesita tener de realizar su crédito llegado

el plazo estipulado como término de la obligación. Pueden enume¬

rarse, entre otros muchos de menos importancia y que no afectan

tanto á España: a) la mala administración, que aumentalos riesgos

ylas contingencias de todo negocio; ¿>) la inestabilidad de los

Go¬

biernos, quecon las consiguientes alteraciones del orden

público,

produce elretraimiento del capital; c)

las

dilaciones y

la carestía de

las actuaciones judiciales, que dificultan y entorpecen la

realización

de loscréditos cuando por falta de cumplimiento de la obligación

se ha deexigir ésta en juicio; d) los obstáculos fiscales ó de otra i'ndole para la formalización de los contratos de préstamo, puesto

que imposibilita su celebración cuando se trata

de cantidades de

pocaentidad; e) la inseguridad de losarrendamientos

ó los celebra-

(i) Es tantala importanciaque Sayconcede á la puntualidad enlospagos,qua

diceen su Traite d'EconomiePolitique-, <Es laprincipal base delcrédito,y en gene-

ralnosueleengaSar.Enefecto,para que unhombre hayapagado siempresus deu¬

das conexactitudypuntualidadha sido preciso,ó quehayatenido siempreásudis¬

posiciónlascantidadesnecesariaspara ello,ynoshallamosen elcasodeunhombre

que poseemás bienesque deudas, lo cual es unmotivo para tener enélconfianza,

6 bienesnecesario quehaya tomado siempre tanbien susmedidasy se haya dedi¬

cado ánegociostanseguros, que sus ingresos nohaya dejado de realizarlos nunca

antes dellegar la época desus vencimientos, yestahabilidady esta prudenciacons¬

tituyen tambiénunasólida garantíapara elporvenir.»

(9)

el crédito agrícola 309 dos á plazo muy corto, que quitan al prestamista la

seguridad

de

que el arrendatario, utilizando con inteligencia y

laboriosidad el

capitalpor él prestado y empleado en mejoras de cultivo, pueda

sacartodas las utilidadesque se proponíaycon parte de las cuales pensaba solventar ladeuda; /) los privilegios generales ó que no

consten de una manera pública concedidos por las leyes á deter¬

minadosacreedores, pues con ello se destruye de hecho la prenda ofrecida, ypor lo tantola garantía real del préstamo.

Entranen la categoría de obstáculos económicos aquellascircuns¬

tancias enparteindependientes de la voluntad,enque se

halla

nues¬

tra naciónporefecto de diversas circunstancias; pero que

afectan

de una maneramuy sensible alcrédito agrícola, como al crédito en general. Sonlos principales: a) laescasez de capitales; è) la extre¬

madapobreza de la mayoría de nuestros labradores que no son

al

mismotiempo propietarios y que se hallan imposibilitados

de dis¬

frutarotro crédito que el puramente personal; c) la enorme

deuda

pública en relación á las fuerzas productoras y

contributivas del

paísque absorbeengranparteloscapitales

disponibles de la nación,

y como este mismo exceso ocasiona la depreciación de los valores

que la representan, ofrece un.alicientepara la

colocación de los

ca¬

pitales quedistrae y dificulta el que se dediquen

al auxilio de la

agricultura, en donde si hallarían más seguridad, no pueden

aspirar

á tanpingües ganancias (i).

Esta ligera enumeración de los

obstáculos

que

dificultan ó

se opo¬

nen aldesarrollo del créditoterritorial mobiliarioó agrícola, ycuya remoción constituye el problema económico

agrario, basta á

nues¬

tro modo de ver parafijar ydeterminarla

cuestión

que nos propo¬

nemos estudiar, debiendo antes examinar, aunque muy

superficial¬

mente las instituciones y losmediosensayados ó propuestos en

las

principalesnaciones pararesolverel

problema.

Juan Rosell.

[Se continuará!)

(l) Dada lacotización qnealcanzala deudainteriorconsolidada espaOolaenla

actualidad, yesto que enlos últimos tiempos ha adquiridoun precio relativamente

altísimo, elcapital empleadoenestaclasede valoresproduce elinterés anual de 6y

4 décimospor 100.Mientras lascosas siganenesteestado, loscapitalesnoacudirán

enauxilio de laagricultura nid^ingunaotraindustriaenlaproporción correspon¬

diente, y estafalta decapitales que enlapráctica se traduce en carestía, será una

causadeinferioridad económica de lanación.

