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nuación las consignadas por el ilustrado profesor D. Eduardo Abela

Dans le document EL AGRÍCOLA (Page 130-134)

en una conferenciadada en elBotánicode MadridenJuniode

1882:

Xzportación del aceite común de España

á

diversos

puntos

Aceite común Valores Kilogramos Pesetas

Quinquenio de 1865á1869 20.363.661 21.541.968

Añode1869 18.542.664 21.612.433

Idem de 1S70 6.114.379 6.114.379

Idem de 1871 12.160.975 12.160975

Idem de 1872 20.667.834 14.467.485

Idem de 1873 52,355.619 36.648.933

Idem de 1874 26.372.921 18.461.043

Idem de 1875 5S5S-6o6 3.88S924

Idem de 1876 4.998431 3.498.862

Idem de 1877 9.577.172 8.238.356

Idem de 1878 24.612.227 22.151.000

EL ACEITE ANDALUZ

431 Las cifras anteriores, no sólo revelan la escasez é irregularidad

denuestra exportación, sino que nosdan una nueva prueba de la pocaestima en que están nuestros aceites en los grandes mercados;

pues desde el año 72 en adelante, apenas si se noshan pagadoá 70 francos los 100 kilogramos.

Si comparamos nuestra exportación á Europa con la que alcanza Italia, donde la superficie cubierta por el olivo es próximamente la mitad que en nuestro país, encontraremos comprobado de nuevo

lo poco en que se estiman nuestros productos, en triste armonía

conlo que del cuadro anterior hemos deducido. He aquí algunos

de los datos relativos al asunto, yreferentes á 1872, quefué un año medio de exportación, consignados también por el mismo profesor

antescitado:

Ezportaeión de aceite á Europa

PROCEDENTE PROCEDENTE de España de Italia Kilogramos Kilogramos

ParaInglaterra 6.476.116 16.506.000

Para Francia

2.953.036 11.921.000 ParaRusia

1.207.471 4.585.000 Para elrestodeEuropa 5.049.859 6.877.500

Totales

15 686.482 39.889.500

EXPORTACIÓN DE ACEITE Á EUROPA

Vemospor las anteriores cifras, que la exportación á losdiferen¬

tespuntos de Europa es casi tresveces superior por parte de Italia que por lanuestra;y si tristeydesconsoladora es esta circunstan¬

cia, teniendoen cuenta, como ya hemos dicho, que lasuperficie ocupada por el olivo en nuestra Península es doble que en aquel país, más delamentar es aún, si se quiere, el considerar la diferen¬

ciaenorme de precios á que aquélla se verifica.

Cuandodesde 1872 hemos estado exportando nuestros aceites de 70á 72 pesetas los 100 kilogramos, sehan cotizado losde Asix yBury, de 125 á 175 francos, según calidad,yhan alcanzado cons¬

tantemente los llamados superfinos de Toscana el elevado precio

de 190 francos, según hemos podido comprobar con datos oficiales deMarsella.

Igualesconsideraciones hemos de deducir si

estudiamos las listas

deprecios del mercado deNiza; estimamos, por tanto,

inútil insis¬

tir más sobreestospuntos, pues creemos que con lo expuestoes bien patente nuestra decadencia en cuanto se

refiere á la riqueza

olivarera. Mas como los precios deMarsellaantes consignadosson los de años anteriores, creemos oportuno, para evitar toda duda

sobre lo que ocurra en la actualidad, anotar á

continuación los

co¬

rrientes en la indicadaplaza en el mes de Marzo último, en cuya

fecha secotizaban nuestros aceites de Andalucía de 34 á 35 reales

arroba, ó sean76 pesetaslos 100kilogramos.

Asix superfino, los 100 kilos, de 150á 175 francos.

Idemfino, de 130á 140.

Bary AA., á 145.

Idem A., á 140.

Idem núm. i, de 120 á 125.

Idem núm. 2, de 100 á 110.

