que sigue en el pago ó partido.
Aserposible, y con especialidad en
los climas
pococálidos,
de-563
berátener lugar con tiempo sereno y seco y cuando la uva está
enjuta, esto es, después que elsol haya levantadola niebla y eva¬
porado elrocío que se depositacon la frescurade la noche. Peroen
lospaíses meridionales podrá haber conveniencia en proceder de
otro modo cuando el fruto de la vendimia se destina á vinos de pasto.
Según el distinguidoprofesor italiano Sr. Ottaví, desus experien¬
ciasresulta una notable diferencia en la cantidad de mosto de la
uvacogida con rocío ó sin él, como lo demuestran los siguientes
datos:
A las 5 de la mañana 10° glucométricos.
» 11 de ídem 11° ídem.
Î 3 de latarde 11° ídem.
Cogiendo lauva cuando está cubierta derocío, se dilata natural¬
menteelmosto, con indudableutilidad
para elaborarvinosdepasto
conracimos muy azucarados, práctica que también se sigue con ventaja en Champagne para los vinos espumosos blancos.
Pero el no menos entendidoprofesor italiano Pollacci, apesar de convenir en las ventajasde vendimiar con rocíoen las exposiciones
alSur de las comarcas meridionales, hace ver que el agua deposita¬
da sobre la uva á consecuencia de la frescura de la noche, no es pura, pues contiene materias orgánicas y gérmenes que puedenser
perjudiciales en una buenafermentación, además de las dificultades quela frialdad de la uva vendimiada con rocío ofrece á ésta, para quese inicie francamente.
Si el tiempo es lluvioso, convendrá esperar díasbuenos, que son comunes en el otoño; pues cuando se vendimia en malas condicio¬
nesnopuede resultarbuen vino.
No debe principiarla recolección después de una baja considera¬
ble de
temperatura,porque en este caso resultaría frío el mosto, como conla uva bañada por el rocío, y tardaría más tiempo en
fermentar.
Se comenzará
siempre porla viña en que esté más generalizada
lamadurez, prosiguiendo con laque no loesté tanto, y finalmente,
con la más tardía; ánoconvenir suspenderla vendimiaenelúltimo,
ólos dos últimoscasos, no habiendo peligro de dejar avanzar más lamadurez sin comprometer la cosecha.
564 GACETA AGRICOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO
Existe bastante discordancia de pareceres sobre la conveniencia
devendimiar enredondo, ó de una sola vez, ó de hacerlo en tres épocas diferentes, cortando en cada unalos racimos que
hayan
al¬canzado completa madurez;pero el problema es complejo y está
muy relacionado con la cuestión económica, que enúltimo término
seencarga deresolverlo.
Indudablemente, respondería mucho mejor en tres épocas qué
en redondo para elaborarvinosde clase superior, con especialidad
en España, donde los antiguos viñedos estánplantados de múltiples
variedades detandiferente puntode maduración, que no es posible
determinar el momento oportuno de iniciar la vendimia encondi
ciones convenientes yuniformes;perolos precios que alcanzanlos
caldos no permiten recurrir áeste sistema perfeccionado, salvo en algunospuntos,comoJerez, Málagayalgún otro.
Tampoco reina la mayorarmonía sobre el sitioy la formaenque debe tener lugar el estriado ó clasificaciónderacimos,casode
adop¬
tarle, puesmientras unos autores lo prescriben al tiempo decortar¬
los, otros aconsejansehaga al vaciar lascestas enlas comportas,y algunos enlas mesas ó tablados que ocupan laparte superior
délas
tolvas de las máquinasdesgranadorasypisadoras.
El entendidoenólogo italiano Sr. Carpené, juzga que si sesepa¬
ran las diversas castas deuvaspara elaborar distintos vinos, sepe¬
sen después de terminada la vendimia, empleando todos
los años
las mismas proporcionesqueaconseje la experiencia, á
fin de
queresulten siempre los vinos de la localidad de un tipo
uniforme,
quesostengasucrédito.
Pero hágase óno la clasificaciónpor variedades y punto
de
ma¬durez, no debe prescindirsede separarlas uvas podridas, secas y
en agraz todavía; de las maduras, siseaspira
á
obtenerbuenos vi¬
nos de postre ypasto.
Dispuestos los operarios quehan de practicar la
vendimia,
seles
distribuirá en la forma conveniente, á fin de que reine
el orden
más completoen todas las operaciones, resulte lamayor
perfección
en el trabajo y seevite laconfusión, enemiga de la
economía.
Organizadas las cuadrillas ycon un operario inteligente
al frente
de cada una de ellas, se procurará escalonar los
vendimiadores de
manera quequede expedito siempre elcostado por
donde
seha de
conducir lauva cortada al sitio que ocupen las portaderas, para
que
565
no se encuentren losdiferentes conductores de cestas, que deberán dirigirse por la diagonal para acortar el trayecto y en líneas para¬
lelas. Este servicio lodesempeñarán mejor los operarios más jóve¬
nesy listos. Cuidando los encargados de tener constantemente ces¬
tas sobrantes á disposición de los vendimiadores, se conseguirá, además de no interrumpirla faena decortar racimos, darles tiempo
para que separenlos que no se encuentrenen disposición de llevar¬
losá lasportaderas.