(10)

f-Señor directorde la gaceta agrícola:

Muy señor mío; He leído con mucho gusto las consideraciones

que V. expone en el número que se acaba de publicar, en apoyo de que se aclareporla Administración lo dispuesto en el reglamen¬

to de consumosrelativamente al parte que exigen algunos arrenda¬

tarios de este impuesto átodos los ganaderos, sin excepción, de las

altasybajas que ocurren en los rebaños. Los argumentos que hace

para probar que debe eximirse de tal obligación son irrebatibles;

pero la demostración llegaríaá su últimogrado si hubiese algún ar¬

tículo legal que les sirviese de fundamento. Yo tengo que hacer una reclamación igual á la de la Junta de

Linares,

y desearía apoyarme

en alguna ley;pero no conociendo la legislación del ramo, agrade¬

ceré á V. tenga á bien exclarecer este punto concreto en el ilustra¬

do periódico quetan dignamente dirige.

Dándole gracias anticipadas, quedo de V. afectísimo suscritor

q. s. m. b.

Arturo Capdevila.

Madrid 2JdeOctubre de iSSó.t

En el reglamento de consumos no hemos hallado artículo que

pueda juzgarse como excepción del 69; pero el Decretode 30 de

Setiembre de 1885 está enteramenteconforme con la doctrina que sostenemos.

Véanse algunos artículos:

<Art. 56. Para fijar las altas ybajas que deban comprenderse

en el apéndice anual porrazón de ganadería, á que se refiere el

caso 10delart. 48, seobservarán las reglas siguientes:

(11)

ALTAS Y BAJAS DEL GANADO 311

1.® Losdueños, aparceros ó encargados

de ganados de

que

ha¬

blael art.4.°, estarán obligados

á

presentar

al Ayuntamiento del

pueblo de su

vecindad,

yen

las poblaciones donde exista á la Co¬

misión deevaluación, en elplazo de dos meses,

contados desde la

publicación de este

reglamento

en

la Gaceta de Madrid, relación

del número de cabezas de ganado que posean,

designando

su

clase,

edadyobj'eto áque se

destinan, esto

es,

si

es

á la labor ó á gran¬

jeria, punto ó puntos en que se

han de apacentar, y los en que á la

sazón sehallan, elnombre de las dehesasen

donde existan ó hayan

deir ápastar,el delpueblo en cuyo

término jurisdiccional se hallen

enclavadasestas dehesas,yla marca del

ganado, si la tiene. Tam¬

biénse incluirán en estasrelaciones los

ganados

exentos

de la

con¬

tribuciónterritorial, porestar dedicados

á

una

industria

no

relacio¬

nadaconlaagriculturay

comprendida

en

las tarifas de la contribu¬

ciónindustrial, expresandocuálsea ésta y

el número

con

que el

contribuyenteestéinscrito en

la matrícula respectiva.

Iguales relaciones

presentarán siempre

que

experimenten altera¬

ción, en más ó enmenos, en

el

número

de cabezas de sus ganados

óhayan devariar éstos

los

puntos

de residencia fijados en la primi¬

tivarelación.

Para queno pueda

alegarse ignorancia, las administraciones de

Haciendaharán insertar esta primera

regla

y

la siguiente

en

el Bo¬

letín Oficial desu

respectiva provincia.

2.^ El Ayuntamiento ó

Comisión de evaluación donde se pre¬

senten dichas relaciones, facilitarán á los

ganaderos tantas copias

certificadas de las mismas como éstos le pidan, con

el objeto de

quehagan constar en

cualquier lugar

en que

los ganados se en¬

cuentren,aquel otro en que

estén amillarados.

Todo ganadero estará

obligado á entregar

una

de dichas copias á

losAyuntamientos ó

Comisiones de evaluación del distrito, en cuyo

términojurisdiccional existan

materialmente ó hayan de ir, siquiera

accidentalmente, eltodo ó partede los

ganados,

en

la inteligencia

de quede no presentarse

dichas copias, el Ayuntamiento ó Comi¬

sión de evaluación del distrito en que esos

ganados existan, podrá

incluirlos en su reparto, sin que los

ganaderos tengan derecho á que

se les indemnice de lo que por esta causa

satisfagan

sus

ganados

porduplicado.

