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Planteamiento del Problema

1. Diseño general y justificación de la investigación

1.2. Planteamiento del Problema

Los problemas de investigación son reales, puesto que su planteamiento parte de los

resultados de investigaciones previas desarrolladas por parte de los investigadores y sus equipos (Gairín, 2010), ya que las capacidades integradas fortalecen la dinámica de los procesos investigativos y productivos y que de la misma manera el equipo de investigación permite adentrarse en el ámbito de estudio y acceder a los distintos contextos con relativa facilidad.

Los estudios de De Souza Santos (2005) han caracterizado los sistemas universitarios desde hace más de una década y define distintas etapas: la primera como una crisis de poder y de hegemonía que se moviliza entre la promoción de identidades culturales, formas de pensar sociocríticas y gestión del conocimiento científico vinculado a lo humano, a la generación de referentes de cultura y participación ciudadana en ambientes que requieren la optimización de recursos que son el pensamiento de obra para el desarrollo efectivo del capital cognitivo; la segunda crisis es de legitimidad. Esta es provocada por la contradicción entre la jerarquización de los saberes especializados a través del acceso y certificación de las competencias y las exigencias sociales y políticas de democratización y reivindicación de igualdad de oportunidades. Por último, una crisis institucional, resultado de la contradicción entre la reivindicación de la autonomía y la presión creciente para someterla a criterios de ciencia y productividad de naturaleza organizacional.

Es alrededor de estos temas que el presente trabajo analiza los alcances de las tendencias en gestación relativo a la misión y coherencia de la universidad y sus implicaciones sobre los procesos de evaluación y aseguramiento de la calidad de la educación superior.

Con insistencia, De Sousa Santos (2005) sostiene también que las pocas posibilidades de la universidad para realizar su misión llevó al Estado buscar mecanismos

fuera de la Universidad (como modelos de evaluación institucional), y adecuarlos a su misión fundamental: la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad. La Universidad ha entrado entonces en francos procesos de fortalecimiento institucional de cara a responder, al más alto nivel, a las demandas de eficiencia, eficacia y calidad.

Uno de los problemas de la universidad ecuatoriana, en todos los tiempos, ha sido el aislamiento a pretexto de la autonomía: las universidades se han desvinculado de la sociedad porque su programación académica no responde a los problemas más inmediatos y sobre todo han orientado más a intereses personales o de ciertos grupos (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2012).

Con toda la importancia que tienen estas inquietudes, las demandas sociales deben ser el elemento central a la hora de definir los planes de estudio y esto solo es manejable a partir de investigaciones muy concisas sobre las demandas de la sociedad, las que son muy dinámicas y cambiantes de un año a otro. Cada generación académica de las carreras debe partir de una actualización de la necesidad social, solo de esa manera se podrá afrontar, de algún modo, primero, las impertinencias de la oferta académica y, segundo, bajar las cifras de la desocupación y subocupación profesionales (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2012).

En este sentido, se prioriza la formación fortalecida por las tecnologías ya que estas orientan contenidos que se sostienen en paradigmas menos humanistas. Es decir, no se enfocan en la formación de competencias profesionales y personales, sino más bien se orientan a las necesidades del mercado laboral y de los planes de desarrollo estatales (Pacheco Prado, 2008).

En concordancia con los planes de desarrollo las transformaciones en la universidad

ecuatoriana se limitaron a la autonomía universitaria, tanto en el plano económico como en el administrativo y en el pedagógico, a diferencia de la última década (2007-2017) que involucra una evaluación integral y sobre todo la implementación del Plan Nacional del Buen Vivir (Plan estratégico del estado ecuatoriano para el periodo 2013-2017), porque

el 17 de febrero de 2013, el pueblo ecuatoriano eligió un programa de gobierno para que sea aplicado, siempre ceñido a la Constitución de Montecristi, en el nuevo periodo de mandato del presidente Rafael Correa. Ese programa tiene su reflejo inmediato en el Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017, el cual representa una postura política muy definida y constituye la guía de gobierno que el país aspira tener y aplicar en los próximos cuatro años. Este es el sentido que se pretende dar a este Plan, que debe convertirse en un documento tan práctico como un mapa, con directrices muy claras para evitar que nos extraviemos en el camino o nos aventuremos en una ruta no trazada que nos lleve a un despeñadero (SENPLADES, 2013, p.14).

