• Aucun résultat trouvé

2. Educación superior

3.5. Estrategias para mejorar la vinculación laboral de los graduados

Según la Ley 1780 del 2 de mayo de 2016, el gobierno reconoce la problemática de la vinculación laboral temprana de los jóvenes (18 a 28 años), el desempleo juvenil, que alcanzó el 15,3% en 2015 (Carranza, 2016), por lo que dicta esta ley para promover el empleo y el emprendimiento juvenil, así como para superar otras barreras de acceso al mercado de trabajo.

Las empresas colombianas comúnmente exigen dos cosas al momento de la vinculación laboral de una persona, título y experiencia, por lo que es difícil que los recién graduados cumplan con esta experiencia profesional requerida para la vinculación laboral, aun cuando cumplan con el título y las competencias requeridas para el cargo, por lo que el gobierno optó por otorgar incentivos financieros a la creación de pequeñas empresas jóvenes (de personas menores de 35 años), fortalecer el emprendimiento y empleo juvenil (acompañamiento y financiación), especialmente en zonas rurales, minorías étnicas, jóvenes del posconflicto, desempleados, jóvenes sin experiencia (las entidades del estado pueden ajustar su planta de personal y destinar para ellos un 10% de los cargos), o jóvenes que se encuentren bajo la protección y cuidado del Estado (Congreso de la República de Colombia, 2016).

La misma ley dicta una excepción para ciertas prácticas realizadas en entidades públicas que sí podrían valerse como experiencia laboral para acceso al servicio público, y de la misma manera, la ley modifica el artículo 64 de la ley 1429 de 2010, aclarando que:

Para los empleos que requieran título de profesional o tecnológico o técnico y experiencia, se podrá homologar la falta de experiencia por títulos adicionales obtenidos, bien sean en instituciones de educación superior o de educación para el trabajo y el desarrollo humano nacionales o internacionales convalidados. Será tenida en cuenta la experiencia laboral adquirida en prácticas laborales, contratos de aprendizaje, judicatura, relación docencia de servicio del sector salud, servicio social obligatorio o voluntariados (Congreso de la República de Colombia, 2016).

Educación superior y desarrollo socioeconómico:

Utopía o realidad para jóvenes de bajos recursos de Bogotá Esta modificación de la ley es muy favorable para la empleabilidad de los graduados, pues el 51,2% manifiesta que el impedimento para acceder a un primer trabajo es la carencia de experiencia laboral (Observatorio laboral para la educación MEN, 2015).

Lamentablemente, el mismo avance para apoyar a los jóvenes no se evidencia en la continuación del requisito de haber prestado el servicio militar para poder acceder a cualquier trabajo en entidad pública o privada, salvo personas no aptas, exentas o las que hayan superado la edad máxima de incorporación (24 años).

Algunos críticos de la Ley 1780 de 2016, plantean que la misma no incluyó un apalancamiento a la investigación, desarrollo e innovación en las instituciones educativas, en la modalidad universidad-empresa, para promover el emprendimiento innovador y el empleo (Carranza, 2016). Otros autores recomiendan, además, fortalecer el desarrollo de competencias en los estudiantes para favorecer la inserción laboral, buscando una mayor productividad, mejores salarios y calidad de vida, y motivar la salida del mercado laboral de los jubilados; la evaluación permanente de las profesiones requeridas y la son requeridas por el mercado laboral (Hoyos &

Cabezas, 2016).

Atendiendo las dificultades en coordinación de la demanda y oferta laboral en Colombia, el Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA, creó hace unos años la agencia pública de empleo, mediante la Resolución 1660 de 2013 (SENA, 2013), que presta el servicio de intermediación laboral público, gratuito, indiscriminado y sin intermediarios, para que los colombianos conozcan las ofertas laborales y los empresarios encuentren el talento humano que necesitan (SENA, 2016).