Toscana superior, á 200.

Idem fino, de 160 á 165.

España superfino, á iio.

Idem fino, de 95 á 100.

Túnez, de iio á 115.

MODO DE BENEFICIAR LA CALIDAD Y PRECIOS DE NUESTROS

ACEITES

Las observaciones que preceden han sido, sin duda, causa

del

movimiento que se vienenotando de algunos años á esta

parte en

favorde laindustriaaceitera;muchas son, en efecto,las

mejoras

que

en la fabricación se han introducido, y grandes losafanesde nues¬

tros agricultorespor seguir el camino que

les

marca

el adelanto in¬

dustrial. Pero desgraciadamente hasta ahora, en el terreno

que

pudiéramos llamarutilitario nada se

observa

que nos

pueda

satis-cer; nuestrosaceites siguen sin demanda

extranjera,

como

lo prue¬

ban los precios de exportación, que en

nada han mejorado

en

los

últimos años, y continúan asimismo cotizándose en

el extranjero

con enormes diferencias deprecio,aunrespecto álos que

figuran en

sus cotizaciones en segundo y tercer lugar.

Estas circunstancias nos inducen á creer que si bienla

mejoría

en la fabricaciónes necesaria, y ayudará sin dudaáque

salgan estos

EL ACEITE ANDALUZ

433 géneros de su actual estado de postración, no es por sola sufi¬

ciente para operar enplazo cortoun movimiento ascensional enlos precios de esta mercancía; las mejoras que, por otra parte, sehacen,

ennuestro sentir, más necesarias en esta industria, son muy difíciles de armonizar con los medios de que disponeel olivicultor, y enten¬

demos, portanto, que es máspráctico buscarpor otros caminos el remedio á nuestros males.

Ya hemos indicado que no todos los aceites existentes en Anda¬

lucía puedencalificarse como buenos, pero repetimosque existen muchos, muchísimos, cuyas condiciones esenciales son inmejora¬

bles, pormás que presenten determinados caracteres de demérito para los mercados extranjeros. Estos caracteres sonespecialmente

elolor, que secalifica de fétido en aquéllos, yel fuerte sabor que en general los acompaña, y que enfuerza de la costumbre pasa des¬

apercibido entre nosotros.

Y es indudable que tales vicios no han podido serdominados

cqn los medios de refinaciónque los franceses poseen, pues de po¬

derlo verificar, natural parece quetomasen nuestroscaldos conpre¬

ferenciaá los italianos, para someterlos á aquella operación, toda

vez que losencuentran á precios mucho más bajos.

ài se consigue, pues, entre nosotros establecer la industria de refinaciónde aceites, superando en los medios de verificarlo á lo hecho porlos franceses ó italianos, yconsiguiendo entoncespresen¬

tar enlos mercados nuestros caldos con todos

los caracteres delos

mejores que salgan de sus fábricas, claro es que podremos luchar

con gran ventaja, dada la enorme diferenciade precios á que unos y otros encontramos la primeramateria.

Las ventajas de esta lucha no podrán menos de serduraderas, si

se obtieneprivilegio de invención por el procedimiento, y se enta¬

bla el negocio de la refinaciónpor una sociedad que guarde el más escrupuloso secreto sobre todas sus operaciones.

Nosotros hemos hecho sobre este particular dilatados estudios

prácticos,

y poseemos modelos de cuantos aparatos son necesarios

en esta industria; modelos quefuncionan con perfección extraordi¬

nariaynos permiten ofrecer muestras del producto á aquellos de nuestrosagricultores que, participando de nuestras ideas, quieran convencersede que podemos presentar muchos denuestros aceites á la alturade los renombrados italianos.

Terctraépoca,—\(>Notiembre 1886.—tomo viii. tS

PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN

Elestablecimiento deuna fábrica debetener

lugar, á

ser

posible,

enlocalidad donde se cuente con

primera materia abundante, sin

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