El gobierno ecuatoriano en los últimos 10 años ha promovido, con acciones concretas, un plan vinculado al mejoramiento de la vida de las personas. El Plan Nacional del Buen vivir es un programa de gobierno promovido por el Gobierno de Alianza País a través del presidente Rafael Correa que prioriza la vida de las personas y con ellos lograr el fortalecimiento social y sostenimiento de nuestro tejido social con sus manifestaciones de diversidad intercultural e identitaria bajo principios de equidad y subsidiaridad. A continuación, se exponen los objetivos del plan, que busca el equilibrio de la economía, que se evidencia en la orientación del estado ecuatoriano en la última década y que se detalla, según la Secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo, así:

• Consolidar el Estado democrático y la construcción del poder popular.

• Auspiciar la igualdad, la cohesión, la inclusión y la equidad social.

• Mejorar la calidad de vida de la población, fortalecer las capacidades y potencialidades de la ciudadanía.

• Consolidar la transformación de la justicia y fortalecer la seguridad integral, en

estricto respeto a los derechos humanos.

• Garantizar los derechos de la naturaleza y promover la sostenibilidad ambiental territorial y global, consolidar el sistema económico social y solidario, de forma sostenible.

• Garantizar el trabajo digno en todas sus formas e impulsar la transformación de la matriz productiva.

• Asegurar la soberanía y eficiencia de los sectores estratégicos para la transformación industrial y tecnológica, garantizar la soberanía y la paz.

• Profundizar la inserción estratégica en el mundo y la integración latinoamericana (SENPLADES, 2013, p.81).

Por otra parte, la evaluación institucional y académica de las universidades y escuelas politécnicas del Ecuador constituye una imperiosa necesidad en la actualidad por los siguientes motivos: uno, porque se ha registrado un crecimiento desmedido de instituciones de educación superior, al amparo de intereses de orden pecuniario o de carácter político independientemente de las reales necesidades del país; dos, porque este crecimiento cuantitativo ha propiciado un deterioro de la calidad académica; tres, porque todas las personas e instituciones que utilizan recursos de la sociedad y del estado deben obligarse a la rendición de cuentas (Pacheco Prado, 2008).

El gobierno del Presidente Rafael Correa ha realizado muchos cambios institucionales, especialmente sobre el tema de universidad que se ha plasmado en definiciones que se hicieron en la vigente Ley de Educación Superior (Consejo de Educacion Superior, s. f.), lo que posibilita también que se establezca el Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior («INICIO - CEAACES», s. f.) con los siguientes objetivos: asegurar la calidad académica y fomentar procesos de mejoramiento

permanente para lo cual las instituciones deben implementar actividades de autoevaluación continua; informar a la sociedad ecuatoriana sobre el nivel de desempeño institucional; y contribuir a que los procesos de creación, sostenimiento y evaluación de las universidades respondan a reales necesidades de la sociedad ecuatoriana (Pacheco Prado, 2008).

Vista la situación universitaria en el país, propongo las siguientes preguntas que guiarán la investigación:

• ¿Cuál es la naturaleza y razón de ser de la Universidad en el contexto del desarrollo de las sociedades?

• ¿Cuáles son los fundamentos teóricos de la Calidad de la Educación Superior?

• ¿Cuál es el contexto de la situación de la Universidad ecuatoriana?

• ¿Cuáles son las manifestaciones de mejoramiento de la calidad de la Educación Superior en la Universidad Ecuatoriana?

• ¿Cómo la evaluación de la gestión de la calidad de la educación superior ha fomentado la producción científica del profesorado del ámbito educativo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en el período 2008-2017?