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EVOLUCIÓN PROCÍCLICA DE LA SINIESTRALIDAD LABORAL

Expansión económica, precariedad contractual y siniestralidad laboral: una relación compleja

1.- INTRODUCCIÓN: RELACIÓN ENTRE SINIESTRALIDAD Y PRECARIEDAD LABORAL

2. EVOLUCIÓN PROCÍCLICA DE LA SINIESTRALIDAD LABORAL

Con la aprobación de la Ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales (LPRL) fruto de la transposición de la Directiva-Marco 89/391-CEE, se regularon los derechos y obligaciones en materia de salud laboral, inaugurándose un periodo de reducción de la siniestralidad, pasando de un índice de incidencia (número de accidentes por cada 100.000 trabajadores expuestos) de 6.549 en 1998 a 2.889 para el 2012. Sin embargo, tras la gran agresión de la reforma laboral se ha producido un repunte de la siniestralidad aumentando en un 18,12% en España frente a la reducción del 11,72% en la Unión Europea (tabla 2), doblando la tasa de incidencia respecto a la media europea para el año 2016 convirtiéndose aún más si cabe, en un grave problema de salud pública.

Tabla 2: Evolución del índice de siniestralidad laboral en España y la EU-28, 2012-2016

Año España EU-28

Fuente.- Ministerio de Empleo y Eurostat (*) Datos provisionales

Diversos son los autores nacionales (Arango y Valdavida, 2000; Arocena y Nuñez, 2005; Martín, 2006; Castejón y Crespán, 2007; Sedano et al., 2014; Fernández et al., 2016) e internacionales (Kossoris, 1938; Leigh, 1985; Davies et al., 2009; Boone y Van Ours, 2006) que han estudiado la relación procíclica entre la siniestralidad laboral y las oscilaciones del crecimiento económico.

Para el caso español, se ha constatado que durante la recesión económica se redujo el número de accidentes de trabajo y su probabilidad derivada de la caída de la tasa de actividad en los sectores de construcción e industria (Sedano et al., 2014).

De manera inversa, se estimó en situaciones de crecimiento económico para el periodo 1988-1995, como por cada 600.000 euros de incremento del Producto interior bruto (PIB) se producían 140 accidentes de trabajo (Arango y Valdavida, 2000: 68).

Sin embargo, hay estudios relevantes que manifiestan que la relación estadística entre las fluctuaciones económicas y la tasas de accidentes de trabajo es espuria, conforme a la hipótesis de que en épocas de crisis económica cuanto hay elevadas tasas de desempleo los trabajadores tienden a no informar de los accidentes de trabajo por miedo a perder el mismo, mientras que en épocas de crecimiento son más proclives a notificarlos por tener mayor posibilidad de reinserción laboral (Leigh, 1985; Boone y Van Ours, 2006).

Por contra, los estudios de Davies et al. (2009) en Reino Unido desde 1986 hasta 2005 y Román (2006) en España para el periodo 1989-2001, pese a que encontrarón evidencias de que los trabajadores erán más propensos a informar de los accidentes laborales leves en las fases de expansión económica, los accidentes graves no se véian afectados y hallaron que la varianción de la accidentabilidad no podia explicarse unicamente con la hipotesis del miedo de los trabajadores a la notificación de accidentes, sino que, es un fenomeno real y no espurio, explicado por la variación de las condiciones de empleo.

De hecho, la última Encuesta Nacional de Condiones de Trabajo en España (ENCT, 2015) realizada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) identifico que, el 41% de los trabajadores afirmaban haber trabajado estando enfermo en los últimos 12 meses para el 2015, mientras que este porcentaje fue menor (35%) en 2010 cuando más dura fue la crisis económica, evienciando la necesidad de explorar otras explicaciones más alla de las teorias de infranotificación.

Así pues, una posible explicación, podría resultar del aumento de la intensificación y acceleración del ritmo de producción en las primeras fases de recuperación económicas derivadas de la cautela empresarial para la contratación de nuevos trabajadores produciendo el aumento de la tasa de incidencia en los accidentes leves (Karasek, 1979; Nichols, 1989; Arocena, et al., 2008), lo que coincide con los datos de la Encuesta ENCT, (2015) que indentifican un aumento

de la intensidad de trabajo en España, pasando de un 26% de trabajadores que manifetan trabajar en plazos ajustados en 2005 a un 34% en 2015 y de un 27% que afirman trabajar a gran velocidad a un 33%.

Asímismo, la incorporación de nuevos trabadores sin experiencia tras el periodo de recesión (Wright y Lund, 1998; Arocena y Nuñez, 2005; Sedano et al., 2014) o la preocupación empresarial por mejorar la productividad descuidando los sistemas de gestión de la salud laboral (Arocena y Nuñez 2005) son otros posibles factores explicativos de la evolución prociclica de la siniestralidad laboral.

En resumen, la literatura especializada aporta resultados e hipotesis divergentes sobre la relación prociclica de la siniestralidad laboral y sus posibles causas.

Desde nuestro punto de vista, consideramos que los sistemas de relaciones laborales más maduros y consolidados presentan tasas de inicidencia más reducidas y resistentes a las fluctuaciones de la economía del país, mientras que la debilidad del mercado de trabajo nacional y el impacto de la reforma laboral como factor de precarización y desregulación de las condiciones de trabajo favorece el aumento de la temporalidad, la utilización de ETT’s, mayores indices de rotación de trabajadores y la externalización a travé de mecanismos de subcontratación, contribuyendo al aumento de la accidentabildiad.

En este sentido, la literatura consultada también muestra resultados contradictorios. Por un lado, existen investigaciones que manifiestan que los trabajadores con contratos temporales están expuestos a peores condiciones de trabajo y mayores tasas de siniestralidad (Letourneux, 1998; Boix, et al. 1997;

Amable y Benach, 2000; García y Montengua, 2009; García, 2010) y de insatisfacción laboral (Benavides, et al., 1999), mientras que otros estudios, hallaron que las caracterisiticas personales y del puesto de trabajo eran más determinantes (Hernanz y Toharia, 2006) e incluso que el empleo temporal esta inversamente relacionado con la tasa de incidencia de accidentes leves e independiente de los graves (Davies, et al,. 2009: 181), lo que por otro lado, puede ser explicado por la “teoria del miedo” a la perdida del empleo tras la notificación del accidente.

El objetivo de este trabajo es aportar a la evidencia empirica sobre los determinantes de la evolución prociclica de la siniestralidad laboral y el crecimiento económico que se produce en España tras la erosión de las condiciones de trabajo de la reforma laboral de 2012, estudiando a tal efecto, la evolución de la tasa de incidencia en los contratos temporales y la rotación medida a través de la antigüedad de los trabajadores en la empresa.