Precisamente, esta agencia de empleo ya ha beneficiado, no solo a personas que buscan empleo y a empresas que buscan trabajadores, sino a las mismas seccionales del SENA, al permitirle identificar las necesidades de formación de los colombianos, si bien se reconoce a su vez, que falta difusión de esta herramienta a población externa al SENA y que además de la búsqueda de

Educación superior y desarrollo socioeconómico:

Utopía o realidad para jóvenes de bajos recursos de Bogotá empleo se debe promover el emprendimiento en la población joven (Martínez, Tapasco, &

Vargas, 2015).

Este tema de la vinculación laboral de graduados de educación superior se hace más evidente dada la estructura histórica de las graduaciones, pues entre 1960 y 2014 se habían graduado 4.738.167 personas, pero de ellas, 3.179.102 (67%) se graduaron en los últimos 14 años (25%

del periodo evaluado) (Observatorio laboral para la educación MEN, 2015).

Parte de la estrategia del Estado para mejorar la vinculación laboral de los graduados es mejorar la calidad y pertinencia de la educación, para esto propone llegar al 20125 como el país mejor educado de América Latina, con un 20% de la matrícula en instituciones con acreditación de alta calidad, mejorar la cobertura y pertinencia de la educación. Precisamente, el retorno social de los estudios de pregrado se estima en 37% frente a 19% para personas que estudian en universidades acreditadas y no acreditadas respectivamente, lo que hace a Colombia el segundo país en Latinoamérica (para Latinoamérica el retorno promedio es del 15,9%), el salario también es 14,1% más alto para graduados de instituciones acreditadas (Observatorio laboral para la educación MEN, 2015).

Otra estrategia para mejorar la vinculación laboral es la formación continuada en niveles de posgrado, pues en 2014 estas poblaciones contaban con un 92,5% de empleabilidad, frente a un 77,1% para poblaciones con pregrado. Esta variable también determina un mayor salario:

$3.268.582 para posgrado frente a $1.483.593 para posgrado, así como un mejor retorno social, del 53% para posgrados nacionales y del 63% para internacionales (Observatorio laboral para la educación MEN, 2015).

El 40,7% de los graduados entrevistados manifiesta que sus expectativas laborales se cumplieron, mientras el 33,8% manifiesta que su situación laboral es superior a sus expectativas al comenzar sus estudios.

En este mismo sentido, los graduados del nivel tecnológico, en un 45%, consideran que requieren un nivel de educación superior para permanecer en su cargo laboral, mientras esta cifra corresponde al 26% para los técnicos, lo que empuja a estas poblaciones a avanzar al título

Educación superior y desarrollo socioeconómico:

Utopía o realidad para jóvenes de bajos recursos de Bogotá universitario profesional. Los estudios superiores como estrategia de permanencia laboral se soportan también, al ver que el 51% de los graduados ya trabajaban antes de graduarse (Observatorio laboral para la educación MEN, 2015).

En todo caso, aunque la Ingeniería industrial es un programa de amplísima aplicabilidad pro procesos y sectores económicos, no se encuentra en el top de programas con mayor empleabilidad y salario, en donde están geología, medicina, ingeniería electromecánica, ingeniería de minas y estadística.

Regresando a la práctica profesional, el 11,6% de los graduados encuestados manifestó que fue su mecanismo para la vinculación laboral, en su primer empleo, siendo el tercer mecanismo luego de amigos, familiares y conocidos (43,3%), y la iniciativa propia visitando y llevando hojas de vida (13,2%), mientras que, efectivamente, los portales de empleo públicos, de cajas de compensación, de las universidades y otros portales web, así como los medios de comunicación, representan una menor proporción de las alternativas efectivas (Observatorio laboral para la educación MEN, 2015), lo que indica que deben replantearse los esfuerzos de las instituciones públicas y educativas en este sentido.

Una estrategia propuesta por el Observatorio laboral para la educación, es que el sector productivo debe familiarizarse más con los diferentes niveles de formación superior, lo que surge posiblemente por el desaprovechamiento de los graduados en técnica y tecnología, que se ven presionados a avanzar en su formación, para acceder a mejores salarios