3.^ Ademásde los recuentos

parciales de ganadería que estime

(12)

FOMENTO oportuno hacer el Ayuntamiento por medio de su Junta pericial, ó laComisión de evaluaciónen su

caso, esobligación de estas corpo¬

raciones disponeranualmente en laépoca que considere más opor¬

tuna, pero con tiempo bastante para que suresultado pueda incluir¬

se en elapéndice del amillaramiento, un recuento general de laga¬

nadería existente dentro de su términojurisdiccional,cuyorecuento ha dehacerse simultáneamente en todas las zonasó distritosen que esté divididoó se divida á este efecto aquel término, por dos indi¬

viduos de laJunta pericial ó comisión en cada zona, á quienes la misma corporación comisionaráalefecto. Estos comisionados darán cuenta por escrito aldía siguiente de hecho el recuento,á la misma

corporación, del resultado obtenido en la respectiva zona, con ex¬

presión del número de cabezas de cada clase de ganados, vasos de

colmenas,pares de palomas 6 simiente avivada de

gusanos de seda quehaya en aquélla, detallando los dueños ó usufructuarios de los mismos.»

Artículos que se citan:

cArt. 48. Caso 10.—Las que nacen del cambio de vecindad de los dueños de ganados, y de las altas y bajas que en el número y clase de los mismoshayan ocurrido en el año anterior.

Art. 4." Párrafo 2.°—Asimismo están sujetos á la contribu¬

ción de inmuebles, los dueños ó usufructuarios,arrendadores ó apar¬

ceros de camellos y ganados caballar, mular, asnal, vacuno, lanar, cabrío yde cerda, de colmenas, palomas y gusanos de seda, y en generalmodo entodos los animales, sea cualquierasu clase, que de algún contribuyan á la producción y fomento de la agricultura, ex¬

cepto las aves de corral, bien se dediquendichos ganados ála labor ó bien á granjeria, éstos por las crías, leches, quesos, mantecas, pieles, lanas, estiércoles y demás aprovechamientos, y aquéllos por elimporte deltrabajoque prestan á laagricultura.»

Se ve clarísimamente que la ganadería, considerada inmueble, debe ser amillaradauna vez; que la contribución se pagacon arre¬

glo al número de cabezas que setienen al hacersela declaración de

riqueza; que las crías no se computan hasta el año siguiente, y que de las bajas no hay quedarparte, puesto quenodebiéndose alterar lacuota de contribución, nada importa al Estado tener conocimien¬

to deellas hasta que hayade hacerseel nuevo padrónde riqueza.

(13)

bombas rotatorias 313 Conobjeto deevitar fraudes, facúltaseal fisco para quepractique

las operaciones de investigación ycomprobación que juzgue nece^

sarias; pero al ganadero no sesujeta ála obligación, imposible de cumplir, de que habla al art.69. Así es que no sabemosde ganade¬

ro trashumante que cuenta de las altas ybajas ocurridas en sus rebaños.

Ylo que no se exige á él, no hay razónpara exigirlo al estante.

Para nosotrosla cuestión es sencillísima, y no dudamos que con

unaaclaración se pondráenarmonía con los artículospreinsertos el

sentido del69 del reglamento de consumos.

Miguel López Martínez.

BOMBAS ROTATORIAS

Lamayorparte de lasbombas de este sistema están basadas sobre los mismos principios. Su construcción se diferencia en pe¬

queños detalles, que sirven para distinguir unas de otras. Unas

vecesáun rodillo excéntrico quegiraen un cuerpo de bomba, se adhierenlas paletaspor articulaciones,cuyos ejes son paralelos al rodillo; en este caso, por medio de nn sencillo cálculo se ave¬

rigua que eltrabajo teórico delfrotamiento de laspaletas, contra las pai-edes quelimitan su acción, absorbe un 25 por 100 del tra

bajoútil de la bomba, y agregando las pérdidas queresultan de

los rozamientos que experimenten las demás piezas de la má¬

quina, el rendimiento será casi nulo.

Enocasionesse verificará que los goznes de las paletas articu¬

ladas resultaránperpendiculares al eje de rotación, en vez de ser

paralelas almismo, y en este caso la unión de las paletas se ase¬

gura,sin producir sobre la arista de frotamiento una presión tan

considerable;

pero en cambio la diferencia de presiones entre la aspiracióny la impulsión, engendraen ciertos momentosun fuer¬

te empujelateral ó longitudinal. Este empuje trasmitido altam-

(14)

bormovible,pormedio del eje de lapaleta, trasforma

la cubieiia

lateral en un poderoso freno.

Todos estos defectos hacen quelas bombas construidaspor es¬

te procedimieuto se deterioren muy pronto, y

den aprovecha¬

miento útil muy insignificante.

En lo que concierne á las bombas de un eje, en

las

que

las

pa¬

letas resbalan sobrecojinetessituados en un cilindro

movible, di¬

remos que existen infinidad de modelosque sería

prolijo detallar,

porlo queindicaremos someramente sus

principales cualidades.