INSTRUMENTOS, ENSERES Y APARATOS QUE SE EMPLEAN
"
EN LASVENDIMIAS
Laseparación de los racimos de las cepas se practica pormedio
dehocejos, hoces, navajas curvas ypodonas, que todosestos yotros nombres reciben en España los instrumentos que seemplean, ó con
tijeras. Los primeros facilitan más el trabajo que las tijeras, y pro¬
ducen más efecto;pero tienen elinconveniente de desgranar y es¬
trujar losracimos conlas sacudidasy quebrar ó estropearlossar¬
mientos altirar de ellos. Las tijerasmaltratan menos los racimos y
sarmientos, pero cunde menos eltrabajo.
Para recoger la uva que van cortando, sevalen los vendimiadores decestas de mimbres, corteza de castaño, caña ó esparto; cestas que afectan diferentes formas en los distintos países, pero que tien¬
den engeneral á ganar mucho fondo y poca altura, para que res¬
pondan mejor al objeto de no despachurrarse ni aplastarse los ra¬
cimos.
La que representa la figura 32, que se usaen Lombardía, y se aproxima mucho á laempleada en Rioja, Navarra y Aragón,reúne
excelentes condiciones, por serbastantecapaz, alcanzar poca altu¬
raymanejarse bien. La quellevan los vendimiadores de Cariñena admite ordinariamentede 12 á 14kilogramos de racimos.
El de lafigura 33 responde mejor á labuena conservación de la uva, porla mucha superficie que ocupa y su insignificante altura;
perono se maneja tan bien como la anterior, si hay que recorrer
algunadistancia para vaciarla. Se usa bastante en Francia.
En Toscana se emplean doscestas muy cómodas, figuras 34 y 35, de lasque la última, formadacon cortezade castaño, es idéntica
ulas quese usan
en Galicia, Vizcaya y otras comarcas de España.
566 GACETA AGRICOLA DEL MINISTERIO DE FOMENTO Cuando el puntoen que se vendimia estápocodistante del lagar
en que se ha de estrujar la uva, ó no muy cerca de las portaderas
donde sevacían las cestas en la viña, suelen valerse los trasp orla¬
dores ó acarreadores de un palode 1,50metros de longitud, cilin¬
drico y poco grueso, que llevan sobre el hombro izquierdo,
colo-Fig. 32.—Cesta lombarda. Fig.33.—Cestobajo.
cando en ambosextremos una cestallenade uvas, como seadvierte
en la figura 36.
Envez decestas para ir recogiendo los racimos cortados, colo¬
can los vendimiadoresen el suelolos de cadacuatro cepas, en Ye-cla,Jumilla yalgunos otros pueblos de la provincia de Murcia, con
los cuales forman montonesde20centímetros dealtura, á findeque
seasoleen por espacio detres ó cuatro días antes de
llevarlos al
lagar.
Para ir reuniendo el producto en racimos del trabajo
de cada
cuadrilla, se establecen á uno de los costados varias íinetas
de
ma-Fig. 34.—Cestatoscana. Fig. 35.—Idem de cortezade castaño.
567 dera,portaderas, aportaderas ó comportas, pues todos estos nom¬
bresreciben en las distintas provincias de España, que no son otra
cosa que unas vasijas cónico-truncadas de tabla de roble, haya ó castaño, cuyo diámetro mayor corresponde á la parte superior. La capacidad de estas vasijas varía desde 70 á 80 kilogramos de raci¬
mos, que contienen lasportaderas de Rioja, Navarra y Aragón, á 50y 100 que alcanzan las de Valencia.
En las mismas provincias y en otras muchas deEspaña, se sus¬
tituyenlas portaderas de tablas con cestos cilindricos de mimbre.
Fig.36.- Trasportede doscestascon el auxilio deunpalo.
llamados cuévanos, de la misma capacidad
quelas portaderas, ócon
capazos, capachos y seronesde esparto, palma, mimbre, etc, Tanto las comportas como los cuévanos, tienen sus ventajas é inconvenientes. Las primeras no permitenque sederrame el mosto queresulta por la presión deunos racimos con otros; pero en
cam-Woi esta circunstanciainspira confianza para despachurrar inconve¬
nientemente
los racimos, operación que puede ser perjudicial si5ctarda algún día enpisarlos. Los cuévanos, por el contrario, dan
Pnso al mosto
que se produce por las sacudidas; pero suelen llegar
568 GACETA AGRICOLA DEL MINISTERIO DE
FOMENTO
más sanosé intactos los racimos altrujal, por elmayor
cuidado
quese les prodiga.
Es costumbre en Rioja, Navarra, Aragón yotras