Elprimer punto que debemos

considerar

es

el

númeio

de

pa¬

letas, observándose que nunca son menosde dos ni más

de

cuatro.

Unabomba de dos paletas daun rendimiento

igual al

que su¬

ministran dos bombas de pistón de simple efecto,

acopladas

áun árbol giratorio, ó bien aldeunabomba

semejante de doble efecto,

siempre quela superficie delpistón fuera igual á

la de la paleta.

El movimiento del agua es acelerado ó retrasado

alternativa¬

mente, y á cada vuelta la velocidadpasa por un

máximun

y por

un mínimum en el cual elgasto es nulo.

En resumen: diremos que unabomba rotatoria de dos

paletas

y un solo eje, pierde una de las ventajas que se tratan

de realizar

al sustituirla por unabomba de pistón; es decir, que no

imprime

al agua un movimientoregular, y que exige el

empleo de depósi¬

tosde aire lo mismo para la aspiración que para la

impulsión.

Dos medios se emplean generalmente en esta clase

de bombas

para asegurar el contacto de las paletas con

el

cuerpo

principal

del aparato, donde se hallan éstas; el uno

consiste

enuna

guía

fija concéntrica al cuerpo de bombacomo la

de los Sres. Moret

y Broquet (figura 39)yelotrosereduceá

la colocación de

unosresor¬

tes que se apoyan por unlado sobre el cilindro

móvil

ó

eje

ypor

el otro sobre elextremoinferior de la paleta.

Como se nota á primera vista, ambos sistemas son

defectuosos,

pues sería menesterparahacerun

estudio detenido, averiguar la

presión que deben efectuarlas guías fijas, así como

los resortes

para obligar á las paletas á girar con

regularidad,

y

esta presión

varía á cada instante, pues depende del modo como

funcionan

aquéllas, según el grado de pulimento á quehayan

llegado á con¬

secuencia del roce contra las paredes del tambor quelas

contiene.

Porambos sistemas, el ñ'otamiento y el desgaste son muy

gran-

(15)

BOMBAS ROTATORIAS 3I.5 des, y porlo tanto, eltrabajo

de la bomba

es muy

variable

y

exige

frecuentesreparaciones.

En vistade los resultados queel estudio de esta clase de bom¬

bas hadado, podemos deducir las

conclusiones siguientes:

1.° Que estasbombas deben estarmuy bien construidas para darun efecto útil de 0,60, en atención al trabajo perdido por el

frotamiento delas paletas contra la

pared del

cuerpo

de bomba,

y

álasvariaciones develocidad del agua en los diferentes momen¬

tosde su paso por encima de las

paletas.

2." Que reduciendo á dos el número de paletas, se atenúa

Fig. 40.—BombaSamain.

l'ig·39.—Bomba Moret yBroquet.

el primero de los inconvenientes citados; pero se aumenta

el

segundo.

3." Que aumentando el número de paletas sucede lo contra¬

rio; es decir, que se disminuye el segundo

inconveniente,

pero

seaumenta el primero.

4.® Que las paletas no pueden moverse en

el sentido del

radio por el esfuerzo de los resortes sinquelas correderas se des¬

gasten y sin que laprecisión enlos ajustes

(indispensable al

buen funcionamiento)no desaparezca.

b-" Que estos inconvenientes seacentúan tanto más, cuanto

Références

Documents relatifs

Este trabajo de maestría trata sobre dos obras que el escritor uruguayo Eduardo Galeano redactó con el objetivo de “revelar el pasado de América Latina tal como ocurrió” y darle,

A partir de los 13 estudios de caso del Cirad, hemos identificado cinco roles genéricos que la investigación tiene en diferentes fases de los caminos de impacto: la pro- ducción y

Las agriculturas familiares también deben analizarse a través de las relaciones explotación-familia, desde el ángulo de la constitución y de la acumulación de un

Prends pus de temps pour tes amis et ne sois pas aussi direct. Max de ^^ : Tu aime

La didactisación demasiada confuso de la información documentación en la Enseñanza agrícola, tal como nosotros la analizamos, se traduce en un deficit de saber que hay que

Results: The validation results indicate that the method will give accurate and reliable results for serum values ranging from 12.95 to 1295 μg/ml and for urine values ranging from

ENCUENTRO DE MINISTROS DE AGRICULTURA DE LAS AMÉRICAS 2013 SEVENTEENTH REGULAR MEETING OF THE IABA AND3. MEETING OF MINISTERS OF AGRICULTURE OF THE